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Basurde Xiao Long

19 Diciembre – 28 Enero: Viaje a Irán

19 Diciembre – 28 Enero: Viaje a Irán

INTRODUCCIÓN

  

Tenía idea de viajar a Irán en Octubre después de Ramadán. Iba a ir con un grupo de profesores de la escuela y empezamos a organizar el viaje antes de verano. Nuestro líder-antolatzaile era un estadounidense y la cosa pintaba complicada. Según él los visados tardaban 45 días y solo te lo daban si organizabas el viaje a través de una agencia de viajes. Vamos, no existía la posibilidad de ir solo. Al final ese viaje se frustró, en Octubre fui a Yemen y me quedé con las ganas de visitar Irán.

 

Mientras yo recorría Yemen mi jefa de departamento fue a Irán con su marido y vino encantada. Me dijo que la gente es muy hospitalaria y que sin duda merecía la pena visitarlo. Empecé a investigar para ir por mi cuenta y me di cuenta de que todo lo que creía no era verdad. Los que necesitan unos 45 días para lograr un visado y tienen que ir siempre a través de un tour organizado son los estadounidenses ya que no mantienen relaciones diplomáticas con Irán, pero en el caso de los europeos… ningún problema. Fui al consulado iraní en Dubai, y con una foto y 330 dirhams, en dos días y sin preguntas tenía mi visado. El vuelo Dubai-Teherán me costó 80 dirhams, unos 16 euros, usando 13,500 millas que tenía acumuladas con la compañía aérea Emirates.

 

19 DE DICIEMBRE, MIÉRCOLES: TEHERÁN

  

Nos dieron las vacaciones el lunes 17. Por la mañana clase, por la tarde estuvimos con los de Oreka TX que andaban por Dubai. El martes relax y el miércoles salí de Dubai a las seis y cuarto de la tarde en el vuelo EK977, llegando a la capital iraní a las 7:55 hora local. Primera sorpresa: al poner el reloj en hora local vi que había que atrasar el reloj… media hora! Siempre había pensado que todos los países iban con horas enteras de diferencia, pero parece ser que no. Investigando un poco más me doy cuenta de que no es Persia la única zona que sigue este criterio, sino que hay más que tienen una diferencia de X horas +/- 30 minutos. Un dos tres, responda otra vez: Irán (Irán) – Afganistán (Afganistán) – Birmania (Birmania) – India (India) – Nepal (@#$%^!!!!). Respuesta incorrecta. Nepal tiene una diferencia de 5 horas y 45 minutos respecto al meridiano 0 o de Greenwicht. Otro caso curioso es el de Australia. Dentro del país, en algunas zonas centrales la diferencia es también de treinta minutos.

 

Me habían hablado mucho de la hospitalidad iraní, y parece que es verdad… empezando por el avión. Conozco a dos iraníes, a uno de 18 anos, estudiante de Emirates School (otro colegio privado en Dubai), y a otro llamado D.K. Amini que tiene una tienda de ordenadores en Dubai. Al salir del aeropuerto me pregunta si me van a venir a recoger, o si tengo hotel, y hasta que no vienen a buscarme no se separa de mi. Voy al banco a cambiar dinero. En Irán tienes que llevar todo el dinero encima ya que no puedes usar tu tarjeta de crédito para sacar dinero en los cajeros. Hay un montón de bancos y un montón de cajeros, pero únicamente para dinero depositado en entidades locales. Así que o te envían cada cierto tiempo dinero de tu país a algún banco u oficina de correos y lo recoges, o lo tienes que llevar todo encima. Este Amini me dice que no cambie más de 100 dólares, que el país es muy barato. Le digo que perfecto, pero voy a estar 10 días y una cosa que aprendí de mi padre es tener siempre encima dinero de más, así que cambio cuatrocientos dólares. Cuatro billetes de 100 pavos. El cambio en el banco al que voy, Bank Melli Irán, es  de un dólar  9.424 dinares iraníes. Así que una vez más soy millonario, en teoría 3 millones, setecientos sesenta y nueve mil, seiscientos dinares al bolsillo. Pero ya se sabe que los bancos no viven del aire y me cobran una comisión de 9.600 dinares (1 dólar), así que tengo en mi poder 3.760.000. Lo de ser millonario no me hace especial ilusión, ya que ya lo fui también en Vietnam cuando cambie de dólares a dongs, así que estoy acostumbrado. El problema en este caso vino porque me dio los billetes en fracciones de 20.000 riales, lo cual equivale a 188 billetes! Y eso, queridos amigos, son muchos billetes. Vamos, que es un taco gordo que en el bolsillo no te lo puedes meter. Me doy la vuelta y ahí está la sonrisa irónica de Amini: no te he dicho que cambiaras solo 100?  ;-)

 

En el aeropuerto, situación Groucho Marx. Mi querida jefa de departamento y profesora de francés, Annie Bouchikhi, me había pasado el contacto de una amiga suya que trabaja en la embajada francesa en Teherán. Me dijo que contactara con ella, que estaría encantada de venirme a recoger, darme alojamiento en su casa y demás. Esto sucedió en la última semana. Antes anduve liado con visitas. Ella no hablaba inglés ni yo francés, pero estuvimos intercambiando unos correos electrónicos en francés con muy buena voluntad. De lo que resultó que Elaine Mekri, como se llama esta benefactora, iba a pasar a recogerme por el aeropuerto a las 7. El otro dato del que disponía: llevaría en la cabeza un pañuelo naranja. Ahora la situación grotesca, el iraní preguntándome cosas.

 

- ¿Dónde vas a dormir?

- En casa de una amiga de una amiga mía.

- ¿Dónde vive?

- Pues la verdad, no lo sé.

- ¿Y va a venir a recogerte?

- Sí.

- ¿Sabes como es?

- Pues la verdad es que… ni idea. Va a llevar un pañuelo naranja en la cabeza.

 

Salimos del aeropuerto. Tras preguntar el iraní a dos señoras con pañuelos naranjas en la cabeza a ver si eran la persona buscada, intentos baldíos, continuamos el diálogo:

 

- ¿Tienes su teléfono?

- Pues mira, la verdad es que no.

- ¿Y que pasa si no viene?

- Pues no lo sé, mi teléfono parece que aquí no funciona, no tengo hotel, el aeropuerto esta a unos 30 kilómetros de Teherán…

 

Ja, ja, el pobre hombre se llevaba las manos a la cabeza. Unos 45’ después apareció una señora por la entrada, corriendo, que indudablemente era ella. El iraní, en un detalle de pureza, aguantó todo ese tiempo conmigo.

 

- ¿No tiene nada que hacer? En serio, puedo esperar solo.

- No, tranquilo, no te preocupes.

 

Pues eso, llegó Elaine –ahora que ya nos conocemos Lili  ;-) – y me despedí del iraní, después de haber hecho la buena acción del día esperando con él dándole conversación, ya que si no no se hubiera ido tranquilo, ja, ja.

 

Lili vino acompañado de otro francés, Marc, que también trabaja en la embajada francesa. Al coche y a casa. Muy cerca del aeropuerto –Iman Khomeini Airport- pasamos por una mezquita enorme en construcción. El tráfico… horrible. Había oído que en Egipto es malo, y es malo. En Teherán e Irán, tan malo o peor.

 

En el avión como viene siendo costumbre me tomé una botellita de vino mientras jugaba al “Tetris”. En este caso con más razón, ya que Irán es una república islámica donde el alcohol está prohibido. Je, je, pero la primera en la frente. Llegamos a casa de Lili y nos preparó una cena con buen jamón y buen vino francés, ja, ja. Hecha la ley, hecha la trampa. Le di unos regalos que Annie me había dado para ella y otros que aporte yo de mi cosecha por la hospitalidad y las molestias: un CD de villancicos multiculturales, y la peli de Almodóvar “Volver”. Quería haberle traído la de “Vacas”, pero estaba únicamente doblada al inglés, lengua que Lili chapurrea. La comunicación entre los dos cuando Marc no estaba delante –que si fala francés e inglés- era muy divertida.

 

Bueno, un poco de tertulia, y a dormir.

 

20 DE DICIEMBRE, JUEVES: TEHERÁN – ESFAHAN

  

Me levanto con mis huéspedes a las 8 a.m. y vamos a la embajada francesa ya que ellos tienen que trabajar. Amanece nevado en Teherán. Está rodeado de montanas, con lo que la vista es muy bonita. Cruzamos el control de seguridad para entrar al aparcamiento de la embajada –revisando el segurata entre otras cosas los bajos- y tomamos un café. Funcionarios y franceses, pareciéndose algo a los españoles no podía ser de otra manera  ;-) Me llaman a un taxi que me recoge en la embajada, me despido y me dirijo a la estación de autobús sita en la plaza Argentina. Compro un boleto con la compañía www.royall.ir que me cuesta 80.000 dinares, lo que en Irán es una pasta, pero voy en un autobús de súper-lujo, con tres sillones por fila y más espacio para las piernas que en primera clase de avión. Vamos a hacer 440 kilómetros hasta Esfahan y ya uno tiene su categoría. Mochilero si, pero cono…  ;-)

 

Al lado de mi se sienta un iraní bastante simpático, llamado Rahim. Habla inglés muy bien así que nos pasamos un rato hablando en el trayecto. Me pregunta donde me voy a quedar y le digo que todavía no se. Tengo otro contacto en Esfahan, ya os cuento luego. Llegamos al destino y me pregunta a ver si quiero ir a su casa a tomar té. No veo por qué no, así que acepto la invitación. [Je, je, “no veo por qué no” es una adaptación de una frase que un colega de Dubai, Ballena, emplea todo el tiempo: “I don’t see why not”. Ballena, vamos a Barasti a tomar una cerveza? “I don’t see why not”. Otra ronda? “I don’t see why not”. Pillamos un taxi? “I don’t see why not”. Anyways…   ;-]  En la estación espera su hija y los tres vamos a su casa. Llegan luego su hijo y su mujer. La disposición de las sillas bastante curiosa. Yo me siento en una, el “jefe” en la otra y los otros tres alrededor de pie, no hay sillas enfrente ni nada, curioso. Hablamos, tomamos té, y por fin me llevan al hotel Safir donde está mi otro contacto. www.safirhotel.com

 

Cuando mi jefa estuvo por aquí conoció a Dariush, el recepcionista de este hotel. Un chaval joven y con don de lenguas, ya que aparte de hablar farsi e inglés perfecto está aprendiendo francés, español, alemán… y bueno, no sé si algo más. Así que Annie me pidió que si iba a pasar por Esfahan le llevara unos libros. Allí me presenté con la bolsa de libros, me despedí de la familia que había acudido a acompañarme y cambiamos de escenario.

 

El hotel Safir tiene buena pinta. De hecho en la guía “Lonely Planet” indicaba que el precio por una habitación individual era $45, y los carteles del hotel decían $60. La verdad es que es un buen hotel y lo vale, pero si antes he mencionado que a uno le gusta viajar con clase, también es cierto que puede dormir en cualquier sitio. Así que al preguntarme Dariush donde me iba a quedar, le indiqué otro hotel que había visto en la guía que costaba $15 dólares.

 

Me contó una historia curiosa, y es que la semana pasada habían asesinado a un turista francés. Por ese motivo la policía quería tener controlados a todos los turistas y solo nos permitía estar en cuatro hoteles de Esfahan. Casualmente este era uno de ellos. Me enseñó un papel en farsi que lo indicaba, pero claro, como si me enseña un cenicero. Iba a entender lo mismo. Ante mi estupor llama al hotel donde me iba a quedar, me pasa a la recepcionista y tras preguntar si podía alojarme allí me dicen que no.

 

Interesante situación que Dariush resuelve de manera favorable a mis intereses. “¿Cuánto querías pagar, $15? No hay problema, eres amigo de Annie y te voy a dar una guapa por $15”. Y así fue. Hablando con Annie a la vuelta me dijo que a ellos les había cobrado el precio normal, que cana.

 

Lo de la hospitalidad es flipante. Me dice que va a llamar a un colega suyo para que me lleve por ahí a cenar. De lujo.

 

En la entrada del hotel hay aparcadas un par de motos ruteras. Delante pone “Road to India 2007/2008”. Que envidia, dos moteros en un trayecto largo. Las matrículas son suizas. Esperando en la recepción y hablando con Dariush los conozco, son Dario y Hannes. Más adelante os contaré más cosas porque acabaron en mi casa en Dubai, pero vayamos por partes. Llega su colega Abu y nos vamos los cuatro a cenar. Todo cierra sobre las 9, menos algún garito de comida rápida donde nos acercamos. Hablamos y a la hora de pagar… el iraní nos invita. Luego me he dado cuenta a lo largo del viaje que es imposible pagar nada a un iraní. Somos sus invitados y aunque por la diferencia de nivel económico a nosotros no nos costaría nada pagar, prefieren hacerlo ellos. Se ve un montón de policía en Esfahan. En un momento del paseo Abu nos dice: “no os dais cuenta de que la poli nos está siguiendo? Quieren tener controlados a los turistas”.

 

Volvemos al hotel y seguimos de cháchara incorporándose Dariush a la conversación. El plan de los suizos para el día siguiente es ir a las montanas por la mañana y por la tarde a un partido de fútbol. No tengo mucho tiempo para ver la ciudad y quiero estar tranquilo, así que deniego la invitación. Además hace un frío que pela. Terminamos a la 1:30, que ya es hora.

 

21 DE DICIEMBRE, VIERNES: ESFAHAN

  

A  las 9:30 de la mañana suena el teléfono de mi habitación. Es Rahim, el tipo que conocí en el bus y que me invitó a su casa a tomar té. Quiere enviarme a su hijo a enseñarme la ciudad pero le digo que no, que ya he quedado –burda excusa-. De todos modos me dice que le llame a las 5 de la tarde, que a las 6 pasará a recogerme al hotel para ir a su casa a celebrar la noche más larga del ano, la noche de Yalda, como habíamos acordado el día anterior. Al igual que en México, por ejemplo, celebran el solsticio de invierno.

 

Me levanto y salgo a conocer la ciudad. La mayor atracción de Esfahan es Imán Square, la segunda plaza más grande del mundo después de Tiananmen Square en Pekín. 512m X 163m y más de cuatrocientos anos de antigüedad. Alberga un par de mezquitas muy bonitas y un palacio. Sin embargo es viernes, día sagrado y de rezo para los musulmanes y no permiten la entrada a turistas hasta las 2 o las 3. Me quedo un rato por ahí y veo que hay militares registrando a feligreses al entrar en Iman Mosque.

 

Tomo un autobús y me voy a unos 6 kilómetros del centro a ver Manar Jomban (Shaking Minarets). Es una tumba con dos minaretes que debido a su construcción con un material que pierde consistencia con el tiempo, ha ganado en flexibilidad. Me explico. Un hombre se puede subir a uno de los minaretes y empezar a agitarlo desde dentro. No solo no se cae sino que el otro minarete se mueve también. No lo flipeis demasiado pensando que se desplazan 45 grados sobre la perpendicular, no es eso, pero algo se mueve  ;-)  Más interesante que esta “atracción” en sí fue el viaje en autobús. Como los autobuses en cualquier ciudad, en Irán tienen dos puertas. Pero el concepto de la puerta del conductor para subir y la trasera para bajar aquí no es el mismo. Las dos puertas están separadas por una fila de asientos transversal, de modo que la parte delantera es para hombres y la parte trasera para mujeres. Y no puedes pasar de un lado a otro, claro, porque está la fila de bancos. Todas de negro y tapadas detrás, la verdad es que impresiona.

 

De ahí quería ir a Ateshkadeh-ye, un templo del fuego en una colina a unos 2 kilómetros de Manar Jomban. Me subo a un taxi pero a la hora de negociar el precio claramente me quiere robar. No que para mi fuera mucho dinero pero cuando te quieren robar te jode, así que después de negociar infructuosamente me bajo del taxi, portazo y me cojo un autobús de vuelta a Esfahan. Ja, ja, en una de las paradas la puerta pilló un poco a una de las mujeres y todas se pusieron a gritar como locas con voces agudas. Me recordó a la película “La vida de Bryan”   ;-)

 

De vuelta a Esfahan me voy a dar un paseo por uno de los puentes que cruza el río que atraviesa la ciudad. El puente se llama Si-o-Seh, tiene 300 metros, 33 arcos, dos teterías preciosas en cada uno de los extremos y 400 anos de antigüedad. Es peatonal y hay muy buen ambiente por ahí, la gente paseando y hablando tranquilamente. Caminando me encuentro con una cara conocida, Hannes el suizo. Decidimos seguir nuestro paseo hasta la otra orilla, el barrio armenio, para ver un par de iglesias. A la mañana si han ido al monte, pero siendo suizos no les ha impresionado nada, ja, ja. Dario no se sentía muy bien así que al final no han ido al fútbol. Hablando hablando me doy cuenta de que son las 5 y a esa hora tenía que llamar a Rahim. Volvemos al hotel, llegamos sobre las 5:20 pero ya me está su hijo y un primo esperando en la recepción.

 

El día anterior me invitaron a una celebración llamada Yalda, que coincide con el solsticio de invierno el 21 de Diciembre. Como nosotros celebramos a tope San Juan, el 21 de Junio, ellos celebran la noche más larga en familia. Es tradición iraní. En México D.F. estuve también un 21 de Diciembre y mucha gente acudía a las pirámides de Teotihuacan a hacer ritos astrológicos, energía y buen rollo de lo que soy bastante escéptico. Rahim me había invitado a esta celebración con su familia, a lo que acepté encantado. Se reunían en casa del padre de Rahim, a unos 30 kilómetros de Esfahan en un pueblo que no me quedé con el nombre. Nos juntamos unas 20 personas entre primos, tíos, abuelos y demás familia. Se les veía muy felices y parecía que no les sorprendía mi visita. Ahora traslademos esto a España. Comida familiar y de repente apareces con un iraní que has conocido el día anterior en un autobús. No sé si me cuadra  ;-) El día anterior cuando estuve tomando té en casa de Rahim la madre y la hija siguieron con las cabezas tapadas. Tenía curiosidad por saber que iba a pasar esa noche, estando yo presente pero siendo una cena familiar. Afortunadamente la mayoría se quitó el pañuelo. De otro modo me hubiera sentido como un intruso. Le pregunté discretamente a Rahim por qué tres concretamente no se habían quitado el pañuelo y me dijo que dos habían perdido al marido y seguían de luto, y la tercera, pues siendo hermana de la viuda por solidaridad. A mi me sientan al lado del patriarca, el abuelo. Habla inglés muy bien porque trabajó hasta su jubilación en plataformas petrolíferas. Tiene 80 anos pero aparenta 60, ¡qué cana! Unos hablan inglés, otros no, y los más jóvenes intentan practicar conmigo. Estamos sentados hasta la hora de cenar que entonces si, todos al suelo. Pusieron un mantel de plástico sobre la alfombra y los 20 alrededor cenando. La verdad es que me lo pasé muy bien con ellos, disfrutando de una celebración típica local. Me llevaron de vuelta al hotel y me dio pena despedirme, una familia encantadora.

 

22 DE DICIEMBRE, SÁBADO: ESFAHAN

  

Al día siguiente había quedado con uno de los primos para que me enseñara Esfahan. Intenté rechazar la invitación numerosas veces ya que me gusta más estar a mi aire, pero fue imposible. Así que a las 10 a.m. ahí estaba esperándome.

 

Me pregunta a ver donde quiero ir, y le digo que al Palacio Chehel Sotun. Tiene un montón de frescos antiguos en el interior de gran belleza. Uno de ellos concretamente me llamó bastante la atención ya que en el aparecen dos mujeres con unas camisetas transparentes marcando pechos. Leo en la guía que sorprendentemente un fresco de un hombre besando el pie de una bailarina medio desnuda sobrevivió a la revolución islámica de 1979. Le pregunto cual era a una guía que trabaja allí, cubierta y de negro, y me señala amablemente el que me había sorprendido antes. No me había dado cuenta de que era el mismo. Je, je, también tenía ganas de preguntarle a la chica para ver su reacción, pero fue muy natural. El primo con el que voy se llama Ehsan, habla poco inglés y la verdad es que está más perdido en Esfahan que yo. Vive en otra ciudad, en una isla de Irán. Cuando le dije que quería ir al Palacio Chehel Sotun me llevó al museo de ciencias naturales, que está al lado. Buenas intenciones si que tenía, pero un poco paquete, ja, ja. Quiere venir a Dubai a trabajar de ingeniero electrónico.

 

De ahí entramos a Imam Square, la plaza, y visitamos el palacio Ali Qapu. Lo más espectacular son las vistas a la plaza desde arriba, ya que una vez visto los frescos del anterior, este no te parece gran cosa. La mezquita del Imán esta cerrada –abren luego- así que visitamos la mezquita Sheik Lotfollah, también en la plaza. Es pequeña pero muy bonita y yo creo que la que hay en el centro comercial Ibn Battuta, en Dubai, en la zona de Persia, es una réplica de ésta. Tomamos un té en una tetería llena de armas antiguas, fotos y un montón de cosas colgadas, llamada Azadegan. Muy acogedora. Tanto para pagar el té como para pagar las entradas a los palacios y mezquitas me tengo que “pelear” con Ehsan, perdiendo la mayoría de las veces. Ahí nos despedimos. Le digo que tengo que mirar Internet y luego he quedado con los suizos porque necesito estar a mi bola un rato. Cambiamos los e-mails y si verdaderamente aparece por Dubai pues ya sabe donde estoy.

 

Vuelvo más tarde a Imán Mosque, tercer intento, y finalmente si está abierta. Allí me encuentro con los suizos, y quedamos para cenar juntos esa noche a las 7. Sayonara, see you later! Una de las entradas de la plaza da a un bazar enorme, llamado Bazar-e Bozorg. Así que me dedico a perderme por ahí llegando hasta otra mezquita llamada Jameh Mosque. Con 20.000 metros cuadrados es la mezquita más grande de Irán. Data del siglo XI.

 

Hace un frío de pelotas en la calle y tengo sueno. Así que me dirijo a uno de los cines de la ciudad porque vi una peli que me interesaba. Se llama “Night Bus” y trata sobre la guerra Iran-Iraq. Me suena que estuvo en el Festival de Cine de Dubai, pero ahora no estoy seguro. Es en farsi pero lo que me interesa especialmente es ver el comportamiento de la gente en el cine. Un chico y una chica no pueden ir juntos en un coche, por ejemplo, si no están casados o son familiares. No tienen ningún lugar donde reunirse, ya que por ejemplo no pueden ir juntos a un hotel tampoco. Si una chica sola va a un hotel, Dariush nos explicó que no puede registrarse hasta que consiga un permiso de la policía una vez que han llamado a sus padres. Lo tienen bastante jodido para relacionarse chicos y chicas. Así que pensé que como en la fila de los mancos de tiempos de Franco, quizá está podía ser una de esas oportunidades de oro que se les presentaban. Pero no me lo pareció. La peli igual era buena pero siendo en farsi me quedé dormido enseguida.

 

Después de una reponedora siesta me dirigí al Abbasi Hotel, hotel que está casi enfrente del mío. Los suizos me dijeron que merecía la pena la visita, y estando de paso…

 

A las 7 llego al hotel y me encuentro con Hannes. Dario aparece 15 minutos tarde… con tres tías!!!! Van tapadas como van todas pero se ve que son más “liberales”, dentro de lo que se puede ser aquí. Vamos, hablar con extranjeros ya parece ser “liberal” para una tía. Dos hablan muy bien inglés y la tercera, con 25 anos, casada y madre de una niña de cinco, solo farsi. Estamos hablando con ellas más de una hora y tomando té en un ambiente relajado. Aprovechando ese ambiente les sometemos a un tercer grado sobre la vida de las mujeres en Irán. Conclusión: es jodida. Pero bueno, la llevan con resignación. La que estaba casada no estaba enamorada del marido pero se tuvo que casar por las circunstancias del momento. No porque estuviera embarazada que eso fue después, sino porque era lo mejor para las familias. OK, aceptamos pulpo como animal de compañía. Se puede llegar a ligar con una tía en Irán? La respuesta es NO, a no ser que seas Oswald Cornelius. La conversación en algunos momentos toma giros inesperados, como a ver si nos gustan las tías con mucho busto o no, y que ellas prefieren que no sean muy delgados. Vaya vaya, que contrastes! Hasta ahí se puede llegar y les llega la hora de marcharse.

 

Después el que se va es Dario a coger la moto que había dejado en el restaurante donde conoció a estas tres Marías, a unos cinco minutos andando. Al volver dijo que el dueño del restaurante ya iba a llamar a la policía por verle salir con tres tías y llevar la moto ahí fuera un buen rato. En fin.

 

A los suizos les expiraba la visa el 28 de Diciembre. Tenían doble entrada así que podían salir y volver a entrar. Una posibilidad era Dubai pero los hoteles son muy caros -100$ por noche-. Metido en la hospitalidad iraní y como son buena gente les di mis llaves de casa en Dubai, les dibujé un mapa de cómo llegar y les dije que yo llegaba allá el 28. Si iban ya nos veríamos, si no que tiraran las llaves en el golfo pérsico ya que un colega que vive al lado tiene llaves de mi queli y le podría llamar para abrirme la puerta. [Escribo esto a posteriori. Los suizos volaron a Dubai desde Shiraz el 26 de Diciembre y se quedaron hasta el 2 de Enero].

 

Dariush se unió a la conversación y esa noche terminamos a las 3 de la mañana.

 

23 DE DICIEMBRE, DOMINGO: ESFAHAN – YADZ

  

Amanezco pronto por el ruido de unas obras y bajo a desayunar. Allá están los moteros y me despido de ellos. Como mola verles largarse en sus motazas, con las maletas a los lados, pintas de tíos duros… ja, ja, que envidia. Salieron de Zurich el 6 de noviembre. Su idea era llegar a India en mayo pero van cambiando de planes continuamente –como esa parada en Dubai-. Ahora creen que probablemente terminaran en Singapur o Thailand. Lo que si que están chupando es frío, yo como peatón estoy helado así que ellos en las burras…

 

Justo en la plaza al lado del hotel hay una oficina de Irán Air. Compro un vuelo Shiraz-Teherán para el último día por 39.500 dinares. Pienso llegar hasta Shiraz y luego para subir hay 930 km. En autobús pueden ser de 13 a 18 horas así que no teniendo mucho tiempo –solo 10 días- y no siendo caro –unos 40 pavos- esta es la derecha.

 

Tomo un taxi a la estación Kaveh y un autobús a Yadz. 300 kilómetros y el billete cuesta 33.000 dinares, es decir tres dólares y medio. Poco más de un dólar cada 100 kilómetros, el transporte está tirado.

 

En el autobús –para variar- se sienta un iraní con ganas de conversar. Tiene un libro de inglés y está estudiando. No le quedan horas todavía! Se llama Mohamd Abbasi y estudia en la universidad Ardakan, antes de llegar a Yadz. Me invita a quedarme en su casa a dormir pero no estando en Yadz deniego la invitación.

 

Llego a mi destino y tomo un taxi hasta un hotel que parece que tiene buena pinta, Silk Road. Y verdaderamente está muy guapo, con un patio interior y habitaciones muy acogedoras. 16 pavos por noche desayuno incluido. Dejo la mochila y salgo a socializar. Conozco a un islandés llamado Paul Arnason que habla perfecto español por haber vivido en Ecuador un ano. Es domingo y en España se juega el gran derby Madrid vs. Barcelona así que buscamos un lugar, cafetería o tetería, para ver el partido. Búsqueda infructuosa. En toda la calle principal no encontramos una tetería con una tele, manda webs!  ;-)  Sin embargo si encontramos un bonito restaurante llamado Soor Tradicional Restaurant, donde cenamos.

 

24 DE DICIEMBRE, LUNES: YADZ 

Me despierta un silbido. Intento conciliar el sueno, pero el silbido continua y continua, así que me levanto. Shit, yo que quería dormir! Salgo a desayunar y está el islandés así que me siento con el. Decidimos investigar la ciudad juntos. Lo principal: la ciudad vieja, construida en adobe y con las típicas “torres de viento” que se ven en Dubai, para capturar la menor brisa y refrigerar las casas. Entre otras cosas visitamos la “Prisión de Alejandro”, Jameh Mosque justo al lado de nuestro hotel, el bazar Panjeh-ali, y el museo del agua que me interesó bastante. Las montanas de Irán están peladas y conseguir agua ha sido un arte desde tiempos remotos. Desde hace más de 2000 anos construyen canales subterráneos que pasan por debajo de las casas, llamados “qanat”. En el museo se pueden ver dos, además de explicarte todo el procedimiento. Continuamos hasta Amir Chakhmaq Complex, un edificio curioso de tres plantas con diferentes terrazas.  Supongo que se utilizará para que los V.I.P.s sigan las ceremonias que se harán en la plaza que está enfrente. De ahí nos fuimos a un hotel y estuvimos echando unas partidas de billar. 3-0 para el islandés  ;-(

 

Paramos en una tienda de alfombras con la excusa de tomar “chai” (=té) gratis. El tío nos saca el té, un montón de alfombras y nos va explicando los modos de elaboración y los precios. Agradecemos la info y nos largamos sin comprar nada  ;-)

 

Volvemos al hotel. Como tiene un patio con un estanque en el centro ahí nos reunimos los “inquilinos”. Conozco a un italiano que habla español. La razón: estuvo viviendo una temporada en el gaztetxe de Getxo, ja, ja. También ha estado un par de anos en fiestas de Bilbao. Su plan: Irán-Emiratos-Omán-Yemen-Etiopía-Sudán-Egipto en bici. Tela! Un chaval muy majo que me dio la sensación de ser súper-joven. No creo que tuviera más de 23 anos. Le podía haber dado mi dirección en Dubai, pero seguro que se queda un mes, y ya tengo bastantes visitas últimamente. I am sorry, pero no puedo ser la madre Teresa siempre  ;-)

 

Cené camello con una Khosgovar, la cerveza sin alcohol iraní. Mientras cenaba oí un silbido familiar. Al igual que Alatriste reconoce el de Malatesta yo identifiqué inmediatamente el sonido que me había despertado esa mañana. Era el italiano silbando, cabrón!

 

Llamé a casa para felicitar la nochebuena y me metí en un Internet-café. Hacía tanto frío y tenía los dedos tan congelados que no podía ni teclear, así que a los 10 minutos desistí del intento. A la cama a leer un rato y a sobar. Era nochebuena pero para las 10 estaba en la piltra, cosa que verdaderamente no me produce ningún trauma.

 

25 DE DICIEMBRE, MARTES: YADZ-ASR ABAD-CHAK CHAK-KHARANAQ-YADZ

  

El islandés y yo habíamos hablado con la gerencia del hotel para hacer un tour el día de navidad por los alrededores de Yadz. Sobre las ocho y media estaba Lorian, nuestro taxista-guía esperándonos. Un tío simpático.

 

El primer pueblo al que fuimos se llamaba Asr-Abad. Era una vieja aldea de barro zoroastra ya abandonada. Podías andar por los tejados de barro con tranquilidad, es increíble ver lo consistentes que pueden ser estas construcciones. Está en medio del desierto, pero no un desierto como el de Dubai, sino de roca o tierra dura. Esta religión, zoroastrismo, es muy interesante. Solo quedan unos 150.000 seguidores en el mundo, unos 5.500 en la zona de Yadz. Creen en la pureza de los elementos por lo que se negaban a enterrar a los muertos –contamina la tierra- o a incinerarlos –contamina la atmósfera-. Los dejaban expuestos en “torres de silencio” donde pronto los buitres limpiaban sus huesos. Sin embargo en tiempos modernos los diferentes gobiernos les ha “sugerido” terminar con esta costumbre, por lo que los suelen enterrar en nichos de hormigón por eso de no contaminar la tierra. El guía nos ponía ejemplos de diferencias entre una aldea árabe y zoroastra. Por ejemplo en las casas musulmanas tienen doble hoja y dos aldabas, una a la izquierda para hombres y otra a la derecha para mujeres (o viceversa). Es importante para ellos saber el género del que está detrás de la puerta. Para los otros solo una aldaba, lo importante es que detrás de la puerta hay una persona. Por cierto, las puertas eran muy duras, como de hierro, pero claramente eran madera. Nos dijo que las cortaban y las ponían en excremento de caballo durante unos cinco anos y de ahí su dureza. Nos contó mil historias este Lorian pero no es cuestión de extenderse mucho.

 

De ahí nos fuimos a Chak Chak. Es el lugar de peregrinación en Irán más importante para los seguidores de Zaratrustra. Está a unos 72 kilómetros de Yadz y rodeado de montanas peladas. Las vistas son espectaculares desde el tempo del fuego de este lugar, “Pir-e-Sabz fire temple”. Fue una de las primeras religiones en postular un dios omnipotente e invisible y se representa en sus templos con una llama eterna. La única persona que vimos por allí fue el guarda del templo –que se encarga de que no se consuma la llama-, un gallo y una gallina. El guarda nos dijo que había dos ovejas en el monte. Menuda vida!  ;-)  Entre el 14 y el 18 de Junio es cuando este lugar atrae a miles de peregrinos que bailan, hacen fiestas, beben vino –si, no son como los musulmanes-, … Pero hasta esos 5 días creo que el guarda se muere de asco ahí con el frío que hace. El nombre Chak Chak viene de una vieja leyenda. Los árabes invadieron Persia en el 637 de nuestra era. La princesa Nikbanuh tuvo que escapar y se encontró en ese lugar sin agua. Tiró algo por la colina y empezó a manar agua, y ese sonido de borbotones, “chop chop” diríamos en español es lo que le dio el nombre de Chak Chak. Antes de marchar mantuve una animada pelea con el gallo. Pa’gallo Castrol. Ah, y para vacilón nuestro guía. Con el frío que hacía nos hizo quitarnos los zapatos y los calcetines para entrar al templo. Bueno, si son las costumbres locales no problem. Pero luego el capullo de él nos estuvo explicando historias e historias dentro del templo, descalzos sobre el frío mármol mientras el estaba en calcetines. Un poco de por favor!

 

El último pueblo de nuestra visita era Kharanaq. Otro pueblito con todo casas de barro que ha estado habitado más de 4.000 anos. Bueno, la parte vieja de las casas de barro ahora está deshabitada, viviendo la gente en casas nuevas algo más lejos. Visitamos la caravanserai del lugar. Estos eran los “hoteles” de hace mil anos donde se alojaba la gente que iba de un lugar a otro por razones de comercio o por lo que fuera. Consiste en pequeños habitáculos sin más, con un estanque en medio. No es gran cosa, pero lo bonito es imaginarte a los viajeros haciendo por ejemplo la “Ruta de la Seda”. 8.000 kilómetros desde la capital china Ch’ang-an (ahora Xian) hasta Costantinopla (ahora Estambul). Marco Polo entrando en Irán por Turkmenistán o Afganistán y alojándose en uno de estos refugios con su caravana. Esas imágenes son las que hacen unas simples piedras algo espectacular.

 

Al igual que en Esfahan también aquí tienen un minarete que “tiembla”. El guía nos dijo que subiéramos y que lo agitáramos, pero que era muy estrecho. Nada, intentamos el islandés y yo subir pero nos fue imposible. Bajamos, le pregunté a ver si el había subido alguna vez y me dijo que ni loco! Qué elemento   ;-)

 

A unos 250 metros del pueblo, en un valle, hay un acueducto bastante antiguo. Cruzamos al otro lado el guía y yo pero el islandés se quedo esperando ya que tenía vértigo.

 

Volvimos a Yadz y directo a la siesta. Me despertó el islandés. Había un noruego organizando una cena de navidad en el hotel, que a ver si me apuntaba. Nos juntamos 16 “mochileros”: un turco, holandeses, noruegos, taiwaneses…, como no el italiano… cena multicultural. El día anterior hicieron cena de nochebuena por lo que me dijo “parle”, el islandés, y se quedaron hasta las 3. Pero yo soy “El Grinch”  ;-)

 

26 DE DICIEMBRE, MIÉRCOLES: YADZ – SHIRAZ

  

Quedo con “Parle” a las 7:30 y cogemos un taxi a la estación. El se sube para Esfahan, yo me bajo para Shiraz. Bueno, en teoría es el plan. Hablé con el recepcionista del hotel dos días antes para que me comprara el billete para Shiraz a las 8 a.m. No habla muy bien inglés y dijo que sin problemas. Por la noche no le vi y su hermano me dijo que estaría a la mañana. Cuando le pregunte por el billete me dijo que no lo había comprado y que los autobuses a Shiraz siendo vacaciones estarían llenos, que no podría ir. También, cuando hablamos con él para reservar el tour le insistí en que queríamos ir también a un pueblo llamado Meybod. No problem, no problem. Le insistí y no problem. Pero luego con el taxista “problem”, dijo que estaba lejos del camino y que no estaba en el tour. Que la gente no hable inglés me parece perfecto. Pero si no entienden que lo digan, cono, que no te digan “OK, no problem”, y luego hagan lo que les sale de la punta del carajo! “I don’t understand, could you repeat please?”. Es esa una frase humillante o algo?  ;-)

 

 

Bien, en teoría solo tres autobuses partían ese día para Shiraz. El de las 8, el de las 2:30 y a las 8 de la noche. Pregunté en información y me dijeron que no había autobuses para ese día, pero que preguntara en la ventanilla 4, en la compañía “Mihan Noor”. Afortunadamente se sacaron de la manga un autobús a las 11 con lo que pude hacer ese día los 450 kilómetros que me separaban de Shiraz.

 

Parle intentó coger el de las 8 a Esfahan pero se quemó porque no le hacían ni caso. Finalmente con mucha paciencia pudo comprar uno a las 9. Hasta esa hora estuvimos hablando con un iraní albino de Teherán que estaba estudiando en una universidad cerca de Yadz. En un momento dado sacó el teléfono y nos preguntó a ver si nos podía grabar con ese artilugio una entrevista en inglés, porque así su profesor le iba a dar más puntos en su nota. De acuerdo chaval, adelante. Nos hizo la entrevista, lo que pasa es que ya llevábamos “Parle” y yo una vacilada buena, y contestábamos bastantes tonterías:

 

- Qué haces en tu país?

- Soy entrenador de delfines.

- Qué es lo que más te ha gustado de Yadz?

- El museo del agua. Estamos muy interesados en el agua y hemos visto muchos museos de este tipo, pero este es el que más nos ha interesado.

-…

 

Ja, ja, se nos va la olla. Pero fue interesante hablar con el chaval.

 

Las otras dos horas las pasé escribiendo postales y un par de sonetos para dos amigas, Ghada y Greta. No se si llegarán las postales pero enviarlas desde aquí está tirado. Por experiencias anteriores siempre que envías una postal, no importa lo pobre que sea el país, te va a costar el sello unos 80 céntimos de dólar. Lo cual supongo que es normal ya que no solo tendrías que pagar el servicio de correos en el país origen sino también en España, digo yo, y si el nivel de vida es más alto… Fui a la oficina de correos y pedí sellos para EEUU, Australia y Europa. Cada uno costaba 1000 dirhams, es decir, 10 céntimos de dólar. Insistí en que eran para los países anteriormente mencionados y ellos insistieron también en que 10 céntimos por sello. De acuerdo. Posteriormente, hojeando “Lonely Planet” leí lo siguiente: “Postage is very cheap. The cost of sending an airmail postcard to Europe, North America and Australasia is IR1000”. Ya me quedo más tranquilo.

 

Al coger el autobús a las 11 a.m. coincidí con dos taiwaneses y la taiwanesa (muy buena, por cierto) que estaban en mi hotel, “Silk Road”. Se fueron el día anterior por la tarde y durante la cena de navidad volvieron a aparecer con las mochilas. Habían intentado ir a Shiraz y los autobuses estaban llenos, así que tuvieron que pernoctar otra noche en Yadz.

 

Llegué a Shiraz y tomé un taxi al hotel seleccionado en la guía, Sasan Hotel. El recepcionista es un vendedor de humo consumado, habla más que un loro y no para de decirme que en el hotel están a mi servicio, taxi, tours, etc. Una vez bien, pero doscientas soltando el rollo… Ja, ja, en la guía dice “The manager could talk the leg of a billiard table, but he’s friendly enough”. Razón llevan. Subo a mi habitación, dejo la mochila y acuerdo con el un tour para el día siguiente, a Persépolis, Naqsh-e Rajab, Naqsh-e Rostam y Pasargade. Doy una vuelta, coincido en un restaurante de comida rápida con uno de los taiwaneses, un chino y un sueco, doy un paseo y a dormir.

 

27 DE DICIEMBRE, JUEVES: SHIRAZ – PERSÉPOLIS - NAQSH-E RAJAB -  NAQSH-E ROSTAM – PASARGADAE - SHIRAZ

  

Al día siguiente hay que madrugar. Desayuno a las 7 y el taxista me recoge a las 7:30 rumbo a Persépolis. Para entender esta maravilla de la humanidad, comparable con las pirámides de Giza o Angkor Wat en Camboya –ya visitadas anteriormente- hay que investigar un poco en la historia. En el siglo VII antes de Cristo el rey de una de las tribus persas, Aquímenes, creó un estado unificado en el sur de Irán, dando su nombre a lo que sería el Primer Imperio Persa, el de los aquimenitas. Para cuando su biznieto Cyrus II ascendió al trono en el 559 a.c. Persia era claramente un estado en desarrollo. En menos de 20 anos se convertiría en el mayor imperio que el mundo había conocido. Cyrus “El Grande”, como era conocido, derrotó a sus vecinos de Medes en Pasagardae –que luego visité, esta cerca-, y conquistó lo que es ahora Turquía, Paquistán, y a sus vecinos iraquíes. En lugar de pasar a cuchillo a estos últimos babilonios, Herodoto en “Las guerras de Persia” escribe que Cyrus declaró, entre otras cosas, que “he would respect the traditions, customs and religions of the nations of my empire and never let any of my governors and subordinates look down on or insult them… I will impose my monarchy on no nations. Each is free to accept it, and if any one of them rejects it, I never resolve on war to reign”. Vamos, que respetaría a los vencidos y sus tradiciones. Sus vecinos del noroeste no pensaron lo mismo de estas buenas intenciones y volvieron a la guerra comandados por el hijo de la reina de Massagetae, Tomyris. Victoria fácil para los aquimenitas ya que emborracharon a sus rivales y la batalla fue como robar a un crío. El instinto maternal de la reina Tomyris salió a flote y lanzó a todo su ejército contra las tropas de Cyrus II en la que fue descrita por Herodoto como la batalla más fiera que los de Cyrus tuvieron que batallar. La perdieron y la reina se tomó su revancha. Llenó un pellejo con sangre humana y hundió la cabeza de Cyrus “El Grande” en ella. Interesante la historia, eh?

 

El hijo de Cyrus se hizo con el poder. Intentó matar a su hermano pero antes otro oficial accedio al trono, mientras el primer conspirador moría misteriosamente en Egipto. Finalmente un pariente lejano, Darius I “El grande” –aquí todos son “El Grande”?- se hacía con el poder. Bajo el mandato de este sujeto empezaron los trabajos en Persépolis, sobre el 518 antes de Cristo. Pero sigo con la historia y luego con Persépolis. Darius expandió su imperio hasta la India y por el norte, hasta las orillas del Danubio en Europa. En el cenit de esta civilización tenían carreteras pavimentadas, caravanseis a intervalos regulares para proveer de comida y refugio a los viajeros, e incluso introdujeron el primer servicio postal del mundo, con caballos, bastante eficiente.

 

No sé si esto os aburre pero a mi me encanta porque ahora llegamos a algo que seguro que os sonará. Las colonias griegas de Asia menor se revelaron contra el poder de los persas. Darius decidió entonces invadir Grecia para eliminar las ciudades-estado que proveían a las colonias. Pero en el 490 a.c. los ejércitos de Darius fueron derrotados en Marathon, cerca de Atenas. De la batalla de Maratón y de la leyenda de los 42.2 kilómetros que tuvo que recorrer el mensajero ya habréis oído hablar. Darius murió en el 486 antes de Cristo. Sus sucesivos descendientes fueron haciéndose cargo de un imperio en decadencia, que sufrió un lento declive hasta que en el 330 a.c. Alejandro Magno, rey de Macedonia –de frutas- les venció totalmente.

 

Vaya chapa? No, un poco de la vasta historia persa!  ;-)

 

Vuelvo entonces a Persépolis. Se creo este magnífico complejo para servir de centro religioso a un imperio cuya religión principal era el Zoroastrismo. Irán no abrazó las enseñanzas del profeta Mahoma hasta mucho después, ano 632 de nuestra era con la invasión de los árabes. Si vas al Coliseo Romano es puramente diseño romano, si vas al Partenón Griego, pues griego, y así en la mayoría de las culturas. Esta antigua ciudad es diferente ya que recoge ejemplos de diseños multiculturales, de cada una de las culturas que formaban parte del imperio.

 

Llegué allí sobre las 8:20, un 27 de diciembre con un frío que pelaba. La ventaja: estábamos 4 turistas, cada uno a nuestra bola, en una extensión de 125,000 metros cuadrados. Vaya gozada, no?, poder disfrutar de esto con tranquilidad. Así que fui paseando por los distintos palacios, escaleras y tumbas. Si, hay dos tumbas excavadas en la roca tipo “Petra” en Jordania. Me acerqué a ver el museo y me dijeron que estaba cerrado porque no había electricidad. Fui con tranquilidad de un sitio a otro, leyendo sobre todo lo que estaba viendo, y sobre las 10:30 cuando ya empezaba a llegar más gente, cambié de tercio.

 

Como no se puede explicar con palabras lo que ves, o vais, o lo leéis en Wikipedia o en la clásica Larousse. Si que terminaré con una anécdota. El fin de Persépolis fue un gran incendio durante la estancia de Alejandro Magno en el 330 a.c. Todavía no se sabe si fue consecuencia de una gran fiesta etílica, o fue la deliberada venganza por la destrucción de Atenas por Xerxes, el hijo de Darius.

 

Me encuentro con el taxista y recorremos los 2 kilómetros que separan Persépolis de Naqsh-e Rajab. Se trata de una tumba escondida en una colina, con cuatro paneles grabados en piedra. De ahí recorremos otros cuatro kilómetros y nos presentamos en Naqsh-e Rostam. Son cuatro magníficas tumbas excavadas en paredes de roca que se cree pertenecen al mencionado Darius I y a tres de sus descendientes (Artaxerxes I, Xerxes I y Darius II), pero todavía se está debatiendo eso. Existen además 8 paneles con imágenes de conquistas imperiales y ceremonias reales excavadas en piedra. También, enfrente de esta colina está Kaba Zartosht, lo que se cree fue un “templo del fuego”.

 

Nos alejamos 50 kilómetros al norte de Persépolis y llegamos a Pasargadae. Allí se encuentra la tumba de Cyrus “El Grande”. Por lo demás, las ruinas están muy mal cuidadas. Hay que hacer un gran esfuerzo para imaginar la grandeza del lugar. Hablando con el guía me dice que el gobierno no se preocupa nada por conservar estos sitios. De hecho un mulláh quiso poner T.N.T. en algunas ruinas de Pasargadae, porque todo lo que va de reyes no va con su república islámica. Fueron los vecinos de los pueblos de alrededor los que se opusieron a ello, interponiéndose entre la dinamita y los monumentos. De igual manera pasó en Persépolis.

 

En Pasargadae se puede ver una réplica del monumento Kaba Zartosht que vi en Naqsh-e Rostam. Estaba derruido y un equipo de italianos se estaba encargando de restaurarlo. Hasta que el gobierno dijo que no era necesario, que así en el suelo estaba bien. Manda webs!

 

He oído solo la versión de la gente que habla inglés sobre el gobierno y la verdad es que no parece nada popular, al contrario. Sin embargo solo he escuchado a una parte. Igual los que no hablan inglés y solo hablan farsi, con los que no me puedo comunicar, piensan que una república islámica es la solución a todos sus problemas. Je ne sais pas.

 

Volvemos a Shiraz. Me echo la siesta y el de la recepción me despierta llamando por teléfono para que baje a pagar el tour. “Vete a la mierda y déjame dormir, ya pagaré luego” pienso, sin embargo me pongo los vaqueros, bajo y de mala hostia le pago. Excelente atención al cliente despertarme de la siesta, no hay cosa que me joda más.

 

Más descansado me preparó para pasar la tarde en Shiraz. Voy a Regent’s Mosque, una mezquita bastante interesante pero esta cerrada. Camino un poco por el bazar y me cojo un taxi a Aramgah-e Hafez, la tumba de Hafez. Los iraníes dice que en todo hogar debe haber dos cosas: primero el Corán, y luego un ejemplar de Hafez. Y muchos cambiarían el orden. Hafez fue un poeta iraní del siglo XIV y casi todos los persas pueden recitar algo de él. En el centro del complejo está su tumba de mármol, y alrededor unos jardines muy bonitos para pasear, tienda de libros, escuela… Fui allí sobre las 7 de la tarde y había un montón de gente.

 

Vuelta al centro de la ciudad, cena y a dormir. Antes hubiera preferido tomarme un buen vaso de Shiraz en lugar de una taza de “chai” –es como llaman aquí al té- pero no puede ser, jugadas del destino  ;-)

 

28 DE DICIEMBRE, VIERNES: SHIRAZ – TEHERÁN

  

Desayuno, taxi al aeropuerto de Shiraz y a las 11:15 tomo un avión que me deja 80 minutos más tarde en el aeropuerto Mehrabab, en la ciudad de Teherán. Mi vuelo de vuelta a Dubai sale desde el otro aeropuerto, Imán Khomeini, ocho horas y cuarenta y cinco minutos después. Teniendo que estar 2 horas antes significa que tengo unas 6 horas para ver la capital iraní. Pero no me llama mucho andar con la mochila y preocupado por el reloj así que cojo un taxi -15 dólares- hasta el otro aeropuerto, que está a unos 30 kilómetros de la ciudad. Pasamos por el Monumento Azadi que ya vi hace 10 días en el autobús hacia Esfahan. Fue construido en 1971 para conmemorar el 2.500 aniversario del imperio persa. Es una postal bastante típica y prácticamente lo único que he visto de Teherán. El conductor es un psicópata y se saca carriles de la manga donde literalmente no hay espacio. No se si espera una propina por llegar rápido pero con esa forma temeraria de poner nuestras vidas en peligro no le doy ni pa’pipas. Llegamos al aeropuerto y me dedico a hacer tiempo. Un café, un paseo,… hasta que descubro que hay terminales gratis de Internet. Je, je, día de los inocentes así que hay que hacer alguna. Escribo a mis colegas diciendo que he perdido el pasaporte, que se me caduca hoy la visa y que tengo el vuelo de vuelta y no se que hacer. Consejos? Ja, ja, algunos entran al trapo a saco. Iriarte se lamenta porque ha visto en Internet que es uno de los peores lugares del mundo para perder el pasaporte. Emilio y Ramón me mandan los contactos de la embajada española en Teherán. Y el que se sale es Txema el gallego que directamente llama a la embajada iraní en Madrid, habla con ellos y me escribe diciendo que tengo que ir a la policía, explicar mi situación y conseguir un permiso de salida. A todo esto yo en la terminal descojonándome solo. Es bueno saber que la gente se moviliza así de rápido por ti, espero que no me pase algún día como el cuento del lobo. Bueno, otros colegas no se creyeron la historia como Natxo, Jose Mari o Rolando. Gasté mis últimos dinares en el duty-free comprando cajas de dulces para regalar, y vuelta a Dubai.

 

Irán es un país barato. Gasté los 400 dólares que cambié en los 10 días. 40 fueron para el billete de avión, 35 para el tour en Shiraz y 28 para el tour en Yadz. Descontando estos 100 dólares que te puedes ahorrar si quieres ir más de “tirao”, son 300 dólares en 10 días. Una media de 30 por día, durmiendo en habitaciones individuales con baño en hoteles decentes, comiendo decentemente, entrando a un montón de atracciones, regalos y 1.190 kilómetros de autobús. Y especialmente estando el euro a 1.45 dólares, un chollo para los europeos.

 

En el avión volví a coincidir con el alumno de Emirates School que me encontré a la ida. Me dijo que ya no volvería en 2 anos porque si no tenía que hacer la mili. Iba a esperar a ir a la universidad y conseguir una carta para estar exento durante ese tiempo, y que luego ya vería. El padre de una alumna mía, que me dio antes de viajar su teléfono de contacto en Teherán por si lo necesitaba, me escribió un e-mail posteriormente diciendo que me había visto de lejos en el avión, pero que al salir ya no me localizó.

 

CONCLUSIÓN

  

Al igual que con Yemen, muchas tonterías dicen los medios de comunicación sobre ciertos países. Pero cuando te olvidas un poco de los periódicos y de la caja tonta, y hablas con gente local o turistas que han estado y conocen el país en primera persona, te das cuenta de que no es como nos lo quieren mostrar. Si que el gobierno que tienen a mi personalmente me parece malísimo, pero no hay que mezclar a los dirigentes con el pueblo llano. Un tío dice que es americano y ya la gente piensa que es pro-Bush, e igual es una bellísima persona en contra del loco de Texas. Lo mismo en Irán. La gente es súper-hospitalaria, se alegran de recibir turistas y nos tratan de maravilla. Por mi experiencia y con los que me ha tocado contactar no son anti-yankees, aunque muchos entre los que me incluyo si que discrepan con las ideas de Jorge Arbusto.

 

Para las mujeres viajar solas es difícil. No porque sea inseguro, que no lo es, sino que os pueden poner pegas a la hora de registraros en un hotel. Con otra mujer o preferiblemente con un hombre, mejor. Triste pero así es. En cualquier caso si tenéis ocasión no lo dudéis. Me ha encantado, es un destino que tiene de todo: gente maja, cultura milenaria, esquí, playa, monumentos y mezquitas guapísimas, …  Daos una vuelta por Persia y no os arrepentiréis!  ;-)         

 

6 comentarios

lulu -

se me hace poco suficiente nesicitamos mas infomacion xcierto te qiero muxoo nene lindo hermoso te amoooo by . lulu,

Ines_table -

He aterrizado aquí por casualidad y me he enganchado por lo que me lo he leído entero. Me ha encantado tu relato; la mayoría sólo sabemos de éste país asuntos del gobierno, represión bestial de las mujeres...
pero nada sobre sus habitantes!
muy buena

Espaliu -

Me ha gustado mucho tu narracion y me ha recordado el viaje que he hecho en febrero muy similar al tuyo, aunque tambien estuve esquiando en los Alborz. Iran es un pais alucinante

Ainara -

Hola,

He encntrado tu blog por casualidad. Increibles todas las historietas.

Gracias, alucinante la historia de Irán.

Por cierto supongo que ya conoceras el libro de Persépolis ;-)

Natxo -

Gracias por las postales

gortz -

Castrol!!!
Joder me he quedado 3 horas leyendo toda la historieta!!! yo se que es una chapa escribirla, pero gracias. Yo la he disfrutado a tope!! a veces incluso haciendome a la idea de estar alli!!! Muy bueno!!!
Y por cierto, feliz año!!!
Cuidate!!
gortz