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Basurde Xiao Long

Libros: ¨Vivir y morir en México. Vida cotidiana en el epistolario de los españoles vasconavarros. 1750-1900¨ -Jesús Ruiz de Gordejuela Urquijo-

Libros: ¨Vivir y morir en México. Vida cotidiana en el epistolario de los españoles vasconavarros. 1750-1900¨ -Jesús Ruiz de Gordejuela Urquijo-

Esta noche los chinos han celebrado su nochevieja, cerrando el Año del Conejo y dando paso al Año del Dragón. Estas fiestas son días para celebrarlos en familia y en un país de 1.400 millones de personas se produce la mayor migración humana del mundo. Unos 250 millones de personas se desplazan de sus lugares de residencia a sus lugares de procedencia para ver a los suyos.

Para muchos será un camino tortuoso, de días y muchas horas de pie en un tren en el caso de tener la fortuna de poder encontrar un billete.

 

Ver las imagenes en televisión y leer todo lo que tiene que pasar esta gente para ver una vez al año a sus familias siempre me ha parecido una salvajada.

 

Y me lo sigue pareciendo. Sin embargo después de leer el libro ¨Vivir y morir en México¨ me ha venido a la cabeza aquella vieja cita: ¨Lloraba porque no tenía zapatos, cuando vi a alguien que no tenía pies¨.

 

Este libro trata de la emigración vasconavarra a México más o menos entre los 150 años que van del 1750 al 1900. Después de leerlo pienso que el título hubiera sido más acertado de esta forma: ¨Las dificultades y penurias de vivir en México y la gran pena de no poder regresar a morir a tu tierra¨. Algo así, que creo reflejaría mejor lo que tuvo que sufrir la gran mayoría de emigrantes vascos a aquella tierra.

 

En el castellano está arraigada la expresión ¨hacer las Américas¨ como ir a América a hacer fortuna. Sin embargo no fueron la mayoría, ni la mitad de los emigrantes vascos los que lo conseguirían. Los que lograron retirarse ricos en su pueblo natal fueron una minoría, que a su vuelta se les conoció como indianos. La gente les vería volver con dinero y pensaría que América era la tierra de las oportunidades, sin ver todo el esfuerzo y penurias que tuvieron que pasar, y sin ver tampoco a los muchos que no habían corrido su misma suerte.  

 

Este último libro del historiador Ruiz de Gordejuela explica perfectamente lo que fue aquella emigración vasca a México durante aquel tiempo, y de una manera muy amena porque lo hace apoyándose en cartas escritas por los protagonitas. Por este motivo es un libro de historia ¨para todos los públicos¨, muy alejado del concepto negativo que pueda alguno tener asociado a un libro de historia específico, donde las fechas y datos son lo principal. En este libro lo principal son las experiencias humanas de estos emigrantes, extraídas de cartas enviadas a familiares y amigos y perfectamente contextualizadas en el periódo histórico que vivían por parte del autor.

 

Si en este momento se me cruzaran los cables y quisiera volver a mi casa en Vitoria-Gasteiz no tendría más que dejar colgado este artículo, acercarme al aeropuerto de Shanghai donde vivo, coger el siguiente avión y un día después estaría en mi casita. Esto antes no era así, era un viaje a América largo y peligroso, sin saber si tus pies volverían a pisar tu pueblo.

 

Uno de los ejemplos que se recogen en el libro es el de los hermanos Fernández de Apellániz, que en 1744 con catorce y doce años abandonaros su pueblo de Treviño para dirigirse a América.

- Primero viajaron a Logroño con su padre.

- Estuvieron varios días en la capital riojana, y de ahí su tío determinó ¨el despacharnos para la ciudad de Cádiz con un arriero natural de la villa de Yanguas, que en la actualidad estaba en dicha ciudad, y había de transportar cantidad de paños a la de Sevilla¨.

- Recorrieron los casi 1000 kilómetros hasta Sevilla en 23 días. Uno de los hermanos describe los numeros problemas que acechaban el camino y ponían el peligro a los aventurados viajeros como ¨... miedo a los ladrones, asperezas de sierras, montes y varias veces por los malos caminos, como son bajadas, subidas, angosturas y malos parajes¨.

- De Sevilla alquilaron una calesa que les llevó a Puerto de Santa María.

- De ahí por mar hasta Cádiz.

- En Cádiz permanecieron 8 meses en casa de un pariente, hasta que todo estuvo preparado para dar la vela para la Nueva España.

- Embarcados en uno de los 7 navíos que partían, tuvieron que permanecer en el puerto tres días debido al fuerte oleaje que les impedía salir mar adentro.

Llegado ese momento uno de los dos hermanos decidió que se quedaba en tierra.

- 15 días después llegaron a Tenerife. Cuenta el emigrante que en buena hora ya que el capitán descubrió ¨que había dos tantos más de gente de la que el capitán pensaba que había en él y que el abastecimiento se acababa, pero quiso Dios que al cabo de quince días llegamos a la principal isla de Canarias, nombrada Santa Cruz de Tenerife¨ .

- Un mes después llegaron a Cumaná (Venezuela) donde estuvieron a punto de varar. Finalmente desembarcaron en este puerto. El emigrante recuerda: ¨Fuimos a la ciudad proveídos de lo necesario para la restante navegación, para lo cual nos detuvimos once días, hasta las cuatro de la tarde, que fue la hora a que salimos de dicha ciudad, para seguir nuestra derrota¨.

- A tres días de navegación para el puerto de Veracruz (México) una fragata inglesa les dio caza haciéndoles prisioneros.

 

¿Qué pasó después? Podéis continuar la aventura en el libro.

 

Esto es un ejemplo de las dificultades para llegar a América. Primero tenían que cruzar toda la península hasta Cádiz, cruzar el Atlántico y después cruzar México hasta su destino final. Eso mejoró posteriormente, con barcos de vapor saliendo de puertos del norte como Santander, Bilbao o Francia. Otro emigrante Juan-Bautista Lissarrague partió del puerto francés Saint-Nazarie en 1902, en el Navarre, llegando a Veracruz 18 días después. Se redujo mucho la peligrosidad y el tiempo de viaje, pero no dejaba de ser largo y difícil. Sin contar que luego había que viajar en México hasta tu destino final.

 

El libro recoge interesantísimos documentos que relatan estos viajes.

 

Una vez allá, a los llegados les tocaba trabajar, trabajar y trabajar. En una carta de 1817 de un emigrante vasconavarro residente en Querétaro (México) a un familiar de 21 años listo para embarcarse a América le decía: ¨No vengas a ésta en la inteligencia de que aquí se hace el hombre rico sin trabajar y sin estar adornado de todas aquellas cualidades que constituyen la probidad y honradez de buen ciudadano¨.

 

El libro da testimonio también de las difíciles condiciones políticas que les tocó vivir, con la aplicación de las leyes de expulsión de españoles dictadas por los primeros gobiernos republicanos en los años 1827 y 1829, y por las sucesivas crisis y guerras que asolaron México a lo largo de esa centuria. Insisto, los testimonios van a venir por cartas de emigrantes contextualizadas, y es eso lo que hace que se trate de un libro muy entretenido de leer.

 

El último capítulo del libro recoge testimonios sobre el regreso –de los que pudieron volver-. Un ejemplo es el de Juan Bautista Echeverría.

- El 2 de febrero de 1785 salió de su pueblo en México

- 4 días después llegaba a Jalapa.

- Descanso unos días, y en diligencia fue a Veracruz

- Allá embarco el 3 de marzo rumbo a La Habana, donde llegó 15 días más tarde.

- Al día siguiente -19 de marzo- embarcó hacia Vigo, donde llegó el 30 de abril.

- Vigo, Pontevedra, Santiago, y el 7 de mayo llegó a La Coruña.

- Barco hasta portugalete, donde llegó el 29 de mayo (10 días navegando)

- Bilbao-Bergara-Tolosa-San Sebastián-Oyarzun-Lesaca, hasta que finalmente el 15 de junio cruzó el umbral de la puerta de la casa de su anciano padre en Irurita. Habían transcurrido 27 años y un día desde que salió para México.  

Aquello eran aventuras, y no los viajes que hacemos ahora. Os recomiendo que leáis este libro por muchos motivos:

- Es un libro de viajes además de un libro de historia.

- Es una gozada leer cartas en un castellano que ya ha quedado en desuso. Por la forma, y por el fondo de los testimonios.

- Vais a aprender de forma amena un montón sobre la emigración vasca en México, algo que es parte fundamental de nuestra historia. Por ejemplo, ¿sabíais que el Puente de Portugalete estuvo financiado con dinero de indianos hecho en México? ¿Que la Universidad de Deusto se debe a la Fundación Vizcaína Aguirre, creada por el deseo de Pedro Aguirre Basagoiti de invertir en Vizcaya en obras de utilidad pública y beneficiencia parte del dinero duramente ganado en México?

- ¡Os va a gustar!

1 comentario

Ignacio Fletes -

¡Hola! Fascinado con tu página, y gracias por tu trabajo y esfuerzo. Estoy buscando los origenes de mi apellido, y el resto de los familiares (llevamos 575 en facebook). Donde puedo comprar estos ejemplares que mencionas? Se me hacen muy interesantes. De hecho, lei una historia acerca de Ignacio Fletes, quien fue socio de la fabrica de Bellavista. Quisiera conocer mas de su historia. Gracias por cualquier informacion que puedas brindar.