Libros: ¨Angola, la intensidad de SER humano¨.
Dice el libro sobre el autor: ¨Borja Monreal Gainza nació en Pamplona, Navarra, donde comenzó una vida que le ha llevado a saltar de un sitio a otro en busca de la mejor manera de entender el mundo. Tras terminar sus estudios de Periodismo decidió que para obtener respuestas hacía falta mucho más que leer libros y escribir historias: se necesitaba ver la realidad in situ y entender el por qué de las diferencias humanas. Para ello desde muy joven viajó para tener la oportunidad de conocer al otro. Y en sus viajes descubrió que las diferencias entre las personas no eran más que preconcepciones y malformaciones de una realidad que nos supera.
Publicó su primer libro en 2008, ¨Un país que se apaga: la República Democrática del Congo en busca de futuro¨, un análisis histórico-político del país africano y sus implicaciones en el futuro de laregión de los Grandes Lagos; dos años más tarde se estrenó en el mundo de la novela con ¨Cómo me convertí en un muerto¨, un libro a camino entre la novela negra y la psicológica en el que se debatían los conceptos de la moral, la razón y la justicia frente a una vida que se encaminaba a la falta de sentido.
Angola, la intensidad de SER humano, es su tercer libro y en él se introduce de lleno en la realidad de un país que le ha visto crecer como persona, Angola.
En el año 2012 recibió el galardón Francisco Ynduráin de las letras para escritores jóvenes de la Asociación Bilaketa.
En la actualidad reside en Angola, donde trabaja como Delegado de la Fundación CODESPA trabajando para apoyar la mejora de las condiciones de vida de campesinos de las áreas rurales del país¨.
A esos tres libros le siguió posteriormente ¨El sueño eterno de Kianda¨ que comenté aquí.
¿Por qué este título? Ya desde el principio nos lo explica:
¨Todo en nuestras sociedades está delimitado y normalizado. No podemos actuar con libertad porque los márgenes que se han establecido para nuestra discrecionalidad son tan escasos que nos hacen caminar en una pequeña jaula dorada en cuyos bordes se encuentra la verdadera vida. Y lo que es peor, lo hemos asumido y aceptado.
En Angola en cambio el hombre es mucho más hombre, más humano, para lo bueno y para lo malo. Y esto se debe a un factor diferencial: todo en Angola es intenso. Desde un paseo por la ciudad a una cena en la calle. Desde una cerveza en la playa hasta un viaje a un rincón escondido en provincias. Todo adquiere un carácter más dramático, más esencial, más intenso. O lo que casi es lo mismo, más extremo. Y son estos extremos los que hacen que la vida adquiera sentido. Es como si no existieran los términos medios: lo bueno es increíblemente bueno, y lo malo es jodidamente malo¨.
Este libro es una colección de experiencias personales y reflexiones sobre lo que el autor ha visto en sus años viviendo en Angola. Debo comenzar diciendo que me suele aburrir sobremanera leer libros de viajes en los que los protagonistas cuentan sus historias. Por alguna razón no puedo con ellos y si me pongo con alguno es probable que no lo termine. Este no es el caso. No es un libro de viajes, es una descripción certera de la sociedad angoleña a través de vivencias personales del escritor. Me ha mantenido enganchado desde que lo empecé. Son historias cortas que no te dejan indiferente. Muchas son como un directo a la mandíbula y me hacen darme cuenta de que a pesar de llevar tres meses en Luanda me queda mucho para romper la burbuja y llegar a comprender lo que se ve a través de la ventana del coche. Qué hay detrás del tío que te persigue en el supermercado para a la hora de pagar poderte meter en tu cesta algo de comida para llevar a su familia. Qué hay detrás de esos vendedores que esperan en los atascos venderte algo para ganarse la vida. Por qué esta corrupción endémica, de dónde vienen y a donde van. Es este ensayo sin duda uno de los libros que más me ha hecho pensar, leer las historias era ir diciendo ¨hostia, hostia, hostia¨. Mientras escribo estas líneas lo tengo delante y ya mirar la portada me produce cierto desasosiego. Es un libro que te escupe la realidad a la cara y no te puede dejar indiferente. Te lleva a conocer Angola a otro nivel y te hace darte cuenta de hasta que punto acostumbrarte a ver pobreza, aquí y en muchos de los países por los que hemos viajado, nos llega a deshumanizar. Hay lecturas que son un remanso de paz, otras una montaña rusa, divertidas, ilustrativas, esta es una ambulancia a toda velocidad con la sirena a tope, molestando y retumbando en tu cabeza, haciéndote ver que no entiendes nada. Que vives en una burbuja muchas veces juzgando sin saber nada de lo que hay detrás. ¡Muy-muy-in-ten-so!
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