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Basurde Xiao Long

Richard Donovan – Corredor de aventura

Richard Donovan – Corredor de aventura

Richard Donovan es el organizador del Antarctic Ice Marathon, además del World Marathon Challenge, el North Pole Marathon y el Volcano Marathon. De la Maratón de la Antártida (Antarctic Ice Marathon) en la que participé en noviembre de 2016 volvimos todos absolutamente encantados, hizo un trabajo fantástico y recomiendo al 100% la experiencia.

 

Pero la razón por la que Richard Donovan entra en el apartado de ¨Famosos¨ de este blog no es esa, sino por su impresionante curriculum como corredor de aventura.

 

- Fue el ganador de la primera y única maratón celebrada en el Polo Sur (Enero 2002).

- Dos meses y medio después terminó la maratón del Polo Norte, convirtiéndose así en la primera persona en completar un maratón en ambos polos.

- También tiene el record del World Marathon Challenge, que es correr 7 maratones en 7 continentes, ¡en 7 días! Fue el primero en hacerlo en 2009, y en 2012 bajó el crono a 4 días, 22 horas, 3 minutos.   

- Ganador del Inca Trail Marathon.

- Ganador de las 100 Millas del Himalaya por etapas.

- Ganador de los 100k de la Antártida.

- Ganador del Everest Challenge Marathon.

- En diciembre de 2011, para conmemorar el 100 aniversario de la llegada de Admundsen al Polo Sur corrió 100 millas (160 km.) dentro del Círculo Polar Antártico (por supuesto, primera vez que se hacía).

- En verano de 2015 completó la Trans North America Run, 5.150 kilómetros de San Francisco a Nueva York.

- En 2016 completó 3.000 kilómetros en la Trans Europe Run, de Estambul a Róterdam.

- Ha ocupado puestos directos en diversas organizaciones de trailrunning, incluida la International Association of Ultra Runners.  

 

El Antarctic Ice Marathon en el que participamos no tiene nada que ver con la única maratón celebrada en el Polo Sur. El Polo Sur se encuentra a 1.138 km. de Union Glacier Camp, donde nosotros corrimos. Y las condiciones climáticas en el Polo Sur son muchísimo más duras. De hecho, por la dificultad solo se ha celebrado allá esa carrera de 2002 y estuvo acompañada de muchísima polémica. El vitoriano Jorge González de Matauco en su libro ¨En busca de las carreras extremas¨ narra muy bien la historia detrás de ese hito del deporte de aventura:

 

¨La historia de los maratones polares no pudo tener un origen más polémico, algo extraño en el mundo de las carreras extremas, que, si por algo destaca, es por la camaradería imperante, que se extiende incluso a quienes compiten por los primeros puestos, lo cual no ocurre en ningún otro deporte. Pero aunque sea la norma, las rivalidades exageradas y los odios viscerales tienen cabida en estas competiciones. Y la lucha por ser la primera persona en correr un maratón en ambos polos supuso quizás el capítulo más descarnado de tales enemistades.

 

En efecto, todo comenzó en la primera edición, y única celebrada hasta ahora, del maratón del Polo Sur, cuyo colofón fue un cúmulo de agrias discusiones, demandas judiciales y cartas al FBI y al Departamento de Estado de EEUU. En un principio, nada hacía prever semejante desenlace. La moral entre los solo cinco participantes había sido excelente los días anteriores al evento. La expedición estaba a cargo de Adventure Network International (ANI), una compañía de Florida especializada en viajes a la Antártida. Se esperaba que la expedición durara 11 días, pero finalmente fueron 28. Después de esperar durante cuatro días en Punta Arenas (Chile) un vuelo hacia la Antártida, el grupo llegó a la base de Patriot Hills el 8 de enero de 2002, con la intención de volar hacia el Polo Sur en dos días. Pero el mal tiempo y la logística de ANI, que tenían clientes más prioritarios, se combinaros para recluir a la expedición en el campamento durante diez días más. Finalmente, el 17 de enero el avión contratado los condujo al Polo Sur. Los corredores tendrían tres días para aclimatarse a los casi 3.000 metros de altitud del polo y a las gélidas temperaturas, con máximas de -27 C, al menos once grados más frías que en Patriot Hills.

 

La carrera quedó fijada para el 20 de enero, pero una niebla muy espesa frustró el primer intento de celebrarla. A las seis de la tarde del día siguiente, mientras los dos corredores más lentos acordaban correr solo una media maratón, los otros tres (Richard Donovan, un economista irlandés de 36 años; Brent Weigner, un profesor de geografía norteamericano de 52 años, y Dean Karnazes, el escultural y apuesto atleta californiano de 38 años dedicado a la ultrarresistencia que posaba como modelo en una revista de running) fueron trasladados a la salida en motos de nieve. Parece ser que Karnazes despreciaba las capacidades atléticas de los otros contendientes y se consideraba en un nivel muy superior.

 

El caso es que, ante el pésimo tiempo reinante, los tres participantes en el maratón hicieron un pacto, pero todavía hoy en día difieren acerca de cuál era exactamente el contenido del mismo. Karnazes sostiene que acordaron ir juntos y no competir, es decir, que no habría carrera. Falso, mantienen Weigner y Donovan, para quienes el acuerdo consistía en marchar agrupados hasta las dos últimas vueltas y, a partir de ahí, luchar por la victoria. Fuera cual fuera el trato, lo cierto es que no fue respetado. Alegando que se estaba congelando, Karnazes salió antes que sus compañeros, que se estaban calzando las raquetas de nieve. La carrera estaba lanzada.

 

Las raquetas utilizadas por Donovan fueron también motivo de controversia. Pertenecían a Karnazes, que las había prestado al irlandés. Karnazes afirma que nunca habría provisto de material a su rival si hubiera habido una carrera de verdad. Un elemento más, según él, que prueba que no pactaron competir. Sin raquetas de nieve y calzando únicamente zapatillas de deporte, Karnazes cruzó la línea de meta con un tiempo de 9 horas 18 minutos 55 segundos, y aventajó a Weigner en un minuto y diez segundos. Pero solo eran segundo y tercer clasificados. Donovan había llegado casi siete minutos antes que Karnazes. El irlandés sufría ceguera de las nieves, hipotermia y congelaciones leves en los dedos de sus pies.

 

Donovan piensa que Karnazes padeció un trastorno mental o más bien una herida en su ego, al verse superado por alguien a quien suponía muy inferior. Porque, a partir de ese momento surgió entre ambos una gran enemistad que incluyó insultos –Karnazes calificó a Donovan de creep (¨falso¨), y este, a su vez, llamó unhinged (¨desquiciado¨) a su rival-, ácidas discusiones en la tienda que despertaban a otros participantes, e incluso un intento por parte de Karnazes de arrastrar a Donovan fuera de la citada tienda.

 

La primera nota de prensa de ANI declaró vencedor a Donovan y le concedió el premio de 25.000 dólares, casualmente la misma cantidad que se debía pagar como cuota de inscripción. Pero a día siguiente la organización reculó y decidió crear dos divisiones: una con raquetas y otra sin raquetas, con dos vencedores (Donovan y Karnazes), cuando lo cierto es que ninguna mención a tal división se había realizado antes de la carrera, y los competidores habían sido completamente libres de correr con o sin raquetas. Finalmente surgió un tercer veredicto. Se declaró vencedores a los cinco participantes y se concedieron 3.000 dólares a cada uno.

 

La trifulca acaecida en el campamento fue un mero aperitivo de lo que aconteció a continuación. Después de que Donovan expresara a uno de los patrocinadores de Karnazes su indignación por el relato que este había hecho de los acontecimientos en una página Web, proclamándose el primer y único atleta en correr un maratón en el Polo Sur, el californiano comunicó al irlandés que ¨alarmado por el tono y la naturaleza de tus amenazas, he informado sobre la cuestión al Departamento de Estado de Estados Unidos, por tratarse de un caso en el que un ciudadano no estadounidense está actuando agresivamente contra un ciudadano de Estados Unidos. Mi preocupación radica en proteger a mi familia de tu creciente nivel de hostilidad¨.

 

Donovan entendió que básicamente se le estaba acusando de amenazas terroristas, pero tenía asuntos más importantes (y más serios) de los que ocuparse. En octubre de 2002 interpuso una demanda contra ANI, reclamando el premio de 25.000 dólares prometido al ganador del maratón. La Corte Suprema de British Columbia (Canadá) estimó la demanda y condenó a ANI a pagar la cantidad en cuestión, más intereses y costas del juicio. Donovan ya podía considerarse vencedor real y legal del maratón del Polo Sur.

 

Dos meses y medio después del maratón del Polo Sur, temiendo que Karnazes pudiera adelantarse, Donovan puso sus pies en el otro extremo del mundo, convirtiéndose en la primera persona en completar un maratón en ambos polos¨.

 

El libro ¨En busca de las carreras extremas¨ lo recomendé hace dos años (ver reseña aquí) y lo vuelvo a hacer ahora, es fascinante. Incluye muchas citas de otros libros, y una de ellas es la siguiente referida a esa carrera, pero de Karnazes:

 

¨Las articulaciones de la cadera de Richard se habían agarrotado completamente y había sucumbido a la hipotermia. Estaba parcialmente cegado por la nieve y sufría de congelación y agotamiento; más tarde recibió atención médica. El doctor le administró cuatro litros de fluido intravenoso en el brazo para ayudar a revivirlo. Parecía un peaje bastante duro de pagar, pero, considerando lo que acabábamos de hacer, las cosas podrían haber sido mucho peores. Cualquier meta que valga la pena alcanzar comporta un elemento de riesgo. Correr un maratón hasta el final de la Tierra era claramente un caso extremo, pero cuanto más grande es el riesgo, más grandioso es el sentido de satisfacción por haber cumplido con lo que habías planificado. Nosotros lo hicimos. Y vivimos¨.

 

-Dean Karnazes, Ultramaratón-.

 

Sobre este épico episodio hay muchas fuentes en Internet en inglés:

 

http://www.southpolestation.com/trivia/00s/marathon.html

 

Sports Illustrated: http://www.si.com/vault/2003/06/16/344801/a-long-running-feud

 

Artículo sobre el Maratón del Polo Norte.

 

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Mientras estábamos en la Antártida, Josu Unamuno, un compañero muy majo de San Viator, luchaba contra un cáncer. Sus amigos le estaban enviando videos de deportistas famosos expresándole su apoyo. Le pedí a Richard que le enviara unas palabras de ánimo y accedió gustoso. En este video podéis ver su mensaje en el minuto 6´26¨.

 

Una leyenda del deporte de aventura y fue un honor compartir con Richard una semana. Me cayó francamente bien, por estar al tanto de todos los detalles y por el trato con todas las personas que convivimos en la Antártida.  

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