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Basurde Xiao Long

Corridor of Shame: Neglect of South Carolina's Rural Schools

Corridor of Shame: Neglect of South Carolina's Rural Schools

http://es.youtube.com/watch?v=rjY69hO0fxk

 

Hace 30 minutos he escrito una entrada en el blog sobre la ópera en el colegio. Después he ido a mi correo y me he encontrado con un e-mail de Txema con el link adjunto. Trata sobre las escuelas rurales en Carolina del Sur. Mencionan el distrito donde trabajé yo el primer año en este estado sureño… y se te cae el alma a los pies. Si ahora estoy enseñando a los ¨niños ricos¨, el curso 2001/2002 me tocó enseñar en lo que denominaríamos ¨el cuarto mundo¨.

 

El documental está en inglés. Comienza hablando Pat Conroy, un escritor muy famoso en el Palmetto State. Pese a ser de Georgia reside desde hace mucho tiempo en Fripp Island, cerca de Beaufort, de donde es Lillian. Quizás os suene por la adaptación cinematográfica de su novela ¨El príncipe de las mareas¨, con Nick Nolte y Bárbara Streisand.  A mi me suena más por un par de libros que me leí llamados ¨Beach Music¨ y ¨My losing season¨. Este último trata sobre su vida en The Citadel, universidad de Charleston donde se graduó y a la que ahora asiste Sam, el hermano de Lillian. Por cierto, me dijo que ha sido elegido capitán del equipo de fútbol americano para la próxima temporada, en su sophomore year. Pero centrémonos…

 

Pat Conroy enseño en el distrito de Beufort hace 39 años, cuando tenía 23 y estaba recién graduado. El video está en inglés, pero comienza diciendo algo así…

 

¨Di clases a estudiantes de quinto a octavo. Muchos no conocían el alfabeto. Tres, no podían deletrear su nombre. Para 18 de ellos Savannah –en Georgia- era la  ciudad más grande del mundo, y un porcentaje alto no podía nombrar otra ciudad. Cinco no sabían cuando era su cumpleaños y 4 no podían contar hasta 10. Casi la mitad no podía escribir el pensamiento más simple en papel. Tres cuartas partes no podían deletrear la palabra más elemental…¨.

 

Está hablando de 1969. La cosa evidentemente ha mejorado pero aún así queda un largo camino por recorrer, y es sobre lo que va este ¨preview¨ de un documental de una hora. Lo que me encontré en Allendale… pues no te lo puedes imaginar cuando piensas en EEUU, y te bombardean con imágenes de New York, superpotencia, etc. Nunca tuvimos problemas de armas ni nada por el estilo, como puede pasar en otras escuelas urbanas. Nos enfrentábamos a otros problemas de las escuelas rurales como la falta de recursos, familias desestructuradas, nivel académico ínfimo, desmotivación total, pobreza… todo lo contrario a DAA, mi actual escuela.

 

Del minuto 6:37 al 7:04 sale el pueblo donde viví, concretamente Flat Street. La primera recomendación que me dieron cuando llegué… nunca vayas a Flat Street. Ahí era donde estaban las prostitutas, droga, garitos… y ningún blanco. De vez en cuando pasaba por ahí con el coche, para echar un vistazo. Y verdaderamente te cruzabas de cara con la pobreza. Sobre el 6:54 veis como una casa de donde sale gente. Pese a que no lo parezca, eso podría ser un bar. No tenían señales, y las ventanas estaban tapadas. No me atrevía a ir. Un día convencí a un colega para intentar tomar algo en uno. En cuanto pusimos los pies en esa calle nos pidieron dinero y abortamos la misión. No me iba a ir de South Carolina sin entrar, así que otro día lo volvimos a intentar, Carlos Jerez y yo. Dejamos el coche lejos, el dinero justo para unas cervezas, y nada encima nuestro que nos pudieran robar. Entramos en uno de estos tugurios. Muy probablemente, quitando quizás algún mexicano ilegal alguna vez, los únicos blancos que habían entrado allí antes. Pedimos unas cervezas, nos las bebimos, hablamos con alguno y nadie se metió con nosotros. Misión cumplida.

 

La directora de la elementary school lo menciona en el documental. Uno de los problemas es que un tercio de los profesores son nuevos cada año. La razón: que los que están no aguantan. Imaginaos la necesidad de profesores que tenía que haber, para que a mi me contrataran el primer año… como profesor de matemáticas. Porque cualquier profesor de matemáticas en su sano juicio… buscaba otro lugar para enseñar. Ahora se abastecen de profesores de la India y de otros países.

 

Sin embargo, pese a todo lo mencionado, recuerdo con mucho cariño ese año en Allendale. Era eso, un pueblo, y a mi la vida rural me mola más que la vida en la ciudad. Quien sabe, igual algún día, con las vueltas que da la vida, acabo otra vez enseñando en esa escuela, disfrutando del lowcountry.

 

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