Sábado de celebraciones y de contrastes. Nueva Delhi, 18 de mayo de 2024.
Ayer sábado 18 de mayo me pasé por un par de fiestas:
-La fiesta de cumpleaños de la hija de un trabajador de mantenimiento de la escuela.
-La fiesta de fin de curso para profesores y personal del colegio.
El trabajador de mantenimiento del cole vive en Vivekananda, un poblado que está justo al lado de la escuela. Todos los días tienen que esperar al camión cisterna que trae agua varias veces al día porque en las casas no hay baños ni agua caliente. Su casa consiste en una pequeña cocina, de más o menos 1.5mx 2m, y un único cuarto de menos de 3x3m. Ahí vive con su familia. Los baños están en el exterior y son comunitarios. Ya me había invitado el año pasado también. Compró un pastel, encendió unas velas y empezó la humilde celebración. Niños se asomaban por la puerta y entraban de forma ordenada para recibir su trozo de tarta, que se iban a comer fuera porque en la casa no había sitio. Ese día por la mañana este trabajador del cole había estado montando la decoración de la fiesta de profesores en el gimnasio, hoy domingo estará trabajando en desmontarla, junto con su cuadrilla.
Después de estar un rato en la celebración con esa familia (y siendo el único que no era parte de la familia) me fui al colegio para la fiesta de profesores.
El contraste era abrumador. Una cena exquisita, barra libre, la decoración preciosa y mucha diversión entre auténticos privilegiados de la sociedad.
Dos mundos completamente diferentes en menos de 400 metros. El contraste brutal de la India.
0 comentarios