El jueves llegué a Bilbao, después de casi 12 horas de viaje de Shanghai-Munich, 3 y media de trasbordo, y 2 horitas de Munich a Bilbao. Nos vino a recoger mi cuñada, fuimos a tomar unas birras, a comer con mi hermano a la cervecería Duna, por la tarde unas canas con mi primo, y cena de bienvenida de la cuadrilla con unos huevitos en el Arotz. Potes por Gorbea, y cuando llegué a casa a las 4 de la mañana llevaba 51 horas sin ver una cama. Poco sobé en el avión, entre las películas que me tragué y hacer unas películas en el ordenador.
El viernes no fue diferente. En lugar de recuperar, visita al dentista a las 10, y de ahí ya todo el día de danza. Así que a las 10 de la noche me derrumbé literalmente en mi camita. Es lo que pasa cuando vienes poco tiempo, hay que aprovechar y ¡quemar los días y las noches! J
Comentarios » Ir a formulario
Plantilla basada en http://blogtemplates.noipo.org/
Blog creado con Blogia. Esta web utiliza cookies para adaptarse a tus preferencias y analítica web.
Blogia apoya a la Fundación Josep Carreras.