Fin de semana del Orgullo - Junio 2019
Fin de semana del Orgullo y me apetece hacer un par de reflexiones:
LO NEGATIVO:
1.- Bandera LGTB en la fachada del Ayuntamiento de Madrid.
El año pasado la bandera arcoíris estuvo colgada en medio de la fachada principal del palacio de Cibeles. Este año se ha puesto en ese lugar una gran bandera de España -debajo de la que ya ondea todo el año- y la bandera arcoíris se ha colgado en un lateral, quedando relegada a un segundo plano.
Neil Armstrong cuando pisó la luna dijo que era ¨un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad¨. Viendo estas imágenes me parece que es un pequeño cambio en la fachada, pero un retroceso brutal en esta sociedad. No es un gesto banal.
Verguenza ver cómo una clase política sin clase no es capaz de liderar esta lucha contra la discriminación.
2.- Agresión homófoba en Barcelona.
Para el que piense que esto ya está superado recordarle las imágenes que salieron ayer en los medios, en las que un cromañón se dirige a una persona en un McDonalds de Barcelona con la excusa de su indumentaria, soltándole perlas como ¨te voy a hacer heterosexual a hostias¨ o que cuando saliera del local le iba a ¨sacar a hostias la mariconería¨.
Problema del cromañón, pero también de la clase política que alienta estos comportamientos a través de sus mensajes.
LO POSITIVO
A día de hoy son solo 30 los países en los que es legal el matrimonio homosexual y España fue avanzadilla siendo el cuarto país en legislarlo, allá por 2005. Pero mucho antes, en marzo de 1994, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz abrió el primer registro de parejas no oficiales y homosexuales. La inscripción en ese registro servía como prueba de convivencia y podía ser útil por ejemplo en procesos judiciales, herencias, pensiones o seguros, asegurando, según palabras del alcalde en aquel tiempo D. José Ángel Cuerda, ¨la protección social, económica y jurídica de las parejas formadas al margen del matrimonio". Algo transgresor en aquella época y como vecino de Vitoria-Gasteiz me siento muy orgulloso de que nuestra ciudad liderara el cambio.
Casualmente en aquellos tiempos formaba parte de la Tuna de Distrito Universitario de Vitoria-Gasteiz y recuerdo que tocamos en el banquete de la primera boda homosexual en España. Fue hace 25 años. Se ha avanzado bastante, pero todavía como sociedad nos queda un largo camino por recorrer.
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