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Basurde Xiao Long

Libros: ¨La última emperatriz¨ -Anchee Min-

Libros: ¨La última emperatriz¨ -Anchee Min-

Me gusta mucho leer novela histórica para de manera amena culturizarme un poco. Se puede aprender un montón de cosas leyendo una buena historia, ambientanda en otra época. Me encanta también leer sobre China porque es el país donde vivo ahora, así que uno de los libros que me traje en verano fue ¨La última emperatriz¨, de Anchee Min.

 

Anchee Min nació en 1957 en Shanghai. A los 17 años fue enviada a un campo de trabajo, de ¨reeducación¨, del que logró salir más tarde para trabajar en unos estudios cinematográficos de Shanghai. Allá conocio a la esposa de Mao Zedong. Al igual que el príncipe Rainiero con Grace Kelly, Mao también se casó con una actriz. En 1984 Anchee Min se transladó a vivir a Estados Unidos y allá empezó su carrera como escritora.

 

De las dinastías chinas poco sé. Conozco más sobre la historia de China en el siglo XX, empezando por el último emperador Puyi que a los que hayáis visto la peli ¨El Último Emperador¨ os sonará. Fue nombrado emperador con solo tres años, y la encargada de esta decisión fue la protagonista de esta novela, poco antes de su muerte en 1908 a la edad de setenta y tres años. Después de su funeral, China empezó a desmoronarse.

 

Reproduzco este diálogo del libro, sobre la muerte de la emperatriz, porque me llama la atención lo supersticiosos que pueden ser los chinos:

 

- ¿Qué di…? – recordé las advertencias de mi astrólogo sobre las fechas adversas para morir.

-¿Qué día es hoy? –adivinó Li Lien-ying.

Quería asentir con la cabeza, pero no pude.

- Quince de noviembre de 1908, mi señora. Es un día de buena suerte.

 

El nombre de la emperatriz era Orquídea, dama Yehonala o Tzu Hsi.

¿Por qué 3 nombres?

El nombre de pila era Orquídea.

Con 17 años entró en La Ciudad Prohibida, como concubina del emperador Hsieng Feng, y ahí recibió el nombre de dama Yehonala.

La mujer del emperador no le pudo dar ningún hijo, lo que si pudo hacer la dama Yehonala, así que el emperador le concedió el título de emperatriz Tzu Hsi.

 

A lo largo de la novela se narra la vida de este imporante personaje en la historia de China, de la última emperatriz. Leyendo te das cuenta de lo difícil que tenía que ser la vida en La Ciudad Prohibida, con conspiraciones continuas tanto internas como externas, de las potencias extranjeras que se querían hacer con trozos del pastel.

 

 No es un libro fácil de leer, pero imprescindible para aquellos que quieran estudiar más a fondo la historia de China en el siglo XIX.

 

Ahora me pongo con algo más ligero, ¨Lonely Planet – Myanmar¨, porque tengo intención de darme una vueltilla por Birmania en febrero, durante el año nuevo chino. 

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