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Basurde Xiao Long

Fiesta de navidad de la escuela

Fiesta de navidad de la escuela

Empezaré diciendo para desahogarme que tengo ahora mismo a un !”·$%&/()=?¿ tocando la batería en el piso de arriba. No sé da cuenta de que en un edificio de apartamentos no se puede tener ni tocar una p*** batería, porque molestas a los vecinos –especialmente a la hora de la siesta, como pasa con frecuencia- pero como no quiero batallas con su padre –que casualmente también es profesor de la escuela y con el que no tengo mucha confianza- pues de vez en cuando me lo tengo que tragar. Si coincide que estoy viendo una película, cenando, o haciendo cualquier cosa que no requiera usar la pelota  ( o siesta) pues no me importa demasiado. Pero cuando quiero paz y se pone a tocar el p*** instrumento de los coj****, desearía que (la frase ha sido eliminada por no cumplir el criterio de diplomacia). En fin. Un ejemplo más de que el sentido común de mucha gente brilla por su ausencia.

 

¿Qué ha pasado por aquí estos días? El finde pasado hicimos una salidita por Shanghai solo hablantes nativos de español. Un catalán y una catalana, una mexicana, un ecuatoriano, un servidor y a última hora se cayeron de la convocatoria una chica de Puerto Rico y otra malagueña. Visitamos Shasha´s, Mistral –un restaurante catalán- y a partir de ahí unos cuantos bares que no recuerdo los nombres :-) Buenas risas, y bueno también olvidarse del inglés de vez en cuando.

 

Para este fin de semana el plan era ir a la fiesta de la escuela. Todos los años la gala de navidad se organiza en un hotel de cinco estrellas, Le Meridien, que está al lado de People´s Park y con vistas a la calle Nanjing. Muchos profesores con smoking y muchas profesoras guapísimas en sus mejores versiones. Allá me presenté a las 6 p.m. o´clock justo cuando empezaba el cocktail, después de tragarme un rato de autobús y otro rato de metro con otros dos profesores. Pese a ir elegantes optamos por la opción transporte público –más ecológica- para acudir al evento, así que alguna mirada ya levantaríamos :-)

 

Después de tomar unos cuantos vinos –no por voluntad sino porque no dejaban de rellenar las copas- nos sentamos a cenar, yo en una mesa con dos parejas yankees que hablan español, un chino y cuatro chinas. Nada mal. Como en todo en la vida es importante no caer en ¨malas compañías¨.

 

No sé cuántos profesores estamos en plantilla en la escuela, pero el aforo estaba reducido a 500 personas (te podías traer a la pareja haciendo la reserva antes pero Castrito afortunadamente sigue solterón para agrado y enfado de algunas). Imagináos por tanto un salón bastante grande. Durante la cena se sortearon más de veinte premios entre los presentes, de los cuales no me tocó ninguno. Pero a ver que os parecen:

 

1.- Premio en metálico de 7,000 RMB (= 795 euros)

2.- Premio en metálico de 3,000 RMB (= 340 euros)

3.- Premio en metálico de 2,000 RMB(= 227 euros)

4.- Premio en metálico de 1,000 RMB(= 113 euros)

5.- Doce botellas de Moet & Chandon

6.- Vale de 5,000 RMB (= 567 euros) en una agencia de viajes

7.- Un iPad de 16G

8.- Mini10 LapTop Dell New Inspiron

9.- Un viaje de ida y vuelta de Shanghái a Hong Kong

10.- Dos cámaras digitales Ricoch R10

11.- Una cámara digital Nikon

12.- Tres perfumes Calvin Klein

13.- Dos vales de 1,000 RMB (= 113 euros) en una agencia de viajes

14.- Estancia de dos noches en una habitación de lujo en el Le Royal Meridien – Shanghái, con desayuno incluido

15.- Dos cena-buffet para dos en el restaurante Le Bistrot (Le Royal Meridien)

16.- Comida para dos –fin de semana- en el restaurante Favola (Le Royal Meridien)

17.- Vale de 1,000 RMB (= 113 euros) en una tienda de antiguedades

18.- Dos vales de 500 RMB (= 56 euros) en el bar-restaurante Face

19.- Dos vales de 500 RMB (= 56 euros) @ Pin Chuan

20.- Vale de 500 RMB (= 56 euros) en Dragonfly, un spa

 

Los premios salen de patrocinadores que trabajan y hacen negocios con la escuela. No están nada mal, ¿uhm?

 

Después de la cena empezó el baile. Discretamente en un momento dado hice la del humo y me largué, llegando a casa –congelado- antes de que el reloj diera las XII campanadas y se rompiera el embrujo. Digo congelado porque al salir del metro fui directo a una de las numerosas moto-taxi que esperan fuera de las estaciones para que me llevara a casa. La última parada –East Xujing, línea 2- está a unos cinco kilómetros de mi queli. Lo que no contaba es con el frío que hacía a esas horas y llevando solo el traje de paquete hace rasquilla.

 

Y eso ha sido otro añito en la fiesta de navidad, que el año pasado me perdí porque estuvieron por aquí mis colegas. Esta semana seguro que habrá más fiestillas –el miercoles sin ir más lejos hay algo- y pronto ya estaré en casa celebrando las navidades, con mis tres sobris tres.

 

 

Ah, recordando que en Dubai American Academy donde trabajé tres años hoy les visita Bill Clinton… en nuestra fiesta también estaba la cónsul americana en Shanghái, a la que conocí casualmente hace dos años en la misma fiesta. Una señora muy simpática y accesible que sonríe con facilidad.

1 comentario

Fons -

Si cumples el nuevo criterio de diplomacia, deberías gritar a los cuatro vientos, la vena escatológica sobre sus ancestros, que te producen las habilidades musicales del vástago de tu vecino.