Taxi a la fuga
Dubai, Emiratos, y estos países del golfo (Qatar, Bahrain, Omán…) tienen fama de ser muy seguros. Y verdaderamente lo son, puedes ir por la calle a la noche con la tranquilidad de que no vas a tener ningún encuentro desagradable. Pero de vez en cuando pasan cosas como esta.
Volvía del Mundial de Superbikes de Qatar. Era ya medianoche. La terminal suele estar siempre llena no importa a la hora que llegues. Así que utilicé el viejo truco de en vez de intentar tomar un taxi en Llegadas, subir a Salidas. Llevaba conmigo dos paquetes de 24 cervezas ya que en el duty-free está permitido comprar alcohol pero en la ciudad tienes que tener una licencia, y los impuestos son del 33%. Todos los expatriados aprovechamos esta ocasión para lo mismo. Bien, paré un taxi que acababa de dejar a un cliente, bajó la ventanilla, le dije donde quería ir, me dijo “monta!”, abrí la puerta trasera izquierda, dejé las cervezas y cuando iba a subir en el asiento del copiloto por la derecha… va el hijo de puta y se larga con mis cervezas!!!!
Unos segundos de estupor y tras la sorpresa inicial salí corriendo delante del chorizo. Sabía que tarde o temprano se encontraría algún atasco antes de salir del aeropuerto. Y así fue, 50 metros después tuvo que parar, momento en que aproveché para llamarle de todo menos bonito. Menudo bastardo, se iba con mi mercancía.
Le pegué una bronca de tres pares de cojones y le amenacé con llamar a la policía. Cosa que sabía que no iba a hacer porque si llamo a la policía en este país, ese taxista tiene un 90% de posibilidades de ser repatriado o de acabar en el trullo. Monté en el taxi y le dije que me llevara porque era tarde y pasaba de buscar otro. El tío comenzó a hablar intentando excusarse por algo que no tiene excusa. Hablaba, hablaba y yo le mandaba callar. Me pidió un minuto más para explicarse pero ya me los había hinchado y le dije “Mira hijo, te voy a dar dos opciones. 1.- Te callas la boca y me llevas a mi casa. 2.- Te doy un minuto para que te expliques. Pero si tu explicación no me convence entonces estate seguro de que como hay Dios acabas hoy en comisaría. Tienes 20 segundos para pensártelo y te recomiendo que lo hagas”. El conductor no abrió la boca durante el resto del trayecto.
Al dejarme en casa pensé en hacer un “simpa”. Hubiera sido lo lógico después de que el tío me la quiso jugar. Pero me dio pena y le pagué religiosamente.
La situación de obreros de la construcción, criadas, taxistas y trabajadores no cualificados en general es bastante penosa en este país. Diría que roza la esclavitud. Trabajan un montón de horas para ganar una mierda y de esa mierda mandar la mitad a su país: India, Pakistán, Sri Lanka, …
Es normal que pasen estas cosas y más tendrían que pasar con total justificación, ya que los ricos son ricos por robar a los pobres. No cabe ninguna duda de eso. Nuestro “modus vivendi” del mundo civilizado lo mantenemos a base de hurtar a la otra mayoría del mundo, a los llamados países en vías de desarrollo. Te quema que te pase esto pero yo a ese taxista le he robado antes, sin darme cuenta, así que tendría que haber dejado esas cervezas en el maletero antes de marchar. Y todavía le seguiría debiendo.
Por lo menos se queda con mi gorra de Castrol que guardaba desde hace mas de cinco anos con gran cariño. Con la mala hostia se me olvido en su taxi ;-)
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