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Basurde Xiao Long

Crucero a las Bermudas (28 de Mayo – 4 de Junio)

Lillian y yo vivimos separados por 200 millas, unos 320 kilómetros, y aparte de algún puente suelto por ahí, solo nos vemos los fines de semana. Intensos, eso si. Así que qué mejor despedida de los Estados Unidos, que un crucerito por las Bermudas. Este fue el itinerario de nuestros 8 días y 7 noches…

Sabado 28 de Mayo - Norfolk, Virginia (Salida 5:00 p.m.)
Domingo 29 de Mayo – Navegando
Lunes 30 de Mayo – St. George´s, Bermuda (Llegada a las 9 a.m.)
Martes 31 de Mayo – St. George´s, Bermuda (Salida a las 7:00 a.m.)
Martes 31 de Mayo – Hamilton, Bermuda (Llegada a las 9:00 a.m.)
Miércoles 1 de Junio – Hamilton, Bermuda
Jueves 2 de Junio – Hamilton, Bermuda (Salida 4:00 p.m.)
Viernes 3 de Junio – Navegando
Sabado 4 de Junio – Norfolk, Virginia (8:00 a.m.)

Y bueno, de cuando nos fuimos a cuando escribo esto ha pasado un mes y no tengo los mapas a mano, así que no me acuerdo de los nombres de las playas que visitamos, pero aun así hay cosas interesantes que contar.

Este ha sido mi segundo crucero. El primero fue de una semana por el Caribe, hace un par de años, visitando Puerto Rico, Islas Vírgenes, Republica Dominicana y Bahamas. Si encuentro el itinerario lo pongo en un comentario. Fuimos un grupo mixto de profesores visitantes y fue buenas risas. Antes de tomar ese primer crucero pensaba que eso era una pijeria, que donde estuviera el turismo de aventura que se quitaran los viajes organizados y demás. Sin embargo, mi opinión cambio radicalmente después de esa primera experiencia. Al final si te vas una semana entre aviones, viajes internos si quieres ver cosas, alojamiento y comida te gastas parecido que yendo de crucero, donde todo esta incluido : un camarote con ventana, buffet 24h, y cena de restaurante de cinco tenedores todas las noches. Sin abandonar el turismo de aventura, los cruceros estan muy bien.

Estando en Saint George visitamos la plaza donde todas las tardes se representaba una ceremonia muy curiosa. En tiempos coloniales a los que cometían delitos menores, como borrachines y cotillas, los ponían en una silla y como escarmiento público los zambullían en el agua desde el puerto unas cuantas veces. Así que allí estaban con los vestidos de la época los “delincuentes”, los justicieros y el publico asistente.

De ahí nos fuimos a una cala muy bonita y a la vuelta paramos en un bar donde se invento un combinado de ron que no había probado nunca, pero que estaba muy bueno: Ron Swizzle. De ahí vuelta a Saint George, donde estuvimos visitando las ruinas de una catedral que nunca llego a terminarse y acabamos el día en otra playa, Tobacco Bay.

Las Bermudas fue colonia británica y todavía no me queda muy claro el estatus que tiene. Pero aún conserva muchas pinceladas del imperio como conducir por la izquierda o el críquet. Los ejecutivos van muy graciosos porque van con traje… y pantalones cortos, ya que el calor aprieta bastante.

Nos sacamos un bono de tres días de transporte público, y la isla se recorre muy fácilmente. Transporte público incluye el autobús y los ferries que nos llevaron de un sitio a otro. En Hamilton visitamos la catedral, nos relajamos en Horseshoe Bay, subimos a un faro, y anduvimos por el Royal Naval Dockyard. Ya sabéis, de turisteo. Horseshoe Bay dicen que tiene fama mundial por ser una playa de arena rosa, pero a mi no me parecio espectacularmente rosa o diferente.

Cumplimos con el objetivo programado a la perfeccion: Relax, relax y relax!

Ah, a la vuelta paramos primero en casa de los padres de Lillian ya que durante el crucero… su hermana le habia hecho tia por tercera vez. Ya lo estuvimos celebrando en la cubierta del barco, con cava y puros, pero habia que conocer al bebe de nombre peculiar –Braydon- cuanto antes.

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