¡¡¡¡¡NO A LA AUTOPISTA DOS MARES!!!!! :-( - ¨Y los viejos cuentan, con tristeza ¨
¨Y los viejos cuentan, con tristeza, que en el mar,
hubo mil ballenas, hoy decenas … y Dios dirá…¨
¨Entre Salitre y Sudor¨ -Duncan Dhu-
En 1970 se inauguró la Central Nuclear de Garoña. Para enfriar el reactor tuvieron que hacer un embalse en el Ebro, construyendo la presa en Sobrón.
Yo nací en el 74, y siempre he conocido el Valle de Tobalina con ese pantano. A mí personalmente me parece precioso. Sin embargo, con todos los viejos del lugar con los que he comentado el tema siempre han hablado con nostalgia del río que había antes. De las truchas que se podían coger, de los árboles en sus riberas, de cómo se bañaban allá. Ahora solo cuatro locos nos bañamos en el pantano y uno hacía windsurf. No creo que sea muy recomendable teniendo una central nuclear a escasos kilómetros rio arriba, pero aún así me baño cuando puedo. A la altura de Tobalinilla todavía se pueden ver casas sumergidas, y si baja mucho el nivel del pantano, como ha pasado alguna vez, también en otras zonas. No creo que a sus inquilinos les hiciera mucha gracia.
El 27 de diciembre de 2008 nació mi sobrino Ander. Ese mismo día se publicaba en el B.O.E. la siguiente noticia:
http://www.boe.es/boe/dias/2008/12/27/pdfs/B15205-15205.pdf
Anuncio de la Demarcación de Carreteras
del Estado en Cantabria sobre Resolución
de 23 de diciembre de 2008, de la Dirección
General de Carreteras, por la que se
somete a información pública el «Estudio Informativo
y el estudio de impacto ambiental:
EI.1-E-194. Corredor de conexión del eje cantábrico
con el Valle del Ebro y el Mediterráneo.
Autopista Dos Mares».
Tanto él como Paula, mi otra sobrina de tres años y medio, cuando tengan uso de razón conocerán un Valle de Tobalina atravesado por una autopista. Para ellos será normal. Y los entonces viejos del lugar les contaremos con muchísima pena que hubo una época en la que podíamos vivir tranquilos en el valle. Sin ruidos y en paz. Que desde el Cueto y el Humión teníamos una vista casi virgen, y que podíamos andar con nuestras bicicletas sin cruzar por debajo o por encima de ninguna autopista. Que el horizonte ante nuestros ojos siempre era verde o marrón, dependiendo de si mirábamos a los montes o a cualquier iglesia, castillo o construcción de piedra con ese color característico. Pero para ellos será normal mirar al horizonte y ver una brecha negra de alquitrán con vehículos que sabe Dios con que andarán en 20 años, o a que velocidades irán. Les contaré también que sus abuelos vieron un valle sin un pantano, que debía ser precioso.
Quizás mis sobrinos cuando tengan mi edad les contarán a sus hijos que antes subían al monte andando, y que disfrutaban con sus amigos de un poco de pan con queso o chorizo y de una botella de vino a medio camino o en la cumbre. Pero quizás los biznietos de mis padres, en el 2050, no comprendan por qué nadie querría subir andando al Humión o al Cueto en lugar de usar los teleféricos que en nombre del progreso y para ahorrar tiempo se instalaron en la zona. O quizá se lamenten porque en estos tiempos no teníamos la tecnología adecuada para sentarnos delante del ordenador y virtualmente poder disfrutar de todas estas sensaciones, sin tener que hacer ningún esfuerzo por llegar a la cima.
No lo digo concretamente por esta autopista, sino en general. Desde hace mucho tiempo tengo la idea de que a nuestros herederos les estamos dejando un mundo mucho peor. El progreso llegó a un límite hasta el que fue bueno… y ahora se está volviendo en nuestra contra. Antes era el planeta azul y muy pronto va a ser una cloaca. ¡Lo siento ¨sobris¨, no hemos sabido cumplir! L
Ya lo cantaba R.I.P. …
¨Ya no queda alternativa,
no tenemos solución,
el futuro inmediato
es la destrucción.
Última generación.
No tenemos más futuro,
sólo nos queda esperar
la desolación del caos,
la hecatombe nuclear.
Última generación.¨
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