Blogia
Basurde Xiao Long

21-22 Mayo – Ultimo fin de semana en Rock Hill

Así es, aunque aparte de en Rock Hill, estuve en un par de sitios mas. Vamos con la crónica.

SABADO

Me levante pronto, a las 7:00, porque a las 8 tenia la ultima carrera en Rock Hill, para despedirme de mi publico. Estuvo muy bien, porque había bastante gente conocida: los del club de atletismo en el que estoy, alguno del gimnasio, dos alumnos y otro profe de la escuela. Los del club de atletismo quedan entre semana para correr, pero yo solo voy a la cena mensual, y no a todas! Quede el 18 de 89, con un tiempo de 22 minutos y 5 segundos. Tercero de mi categoría (de 30 a 35 años), así que me dieron una medalla. Eran 5 kilometrillos.

De ahí a casa, una ducha, y en la “bala roja” a la frontera con Carolina del Norte, ya que ahí había quedado con un posible comprador del coche. Como en la escuela nadie parecía interesado, puse el anuncio en el periódico local. Me llamaron tres : con uno quede pero no le gusto, otro llamo y dijo por teléfono que no le interesaba, y este era el tercero. El precio que le puse era de $1850, pero como no había compradores y me quedaba una semana había que irlo bajando. Así que negociando con los tipos, se lo llevan por $1,500. Coche vendido!!! El motor de ese coche es impresionante, pero no funciona el aire acondicionado, no se sabe cuantas millas tiene ya que el cuentakilómetros no funciona… así que tampoco se puede pedir mucho por el. En la negociación entraba que yo me lo quedaba hasta el viernes, así que el viernes procederemos a la transacción.

De ahí, a Columbia, ya que celebrábamos una comida de despedida los profesores visitantes. Yo me lo pase muy bien, pero sigo alucinando bastante con las momias que tenemos en el programa. Vamos, que falto mucha gente, y es que últimamente la peña va muchísimo a su bola. Bueno, es la vida de cada uno, así que no me meto, pero para dos comidas que se hacen al año… Del restaurante nos fuimos a tomar café –mas bien cervezas- y de ahí a Rock Hill.

El plan para esa noche era despedirnos los machotes –Homer, Catfish, Ramon, Joaquín y yo- de Charlotte. Al final por una extraña maniobra también se subió Bryan, un americano muy enrollado con dos profesoras. Cenamos en el Hooters de Rock Hill, y de ahí a Charlotte. Los chicos por un lado, y las chicas por otro. Como no podía ser de otra manera, el primer garito fue el Coyote Ugly.

Nos hacemos mayores, y para las cuatro ya estábamos en Rock Hill, durmiendo.

DOMINGO.

El domingo lo suyo hubiera sido dormir hasta tarde, pero Catfish y Homer se tenían que marchar sobre las 10, así que sobre las 9 ya había movimiento. Estos dos elementos se piraron y con Joaquín y Ramón nos pusimos a cargar la pick-up de Ramón. El viernes dejo la casa, y le pase sillas, el microondas, y cosas que le podían venir bien.

De ahí, a uno de mis restaurantes favoritos, “The Waffle House”. Luego entramos en Internet para sacar unas tarjetas de viajero frecuente para el padre de Ramón en Internet, con Aeromexico, nos enteramos de la jornada deportiva, y estos abandonaron el upcountry. Siesta, y por la tarde un poco de caña al master. Este ha sido mi ultimo fin de semana en Rock Hill!

0 comentarios