Alwar (Rajastán, India).
¡Las ciudades con montañas no decepcionan!
Esto es lo que dice la ¨Guía Visual India¨ sobre Alwar. ¡Me ha encantado! ¡El museo impresionante! (pero no se pueden tomar fotos).
¨El antiguo Estado principesco de Alwar es ahora una polvorienta ciudad, que los turistas visitan camino al Sariska National Park. Alberga varios monumentos notables, construidos por sus acaudalados gobernantes en el siglo XVIII y que merece la pena visitar. Entre ellos destaca el City Palace, cuyos rasgos arquitectónicos incluyen profusión de cubiertas curvas bangaldar y chhatris (pabellones), y delicadas tracerías y jaalis. El palacio, erigido en 1793, alberga ahora el District Colectorate y la comisaría de policía, y se aprecia mejor desde el amplio patio central, con sus bellos pabellones de marmol. Los salones Durbar y Sheesh Mahal, en la primera planta, solo pueden visitarse con un permiso especial.
Una puerta a la derecha del patio conduce al City Palace Museum, que comprende tres salones de la planta superior. Entre sus tesoros, legado de la opulenta vida que llevaban los maharajás de Alwar, hay copias exquisitas del Gulistan (escrito en 1258), del poeta persa Sa´adi, y del Babur Nama o Memorias de Babur (1530), además de magníficas miniaturas mogoles y rajput, y una fascinante armería, donde llama la atención una macabra espiral denominada nagphas, que se utilizaba para estrangular enemigos. Otra pieza única es una mesa de comedor de plata con particiones, a través de las cuales pueden verse bandadas de peces de metal.
Detrás del palacio, al otro lado de un majestuoso kund (estanque), se halla el cenotafio del maharajá Bakhtawar Sing (reinó 1790-1815), aquí conocido como Moosi Maharani ki Chhatri, en honor a su amante, que se lanzó a la pira cuando murió. Es un monumento elegante que combina arenisca marrón y mármol blanco y posee techos adornados con pinturas de pan de oro.
Desde una escarpada colina se cierne el fuerte Bala Qila, de extensas murallas y enormes puertas, que ofrece una vista espectacular desde lo alto. En sus orígenes fuerte de barro del s. X, fue ampliado por los mogoles y los jat, y conquistado por Pratap Singh de Alwar en 1775. Dentro hay un palacio con bonitos frescos, el Nikumbh Mahal, en cuyo palacio hay ahora una comisaría de policía. También se conservan ruinas del Salim Mahal, que debe su nombre a Jahangir (Salim), heredero del emperador mogol Akbar, quien fue exiliado aquí después de planear el asesinato de Abu´l Fazl, cronista oficial de Akbar.
Cerca de la estación de tren está la tumba de Fateh Jang, uno de los ministros del emperador Shah Jahan, erigida en 1647. Preside esta estructura de cinco alturas una enorme cúpula, y sus muros y techos tienen relieves de escayola.
El pulmón verde de Alwar, Company Bagh, es un bonito jardín con un invernadero¨.
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