Viaje a Mongolia Habitat for Humanity
El miércoles volví de Ulan Bator, donde pasé una semana maravillosa con 18 adolescentes de la escuela que se unieron como voluntarios al programa Habitat for Humanity. Este programa tiene como objetivo facilitar la adquisición de viviendas a familias con menos recursos.
En este enlace podéis ver más de 180 fotos del viaje que he colgado en Picassa.
Ahí veréis a los estudiantes moviendo ladrillos, haciendo masa, y liados en tareas de albañilería, carpintería, etc.
Nos alojamos en un hostel en Ulan Bator llamado ¨Olivet Hostel¨. Las ocho chicas tuvieron un cuarto para ellas con cuatro literas, y los diez chicos restantes se repartieron en un cuarto de seis camas, y otro de cuatro. Baños comúnes para todos, con solo tres duchas para los 20 así que vida de hostel. Incluso se atrevieron a cocinar varios días en la cocina. ¡Y muy bien, por cierto! Dumplins, kimchi rice, y especialidades coreanas.
En las fotos veréis que nos tomamos un día de descanso, y nos fuimos al parque natural Terelj, a unos 70 kilómetros de Ulan Bator, a montar a caballo, visitar un templo, y hacer un poco de hiking. He estado bastante en el monte, porque como tenía mono y estaba ahí mismo me he escapado todos los días, a mi aire. Bien les dejaba trabajando y me escapaba una hora, o en el rato que teníamos libre por las tardes les invitaba a los chavales a venir conmigo… pero nadie se animaba. El plan de estar con sus colegas era más atractivo que hacer trekking. Así que la mayoría del tiempo que he estado en el monte ha sido solo.
No voy a escribir más porque el viaje ya ha quedado documentado por dos fuentes:
1.- A través de las fotos
2.- A través del diario que han escrito los estudiantes, que podéis leer aquí.
http://www.slideshare.net/jcastroguinea/habitat-for-humanity-mongolia-journal
El problema es que está en inglés.
Por casualidad pasé al lado de la Escuela Americana de Ulan Bator. ¡Qué envidia, porque estaba de camino a unas montañas que quería subir, y había justo al lado un rebaño de cabras! Vida rural, que es lo que me gustaría. Shanghai está bien pero es la jungla de asfalto. A ver si en un tiempo me mudo a algún sitio donde pueda tener más contacto con la naturaleza, como en Mongolia.
Me ha encantado la experiencia, y espero repetirla el curso que viene, en otro destino.
1 comentario
Rosa -
Mongoliaaaa!!, qué pasada!!, espero recibir una postal??, no!! ;o)