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Basurde Xiao Long

Resolviendo el crucigrama de ¨La Escondida¨

Resolviendo el crucigrama de ¨La Escondida¨

 

Mi tocayo Javier Berecochea sigue proporcionándome más y más información, que voy organizando y colgando de este blog.

 

En los contactos mantenidos en las últimas semanas me ha recomendado un libro llamado ¨Negocios y vida cotidiana en Tepic 1839-1910: disposiciones testamentarias¨, escrito por el señor Don Pedro Luna Jimenez.

 

Este autor tiene varios libros y tesis sobre la historia de Nayarit:

- Tesis - Nayarit.: Población integración territorial en sus municipios. Una historia que busca explicar el presente

- Libro - El Estado de Nayarit

- Libro - Jauja: una fábrica textil del Tepic provinciano

- Libro - La casa fenelón : tepic, tiempo y patrimonio

- Libro - Nayarit : tres recorridos gastronómicos : y algunos secretos del fogón

- Tesis - Aspectos generales sobre el origen y desarrollo de la banca en México

- Libro - Tepic, aproximación a su historia urbana

 

Este al que me refiero se puede leer en Internet. No todo, pero si una parte importante:

http://books.google.com/books?id=6F7nUFwlRuIC&printsec=frontcover&source=gbs_v2_summary_r&cad=0#v=onepage&q=&f=false

 

El autor resalta la importancia de los documentos notariales como apoyo para saber lo que ocurrió en una determinada época. Los notarios de ahora eran los escribanos de antes, y en sus libros se registraba mucha información como compra de bienes, prestamos, alquileres, creación y disolución de empresas, y como no, testamentos.

 

El escritor ha revisado unos doscientos testamentos de la época que va de 1839 a 1910 y que se encuentran en el Archivo del Gobierno del Estado de Nayarit. De ahí ha extrapolado información importante. En el momento final debes deshacerte de todo, y no es dificil deducir que si alguien al declarar sus bienes afirmaba que tenía ¨ocho vacas de vientre, cuatro becerras, cinco mulas, un buey, un caballo tordillo, cinco puercos flacos y un chapil con maíz¨ estaba en peor situación que alguien que contaba con tres haciendas, pero mejor que alguno que dejaba deudas.

 

Son noventa y ocho testamentos los que han sido en este libro publicados. Pero además el autor añade una visión del contexto histórico. Reproduzco aquí información importante relacionada con la Hacienda de La Escondida.

 

Página 25:  ¨Durante el siglo XIX particularmente en su primera mitad, el puerto de San Blas era todavía considerado como el principal nexo del amplio occidente mexicano para con el mundo exterior. Esta importancia conforme avanzaba dicha centuria, tiende a disminuir hasta quedar en 1894, con una zona de influencia comprendida entre el fondeadero de Teacapan –en la alcaldía de Acaponeta- y Cabo Corrientes –en el estado de Jalisco-. De cualquier forma el dinamismo impuesto por San Blas, va a provocar que a Tepic hagan su arribo inmigrantes procedentes de Europa –España, Alemania, Francia- y Estados Unidos. La presencia de estos fuereños va a ser reforzada por la puesta en marcha de grandes centros fabriles, que en el entorno rural tepiqueño se instalaron entre 1838 y 1856, como fueron las fábricas textiles de Jauja y Bellavista, y los ingenios azucareros de Puga y LA ESCONDIDA. Para finales del siglo XIX y principios del siguiente, estas comunidades de extranjeros que encontraron en Tepic su mejor opción de vida, en gran medida se había reducido a un fuerte contingente de españoles vizcaínos, alemanes procedentes de Hamburgo, y buena cantidad de norteamericanos, que aún consideraban a la minería como la posibilidad de mejorar sus condiciones económicas. A estos avecindados estadounidenses, germanos y españoles, hay que sumarles los que procedían de un circuito mexicano de migración, que iba desde Sonora hasta Jalisco y Zacatecas¨.

 

Del libro ¨Reflexiones y algo más¨ de Don Roberto Rivera Hernández descubrimos anteriormente que en 1933, y con el triunfo del movimiento agrario, el complejo industrial de La Escondida paró para siempre.

 

En el extracto anterior de ¨Negocios y vida cotidiana en Tepic¨ descubrimos el origen de La Escondida. Bueno, con un margen de 18 años –entre 1838 y 1856- que habrá que ir ajustando más.

 

Sin embargo en sus comienzos

-       ni era un ingenio azucarero

-       ni perteneció a la familia Aguirre.

 

Lo explico a continuación

 

EN SUS COMIENZOS NO PERTENECIÓ A LA FAMILIA AGUIRRE

¿Cómo llegó a formar parte de las propiedades de la familia Aguirre? Los creadores del emporio en Nayarit fueron Don Pedro Pascasio y Don Domingo Aguirre Basagoiti, dos hermanos cuyos padres fueron Francisco Aguirre Zuviaga y su mujer María Cruz Basagoiti Arrandona, que además de estos dos varones tuvieron cinco hijas más. Don Francisco Aguirre Zuviaga nunca llegó a pisar México. Su hermano Don Juan Antonio fue el primero en llegar a aquellas tierras, y posteriormente le siguieron sus sobrinos

 

En un libro en recuerdo a la muerte de los hermanos Pedro y Domingo Aguirre Basagoiti, realizado por la Fundación Vizcaína Aguirre, se señala que la compra del trapiche de la Escondida la realiza Juan Antonio Aguirre Zuviaga –tío de Pedro y Domingo- en el año 1849. No tengo claro quién fue el dueño anterior. Lo que si que indica el libro es que el Sr. Aguirre le pidió a su amigo Manuel Aras que se hiciera cargo del mencionado trapiche. Anteriormente el Sr. Aras tenía la dirección de la fábrica de Bellavista.


Al libro yo todavía no he tenido acceso y la información anterior viene, una vez más, facilitada por ¨nuestro hombre en Tepic¨ el Sr. Berecochea :-)

 

EN SUS COMIENZOS NO ERA UN INGENIO AZUCARERO

 

Después de que el Sr. Berecochea me enviara unas fotos de La Escondida, escribí en mi blog que podía identificar tres ¨chacuacos¨ o chimeneas en el complejo. Mi contacto me respondió diciendo que el complejo industrial cuenta con dos chacuacos, y que el otro –en la fotografía número 9 de las publicadas en el enlace a Picasa- era del antiguo trapiche piloncillero.

 

Llegados a este punto necesitaba una explicación, porque me estaba encontrando demasiadas veces con la palabra ¨trapiche piloncillero¨ y con la palabra ¨ingenio azucarero¨, y los dos terminos se mezclaban.

 

La Real Academia de la Lengua lo explica:

 

- Trapiche: Molino para extraer el jugo de algunos frutos de la tierra, como la aceituna o la caña de azucar.

- Ingenio de azúcar:

1.- Conjunto de aparatos para moler la caña y obtener el azúcar.

2.- Finca que contiene el cañamelar y las oficinas de beneficio.

 

Leído lo cual le escribí a mi profesor particular de historia pidiendole una aclaración sobre el terreno:

 

¨Lo de las chimeneas –o chacuacos, como decís por allá- me queda claro que dos pertenecen al complejo industrial, y la otra al antiguo trapiche piloncillero. El complejo industrial entiendo que básicamente producía azucar a nivel industrial, ¿no? Lo que no me queda claro es lo de trapiche piloncillero, porque tanto trapiche como piloncillero son palabras con las que no estoy muy familiarizado. Piloncillero creo que tiene también relación con azucar, y trapiche, me imagino que sería algo parecido al complejo industrial en sus funciones, pero a mucho menor escala. ¿Es así, o estoy completamente desorientado?¨

 

Con la eficacia que le caracteriza mi tocayo respondió:

 

¨Estás en lo correcto en el concepto de complejo industrial, llamado conocido al de la producción de azúcar como Ingenio.

 

El trapiche piloncillero es una forma de producir mas rudimentaria, que empieza de igual manera con la caña quemada pero el proceso por lo regular llega hasta la producción del pilóncillo, que es el concentrado del dulce de la caña en estado solido, tiene una forma cónica de medida aproximada en la base de 5 cms. de diametro X 7 cms. de altura. En nuestra región se conocía al piloncillo también como panocha¨

 

¡Aclarado!

 

Me sigue contando el Sr. Berecochea que lo que el Sr. Juan Antonio Aguirre –tío de Pedro y Domingo- compró fue el trapiche piloncillero, pero con la visión emprendedora de los Aguirre en poco tiempo lo convirtieron en Ingenio Azucarero, ya que los Barrón y Forbes no accedían a venderles el Ingenio de Puga, y ellos deseaban incursionar en este tipo de negocio.

 

Barrón y Forbes era otra de las grandes casas que operaban en Tepic. Por lo que se ve en 1845 no quisieron venderle Puga a los Aguirre, pero la firma anglosajona entró posteriormente en un periodo de decadencia vendiendo a los Aguirre en 1897 las haciendas tanto de Puga como Mora, y en 1910 la fábrica textil de Jauja.

 

Se explica bien en la página 38 del libro ¨Negocios y vida cotidiana en Tepic¨:

 

¨En 1910, la dinámica de los negocios como tal, no se vio trastocada. Para ese año había actividades que con antelación se encontraban en decadencia, como era el caso de la minería. Sin embargo, empresas extranjeras –principalmente norteamericanas- compraban terrenos en las fértiles llanuras costeras y en los arrugados relieves de la sierra. Intensos conflictos armados no se presentaron en Tepic, y las autoridades porfirianas que gobernaban estas tierras, cedieron su lugar a los rebeldes maderistas sin disparar pequeñas o grandes armas de  fuego. No obstante, aunque todo parece indicar que no hubo algo trancendental, habría que señalar que fue en septiembre de 1910 cuando la casa de Aguirre, adquirió la fábrica textil de Jauja a los descendientes del viejo Eustaquio Barron, quien en compañía de Guillermo Forbes, la había fundado al finalizar la década de los treinta del siglo XIX. Este hecho tiene un gran significado, pues se presenta como el corolario de un proceso de crisis recurrentes por las que atravesó la añeja firma anglosajona, desde finales de la década de los ochenta de la mencionada centuria. Mientras que para la casa de Aguirre, tal adquisición tenía un doble significado. Por una parte quedaba comprobado que era la empresa más importante de la comarca y, por otra, cerraba su expediente de estas compras, iniciando en 1897 a decadente firma, con las haciendas de Puga y Mora¨.

 

Aparte de lo mencionado anteriormente, este fragmento corrobora el hecho de que la situación en Tepic durante la revolución fue bastante pacífica, y la gran importancia en Nayarit de la casa Aguirre.

 

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Otras tres aclaraciones de interés que me ha ido enviando mi tocayo y considero importante que aparezcan en este ¨registro informal¨ de La Escondida:

 

1.- ¨Los ingenios en nuestra región empiezan la Zafra en el mes de diciembre y la culminan cuando cae la primera lluvia, ya que los caminos saca cosechas se vuelven intransitables por el reblandecimiento de la tierra y muchas veces los plantíos de caña no se pueden ya quemar¨.

 

2.- En una de las fotos que colgué del album de La Escondida aparece un cartel con los nombres de los fundadores del Ejido La Escondida, en 1934. Me sorprendió ver los nombres de solo dos mujeres. O no hay ninguno, o tendría que haber más en esa lista de 61 nombres. Los nombres de mujer son Trinidad Hernandez, que yo supuse madre de Roberto Rivera Hernández,  autor del libro ¨Reflexiones y algo más¨, e Isabel Gonzalez. Sin embargo Javier Berecochea me ha informado de que Trinidad Hernández no es mamá de Roberto, y que en México tanto Trinidad como Isabel son nombres que pueden asociarse indistintamente a personas de los dos sexos.

 

3.- ¨A principios del siglo XX existía otra ruta para llegar a la Escondida y Bellavista, lo conocemos como el camino viejo. En las fotografías antiguas que te hice llegar es el que se menciona. Es mucho más corto, si lo observas en el mapa que incluyes en el blog, hace crucero entre la carretera actual de Bellavista-La Escondida,  conduce a Tepic cruzando la loma de la batea. Es por eso que te hago mención en uno de mis correos, la ubicación de las poblaciones en un perímetro de 6 Kms¨.

 

Otra vez el 90% o más de esta entrada se la debo a Javier Berecochea. ¡Gracias tocayo! :-)

 

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Película - ¨Como agua para chocolate¨

 

Esta película la vi en el cine allá cuando se estrenó en 1992. Contaba yo con 17 o 18 años y tenía la cabeza en otras cosas, por lo que la adaptación cinematográfica de la novela de Laura Esquivel me pareció un auténtico rollazo.

 

18 años después, concretamente el pasado viernes, volví a ver la película. Las sensaciones han sido completamente opuestas, ¡me ha encantado! Está ambientada en la época que nos ocupa con lo que me ha ayudado además a tener una visión más clara de como era la vida a finales del XIX, principios del XX, en México.  

 

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