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Basurde Xiao Long

Lago Toba (Sumatra, Indonesia). 22-24 abril 2017

Lago Toba (Sumatra, Indonesia). 22-24 abril 2017

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El lunes 24 de abril era festivo en Indonesia, Isra Mi´Raj, que en la tradición islámica es la ascensión del profeta Mahoma a los cielos. Así lo describe Wikipedia:

 

¨Una noche, de acuerdo a la historia, Mahoma fue visitado por dos arcángeles, quienes le abrieron el cuerpo y purificaron su corazón de toda duda, error y paganismo. Fue llevado al cielo, donde ascendió los siete niveles para alcanzar el trono de Alá. En el camino, él y el arcángel Jibrīl se encontraron con los profetas Adán, Juan el Bautista, Jesús, José, Aarón, Moisés y Abraham y visitaron el infierno y el paraíso. Mahoma aprendió que fue más apreciado por Alá que todos los demás profetas¨.

 

Eso a efectos religiosos. A efectos prácticos suponía un fin de semana de tres días que no había que desaprovechar. Esta vez el destino elegido fue el Lago Toba, en la isla de Sumatra.

 

Así lo describe Lonely Planet (traduzco del inglés):

 

¨Danau Toba –danau en indonesio es lago- (517.000 habitantes) ha sido parte del folklore de viajes durante décadas. Este gran lago de color azul océano, que se encuentra elevado entre los picos volcánicos de Sumatra, es donde los amables batak cristianos residen. El secreto de este casi místico lugar fue abierto a los viajeros intrépidos, y Tuk Tuk –el pueblo en el lago que se encuentra en la isla- se convirtió en una atracción para los mochileros en el Sudeste Asiático al nivel de Haad Rin (Tailandia) y Kuta (Bali, Indonesia). Estaba casi invadido por el turismo: se celebraban salvajes fiestas de la luna llena, y viajeros con ganas de relajarse en la playa se quedaban atrapados en la isla por meses. Mientras que el mundo de los viajeros apenas se ha olvidado de Toba, esos días embriagadores de fiesta son ciertamente una cosa del pasado. Hoy en día, los batak continúan abriendo calurosamente sus brazos a los viajeros que buscan relajarse tranquilamente a orillas del lago.

 

Cuenta con un coro de ¨horas¨ (quiere decir ¨bienvenido¨ en la lengua de los batak) para saludarte en cada cruce, mientras los locales tranquilamente rasgan la tarde con sus guitarras mientras se pasan un jarro con jugo de la selva.

 

Danau Toba es el lago más grande del Sudeste Asiático, ocupando una enorme extensión de 1.707 kilómetros cuadrados. En el centro de esta enorme superficie esta Pulau Samosir (pulau en indonesio es ¨isla¨), casi tan grande como Singapur, que fue creada por una erupción entre 30.000 y 75.000 años atrás. Bien, en la lengua indonesia lo llaman isla, pero los que visiten el oeste de Toba descubrirán que Samosir no es una isla, sino que está conectada a la isla principal de Sumatra por un estrecho istmo en el pueblo de Pangururan, aunque sí es cierto que está cortado por un canal¨.

 

Esa era mi traducción libre del inglés. En la guía Lonely Planet del Sudeste Asiático en español lo describe así:

 

¨Hogar de los cristianos batak, la belleza del lago Toba está fuera de toda duda. De 1707 km2, ubicado en la desmoronada caldera de un volcán inactivo y con 450 m de profundidad, el lago está rodeado de montañas, cascadas y arrozales en terraza. Su espléndido color azul pálido sacudirá al visitante en su trayecto en autobús a Parapat, así como cuando en el medio del lago distinga Pulau Samosir, una isla del tamaño de Singapur de maravillosa vegetación y relajado ambiente. Cuando se levanta un poco de bruma y el horizonte se oscurece, el agua se funde a la perfección con el cielo. Así pues, con esta combinación de clima, paisaje, puntos de interés y amables lugareños con excelente comida y una impresionante selección de alojamiento económico, no es de extrañar que este lago sea el lugar mochilero de Sumatra por excelencia¨.

 

Atractiva descripción, ¿no?

 

Este era el plan de vuelo con Lion Air:

 

Sábado 22 de abril – JT210: Jakarta CGK (05:00 a.m.) – Medan (07:20 a.m.)

Lunes 24 de abril – JT205: Medan (20:10) – Jakarta (22:25)

 

SÁBADO 22 DE ABRIL DE 2017: JAKARTA – MEDAN – PARAPAT – TUK TUK

 

Decidí no volar el viernes después del colegio porque terminábamos a las 3 p.m., y entre que iba al aeropuerto y demás solo iba a llegar a Medan para dormir, porque a la hora a la que iba a aterrizar no habría transporte para el lago Toba.

 

Así que tocaba madrugar, con un vuelo a las 5 a.m. En el aeropuerto Soekarno Hatta me encontré con Rahmah, una amiga indonesia de Aceh que conocí a través de un par de salidas al monte con un club de Yakarta, que ahora vive en Yogyakarta (tiene su propia tienda de bolsos artesanos), y que a última hora decidió unirse a la escapada.

 

Llegamos a Medan, desayunamos en el aeropuerto y salimos a buscar transporte. La mejor opción era un travel, que es un coche compartido con otras personas y que te lleva directamente al destino, que en este caso era Parapat. El coche se coge justo fuera de la terminal. Pagamos 100.000 rupias por persona (= 7 euros), y fueron 150 kilómetros que hicimos en 4 horas (¡ah, las carreteras de Indonesia!). Una de las cosas que más me sorprendió del trayecto fue ver plantaciones y plantaciones de aceite de palma. Pensaba que se encontrarían más metidas en el campo, pero que va, estaban todas al lado de la carretera. Estas plantaciones de oro rojo están destruyendo selvas y selvas en Malasia y en Indonesia, acabando con el hábitat de muchas especies. Recientemente vi este video (en inglés) que me pareció muy bueno. Otra cosa que me sorprendió de las carreteras de Sumatra fue ver un montón de sidecars, usados como transporte público.

 

Si vas en autobús este te deja a unos kilómetros del puerto, pero yendo en travel el coche nos dejó en el puerto de Parapat, y salen barcos –muy baratos, precio local- a la isla de Samosir. Mirando el GPS tardamos en cruzar 1h06´, y fueron 11 km. Se puede hacer en menos tiempo y distancia, pero el barco va dejando pasajeros en cada uno de los hoteles en la bahía Bagus, y el nuestro era uno de los últimos. Nos alojamos en Anju Cottages, en una habitación con terraza y vistas al lago, que tenía al lado ambiente y buenos restaurantes. Así que lo recomendaría. El resto de la tarde tocó relax. Comer bien, unas Bintangs, y a mi aire me di una vuelta circular por la bahía (unos 6 km.) Tomando una cerveza viendo el atardecer se me acercó un tipo a ofrecerme marihuana. En Indonesia el tráfico de drogas está muy penado (para grandes traficantes hay pena de muerte) pero ya me habían comentado que en el lago Toba me ofrecerían fumeteo.

 

 

DOMINGO 23 DE ABRIL DE 2017: TUK TUK – AMBARITA – SIMANINDO – PANGURURAN – TUK TUK

 

El plan para ese día era alquilarse un par de scooters y recorrer la isla. Costaban 100.000 rupias por cabeza todo el día.

 

Nuestro primer objetivo era ¨Batu Kursi Raja Siallagan¨, que quiere decir ¨Las sillas de piedra del Rey Siallagan¨.

 

¨Es un yacimiento histórico en Ambarita, donde hay un grupo de sillas de piedra de 300 años de antigüedad, utilizadas por los ancianos del pueblo para tratar temas importantes y juzgar a los malhechores. Parece ser que de allí los conducían a otro grupo de piedras donde los ataban, les vendaban los ojos con ajo y guindilla, y finalmente los decapitaban¨. (Lonely Planet)

 

En este lugar, Huta Siallagan, contratamos los servicios de un guía (50.000 rupias = 3,5 euros), que nos contó con detalle cosas sobre la arquitectura tradicional, cómo vivían dentro de las casas, y estos juicios y posteriores ejecuciones. Fue bastante descriptivo, tanto que en la descripción de las torturas Rahmah se fue porque se estaba poniendo mala.

 

En cada casa tradicional vivían 4 familias. Y de hecho, en estas casas se pueden ver fuera tallados en madera 4 parejas de pechos de mujer, cada pareja de pechos representando una familia.

 

Nos enseñó las sillas de piedra donde se celebraba el juicio, y como en nuestros tiempos está la parte de la acusación, pero también el presunto culpable de algún delito tiene derecho a defensa, de alguien que hable a su favor. De allá nos llevó a las piedras donde ejecutaban al reo en caso de ser culpable, y posteriormente ¡se lo comían!, pasando a entrar la magia en sus cuerpos.

 

Es un lugar bastante turístico y había mucho ambiente, gente bailando danzas tradicionales, y con un buen día lo pasamos muy bien allá. Cómo no, siendo de los pocos guiris me tocó sacarme fotos con unas cuantas estudiantes, lo que no suele ser extraño en lugares más rurales de Indonesia.

 

Antes de Huta Siallagan paramos en otro yacimiento, pensando que se trataba de este. Se llama ¨Parulubalangan – Kursi Batu Sira¨ y se deja en la carretera a la izquierda. Aquí no había nadie, pero es un lugar muy bonito. También hay sillas de piedra, estatuas talladas en piedra y muros cubiertos de musgo. Se van subiendo unas pequeñas eras y se llega a una construcción tradicional con un tótem.

 

De Huta Siallagan fuimos al museo Huta Bolon Simanindo. Ahí se encuentra la casa del Rajah Simalungun, que fue un rey batak, y de sus 14 esposas. Originalmente el tejado estaba decorado con 10 cornamentas de búfalo, que representaban 10 generaciones de la dinastía. Ahora es un museo y contiene utensilios y armas tradicionales, además de tallas y esculturas. Todos los días en el museo hay danzas tradicionales batak, y llegamos para ver algunas. En la entrada cogí un folleto –en español, detalle- en la que se describían estos bailes.

 

¨Danzas tradicionales batak

 

1.- Gondang Lae-Lae. Esta es una oración a Dios, pidiendo que el búfalo no cause daños al ser conducido al árbol de los sacrificios. Los batak creían que las acciones del búfalo simbolizaban un futuro bueno o malo para los que participaban en la ceremonia.

 

2.- Gondang Mula-Mual. Es una oración al dios del cielo, de la tierra y de todo lo creado, para que les conceda hijos, hijas, riquezas y salud.

 

3.- Gondang Mula Jadi. Una danza dando gracias a Dios porque les ha concedido todo lo que habían pedido.

 

4.- Gondang Sahata Mangaliat. Los participantes danzan alrededor del búfalo atado al borotan (árbol de los sacrificios). Durante la ceremonia, el búfalo es descuartizado y su carne distribuida entre los que, según la tradición, tienen derecho.

 

5.- Gondang Marsiolop-Clopan: Todos los participantes se felicitan entre sí.

 

6.- Gondang Siboru. Es una danza de mujeres, en la que mientras danzan esperan que llegue un joven, para ofrecerse a una de ellas.

 

7.- Gondang Sidoli. Una danza de hombres, en la que mientras danzan, un joven se acerca a la muchacha deseada y en señal de amor le ofrece un poco de dinero.

 

8.- Gondang Pangurason. El espíritu de un antepasado entra en el cuerpo de un danzante y lo bendice con agua bendita.

 

9.- Gondang Habonaran. Dos muchachos ejecutan una danza de guerra, el vencedor simboliza el bien y el vencido el mal.

 

10.- Danza colectiva. Los visitantes son invitados a danzar con el jefe de la ceremonia. Como señal de la invitación, reciben un Ulos (Fular).

 

11.- Gondang Sigale-Gale. Esta danza representa la historia de un rey que tenía un solo hijo varón. El joven enferma y muere. El rey está triste, porque el único hijo que representaba la continuidad de su dinastía, ha muerto. Para aliviar su sufrimiento, el rey ordena construir una estatua de madera que se parezca a su hijo. Cuando se acerca a verla, el rey invita a su gente, a la danza ceremonial del Sigale-Gale (príncipe). La hermana del Sigale-Gale, cederá sus derechos, a favor del hermano, danzando con Sigale-Gale.

 

Como saludo final, todos dan las gracias gritando. ¡Horas!¨

 

Del museo Huta Bolon Simanindo seguimos nuestra ruta hacia Pangururan, parando en Pantai Indah Situngkir, que es una playa de arena blanca. Estás a orillas del lago, pero por la playa –extensa y de arena- parece que están en el océano. Con la ventaja de que aquí enfrente puedes ver las montañas. Es un lugar con mucho turismo local, y preparada con barcas, restaurantes, y algún hotel.

 

Dejamos la playa y seguimos hasta Pangururan. La ruta a orillas del lago es una gozada, se ven muchos grupos de mujeres en la carretera bien preparadas con vestidos tradicionales que van o vuelven de misa. En Pangururan nos acercamos al istmo, quería ver qué porción de tierra conecta Samosir con el resto de Sumatra. Es muy estrecho, se cruza un pequeño puente y a ambos lados se puede ver un canal, que es el que los separa.

 

De Tuk Tuk a Pangururan habíamos ido costeando, pero el plan era volver atravesando la isla, por las montañas. Es una ruta en los que hay tramos en los que la carretera es bastante mala, con muchas piedras, y yo sufría por las motos de alquiler. Pensaba… como se nos quede alguna aquí… El lago está a unos 900 metros de altura, pero el GPS me indica que llegamos a subir a casi 1600 metros, y estando arriba nos calamos porque llovía y no íbamos preparados. Yo con las gafas empañadas veía poco, así que opté por quitármelas porque así veía algo más. Aviso a navegantes: para los lectores que quieran hacer esta ruta –volver de Panguruan a Tuk Tuk por el monte- ojo que la carretera es mala. También hay bifurcaciones en las que hay que preguntar, o fiarte del GPS.

 

Al principio de esa ruta, ya en la montaña, te encuentras con ¨danau diatas danau¨, que en indonesio quiere decir ¨el lago arriba del lago¨. Estamos en la isla de Sumatra, en el lago Toba. Dentro del lago Toba estamos en la isla de Samosir, y subiendo a las montañas nos encontramos este pequeño lago. Está a unos 1.300 metros y el nombre es Sidihoni. En la ruta llegamos a pasar también algún otro. El paisaje y la vegetación cambia completamente, de la costa de la isla Samosir a 900 metros a las montañas.

 

Bajamos calados. De camino a Tuk Tuk está la tumba del rey Sidabutar, un yacimiento histórico. Lonely Planet lo describe así:

 

¨Este rey batak que se convirtió al cristianismo está enterrado en Tomok, un pueblo 5 km al sureste de Tuk Tuk. En la piedra del sepulcro aparecen talladas las efigies del rey, de su guarda personal y de Anteng Melila Senega, la mujer a quien, según dicen, dedicó su amor durante muchos años sin llegar a consumarlo. La tumba también aparece decorada con singas, seres míticos con unas grotescas cabezas de tres cuernos y ojos saltones.

 

Al lado de la tumba del rey se encuentra la del misionero que convirtió a la tribu y una tumba real más antigua; los vendedores de recuerdos afirman que las parejas sin hijos acuden a ella para pedir fertilidad.

 

Las tumbas se hallan a 500 m cuesta arriba por una estrecha calle con puestos de recuerdos. Muy cerca de allí hay algunas casas típicas batak bien conservadas¨.

 

Quería entrar a verlo, pero Rahmah estaba helada por la lluvia, así que la acompañé al hotel y me volví solo con la moto de Tuk Tuk a Tomok (13 km) para verlo. Así como en algunos lugares –como Yogyakarta- te ponen un sarong, aquí me dieron una especie de bufanda que debía llevar en señal de respeto.

 

Ducha y a cenar. Curiosamente en Tuk Tuk hay muchos lugares donde ofrecen ¨magic mashrooms¨, setas mágicas. Pregunté en el restaurante cómo las hacían, y me dijeron que son pequeñas, y se pueden preparar en tortilla, o por ejemplo en un batido mezcladas con plátano.

 

Al final con la moto nos metimos 106 km, unas 9 horas. Cuando la devolví estaba bastante embarrada, y me preguntaron ¨¿has andado por el monte?¨, y les dije que no, que había sido un charco (si les hubiera dicho que cruzamos por las montañas de Pangururan a Tuk Tuk creo que no les hubiera gustado demasiado…)

 

LUNES 24 DE ABRIL DE 2017: TUK TUK – PARAPAT – CASCADA SIPISO-PISO – BERASTAGI – MEDAN – YAKARTA

 

Ese día madrugamos. Teníamos el avión de vuelta a las 20:10, y tenía esperanzas de que nos diera tiempo de parar en Berastagi, un pueblo a medio camino, para subir un volcán llamado Gunung Sibayak. Así lo describe Lonely Planet:

 

¨Este volcán (2094 m) rodeado de selva es probablemente uno de los más accesibles de Indonesia, y su corazón humeante y sulfuroso, uno de los lugares más memorables del norte de Sumatra. Una persona en forma y bien equipada puede subir y bajar en 5h. Hay que partir lo más temprano posible, preferiblemente con un guía; varias personas han perecido tras perderse en esta montaña.

 

Hay tres maneras de abordar la cima, según la energía de cada cual. La más fácil es el camino que empieza al noroeste de Berastagi, 10 min después de pasar la Sibayak Multinational Resthouse. Hay que tomar el camino de la izquierda junto a la barraca donde se paga la entrada. Desde allí quedan 7 km (aprox. 3h) hasta la cumbre por un camino bastante sencillo, gran parte del cual es carretera. Encontrar el camino de bajada es más complicado. Cuando se llega al cráter, hay que girar en ángulo recto a la derecha, subir hasta el borde y buscar los escalones de piedra que bajan por el otro lado de la montaña. Si no se encuentran los escalones, se puede volver por donde se ha venido.

En vez de empezar la caminata en Berastagi, se puede tomar un autobús local (3000 rupias) hasta Semangat Gunung, a los pies del volcán, a 2h de la caminata de la cima. Hay algunos escalones por el camino, pero este sendero es más estrecho y está en peor estado que el anterior.

La ruta más larga es una travesía por la selva desde la Air Terjun Panorama, una cascada que está en la carretera de Medan, unos 5 km al norte de Berastagi. Calcúlese un mínimo de 5h.¨

 

Había consultado Gunung Bagging, la página de referencia para montañismo en Indonesia, y calculaba que en 4 horas se podría subir y bajar sin problemas por esa segunda ruta. Pero teníamos que llegar con tiempo.

 

Preguntamos a qué hora salían los barcos de Tuk Tuk a Samosir. Nos dijeron que el primero pasaba por nuestro hotel a las 7:30 a.m., iba recogiendo gente, y cruzaba sobre las ocho al otro lado, llegando a las 9 a.m. Pregunté si había alguna opción antes, y me dijeron que desde el puerto, que estaba a unos 3 km, salía el primero a las 7 a.m. Así que eso es lo que hicimos, taxi al puerto y barco directo a Parapat, que tardó 34´ (unos 8 km).

 

Para viajar hay que tener paciencia y tiempo, porque hay que esperar autobuses, o negociar precios, etc. Tiempo no teníamos si queríamos subir Sibayak, había que evitar esos tiempos muertos. En el barco entablé conversación con una pareja indonesia muy maja, de Yakarta. Él trabajaba en automoción, ella en Samsonite. Charlando les pregunté donde iban, y me dijeron que a Berastagi, y luego a Medan. Habían alquilado un coche. Les pregunté a ver si les importaba llevarnos, que teníamos intención de subir ese monte, y dijeron que encantados. Así que la segunda parte del transporte solucionada.

 

De camino a Berastagi paramos en una cascada muy chula. Se llama Sipiso-piso, y está localizada en una de las paredes –Haranggaol- de lo que sería la caldera del volcán. Un cartel indicaba que era una evidencia de la erupción volcánica ocurrida hace unos 500.000 años (Jordi Hurtado podría dar más información sobre eso). La vista de la cascada, de unos 120 metros, y del lago Toba son espectaculares y merece la pena la parada.

 

De ahí continuamos a Berastagi (600.000 habitantes, altitud 1300 m). Así lo describe Lonely Planet.

 

¨En su huida del calor infernal de Medan, ciudad situada al nivel del mar, los mercaderes coloniales holandeses llegaron hasta las exuberantes y frescas colinas volcánicas, avistaron el frondoso y ondulante paisaje y decidieron establecerse y levantar un refugio en el lugar donde hoy se alza Berastagi (también denominada Brastagi).

Más allá de la ciudad están los verdes campos de las tierras altas de Karo, dominadas por los volcanes más accesibles de Sumatra: el Gunung Sinabung, al oeste, y e humeante Gunung Sibayak, al norte. Ambos se pueden visitar en una excursión de un día, razón principal para apearse del autobús¨

 

Llegado a Berastagi decidimos abordar la opción de subir Gunung Sibayak, porque no andábamos muy holgados de tiempo, el conductor nos dijo que era muy probable que hubiera atasco de vuelta a Medan, y llovía, que para mí eso es lo de menos.

 

En Berastagi nos acercamos a Puncak Gundaling, que es un monte con mucho ambiente al que van las familias a comer, montar a caballo o en coches de caballos, y a pasar el día. Tiene unas buenas vistas además de la ciudad y de esos dos volcanes. Allá comimos, y vuelta a Medan. Al final con todas las paradas y demás, de Parapat a Medan fueron 9 horas para cubrir 209 kilómetros. En Medan le dimos a la pareja pasta por el viaje –que no querían aceptar- y nos cogimos el autobús al aeropuerto.

 

El avión llegó con retraso, y el primer reloj que vi en el aeropuerto de Yakarta marcaba ya las doce de la noche cuando llegamos. Me vino a la cabeza ¨Last flight out¨, que es el nombre del blog de un colega que es profesor de matemáticas. Se traduce como ¨el último vuelo¨, y es su blog de fotografía. Es un excelente fotógrafo y a principios de año asistí a uno de sus cursos. Así describe ese ¨last flight out¨ en su blog:

 

¨Me hacen esta pregunta mucho: Scotty, por qué ¨Fotografía – El último vuelo¨?

 

Bien, digamos que estás de viaje en algún destino exótico como …uh… Islandia, por ejemplo. Hay tres vuelos que vuelven a casa el último día de tu viaje… uno por la mañana, otro por la tarde, y el último que sale justo después de cenar. ¿Cuál eliges? En mi caso, elegiría el Último Vuelo porque quiero pasar hasta el último momento sacando esa última toma… ¿sabes lo que quiero decir?¨.

¡Gran filosofía y gran tipo Scotty!

 

He disfrutado mucho del Lago Toba, y si tenéis oportunidad estando en Indonesia no dejéis de visitarlo. 

 

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