Valle del Baliem (Papúa, Indonesia). 9-18 octubre de 2015
(Odio Google Photos. Antes funcionaba genial, pero han hecho unas modificaciones y ahora me ordena las fotos por fecha de edición, y no por nombre como las tengo en el álbum en mi ordenador. Lo siento, paso de volver a ordenar las 476. Shame on you Google Photos, todo funcionaba mejor con Picassa antes de que lo comprarais).
El destino para estas vacaciones ha sido el Valle del Baleim, en Papúa, Indonesia.
Así lo describe la guía de viajes Lonely Planet:
¨El valle del Baliem es el destino más popular de Papúa y el lugar más accesible del interior. Los dani que lo habitan todavía dependían de las herramientas de piedra, hueso y madera cuando el primer hombre blanco (una expedición de historia natural dirigida por el americano Richard Archbold) dio casualmente con el valle en 1938. Desde entonces los dani han adoptado varias costumbres modernas y nuevas creencias, pero el valle se mantiene como una de las últimas regiones del mundo auténticamente fascinantes y tradicionales.
El valle mide unos 60 km de largo y 16 de ancho y está delimitado por elevadas montañas por todos los lados. Wamena se sitúa en el centro, a una altitud de 1550 m. El potente río Baliem que discurre por el valle se escapa a través de un estrecho cañón en el extremo meridional, que cae unos 1500 m en menos de 50 km de camino a la costa sur de Papúa. En medio de este paisaje espectacular, la mayoría de los dani continúa viviendo cerca de la naturaleza, cuidando sus cultivos y cerdos, en torno a aldeas formadas por chozas circulares con techos de paja llamados honai.
Los primeros misioneros cristianos llegaron en 1954 (la actividad misionera continúa siendo un aspecto destacado de la vida en las tierras altas), y en 1956 se instaló un puesto gubernamental holandés en Wamena. En la actualidad, Indonesia ha sumado su propio colonialismo, trayendo escuelas, policía, soldados, tiendas, vehículos motorizados y becaks al valle, aunque la cultura local ha demostrado ser fuerte en muchos frentes. A veces las tensiones estre papúes y no papúes ha desembocado en violencia; en especial durante el levantamiento a gran escala de 1977 en las tierras altas y de nuevo en 2000, cuando los conflictos llevaron a un éxodo temporal de personas no papúes.¨
La capital de Papúa es Jayapura, una ciudad que se encuentra en la costa norte de la isla, no lejos de la frontera con Papúa Nueva Guinea. Para llegar a Wamena –la ciudad más grande del valle del Baliem- hay que viajar en avión, no existe ninguna carretera que conecte el valle con la capital.
Llama la atención leer que hasta 1938 no se conociera que viviera gente en ese valle. Estamos hablado de que hasta hace 77 años los habitantes del valle estuvieron completamente aislados de la civilización, y si consideramos la llegada de los misioneros y de personas extranjeras, estamos hablado de unos 60 años. Vivían como pueden vivir en la actualidad las escasas tribus del Amazonas que todavía no han tenido contacto con el hombre blanco. En 60 años se pueden producir muchos cambios, sin embargo en el valle del Baliem todavía es posible ver la vida tradicional que han seguido durante siglos, incluida la costumbre de los hombres de ir desnudos cubriéndose sólo sus partes con un ¨koteka¨, una especie de cono hecho con un calabacín hueco y seco que llevan atado con una cuerda. Esta ¨indumentaria¨ ya solo la llevan personas mayores y entiendo que en unos 20 años esta tradición desaparecerá.
DÍA 1 – VIERNES 9 DE OCTUBRE DE 2015. VUELO YAKARTA – SENTANI.
Nos dan las vacaciones el viernes y no hay que perder ni un día, así que esa noche cojo el vuelo a Papúa.
Lion Air JT794 – Yakarta (22:30) – Jayapura (06:00 + 1)
Entre Yakarta y Sentani hay dos horas de diferencia horaria, con lo que el vuelo dura 5 horas y media. Lo cual no es poco dentro de un país. Normalmente mirando el mapamundi no te das cuenta de lo largo que este archipiélago, pero si tomamos la distancia entre el punto más al este -que correspondería con Papúa- y el punto más al oeste -que correspondería con Aceh en Sumatra- son más de 4000 kilómetros. Si con la misma escala superponemos el mapa de Indonesia sobre el de EEUU veríamos que la distancia de costa a costa en EEUU es inferior a la distancia de este a oeste en Indonesia.
En la mochila esta vez he metido Malarone, pastillas contra la malaria, porque me lo recomendaron varias personas y cuando fui a consultar a un médico me dijo que era muy recomendable. El doctor me recetó 20 pastillas, cuyo precio unitario es de 178.500 rupias (11,90 €). Así que 3.570.000 rupias (238 €) en pastillas. No me hicieron pagarlas, envían la factura directamente al seguro médico, que espero que pase por caja y no me pase el cargo.
Las pastillas de Malarone se toman una por día, a la misma hora:
- Dos días antes de partir a una zona con posibilidad de malaria.
- Cada uno de los días que se esté en la zona de riesgo.
- Una semana después de volver.
DÍA 2 – SÁBADO 10 DE OCTUBRE DE 2015. SENTANI – JAYAPURA – SENTANI.
Llego a las 6 de la mañana al aeropuerto de Sentani y andando voy al hotel en el que había hecho una reserva por teléfono. El hotel no tiene Web ni encontré manera de reservar un hotel en Sentani on-line.
Rasen Hotel
Jl. Kelurahan 2.
Sentani.
Teléfono: (+62-967)594455
Hago el check-in y me pongo a hablar con el único turista que había por allá, un estadounidense de San Francisco. Él volaba esa mañana para Wamena.
Para este día tenía una misión: conseguir la ¨surat jalan¨, un documento que es necesario para viajar dentro de Papúa. Si te sales de Sentani, Jayapura o alguna otra ciudad grande necesitas tenerla. ¨Surat¨ en indonesio es ¨carta¨, ¨jalan¨ tienen muchos significados, entre ellos ¨viajar¨. Así que ¨carta para viajar¨, o ¨permiso para viajar¨.
Había leído en la guía Lonely Planet que esa carta solo se podía conseguir de lunes a viernes en la oficina de policía. Si eso era verdad me iba a fastidiar bastante los planes, porque los aviones a Wamena salen bastante pronto por la mañana, y en lugar de viajar el domingo tendría que hacerlo el martes.
En el foro de la Web de Lonely Planet –Thorn Tree Forum- pregunté a ver si alguien sabía si se podía tramitar ese permiso el fin de semana. Recibí algunas respuestas, pero ninguna me lo aclaraba con seguridad. Así que empecé mi misión.
En Sentani, andando, vi un pequeño puesto de policía en la calle. Pregunté y me enviaron a una oficina de policía más grande en Sentani, cerca del aeropuerto. Allá me dijeron que no podían tramitar la ¨surat jalan¨ y que fuera a Polres Jayapura – Doyo Bambar (=Polres Sentani). Pregunté si podía ir andando y me dijeron que estaba lejos, que cogiera un ojek (un ojek es un modo de transporte público en el que vas de paquete en una moto). Hice 8 kilómetros en moto dirección oeste hasta esa oficina, que se encuentra muy cerca de una pista de aterrizaje de hierba para avionetas de una misión adventista. Pero me dijeron que no lo podía tramitar allá, que tenía que ir a la capital Jayapura. Me dieron la siguiente dirección:
Polda Papua
Direktorat Intelkam
Jl. Samratulangi No. 8
Depan Mall Jayapura/Matahari.
Le pregunté al conductor del ojek a ver si me podía llevar a esa oficina y me dijo que no, que estaba en la otra dirección y que estaba lejos. Así que me llevó de vuelta al centro de Sentani, cerca del aeropuerto, y allá tomé otro ojek hasta Jayapura (dirección este, 33 kilómetros, 1h).
En ese cuartel de policía me indicaron un edificio donde hacer el trámite. Fui allá, y había un indonesio esperando para hacer la ¨surat jalan¨ de unos amigos suyos que venían de Pakistán. La oficina estaba cerrada. Había un cartel en Indonesio que decía:
Waktu Pelayanan
Hari Senin s/d Kamis
Pukul 08:00 s/d 14:00 WIT
Hari Jumat
Pukul 08:30 s/d 14:30 WIT
Terima kasih
Que quiere decir:
¨Horas de servicio.
De lunes a jueves, de 08:00 a 14:00.
Viernes de 08:30 a 14:30.¨
Estábamos un día fuera del horario, pero el indonesio me dijo que no había problema, que iban a llamar a alguien para que nos atendiera. Así que genial, después de cuatro intentos prueba conseguida :-)
En uno de los puntos de la carta dice en indonesio y en inglés:
¨Prohibido involucrarse y ponerse en contacto con grupos políticos criminales o grupos armados criminales en todo el territorio de Papúa y provincias de Papúa Occidental tanto de manera directa como indirecta. Si se le encuentra culpable de estos crímenes se le podrán aplicar las leyes correspondientes indonesias¨.
El conductor del ojek me estaba esperando fuera y volvimos a Sentani. La ruta es bastante agradable, con vistas al lago Sentani. Así lo describe Lonely Planet:
¨Danau Sentani
El viajero podrá contemplar a vista de pájaro los 96,5 km2 del Danau Sentani, abriéndose paso entre pintorescas colinas verdes, si vuela a o desde Sentani. Ya en tierra, este precioso lago, con 19 islas y numerosos pueblos pesqueros papúes de casas de madera sobre pilotes, bien merece uno o dos días. Una visita a cualquiera de las islas o pueblos supone un cambio de ritmo, de hecho es un poco como retroceder en el tiempo¨.
De regreso en Sentani como en el hotel y me echo la gran siesta porque la semana de curro había sido intensa. Para cenar voy a un restaurante de la zona. Me siento con un plato de arroz, y se sienta en mi mesa un tío que tiene toda la pinta de no estar del todo cuerdo. Se me queda mirando fijamente sin decir nada. La camarera y un tío en la mesa de al lado me hacen gestos para que le ignore, dando a entender que está loco. Me hace señas para que le invite a cenar, así que pido otro plato de arroz para él. Y con eso al sobre.
DÍA 3 – DOMINGO 11 DE OCTUBRE DE 2015. SENTANI – WAMENA.
El plan de vuelo para este día era el siguiente:
Wings Air IW1633: Jayapura (10:40) – Wamena (11:40). Una horita de vuelo hasta la ciudad más importante del valle del Baliem.
Cuando facturo la mochila me dicen que el vuelo está retrasado, que saldrá a la 1:00 p.m. Le digo a la azafata que si con estar de vuelta a las 12:30 es suficiente y me dice que ningún problema.
Así que salgo del aeropuerto, cojo un ojek y le digo que me lleve al llamado Monumento MacArthur. Así lo describe la guía de viajes Lonely Planet:
¨Tugu MacArthur
Para disfrutar de las fabulosas vistas del Lago Sentani, hay que subir al monumento MacArthur en la falda del Monte Ifar. Aquí fue donde el general Douglas MacArthur instaló su cuartel general después de que el ejército estadounidense tomara Jayapura (entonces llamada Hollandia) en abril de 1944. Cuenta la leyenda que la visión de las islas del Sentani inspiró su estrategia de isla a isla para reconquistar el suoreste del Pacífico. Hoy el enclave lo ocupa un pequeño monumento y una sala con exposiciones sobre la participación americana y japonesa en la contienda.
La carretera de 6 km que sube al monumento sale de la carretera a Jayapura, 700 m al este de Jl. Airport, en Sentani.¨
Antes de llegar a ese monumento había un control militar. Paramos, me pidieron el permiso de viaje (¨surat jalan¨) y me tomaron el pasaporte, que me devolverían al salir otra vez por ese puesto de control.
Estaba en el Monumento MacArthur disfrutando de las vistas al lago cuando aparecieron dos turistas holandesas, una de unos 45 años, la otra de unos 70. Estaban allá en un tour, por diferentes razones:
- El padre de la de 45 años había combatido en la Segunda Guerra Mundial allá. En su día visitaron este lugar juntos, hacía años. Su padre había muerto ese año, y para honrar su memoria su hija quería volver a este lugar.
- La señora de 70 años había vivido de joven en Jayapura, y quería volver a ese lugar.
No tenían ninguna relación entre ellas.
Como tenía tiempo por el retraso del avión le pedí al ojek que me llevara al lago Sentani. La pista de aterrizaje del aeropuerto termina justo en el lago, y le dije que me llevara allá. Pasamos por la terminal del aeropuerto, lo bordeamos y en un momento dado la moto cruzó una valla… ¡y estábamos dentro del aeropuerto! Era muy curioso ir en moto por una carretera dentro del aeropuerto, con la valla de seguridad a la izquierda, nosotros dentro del aeropuerto y la pista de aterrizaje a mi derecha. En otros países esto es inconcebible, pero aquí parece que es diferente. Lo que ya me llamó más la atención es ver vacas dentro del aeropuerto. Esto sí que puede causar un gran accidente, en el caso de que a una vaca le de por entrar en la pista de aterriza, que podría hacerlo sin ningún problema.
Dentro del aeropuerto – pero lejos de la terminal- saqué unas fotos a un avión abandonado que daba cierta mala espina. Estaba como digo al lado de la pista de aterrizaje, y andamos por ahí a nuestro libre albedrío.
Visitado el lago volví a la terminal. Llegué sobre las 11:30 y oí que llamaban a los pasajeros de nuestro vuelo. ¡Pero si la azafata me había dejado bien claro que salíamos a la 1 p.m.! Monté en el avión con los últimos –cuando subí a la aeronave ya estaba prácticamente llena- y a las 11:55 salimos. ¿Qué hubiera pasado si hubiera llegado a las 12:30, como me dijo la azafata?
Llegamos a Wamena. La terminal parece más un corral de gallinas que un aeropuerto. No existen cintas transportadoras, y todos los equipajes se llevan en unos carros. Detrás de un mostrador tu señalas tu equipaje y te lo pasan.
Como me esperaba, un par de guías se me acercan intentando que contrate sus servicios. Pero no me apetecía negociar nada en el aeropuerto, así que amablemente me los quito de encima.
Lo primero que hago al llegar a Wamena es acercarme a la comisaría para registrar mi permiso de viaje. Me ponen un sello en la ¨surat jalan¨, y en ojek me voy a la terminal de bemos de Misi, donde salen las furgonetas para Kurima. Aquí llamamos bemos a unas furgonetas que se utilizan como transporte público. Mi objetivo es pasar la noche allá y empezar desde allá el trek, pero siendo domingo Wamena está absolutamente muerto. Me dicen que no sale ninguna bemo hacia Kurima en domingo. Los mercados y la ciudad está paralizada. Los misioneros han hecho su trabajo y se toman el día del señor muy en serio.
Busco hotel. En primer lugar voy al llamado Hotel Rainbow Wamena. Me dicen que las habitaciones más baratas están ocupadas, y que el precio por habitación es de 550.000 rupias (36 €). Pregunto en otro hotel, Rannu Jaya I, y el precio es de 450.000 rupias (30 €). Justo enfrente se encuentra otro hotel, Baliem Pilamo Hotel, que la guía Lonely Planet lo pone como caro. Pero al preguntar me dicen que el precio es 450.000 rupias, así que allá me quedo. El precio por noche del hotel, para ser Indonesia, es muy caro. Pero todo es muy caro en el valle del Baliem, por la lógica razón de que todo llega allá por avión, no hay carreteras que conecten Wamena con la capital. Por poner un ejemplo. Una botella de litro y medio de agua en Yakarta te puede costar 5.000 rupias, en Wamena en todas las tiendas cuesta unas 20.000 rupias.
Dejo la mochila, me pego una ducha y salgo a dar una vuelta por la zona, con la intención de tener un primer contacto con el río Baliem. En mi camino me encuentro con el estadounidense con el que había coincidido en el hotel en Sentani. Se llama David Page, es de San Francisco y aficionado a la fotografía. Caminamos juntos hacia el río. Aparte de su cámara profesional, lleva otra cámara muy curiosa, de los años 50. Es una cámara tridimensional, que tiene tres objetivos, y por lo visto luego puede revelar sólo una copia de la foto tridimensional que saque. Dice que ha viajado a muchos lugares del mundo con esa foto, y que está creando una pequeña colección de fotos tridimensionales de cosas curiosas o culturas que pueden estar en un mayor riesgo de desaparición. ¡Interesante! Me pasa su e-mail y su página Web, que es esta: http://beeherd.biz/ Ahí podéis ver que saca unas fotos buenísimas.
Llegamos al río, hablamos un poco con la gente y volvemos a mi hotel a echar un café. Él ya tiene un guía y al día siguiente iba a empezar un trekking de nueve días. En mi caso no me he preocupado todavía por buscar un guía. Mi idea es tomar un bemo hasta Kurima y encontrarlo allá. Me despido del yankee a las 5:30 p.m., y quedamos para cenar a las 07:30 p.m.
Cuando se va aparece por el hotel Wendy, un guía. Me pregunta por mis planes y nos sentamos a charlar. Le digo la idea que tengo, y negociamos un poco la ruta y el precio. Finalmente llegamos a un acuerdo para hacer un trekking por el sur del valle del Baliem, de 4 días, con Wendy como guía y un porteador de nombre Pramuka.
El problema que veo con este trekking es el agua. Una vez que empiezas a andar te tienes que olvidar de tiendas, de móvil y de electricidad. En el valle viven los locales en autosuficiencia, pero no vas a encontrar ninguna tienda. Quiere decir que o te llevas todo el agua para los 4 días, o tienes que tener la posibilidad de coger agua de un río y hervirla. Beber directamente del río, en algunos casos, puede ser un riesgo.
Charlamos sobre diferentes cosas, y quedamos para el día siguiente a las 8 de la mañana.
A las 7:30 p.m. vuelve David y cenamos en el hotel. En una estantería tras el mostrador del restaurante se pueden ver un montón de botellas de alcohol, de ginebra, whiskey, Baileys… Había leído que en el valle del Baliem estaba prohibido el alcohol, así que le pregunto al camarero si venden pelotazos, y me dice que no, que están solo de decoración. Entonces me doy cuenta de que por ejemplo la botella de ginebra tiene un sospechoso color marrón.
DÍA 4 – LUNES 12 DE OCTUBRE DE 2015. WAMENA – KALI YETNI – KURIMA – SEIMA – UGEM – HITUGI – YUARIMA.
A las 8:00, puntuales, aparecen Wendy y Pramuka en el hotel. Cogemos unos rickshaws –medio de transporte que consiste en un triciclo en el que el pasajero va sentado delante y un ciclista pedalea detrás- y vamos al mercado de Misi, que esta vez sí, está lleno de vida y de una actividad frenética. En varias tiendas compramos comida y entre otras cosas 10 paquetes de tabaco. Wendy me dice que los locales en las diferentes aldeas siempre suelen pedir cigarros y es una buena manera de entrar en contacto. Y así es, caminando por los senderos de vez en cuando los locales te pedían cigarros. Los sacabas y te ponías a hablar.
Cogemos un bemo hasta Kali Yetni, que es hasta donde llega la carretera (unos 15 kilómetros desde Wamena). Ahí toca descalzarse y vadear un río. Andando llegamos a Kurima, donde hay que pasar un control militar y entregar una copia de la ¨surat jalan¨. En ese pueblo cruzamos un puente colgante. Leyendo ahora la guía Lonely Planet dice que ¨junto al puente colgante que cruza el Baliem hay un pequeño monumento a un turista japonés y su guía dani que se ahogaron cuando se desplomó un puente anterior¨. Me alegro de no haberlo visto entonces.
Caminando llegamos a una fuente en la roca, con buena sombra. Son más o menos las 11:15. El guía dice que hace mucho calor, que viene una cuesta muy empinada, y que vamos a descansar y comer ahí hasta la 1 de la tarde. Pienso ¨¡pero si acabamos de empezar a andar!¨, pero vamos, no tengo ninguna prisa y esto en mode vacation, así que me tiro en el suelo a descansar.
Sobre las 12:15 aparece por allá David, el estadounidense, con su guía. A la 1:00 p.m. seguimos la ruta en grupo. David y su guía se quedan en un pueblo llamado Ugem, yo continúo con mi guía hasta un pueblo llamado Yuarima. En total ese día anduvimos unos 17 kilómetros.
Durante la ruta se camina por un precioso valle, atravesando aldeas compuestas por casas circulares hechas de tablas con los techos de ramas, llamadas ¨honai¨, rodeadas por muros de piedra. Mejor que yo describir esos paisajes os remito al álbum de fotos que tenéis arriba.
Durante el camino me he cruzado con varias personas mayores que llevan el koteka. Al principio es una sorpresa, luego te vas acostumbrando.
En Yuarima duermo en el suelo en una casa que no es de las tradicionales, sino que pertenece al profesor o a algún cargo público.
DÍA 5 – MARTES 13 DE OCTUBRE DE 2015. YUARIMA – SAIKAMA – LIA LIA.
Salimos de Yuarima y sobre las 10 de la mañana llegamos a Saikama. En este pueblo nos dicen que sobre las 12 o la 1 habrá una ceremonia en la que matarán un cerdo, en honor a un joven que murió hace tres días. Me pregunta el guía si me quiero quedar y le digo que sí, así que allá pasamos el día. Va llegando gente de diferentes aldeas de los alrededores, algunos de los cuales van en koteka. Hay gente que trae cerdos pequeños, pero solo se mata uno. Lo matan de la manera tradicional, es decir, con arco y flecha.
AQUÍ PODÉIS VER UN VIDEO de cómo lo matan y cómo se cocina posteriormente.
Entre que mataron el cerdo y lo cocinaron pasaron unas dos horas discutiendo. El motivo de la discusión no me quedó claro. Le pregunté al guía lo que pasaba y no lo llegué a entender muy bien. Por lo visto una iglesia le había dado dinero a la persona enferma. Con ese dinero habían comprado un cerdo, pero parte del dinero había desaparecido. Uno de los acusados en la discusión había pagado a la familia con un cerdo que no era suficientemente grande, en opinión de la familia, y sobre ese tema diferentes grupos se pasaron unas dos horas discutiendo. Algo apasionante de ver. Era una discusión bastante organizada, todos sentados en el suelo, y el que quería hablar se levantaba e iba al centro del círculo. Un círculo que estaba formado por hombres. Las mujeres seguía la conversación en otro lugar, de lejos. Si querían participar bajaban al círculo de hombres y hablaban.
Una mujer me hace señas para que me acerque. Cuando estoy a su lado se quita una bolsa de plástico que le cubre una terrible herida en la pierna. Se ve que está infectada, es grande y tiene muy mala pinta. Imagino que me está pidiendo ayuda, pero ni tengo un botiquín ni sabría que hacer. La chica sonríe, pero a mi me da una pena terrible porque la herida tiene malísima pinta y me preocupa que se le pueda complicar aún más. El hospital más cercano estaría en Wamena, y caminando está lejos.
En el valle es muy común dar la mano cuando te encuentras con cualquier persona. Una mujer mayor me da la mano y noto que le falta un dedo. Es una costumbre que tenían las mujeres en el pasado. Cuando moría un ser muy querido, amigo o familiar, para demostrar su dolor se cortaban parte de un dedo. Afortunadamente esa tradición se está perdiendo.
La forma de preparar el cerdo era muy curiosa, con los siguientes pasos que podéis ver en el video:
1.- Le cortan las orejas.
2.- Lo queman.
3.- Mientras lo están quemando con un cuchillo raspan la piel para quitarle los pelos.
4.- Lo abren en canal quitándole las entrañas. Lo preparan.
5.- Hacen una hoguera y echan piedras al fuego para que se calienten.
6.- Después en otra hoguera:
- echan verduras.
- echan esas piedras calentadas anteriormente.
- más verduras.
- el cerdo encima.
- piedras y verduras encima.
Dentro de ese sándwich de piedras y verduras se deja el cerdo haciéndose durante más o menos una hora. Transcurrido ese tiempo se van quitando las piedras y las verduras hasta llegar al cerdo.
En la aldea había diferentes grupos, y para cada uno de los grupos:
- Se prepara en el suelo una cama con las verduras.
- Encima se echan trozos de cerdo.
Y listo para comer, tanto las verduras que han estado en la hoguera como el cerdo.
Sobre las 6 de la tarde terminamos el festín. Estaba ya anocheciendo y con los frontales y el estómago lleno nos bajamos a dormir a otro pueblo llamado Lia Lia.
En Lia Lia nos alojamos en una cabaña. Hicieron fuego y estuvimos compartiendo velada con una familia formada por un hombre, dos mujeres y tres niños. El guía había bajado trozos de cerdo y se los dio para que los comieran, lo que les hizo mucha ilusión. Fue curioso ver al hombre untarse la grasa del cerdo en la piel. Había leído que lo hacían para protegerse del frío, pero hasta ese momento no lo había visto.
Mi cama para ese día sería el suelo de la cabaña. Ese día anduvimos unos 8 kilómetros.
DÍA 6 – MIÉRCOLES 14 DE OCTUBRE DE 2015. LIA LIA – SYOKOSIMO – KILISE.
Durante el viaje he ido sacando fotos interesantes. A los locales les encanta ver las fotos después en la pantalla. Muchas veces al enseñarlas he oído la palabra ¨eki¨, que asocio con ¨¡genial! ¡qué bueno! ¡qué interesante!...¨. Tengo un buen amigo cuyo hijo se llama Eki, así que le pregunto a mi guía por el significado de esa expresión. ME LO EXPLICA EN ESTE VIDEO.
El hombre de la casa toma un arco y flechas y dice que va a cazar unos pájaros. Finalmente no puede hacerlo, porque acabo comprándole el arco y las fechas, que shhhhhhhh, será un buen regalo de navidad para mi sobrino.
Seguimos nuestra ruta. Por el camino vemos a personas trabajando en el campo. Una labor difícil porque las huertas no están en llano, sino sobre las laderas de las montañas. Finalmente llegamos a un río y el guía dice que es hora de ducharse. Así que sacamos el jabón y como Dios nos trajo al mundo nos aseamos en el río.
Más adelante tenemos que atravesar un puente colgante. Este tiene peor pinta que el cruzado anteriormente en Kurima. De hecho, una niña pequeña no se atreve a cruzarlo y mi guía Wendy tiene que cruzarla sobre sus hombros. Está un poco inclinado y en el centro hace viento, pero despacio –y rezando- se pasa sin dificultad.
Después de unos 10 kilómetros llegamos a Kilise. Ahí duermo en una casa tradicional, honai, pero preparada para turistas porque hay colchones y mantas. Coincido en Kilise con una pareja de italianos muy simpática, de Siena. Son Fabio y Gessica. Durante esos 4 días de senderismo son los únicos turistas que me encuentro, junto con David.
Con Wendy doy una vuelta por el pueblo, visitando diferentes casas tradicionales. Así que como normalmente se organizan:
- Una casa suele ser la cocina de la familia.
- Otras casas son exclusivamente para mujeres. Suelen estar divididas en dos partes, en una duerme la mujer, en la otra hay cerdos.
- Otra casa más grande es exclusivamente para los hombres. Las mujeres duermen en casas separadas, pero los hombres duermen todos en la misma casa, que tiene dos alturas. En la de abajo están alrededor del fuego, arriba duermen. No son casas altas, porque en la planta de abajo no se puede estar de pie, tienes que estar sentando.
DÍA 7 – JUEVES 15 DE OCTUBRE DE 2015. KILISE – KURIMA – KALI YETNI – WAMENA.
Me levanto y me encuentro fuera del honai con un puesto de artesanía, con locales vendiendo kotekas y otros artefactos de su cultura. Conmigo pinchan en hueso porque no soy mucho de comprar historias.
Uno de los locales hace fuego de la manera tradicional. LO PODÉIS VER EN ESTE VIDEO.
De ahí poco a poco vamos volviendo a la civilización. Llegamos a Kurima, donde en el puesto militar toman nota de que he salido de la zona. Hablando con los italianos me pareció muy curioso que me preguntaran por la ¨surat jalan¨. Ellos decían que no la tenían, que no la habían sacado. No sé cómo en el puesto de control no se la pedirían.
Llegamos al río, a Kali Yetni. Allá Wendy y Pramuka se pegan una ducha, pero yo prefiero esperar a llegar al hotel. Hasta el río fueron solo unos 6 kilómetros andando. Me he pasado 4 días por ahí, pero no nos hemos matado a andar. En Kali Yetni cogemos un bemo a Wamena -15 kilómetros-, vuelta a la civilización.
Wendy quiere montarme el plan para el día siguiente. Me dice que por un millón de rupias (66 €) se puede montar una ceremonia tradicional guerrera, en el pueblo de Obia –muy cerca de Jiwika-, con locales vestidos con sus ropas tradicionales, pinturas, cantos, etc. La idea es atractiva y si fuera con más gente igual hubiera caído en esta oferta, pero para mi solo me parece un poco circo así que rechazo amablemente la oferta.
Vuelo al hotel Baliem Pilamo. Allá conozco a un estadounidense, de Los Angeles, que se quiere tirar más de un año viajando. De aquí se iba a ir a Nepal, y luego tenía intención de recorrer África en bicicleta empezando en Sudáfrica. Había llegado a Jayapura en barco, no en avión. Nos vamos a comer a un restaurante llamado algo así como Fakhri –creo que no es ese exactamente el nombre- y parece ser el lugar donde se juntan los extranjeros que viven por la zona. Allá hablamos con un par de mujeres de pilotos que operan entre valles, y comemos con una familia de misioneros que llevan años viviendo en un valle alejado de Wamena. Son un chico, una chica y sus dos hijos. Han ido a Wamena en helicóptero para comprar provisiones y al día siguiente se vuelven otra vez en helicóptero a su zona. ¡Curioso! Me parecen una familia muy simpática, y de hecho al ir a pagar ya habían pasado por caja el misionero. Tenemos una buena conversación, pero a la hora de hablar de Jesucristo le sale el rollo misionero y empieza a hablar de cómo Jesús dio la vida por nosotros, blah blah blah.
En el hotel también coincido con unos profesores indonesios, que están para formar profesores locales que van a trabajar en escuelas remotas.
El yankee me pregunta que voy a hacer al día siguiente, y le digo que tengo intención de ir al norte. Me pregunta a ver si se puede unir al plan, pero le digo que lo que más me apetece es ir solo, porque es mi estilo de viajar: no tengo que esperar a nadie, me puedo quedar en los sitios el tiempo que haga falta, y hablando un poco de indonesio es fácil interactuar con los locales. Puede sonar un poco mal, pero la otra opción era embarcarme en un plan que no me molaba. Y eso que el yankee era muy majo.
DÍA 8 – VIERNES 16 DE OCTUBRE DE 2015. WAMENA – JIWIKA – ILUWE – WOSILIMO – WAMENA.
Desayuno en el hotel, y me cojo un rickshaw al mercado Jibama, que es de donde salen los vemos hacia el norte, hacia Jiwika.
EN ESTE VIDEO podéis ver cómo es el transporte público en Wamena.
En el mercado de Jibama monto en un bemo, que después de 14 kilómetros me deja en Jiwika.
En este pueblo hay dos cosas para ver:
1.- MOMIA
En la casa de los hombres se encuentra el cuerpo momificado de un jefe de la aldea que gobernó hace varias generaciones. Había leído que era posible ver ese cuerpo momificado, y que cuando venían turistas lo sacaban a la calle previo paso por caja. Así fue también en este video que vi en internet. Sin embargo en mi caso no sacaron la momia a la calle, sino que me invitaron a entrar en la casa, y pude ver la momia en el armario en el que lo guardan. Pregunté a ver si ese jefe era familia de alguno, y me dijeron que sí, no recuerdo exactamente que generación.
2.- AIR GARAM
Más o menos a una hora y media de ascenso andando desde Jiwika, en Iluwe, se encuentran unos pozos de agua salada. El lugar se llama Air Garam, que traducido de la lengua indonesia quiere decir Agua (=air) Salada (=garam). Los lugareños suelen remojar en esos pozos troncos de plátano que luego secan, queman y utilizan las cenizas resultantes como sal.
Llegado a Jiwika una mujer se ofreció a acompañarme y explicarme el proceso, que quedó grabado en este video. Mientras subíamos nos cruzamos con un hombre que bajaba con dos garrafas llenas de esa agua. Me dijo que su hijo estaba enfermo y que la utilizaba como medicina. Al bajar la señora que me acompaño me invitó a probar el tronco de plátano ya procesado y salado. Tenía un agradable sabor. Experiencia genial con la señora del video.
Como podéis ver en las fotografías y en el video que grabé, la mujer iba con los pechos al descubierto, al igual que otras chicas en la aldea. Es algo que solo vi en Jiwika. Antes las mujeres llevaban faldas hechas de hierba, pero durante toda mi estancia en Papúa solo vi a una mujer con ese atuendo, en el mercado de Misi.
Tras la experiencia en el trekking con el tabaco, donde la gente que nos cruzábamos nos pedían tabaco, llevé dos paquetes a Jiwika. Fue sacar uno de los paquetes, y en un momento desapareció el tabaco de los dos.
Visitado Jiwika paré una moto para ir a Wosilimo. Allá vi una cueva llamada Goa Lokale, y el lugar donde en agosto se celebra un gran festival tradicional, en el que tribus de diferentes zonas vienen al valle.
Vuelta a Wamena, noche en el hotel Baliem Pilamo.
DÍA 9 – SÁBADO 17 DE OCTUBRE DE 2015. WAMENA – SENTANI – JAYAPURA.
El plan de vuelo era el siguiente:
Wings Air IW1630: Wamena (6:15 a.m.) – Sentani (7:00 a.m.)
Voy caminando del hotel al aeropuerto, que no está muy lejos.
El mostrador de facturación es curioso, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver:
- No hay ningún ordenador ni impresora donde imprimir los billetes. Hay una lista en papel y los billetes están ya impresos, e imagino que traídos desde Jayapura. Los asientos en el avión no están numerados.
- Te pesan el equipaje pero la báscula no es digital.
- Tampoco existe ninguna cinta de equipajes. La mochila va a un carro que llevarán empujando hasta el avión.
Llego a Sentani y me despido de la pareja de italianos, que también iban en ese avión. Su próximo destino es Raja Ampat, un lugar fantástico en Papúa para bucear.
En el aeropuerto de Sentani cojo un autobús a Jayapura y me alojo en un buen hotel llamado Horison Jayapura. Suelo reservar los hoteles a través de hotels.com, y cada 10 reversas te dan una noche gratis. Así que utilicé una de esas noches gratis para reservar este hotel.
Pese a que iba a hacer el check-in ese día me permitieron desayunar. Me pegué una ducha y exploré andando la ciudad, las playas, el puerto, y el estadio del fútbol del equipo local, Persipura.
Es un equipo muy potente en la Super League Indonesia. Estos han sido sus resultados en las últimas temporadas:
- 2008/09 – Campeón. Segundo fue el equipo de Wamena.
- 2009/10 – Segundo. Campeón fue Malang.
- 2010/11 – Campeón. Segundos Malang.
- 2011/12 – Segundo. Campeón Palembang.
- 2013 – Campeón. Segundo Malang.
- 2014 – Segundo. Campeón Bandung.
- 2015 – La liga de fútbol indonesia ha sido cancelada por temas de corrupción.
De ahí me fui al cine y me pegué un maratón de dos películas seguidas:
- ¨La cumbre escarlata¨, de Guillermo del Toro.
- ¨Exorcismo en el Vaticano¨, de Mark Neveldine.
Cena, y solo porque el alcohol está prohibido en Papúa salvo en algunos hoteles, y mi hotel era uno de ellos, me metí una cervecita antes de dormir.
DÍA 10 – DOMINGO 18 DE OCTUBRE DE 2015. JAYAPURA – SENTANI – YAKARTA.
La estación de autobuses está muy cerca del hotel Horison, y estos eran los horarios de autobuses al aeropuerto de Sentani:
- 04:30 a.m.
- 05:30 a.m.
- 07:00 a.m.
- 08:00 a.m.
- 09:00 a.m.
- 11:00 a.m.
Para andar tranquilo cogí el de las 05:30 a.m.
Este era mi plan de vuelo a Yakarta:
Batik Air ID6181: Sentani (08:45) – Yakarta (12:15)
Al día siguiente otra vez a currar.
------
Ha sido un viaje fantástico, y más que leer esta entrada os recomiendo que veáis las fotos del álbum que he enlazado arriba.
Sugiero que si os interesa lo visitéis pronto, porque sin duda poco a poco la cultura tradicional se va ir disolviendo, muriendo poco a poco a medida que la gente mayor va desapareciendo.
0 comentarios