Blogia
Basurde Xiao Long

Viajes

The African Dream podcast – Annabelle Mambwe, International Pedagogue and Explorer

The African Dream podcast – Annabelle Mambwe, International Pedagogue and Explorer

Yesterday I listened this interview to Annabelle in the podcast The African Dream. I found it very motivational and entertaining. If you have a chance check it out. 

In one part of the interview she refers to this video

Hoy deberíamos estar en un avión volando a Namibia.

Hoy deberíamos estar en un avión volando a Namibia.

En estos momentos es lo de menos. Pero uno no puede evitar pensar que en circunstancias normales, justo ahora, me encontraría sentado en un vuelo rumbo a Windhoek, la capital de Namibia. Allí me encontraría con Iñigo, Pau, Edu y Elisa, con todo preparado para hacer un road trip en un Toyota Hilux bien equipado para ir acampando por el camino.

 

Los planes se posponen, hay ahora cosas mucho más importantes de las que preocuparse. Pero volveremos. Y cuando lo hagamos contaremos otra vez con Namvic para alquilar el todoterreno, porque son una gente excepcional. Si os dejáis caer por esa parte de África en el futuro ahí tenéis un buen punto de contacto para empezar vuestra aventura.

Cataratas de Victoria (Zambia + Zimbabue) y Parque nacional de Chobe (Botsuana)

Cataratas de Victoria (Zambia + Zimbabue) y Parque nacional de Chobe (Botsuana)

Cataratas Victoria (Zambia & Zimbabue) - 347 fotos

 

Parque nacional de Chobe (Botsuana) - 189 fotos

 

Chaminuka Lodge (Zambia) - 47 fotos

 

Video Vuelo Lusaka-Livingstone (Zambia) (1´05¨)

 

Video Leones y elefantes en el Parque nacional de Chobe (Botsuana) (1´41¨)

 

Video Jacuzzis at Victoria Falls (Zambia) (2´45¨)

 

Relive - Cataratas de Victoria (Zimbabue y Zambia) (43¨)

 

Relive - Chobe National Park (1´49¨)

 

Relive - Devil´s Pool - Victoria Falls (Zambia) (32¨)

 

Relive - Aeropuerto Lusaka - Chaminuka Lodge (Zambia) (53¨)

 

Logistics – For my English speaking friends

 

Este año las vacaciones de Navidad las tenemos del viernes 13 de diciembre al lunes 6 de enero (esos dos días toca currar). A España tengo que ir sí o sí, porque es época de estar con la familia y amigos y me apetece mucho. Pero teniendo tres semanitas se puede combinar con algún viaje por aquí cerca, y es lo que hice. Cuando compré el vuelo a España para Navidades allá por agosto lo hice dejando unos días para hacer turisteo, volando a España el 22 de diciembre.

 

Habiendo comprado el vuelo a España con tanta antelación uno podría pensar que también habría organizado ese mini-viaje previo también con antelación. Pero no, fue el viernes 29 de noviembre cuando me dije: ¨upps, dos semanas para vacaciones y todavía no he mirado nada¨. Tenía en mente varios planes, todos con vuelos directos con la compañía nacional de Angola TAAG:

-Mozambique

-Zimbabue

-Zambia

-Quedarme en Angola e ir al sur, a la zona de Cuito Cuanavale.

 

Al final ese viernes miré combinaciones y el que mejor cuadraba de fechas y precios era Zambia, el vuelo a Lusaka. Resultó ser una excelente opción. Además justo ese viernes era Black Friday y mirando vuelos internos de Lusaka a Livingstone (donde se encuentran las cataratas de Victoria) vi que tenían un descuento del 35%, así que adelante con ello.

 

PLAN DE VUELO

 

Domingo 15 de diciembre de 2019

Vuelo TAAG DT589 de Luanda (08:30) a Lusaka (12:15)

Vuelo Proflight PO0708 de Lusaka (16:50) a Livingstone (18:00)

 

Miércoles 18 de diciembre de 2019

Vuelo Proflight PO0705 de Livingstone (12:20) a Lusaka (13:30)

Vuelo TAAG DT587 de Lusaka (20:05) a Luanda (21:50)

 

En cuanto compré los billetes se lo comenté a mi compañera de viajes, Annabelle, que es de Zambia y sabía que iba en ese vuelo DT589 a su ciudad Lusaka. Le pilló por sorpresa que no le hubiera comentado nada antes, pero fue la decisión del momento, mirar opciones y p´adelante, una hora antes de ir a trabajar. Me dijo que ella el lunes 16-D tenía cosas que hacer en Lusaka por la mañana, pero que volaría a Livingstone ese lunes por la tarde para unirse al viaje. ¡Genial!

 

PLAN

 

Ahora tocaba preparar el plan. Iba pocos días y quería cubrir lo máximo posible. En estos casos como es habitual tocaba tirar de la guía Lonely Planet Sur de África que tengo en casa. En las primeras páginas tienen una lista de las 17 mejores experiencias. Y en el top-3 hay dos que podía hacer desde Livingstone. Así las describe la guía:

 

1.- CATARATAS VICTORIA

 

Tan emblemáticas de África como la famosa frase ¨Dr. Livingstone, supongo¨, las estruendosas cataratas de Victoria, las más grandes, bonitas y majestuosas del mundo, dejarán pasmado (y empapado) al viajero. Su magnitud es su rasgo más impresionante: un millón de litros de agua son vertidos cada segundo en una caída de 1908 m que crea una columna de agua pulverizada visible a kilómetros de distancia. Vale la pena remover cielo y tierra para ir a verlas.

 

2.- DELTA DEL OKAVANGO

 

3.- CHOBE NATIONAL PARK

 

Este parque de Botsuana se sitúa entre la élite de los destinos de safari. Para empezar tiene la mayor población de elefantes del planeta, que se cuentan por decenas de miles y que son muy pero que muy grandes. Entre los icónicos paisajes de Savuti viven leones que comen elefantes. Linyanti es uno de los mejores parajes del continente para ver al licaón, el perro salvaje africano en peligro de extinción. Para terminar, el río Chobe es la fuente que sacia la sed de buena parte de la carismática megafauna de África.

 

Quedé con Annabelle para ver qué le apetecía hacer a ella y qué haría yo a mi aire ese lunes que estaría solo y acordamos lo siguiente:

 

Lunes 16 de diciembre: Visita a mi bola de las cataratas Victoria, desde el lado de Zimbabue y Zambia.

Martes 17 de diciembre: Visita juntos al Parque Nacional de Chobe.

Miércoles 18 de diciembre: Visita juntos a Devil´s Pool, un jacuzzi natural en la isla de Livingstone, al borde de las cataratas de Victoria.

 

ALOJAMIENTO

 

Nos decantamos por Jollyboys Backpackers. Así lo describe Lonely Planet:

 

¨Con un propietario muy bien informado, también sobre los gustos de los mochileros, este albergue es un lugar perfecto para alojarse, con un personal amable, un bar-restaurante de lo más social, un salón de lectura y una buena piscina. Tanto los dormitorios compartidos como los baños están impecables (incl. una opción más sofisticada), mientras que las habitaciones privadas son casitas de jardín con techo a dos aguas o cómodas habitaciones con aire acondicionado y baño adjunto¨.

 

Su página Web (backpackzambia.com) tiene mucha información sobre actividades. Les escribí preguntándoles sobre el safari a Chobe National Park en Botsuana y me respondieron rápidamente con un PDF de 24 páginas indicando actividades que se podían hacer por la zona y precios. ¡Muy eficientes! También me respondieron una consulta que tenía sobre el tipo de visado que más me convenía solicitar.

 

Buen ambiente, gente maja, muy recomendable.

 

Esta es la crónica del viaje:

 

DOMINGO 15 DE DICIEMBRE DE 2019 – LUANDA-LUSAKA-LIVINGSTONE

 

Vuelo TAAG DT589 Luanda (08:30) – Lusaka (12:15)

 

Nada más aterrizar tocaba pedir el visado. El plan que tenía, en cuanto a fronteras se refiere, era el siguiente:

Domingo: entrar en Zambia.

Lunes: salir de Zambia, entrar a Zimbabue, volver a Zambia.

Martes: salir de Zambia, entrar a Botsuana, volver a Zambia.

Miércoles: salir de Zambia.

 

Vamos, que iba a entrar en Zambia 3 veces en tres días.

Mirando la Web del Departamento de Inmigración de Zambia vi que tenía las siguientes opciones:

-Visado de entrada única = 50$

-Visado de doble entrada = 80$

-Kaza Univisa = 50$

-Visado de entradas múltiples = 50$

-Visado de un día = 20$

 

El visado que me venía perfecto era Kaza Univisa. Es un visado que durante los 30 días te permite entrar en Zambia y Zimbabue y moverte líbremente por esos países, entrando y saliendo, sin ninguna restricción. Como un visado Schengen para Europa, pero con Zambia y Zimbabue. Para viajes de un día a Botsuana a través de la frontera de Kazangula no se necesita visado así que perfecto, este me cuadraba.

 

Sin embargo, al llegar a la ventanilla y pedir el visado Kaza Univisa el funcionario me dijo que no tenían ese visado, que se les había agotado. Le respondí: ¨vamos a ver, este es el aeropuerto de Lusaka, principal punto de entrada al país. ¿Qué quiere decir que no tenéis ese visado?¨. ¨Quiere decir que se nos han agotado¨. Le expliqué mi plan y me dijo que me daba un visado de una entrada y que al día siguiente en Zimbabue pidiera el visado Kaza Univisa. Le dejé evidente mi descontento, porque el que se les hubiera agotado el visado Kaza Univisa significaba que en lugar de tener que pagar 50$ por un visado tenía que pagar 50$ x2 = 100$.

 

Al entrar en Zimbabue al día siguiente y pedir el visado Kaza Univisa me pusieron una pegatina en el pasaporte. En el puesto fronterizo terreste, tanto al salir de como al volver a Zambia pregunté a ver si lo que me habían dicho en el aeropuerto era verdad o el funcionario me estaba tangando, que si era posible que se quedaran sin visas Kaza Univisa en Lusaka, y me dijeron que sí. Que si coincide que se les acaban las pegatinas, hasta que no reciben más no se dan los visados Kaza Univisa. Bien, la imagen que me dio el país nada más entrar no fue la mejor, con esa desorganización. ¿No sería lógico, si son pegatinas, tener 1.000 en reserva por si se agotan?

 

Pasados los trámites aduaneros en Lusaka me despedí de Annabelle, cambié pasta y me fui a comprar una tarjeta de teléfono local, principalmente porque me gusta tener acceso a Google Maps y ver los sitios por donde ando. Me instalaron una pero salí de la oficina y no funcionaba. Me dijeron que esperara, que la activación llevaba un tiempo. Volví a los 90 minutos porque no funcionaba y me dijeron que paciencia. Bien, finalmente al día siguiente tuve que pasar por una oficina de MTN (la compañía teléfonica local) para que me solucionaran el problema, y lo hicieron cambiando el SIM. Fueron muy amables en la atención. Por lo visto el que me habían vendido en Lusaka no funcionaba.

 

Eché un rato en el aeropuerto hasta embarcar el vuelo de Lusaka a Livingstone:

Proflight PO0708 (16:50) – Livingstone (18:00)

 

El avión de Proflight era pequeñísimo, tenía solo capacidad para 29 pasajeros. 10 filas de tres asientos cada una, uno a un lado de pasillo, dos al otro, y en una de las filas solo dos asientos porque la puerta –que era la escalerilla de subida y bajada del avión- ocupaba un espacio. En ese avión además se dio la circunstancia de que la puerta para cerrar la cabina había sido quitada, con lo que desde el asiento que tenía en la segunda fila fue bastanta interesante ver las operaciones del piloto durante el vuelo. Lo podéis ver en el siguiente video.

 

La reserva en Jollyboys Backpackers incluye traslado del aeropuerto al hostel, así que me estaban esperando para recogerme.

 

El día no dio más de sí. Cena y al sobre.

 

LUNES 16 DE DICIEMBRE DE 2019 – CATARATAS DE VICTORIA (ZIMBABUE Y ZAMBIA)

 

Copio y pego lo que dice Lonely Planet sobre las cataratas de Victoria:

 

¨¿Por qué ir?

 

Junto con las pirámides de Egipto y el parque del Serengueti, las cataratas Victoria (Mosi-oa-Tunya, ¨el humo que truena¨) completan la trilogía de los imprescindibles de África, un destino de por sí aunque compartido entre Zimbabue y Zambia.

Estas cataratas son uno de los mayores espectáculos del planeta y atraen a viajeros de todo tipo: mochileros, grupos organizados, adictos a la adrenalina, familias y recién casados. Se puede disfrutar de la vista frontal de esta embravecida cortina de agua de más de 1,5km en todo su esplendor desde un helicóptero o atreverse a mirarla desde el borde del Devil´s Pool; da igual, su poder y fuerza nunca defraudan.

Además de la visita a esta maravilla natural, este viaje permitirá tachar muchas otras preferencias de la lista de cosas que hacer, como rafting o puenting.

 

¿Cuándo ir?

 

Las dos razones principales para ir a las cataratas Victoria son ver este gran espectáculo natural y vivir experiencias al aire libre, cada una a su tiempo.

De julio a diciembre es la temporada de rafting en aguas bravas, en especial en agosto para rápidos de nivel alto.

De febrero a junio las cataratas bajan con toda su fuerza, cuando se recomienda llevar un chubasquero.

De julio a septiembre se disfrutan las mejores vistas de las cataratas, con un clima ideal y la posiblidad de practicar muchas actividades.

 

La séptima maravilla natural del mundo

 

Las cataratas Victoria son las más grandes, hermosas y majestuosas del planeta, la séptima maravilla natural del mundo y Patrimonio Mundial de la Unesco. Un viaje por el sur de África no está completo sin la visita a este lugar espectacular.

Caen cerca de un millón de litros de agua por segundo desde 108 m de altura y a lo largo de un tramo de 1,7 km en la garganta del Zambeze. La imagen es realmente impactante. Las cataratas Victoria se pueden ver, escuchar, saborear y tocar, algo que muy pocos otros lugares pueden ofrecer. Sin duda, hay que verlas.

Además, su espectacularidad está garantizada en cualquier época del año, aunque la experiencia cambia¨.

 

También Lonely Planet responde la pregunta de si es mejor visitar las cataratas desde Zim o desde Zam:

 

¨Las cataratas Victoria están en la frontera entre Zimbabue y Zambia, fácilmente accesibles desde ambos países. Sin embargo, la gran pregunta que muchos viajeros se hacen es: ¿Las visito desde Victoria Falls, en Zimbabue, o desde Livingstone, en Zambia? La respuesta es fácil: desde ambos lados y, en lo posible, alojarse en ambas ciudades. Hay que pagar por visados extra, pero, qué menos si ya se ha llegado hasta aquí.

En el lado zimbabuense se está más lejos de las cataratas, aunque las vistas generales de las mismas son mucho mejores. En el lado zambiano, los más atrevidos podrán asomarse al borde mismo en Devil´s Pool, con una perspectiva más angosta.

La localidad de Victoria Falls fue creada para los turistas, así que están bien para pasear y queda justo en la entrada de las cataratas, con la belleza natural del bush africano. En cuanto a si es segura dados los actuales problemas políticos del país, la respuesta es un contundente ¨sí¨.

Livingstone es una ciudad atractiva de ambiente relajado y aire histórico. Durante muchos años, la localidad de Victoria Falls fue el principal centro turístico de la zona, por lo que Livingstone se antoja más auténtica, quizá porque sus habitantes tienen otroso medios de ganarse la vida aparte del turismo. Livingstone está llena de viajeros todo el año, aunque la ciudad es muy dispersa y está a 11km de las cataratas¨.

 

El plan era madrugar para cruzar pronto a Zimbabue y aprovechar el día al máximo. Bien, eso no pasó así. El cuerpo se adapta rápido a las vacaciones, pasé de poner el despertador y me quedé en la cama hasta que me apeteció levantarme. Desayuné con tranquilidad y aproveché que Jollyboys ofrece transporte gratuito a la frontera con Zimbabue a las 10 de la mañana. La frontera está a unos 10 kilómetros. El taxi de vuelta me costó 75 kwachas, unos 5 euros. El precio que habíamos negociado era 80, pero como el taxista no tenía cambio en lugar de hacerme la jugada me dejó pagar 75, que era lo que llevaba (lo siguiente que tenía era un billete de 100).

 

La furgoneta de Jollyboys (el shuttle) estaba lleno. Unos se quedaban en la zona de Zambia, visitando el parque nacional, otros tirábamos para Zimbabue. Una pareja preguntó: ¨¿quién va a Zimbabue?¨, su idea era compartir gastos del taxi. Mi idea era ir a mi bola y no complicarme la vida adaptándome a otros planes, así que me hice el longuis como que no entendía inglés y ni contesté (Dios, cada vez más antisocial). Pasé los trámites de salida de Zambia y entrada a Zimbabue (donde me dieron el visado Kaza Univisa) y fui andando hasta el parque nacional Victoria Falls en Zimbabue, cruzando el puente Victoria Falls. Es un paseo agradable y lo veo como mejor opción que liarte a coger un taxi, se puede llegar tranquilamente andando al parque nacional Victoria Falls de Zimbabwe desde la frontera de Zambia.

 

En el parque Victoria Falls pedí un mapa (1$) y fui siguiendo los 16 miradores marcados en la ruta, viendo las diferentes cascadas y leyendo las explicaciones. Llegando a la zona más al este (zona de Zambia) ves los estragos que ha hecho la sequía en las cataratas. En las últimas semanas había mucha información en los medios sobre cómo las cataratas de Victoria están secas por la sequía.

 

La Vanguardia – Las desoladoras imágenes de las cataratas Victoria sin agua

 

No es el caso en la zona de Zimbabue, pero sí es el caso en la zona de Zambia, donde en lugar de cascadas se ven paredes de roca. Lo que hasta cierto punto también lo hace muy interesante, en mi opinión. Eso sí, lo de la sequía da pena por las consecuencias que tiene para la gente, la agricultura y la fauna. Gran parte de la energía de Zambia es producida por centrales hidroeléctricas y en estos meses, según me contaba Annabelle, los cortes de electricidad han sido largos y frecuentes.

 

Desde uno de los miradores a las cataratas se ve enfrente la isla Livingstone y había personas bañándose en la Devil´s Pool, un jacuzzi natural al borde de la cascada. Hablaré más sobre esto posteriormente, ya que lo visitamos el miércoles. Leyendo el mapa dice lo siguiente de los miradores 11 y 12: ¨Desde estos miradores puedes ver claramente la isla de Livingstone y fue aquí donde Livingstone ató una bala a una cuerda y la dejó caer por la garganta para medir la altura de las cataratas¨. Interesante.

 

Salí del parque nacional Victoria Falls, salí de Zimbabue, volví a cruzar el puente Victoria Falls, entré en Zambia y entre al parque nacional Mosi-au-Tunya. Todo eso se puede hacer tranquilamente andando.

 

Mosi-au-Tunya quiere decir ¨el humo que truena¨ y es como se conocen las cataratas localmente. Tuvo que venir Livingstone a ponerle el nombre de su reina Victoria, pero el nombre local kololo es sin duda más chulo y más descriptivo. También tiene otros nombres, cualquiera de ellos más bonito que el que prevalece. Este artículo –Las cataratas Victoria en el bicentenario de David Livingstone- explica muy bien y brevemente la historia del ¨descubrimiento¨ de Livingstone de estas cataratas. Digo ¨descubrimiento¨ porque los locales ya sabían lo que tenían en casa:

 

¨David Livingstone, explorador y misionero escocés, empeñado en combatir la esclavitud en África, extender la fe cristiana y abrir nuevas vías al comercio con el Reino Unido, navegaba por el Zambeze cuando divisó el humo y escuchó el estruendo diez kilómetros río arriba. Preguntó a los nativos la razón del ruido y las columnas de humo. Sus informantes parece ser que fueron los kololo, una comunidad que se había establecido unas décadas atrás en la zona huyendo de su antiguo hogar, en el Este, agobiados por la presión de los zulúes. Para los kololo, las cataratas eran mosi oa tunya, el humo que truena. Livingstone recoge este nombre en sus diarios y también hace referencia a otro nombre anterior, shongwe, que, según se cree, era el nombre más común antes de la llegada de los kololo. Pero no el único. Los nambia las llamaban chinotemba, el lugar que truena (chinotemba es, precisamente, el nombre con el que algunos grupos, en Zimbabue, quieren rebautizar a las cataratas Victoria); los zezuru las llamaban mapopoma (estruendo), y los ndebele, manza thunqayo, el humo que se eleva. Los tonga creían que allí donde se estrellaban las aguas del río y nacía el arco iris se ocultaba una divinidad.

 

Una belleza indecible

 

Livingstone se acercó a las columnas de vapor, cuya cima se perdía en las nubes. La vegetación era cada vez más densa: una selva tropical en la que abundan la teca, las palmeras, el ébano y los baobabs. Hay cientos de aves y mariposas y, a cada rato, la vista queda atrapada por la figura de los elefantes que bajan a beber al río, los hipopótamos que lo habitan, los búfalos que lo circundan y toda clase de antílopes que se mueven en la espesura. "Todo el paisaje -escribió David Livingstone- es de una belleza indecible".

 

El 16 de noviembre de 1855, Livingstone cambió su canoa por otra más ligera y avanzó por el Zambeze hasta alcanzar una isla que se encuentra en el mismo borde de las cataratas, la isla Kazeruka, hoy rebautizada como isla Livingstone. Andando, sobre las piedras húmedas, el misionero se acercó hasta el punto donde las aguas se despeñan. Quedó absorto, cautivado, maravillado por el soberbio espectáculo, que bautizó con el nombre más honorable que pudo imaginar, de acuerdo con su conciencia: el nombre de su reina, Victoria. Años después escribiría su famosa frase: "Escenas tan bellas deben haber sido contempladas por los ángeles en su vuelo".

 

Entre al parque y en primer lugar me dirigí al llamado ¨boiling pot¨, que se traduciría como ¨cazuela hirviendo¨. Un cartel lo explicaba de la siguiente manera:

 

¨The boiling pot is a spot where water swirls due to resistance of rock to the erosive power of water thereby producing a back flow and upsurge of water as the case is with boiling water in a hot pot.

This is a good spot for demonstrating river cut and head-ward erosion and abandonment of previous waterfalls in addition to providing an excellent spot for geological experience. It is the first and one of the narrowest points of Africa´s 4th longest rivers after reaching a maximum width of 1708m.

The journey for the famous adrenaline water rafting sport starts about 50 meters upstream of this spot. This is also believed to be home to the river god, the Nyaminyami who local people say control the Zambezi up to Lake Kariba.¨

 

Traducido:

 

¨La olla hirviendo es un lugar donde el agua se arremolina debido a la resistencia de la roca al poder erosivo del agua, lo que produce un flujo de retorno y un aumento de agua, como sucede con el agua hirviendo en una olla caliente.

Este es un buen lugar para demostrar el corte del río, la erosión y el abandono de cascadas anteriores, además de proporcionar un excelente lugar para la experiencia geológica. Es el primero de los puntos más estrechos del cuarto río más largo de África, después de alcanzar previamente un ancho máximo de 1708m.

Las experiencias de rafting comienzan a unos 50 metros aguas arriba de este lugar. También se cree que es el hogar del dios del río, el Nyaminyami, que según la gente local controla el Zambezi hasta el lago Kariba ".

 

La anchura de las cataratas Victoria es brutal, 1.7 kilómetros. En la temporada en la que el Zambezi lleva más agua es una catarata continua de más de kilómetro y medio de altura, con el agua cayendo por una garganta de esa longitud y 100 metros de altura. Todo esa agua se recoge y pasa luego por esta estrecha garganta, por lo que os podéis imaginar la velocidad y el caudal que lleva. Excelente sitio para rafting, pero solo en la temporada en la que el Zambezi lleva menos agua. Cuando más agua lleva acceder a esa zona es misión imposible, por la fuerza del agua y la nube de vapor producida. Desde la distancia te mojas.

 

Para llegar al ¨boiling pot¨ hay que descender al río, lo que supone un descenso de unos 100 metros por un sendero de escaleras llamado Palm Grove Trail. Hay babuinos por la zona y de vez en cuando se quedan tranquilamente parados en las escaleras. Al principio no sabía que hacer, son bichos grandes con buenos colmillos y pasar cerca de ellos no me parecía buena idea, por si eran territoriales y pensaban que al utilizar la escalera estaba invadiendo su espacio. Pero después de cansarme de esperar a que se movieran de la escalera me puse a avanzar y pasas a su lado sin que se inmuten (el que se inmutaba era yo, que iba un poco nerviosete pensando ¨que no les de por hacerme nada…¨ -un poco nerviosete quiere decir que igual los monos podían oler el miedo). Subí de ¨boiling point¨ recorriendo las diferentes rutillas. En algunos puntos panorámicos la vegetación impedía ver nada, ahí lo pueden hacer un poco mejor los empleados del parque limpiando la zona. Me acerqué al lado de las cataratas y la verdad es que en la zona de Zambia era una larga pared de piedra sin agua. Cruce el llamado Knife Edge Bridge, un puente peatonal, y llegué a la zona más al oeste desde el que se veía el extremo de Zimbabue en el que había estado hacía unas horas, llamado ¨Danger Point¨.

 

Volví sobre mis pasos y me acerqué a la última zona que me quedaba de ver en el parque, que era la zona del río, ya detrás de las cataratas. Paseando por allá vi un cartel que decía:

 

¨Notice to the public: swimming, bathing and fishing in the river or pools is not allowed. Any person found guilty of these offences will be prosecuted¨.

 

Traducido:

¨Aviso al público: no se permite nadar, bañarse ni pescar en el río o en las piscinas. Cualquier persona declarada culpable de estos delitos será procesada ”.

 

Bueno, sin problema, tampoco tenía intención de bañarme en el río. Pero las cosas pueden cambiar en segundos y mientras paseaba noté que desde el río un tío me hacía señas, como de ¨espera, espera¨. Y esperé. Se me acercó y me dijo ¨¿quieres ir al jacuzzi?¨. Me imaginaba que se referiría a una poza natural, como Devil´s Pool, y le dije que adelante. Estuvimos cruzando el río Zambezi, algunas veces en seco por las piedras, otras yo simplemente metía los pies en el río unos treinta centímetros y llegamos hasta la llamada ¨Eastern Cataract¨, catarata del este. Enfrente habíamos dejado el Knife Edge Brigde atrás, estábamos al otro lado de las cascadas. Ahí me enseñó una piscina natural y me dijo que me metiera. El jacuzzi era del tipo Devil´s Pool, es decir, con una de las paredes de la piscina siendo por donde caía el agua del Zambezi verticalmente unos 100 metros. ¨No sé, Rick, no lo veo claro¨. Vamos, que fiarme de un tío que me dice que me meta en esa piscina… pues lo justito. Pero el tío al verme dudar se quito la ropa y se metió con toda tranquilidad, predicando con el ejemplo. Salió, me dijo que me metiera y me pidió el teléfono para sacarme fotos. La idea molaba y en mi cabeza pasaban dos opciones:

-puede ser una aventurilla divertida.

-puede ser el típico fiasco que te metes en la piscina, el tío te quita todo lo que has dejado fuera y se pira, contando con que no te vayas por el ¨sumidero¨. Esta opción B es la típica que te pasa, la cuentas y la gente te dice ¨¿pero cómo puedes ser tan pardillo?¨. Con razón.

Pero no sé, sigo pensando que ¨to´el mundo e´bueno¨.

Así que me quité los pantalones, las zapatillas, me metí en la piscina y una gozada la experiencia. El tío saco unas fotillos (foto 1, foto 2, foto 3, foto 4), un video (ver a partir de 1´10¨) y me ayudó a salir.

Recordemos las circunstancias:

-una vez que me salí del sendero del parque estaba totalmente solo, por ahí hacía tiempo que no se veía a nadie.

-las reglas de parque decían lo que decían.

 

Mi improvisado guía no se conformó con eso y me siguió enseñando sitios al borde de las cataratas, hasta casi llegar a la isla de Livingstone. Nos quedamos cerca de una construcción que hay allá y que el miércoles vería que era la que existe para los visitantes a Devil´s Pool. Me dijo que más adelante estaba la frontera con Zimbabue pero le dije que no se le ocurriera cruzarla. Una cosa es una cosa, seis media docena, pero ya saltarte una frontera te puede meter en un buen lío y yo tenía que volver a España a pasar la Navidad.  

 

Una excitante experiencia, fue la parte de las cataratas que más disfrute, en parte por la sensación de estar haciendo algo único, fuera completamente de la ruta turística. Por donde anduvimos solo se puede pasar caminando/vadeando en esta época, en la que el Zambezi lleva poca agua. En temporada alta estaría todo cubierto de agua.

 

Vuelta al parque, nos despedimos y tomé un taxi de vuelta a Jollyboys. En el camino el taxista paró al lado de la carretera para enseñarme una manada de búfalos. Le pregunté a ver si me podía bajar a tomar una foto pero me respondió que no era una buena idea.

 

Llegué a Jollyboys y allá estaba esperando Annabelle, que ya había llegado de Lusaka. Jollyboys ofrecía una cena gratis ese día, comida de Zambia que comimos con los dedos acompañado de unas sidras Hunters Dry. Nos amenizó la noche un australiano, Steady, que tenía una borrachera importante y estaba graciosete. Los siguientes días que coincidimos por el hostel o se hizo el orejas o no se acordaba de haber hablado con nosotros, lo cual es muy probable.

 

MARTES 17 DE DICIEMBRE DE 2019 – PARQUE NACIONAL DE CHOBE (BOTSUANA)

 

Esto es lo que dice Lonely Planet del Parque nacional de Chobe:

 

¨Este parque nacional en la esquina más nororiental de Botsuana es célebre por albergar algunas de las mayores manadas de elefantes del mundo y por ser uno de los mejores destinos para ver fauna africana. Aparte de paquidermos, hay todo el elenco de depredadores y más de 440 especies de aves registradas; hay que estar ojo avizor por si se ven antílopes ruanos y el escurridizo oribí.

En la década de 1930, la primera idea de crear en Chobe una reserva faunística se aparcó pero, en 1968, el lugar se convirtió en el primer parque nacional del país. Comprende tres zonas emblemáticas, todas ellas con cierto aroma a safari de otra época: Chobe Riverfront, con la mayor concentración de animales del parque; las recién accesibles marismas de Linyanti (Linyanti Marshes), tipo Okavango; y la remota y enternecedora Savuti, con una riqueza animal sin igual.

Todo el mundo puede disfrutar de Chobe, desde el que va en vehículo propio hasta el que acampa bajo las estrellas y el que vuela hasta su lodge de lujo.

Para evitar aglomeraciones, en Chobe Riverfront se aplica una política de descongestión con la que los domingueros en vehículo propio solo pueden visitar el parque entre 9.00 y 14.30. Al llegar a Kasane, hay que ir a la entrada del parque para programar la visita, o reservar un safari a través del lodge o campamento del viajero¨.

 

El plan para ese martes era visitarlo. Se encuentra muy cerca de Livingstone. El tour empezaba a las 7 de la mañana desde Jollyboys y condujimos 1 hora (65k) hasta Kazungula, donde se encuentra el puesto fronterizo para salir de Zambia. Esta vez no tuvimos que hacer los trámites aduaneros en persona, le pasamos los pasaportes al conductor en Kazungula y el mismo se encargó de que nos sellaran la salida de Zambia, no tuvimos ni que bajarnos del coche (curioso). Kazungula se encuentra a orillas del río Zambeze (el de las cataratas Victoria) y se da la curiosa circunstancia de que más o menos en ese punto confluyen las fronteras de 4 países: Zambia, Zimbabue, Botsuana y Namibia. Vamos, desde donde estábamos podíamos ver los otros tres países. Se está contruyendo un macro-puente para cruzar el río, pero a día de hoy todo se hace con ferries, y se ven los camiones esperando para embarcar y ser transladados al otro lado. Los ferries no son grandes, son barcas grandes en los que cabe un camión y punto.

 

Cruzamos en barca y al otro lado nos estaba esperando un empleado de Kalahari Tours and Safaris. Nos montó en el coche y fueron unos 12k hasta Kasane, donde desayunamos y posteriormente tomamos un crucero por el río Chobe. Fue espectacular porque vimos un montón de animales y en gran cantidad: hipopótamos, elefantes por decenas, algún cocodrilo, búfalos, antílopes, … además de un montón de aves. ¡Una gozada! (Ver fotos aquí)

 

Volvimos a las oficinas de Kalahari Tours, almorzamos y nos montamos en un vehículo para hacer un safari por el Parque Nacional Chobe. En el coche solo estábamos Annabelle, el conductor y yo, hubo suerte que no había más turistas. Para empezar vimos dos leones y una leona, cada uno de los cuales tenía un búfalo cerca que habían matado esa mañana. Ahora descansaban en la sombra después de haberse pegado un festín. Más adelante en otra zona vimos otro búfalo muerto y el guía nos dijo que otro león andaría cerca, pero no lo vimos. El listón bien alto para empezar. Seguimos la ruta y vimos un montón de antílopes, búfalos, hipos, elefantes, jirafas, facóqueros, aves y volvimos donde estaban los leones para ver si había habido movimiento. La leona no se había movido, pero uno de los leones había vuelto a comer donde estaba su búfalo y el otro sesteaba fuera de la vegetación, más activo que cuando lo vimos la primera vez. ¡Impresionante!

 

Vuelta a la frontera, ferry, frontera y de vuelta a Jollyboys. Durante el camino pensamos en ir a un restaurante africano que hay en Livingstone para cenar pero nos comió la desidia y nos quedamos a cenar en Jollyboys, a lo sencillo. Ahí conocimos a una pareja muy maja, Ross y Jenny, sudafricano él, inglesa ella, y estuvimos echando unas risas. Ross tenía 37, Jenny 24, y se les veía muy enamorados. Los dos trabajaban en cruceros por el Mediterráneo, 4 meses a bordo, 4 de vacaciones, y tenían previsto viajar pronto a Costa Rica, quizás a instalarse allá, montar un Bed and Breakfast… Muy agradables y estuvimos echando buenas risas. Unos tequilas para celebrar la nueva amistad (no fui yo el que lo propuso, las ideas de pelotazos nunca me parecen una buena idea) y al sobre.  

 

MIÉRCOLES 18 DE DICIEMBRE DE 2019 – DEVIL´S POOL (LIVINGSTONE) + CHAMINUKA LODGE (LUSAKA) + LUANDA

 

El plan para ese día era visitar Devil´s Pool, que se traduciría al castellano como ¨La piscina del diablo¨. Esto solo se puede hacer a través de un tour, organizado por esta compañía: www.devilspool.net. Así lo describe Lonely Planet:

 

¨Una de las experiencias más emocionantes, no solo de las cataratas sino de toda África, es el temible viaje hasta la isla de Livingstone, donde es posible bañarse en la Devil´s Pool, una increíble poza infinita natural al borde de las cataratas Victoria. El viajero puede saltar a la piscina, asomar la cabeza por el borde y disfrutar de una vista increíble de la caida de 100 metros. Aquí está también la placa que marca el punto desde el que David Livingstone vio las cataratas por primera vez¨.

 

Nos apuntamos al primer tour de las 7:30 a.m. Había que estar en un embarcadero para las 7 a.m. y una barca nos llevó hasta la isla de Livingstone. Nos explicaron cómo funcionaba la visita y nos acercamos al río. Para llegar a Devil´s Pool hay que nadar primeramente unos metros contra la corriente del Zambezi. Antes les pasamos los teléfonos móviles a unos empleados que luego sacarían unas fotos y videos fantásticos. Mirando esas imágenes posteriormente (ver video) parece una locura, pero en ningún caso es así. La probabilidad de caerte abajo es muy muy remota, tendrías básicamente que tirarte intencionadamente. En alguna foto parece que estoy un poco más expuesto, pero en ese caso uno de los trabajadores me estaba cogiendo de los pies mientras hacía el superman –lo que no sale en la foto y fue sugerencia de ellos-. Así que no es ninguna locura y sí una experiencia muy emocionante que se disfruta mucho.

 

¿Ha muerto gente en Devil´s Pool? La respuesta es no. En Internet podréis ver noticias bastante sensacionalistas, principalmente de gente que lo flipa bastante pensando que ha estado al filo de lo imposible bañándose en esa poza. Es una experiencia increíble, divertida, pero a mí personalmente me pareció bastante segura, más miedo da tirarse del puente de Tobalinilla. Esta Web -Devil’s Pool Victoria Falls: All You Need To Know (And How To Survive!)- está bastante bien y lo corrobora, traduzco del inglés:

 

Piscina del Diablo de las Cataratas Victoria -¿Ha muerto alguien?

 

Según los guías turísticos que operan esta experiencia, nunca ha habido muertes en Devil’s Pool en las Cataratas Victoria durante el tiempo que Livingstone Island Tour –el único operador que incluye el baño en Devil´s Pool- lleva funcionando. Hemos realizado una larga investigación en Internet y no hemos podido encontrar ningún incidente que demuestre que las afirmaciones de los guías son incorrectas.

Puede encontrarse un artículo on-line sobre una muerte en las Cataratas Victoria en 2009, de un guía turístico que intentaba salvar a un turista. Pero esa historia es inexacta, ya que esa muerte en particular no fue en realidad en Devil’s Pool. Más bien, esa muerte ocurrió en un lugar diferente en la cima de las Cataratas Victoria. Entonces, aunque ese desafortunado accidente de 2009 ocurrió en Victoria Falls, no fue la muerte en Devil’s Pool.

Además, esa muerte en las cataratas Victoria en 2009 ocurrió antes incluso de que comenzaran a realizarse los tours oficiales a Devil’s Pool. También ha habido otras muertes ocasionales en las Cataratas Victoria, pero no hay víctimas registradas de personas que se lanzaron a la muerte en Devil’s Pool durante el tour a la isla de Livingstone, que sigue siendo el único tour que se puede hacer para acceder a Devil’s Pool.

Asegúrate de no confundir esta piscina del diablo en África con una piscina del diablo diferente en Australia, en la que, de hecho, ha habido numerosas muertes.

Entonces, no, no ha habido ninguna muerte documentada en Devil’s Pool, en las Cataratas Victoria, aquí en Zambia, África.

¿Hay riesgo de morir en Devil´s Pool? ¡Por supuesto que lo hay!

Estás nadando en la cima de una enorme cascada. Si alguien fuera de alguna manera completamente descuidado y se saltara el límite, seguramente moriría. Por lo tanto, sería negligente descartar por completo la posibilidad de que ocurra tal tragedia.

Dicho esto, tendrías que hacer algo realmente estúpido o esforzarte mucho para llegar al límite. Sería muy difícil e improbable que el agua te llevara naturalmente al límite. Ese labio de roca te retiene.

Aún así, no estaríamos totalmente sorprendidos si algún día se produjera un accidente importante en la Piscina del Diablo. Así que sé cauteloso, cuidadoso y estate alerta cuando nades allí, ayudando a mantener el registro de seguridad de Devil’s Pool de ninguna muerte hasta el momento.

 

Después del baño nos acercamos a un hito donde una placa marque el punto donde el Dr. Livingstone vio las cataratas por primera vez. De hecho, al final del tour te dan un certificado que dice ¨I followed the footsteps of Dr. David Livingstone to Livingstone Island – Victoria Falls – Zambia¨, que traducido dice:¨Seguí los pasos del Dr. Livingstone a la Isla de Livingstone – Cataratas de Victoria – Zambia¨. Firmado y fechado el 18 de diciembre. Lo enmarcaré y lo pondré en mi despacho, a la derecha del diploma de licenciado en informática. Tras esa visita, como colofón, fuimos a desayunar y fue un desayuno delicioso, cocina de calidad en una isla en medio de la nada, nos sorprendió muy gratamente.

 

Volvimos al embarcadero y como todavía teníamos unas horas hasta coger el avión decidimos volver al parque nacional Mosi-oa-tunya. Annabelle ya había estado más veces pero le apetecía ver cómo estaban las cataratas por la sequía. Entramos, las vimos –se quedó bastante triste viendo las paredes de roca- y bajamos otra vez a ¨boiling pot¨, buen ejercicio. Volvimos a Jollyboys, recogimos las mochilas y directos al aeropuerto.

 

Llegamos a Lusaka a las 13:30. Esta vez el avión sí que tenía puerta. Cogía el vuelo a Luanda a las 20:05 así que disponía de 6 horas y media para hacer algo en Lusaka. Annabelle tenía el plan controlado y fuimos a Chaminuka Lodge, a unos 30 kilómetros del aeropuerto. Es un parque privado con cebras, avestruces, elefantes, jirafas, facóqueros, antílopes, ñus… todo tipo de animales. También tienen leones y leopardos que se pueden ver haciendo un tour específico, pero esos no los vimos. Comida allá y relax total en un entorno precioso, tanto por la naturaleza como por las instalaciones. Vuelta al aeropuerto y para Angola.

 

Un viaje de solo 4 días pero que ha cundido un montón, muchísimas cosas que ver en esa zona y lo he disfrutado como un enano, por la compañía y por todo lo que esa zona ofrece. Queda pendiente volver para ver las cascadas con agua, en otra época del año.   

Viaje a São Tomé (7-12 octubre 2019).

Viaje a São Tomé (7-12 octubre 2019).

477 fotos aquí.

 

El destino para estas vacaciones de octubre ha sido São Tomé y Príncipe. Ese es el nombre del país que corresponde con dos de sus principales islas, aunque tiene más, como la isla de Rolas de la que hablaré más adelante. El aeropuerto internacional se encuentra en São Tomé, que es la isla más grande y junto a Ilhéu das Rolas las únicas que visité.

 

En su día fue colonia portuguesa, independizada como muchas otras en 1975. La conexión desde Luanda es muy fácil, un vuelo directo de dos horas de duración. El mismo avión continúa luego a otra ex colonia portuguesa, Cabo Verde, pero de São Tomé a Cabo Verde hay cinco horas más de avión.

 

Este fue mi plan de vuelo, con TAAG, que es la aerolínea angoleña:

 

Domingo, 6 de octubre de 2019 – DT0502 Luanda (22:50) – São Tomé (23:50)

Sábado 12 de octubre de 2019 – DT0503 São Tomé (13:30) – Luanda (16:20)

 

Entre Luanda y São Tomé hay una hora de diferencia.

 

DÍA 0 – DOMINGO 6 DE OCTUBRE

 

Iba a viajar solo y la verdad es que no había hecho muchos preparativos antes. De hecho fue solo el sábado –día anterior a viajar- cuando me puse a mirar cosillas. Antes solo me había preocupado de mirar si necesitaba visado y no me hacía falta, así que era llegar y empezar a rular.

 

Mirando cosillas el sábado vi que en São Tomé no hay cajeros donde sirvan las tarjetas internacionales y conviene llevar en efectivo la pasta que te quieras gastar. Que la moneda local es la dobra, pero tiene paridad con el euro: 1 euro = 24,5 dobras, aunque luego en hoteles y demás suelen hacer las conversiones a 1 euro = 25 dobras. El país es seguro, así que no hay que preocuparse demasiado por llevar pasta encima.

 

Una amiga mía de Zambia viajaba en vacaciones a Portugal, su primera vez en Europa. Para hacerle la llegada más fácil le presté los 95 euros en efectivo que tenía así que leyendo que el país funcionaba con euros o dobras me di cuenta de que yo no tenía ninguno porque unos días antes los había prestado. Uppps. Bueno, tampoco era mucho problema. Reservar el transfer del aeropuerto al hotel on-line y listo. El hotel que reservé para mi llegada –ese día anterior- fue Sweet Guest House y por 7€ más te recogían. Solucionada la primera noche, especialmente aterrizando a media noche.

 

DÍA 1 – LUNES 7 DE OCTUBRE

 

Desayuno en el hotel y por delante tenía unos cuantos temas de logística que resolver antes de ponerme en marcha:

1.- Cambiar dinero.

2.- Hacerme con una tarjeta SIM local.

3.- Reservar vehículo.

 

Pregunté cómo cambiar dólares en el hotel. El recepcionista muy majo me dijo que ellos podrían hacerlo, mirando la tasa de cambio actualizada del Banco Central de São Tomé y Principe en esta página Web: http://www.bcstp.st/Cambio . Había leído que el cambio en la calle era mejor que en el banco y que era legal, así que le pregunté a ver si en la calle podría conseguir una tasa mejor. Me dijo que probablemente y me indicó en un mapa donde ir, a los alrededores de Xico´s Café. Así fue, fui allí, fácil encontrar a los cambistas, fue un cambio mejor y una operación que transcurrió sin ninguna complicación.

 

Para comprar una tarjeta telefónica local me dirigí a CST, la compañía de telecomunicaciónes de São Tomé (Avenida da Independência). Vamos, como a una oficina de Movistar o Vodafone. Allá me atendieron muy bien, me explicaron los planes de datos que tenían y listo.

 

Reserva de vehículo. Me apetecía moverme a mi aire, sin tener que depender del transporte público y poder acceder a donde quisiera. Alquilar un coche eran 40 euros por día (Suzuki Jimmy) pero a mí lo que me apetecía era rular en moto. Buscando en Internet no había visto nada, en los foros de Lonely Planet habían puesto la pregunta de si era posible alquilar motos pero nadie había respondido. Pero sí que vi una Web donde parecía que alquilaban, São Ferias. Pregunté en la recepción sobre el tema y me dijeron que alquilar coche era fácil, que ellos tenían un convenio con una de las agencias, pero que no sabían nada de alquiler de motos, que pensaban que no era posible. Les enseñé la Web y el recepcionista muy eficiente dijo ¨no te preocupes, les llamo¨. Llamó a la agencia São Ferias y le confirmaron que podía alquilar moto. Me preguntaron cuando me iba a pasar a recogerla, les dije dos horas más tarde y respondieron que la tendrían preparada. Así que tema solucionado.

 

Hechas las gestiones anteriores me pasé por la agencia. Me tomaron los datos, firmamos un contrato y alquilé una Suzuki Hayate 115cc para los siguientes 4 días, hasta el viernes. Es una moto con marchas, motos automáticas no vi por allá.

 

¡Empezaba la ruta! La ciudad de São Tomé la quería dejar para el último día, las ciudades no son mi preferencia. Así que me dirigí al sur por la costa este. No tenía alojamiento para esa noche así que me fui a Ondas Divinas, un hotel en el que habían estado unos colegas y me habían recomendado, a unos 13 kilómetros de la ciudad. Estuve echando un vistazo y estaba guapo, con cabañas independientes a pie de un acantalidado. Pero no era lo que estaba buscando, ni por precio ni por comodidad. Estando a mi aire buscaba algo más sencillito.

 

Seguí más al sur y paré en un resort –Club Santana- solo para echar un vistazo, y más tarde paré en Roça Santo António Ecolodge Hotel. Miré los precios, me tomé una Coca Cola en el bar con vistas a la piscina y seguí mi ruta al sur, esta vez hasta Boca do Inferno.

 

Boca do Inferno lo traía apuntado de un blog en español que es una maravilla para descubrir São Tomé, es el siguiente:

https://www.elrincondesele.com/guia-que-ver-viaje-santo-tome-y-principe/

 

Ese blog describe Boca do Inferno de la siguiente manera:

 

¨A 10 km de la localidad de Santana, muy poco después de Praia Izé, se halla un lugar que si estuviera en otro país sería el súmmum. ¿A quién no le suena la Calzada del gigante en Irlanda del Norte? Pues en Santo Tomé y Príncipe pueden presumir de la suya, aunque en versión tropical. El origen es el mismo, el de la lava enfriada rápidamente en el agua creando columnas de basalto de forma hexagonal. Pero el escenario es completamente diferente. En vez de colinas casi esteparias y una niebla casi perenne le acompañan las palmeras propias de un país tropical.

 

Para más inri esta catedral de basalto cuenta con un corredor rocoso por el que se mete el agua convirtiendo el oleaje en una auténtica estampida de espuma de mar que termina explotando en un agujero. A veces la fuerza del agua es tal que se recomiendan todas las precauciones posibles y observarlo con cierta distancia por pura seguridad. No hay ni señales ni vigilante y ya ha habido más de un susto por confiarse estando el mar muy fuerte. Es muy bello de ver (en las últimas horas de la tarde más aún) pero extremando todas las precauciones¨.

 

Llegando allá empezó a caer la del pulpo. Afortunadamente me había llevado un buen poncho para andar en moto, que cubría bien la mochila. Barajando la posibilidad de alquilar una moto me había traído pocas cosas en una mochila, así que no la tuve ni que facturar en el avión, lo que me llevé a São Tomé cabía en el equipaje de mano. Eso era fundamental para tener libertad de movimiento.

 

En Boca do Inferno había un único puesto de artesanía donde un chaval estaba vendiendo cosas. Le pregunté a ver si conocía de un hotel por allá y me dijo que sí, que muy cerca había uno. Que recogía y me acompañaba –con esa lluvia no esperaría muchos más clientes-. El hotel al que me llevó fue una agradable sorpresa. Se llama Ngê d´ai êê, que se traduce como ¨gente de aquí¨. Lo lleva una chica portuguesa, Célia Martins, y empezó ese proyecto hace año y medio. Ha construído en un lugar precioso, en una aldea local y a escasos minutos de Boca do Inferno, unas cabañas de madera muy bonitas. Le pregunté a ver si tenía espacio para dos noches y se sorprendió de que no tuviera ninguna reserva. Pero se dio la circunstancia de que 4 clientes habían reservado dos cabañas cuando solo necesitaban una que tenía 4 camas o dos de matrimonio, así que me podía dejar la otra que solo tenía una cama. ¡Genial! El precio era de 30 euros por noche. Es un lugar al que sin duda volvería. No lo vi en Hotels.com, la Web en la que iba mirando hoteles, y me dijo Célia que se pueden hacer reservas a través de Airb&b y Booking –que todavía no he usado ninguna de las dos-. Para contactar con ella lo podéis hacer a través de esas Webs, con este correo turismoplanob@gmail.com o en este teléfono: +239 989 9849.

 

Reservé un par de noches. Al día siguiente el plan era bajar hasta Ilhéu das Rolas y volver a subir, y me venía bien un campo base para dejar la mochila.

 

Para cenar hay un buen restaurante local justo en la intersección con la carretera principal y cené un pescado muy rico. Pescado fue la dieta del viaje, todas las noches me metí algún pez buenísimo.

 

No dio el día más de sí. Con el ruido del mar de fondo me fui a dormir.

 

DÍA 2 – MARTES 8 DE OCTUBRE

 

Madrugué porque ese día quería bajar hasta Porto Alegre (a unos 55 kilómetros al sur), visitar desde allá Ilhéu das Rolas y volver a subir. Estamos en zona tropical y amanece y anochece muy pronto: sale el sol sobre las 5:15 a.m., se mete sobre las 5:20 p.m. Así que mejor despertarse temprano. Lo cual no es problema, porque en cuanto se hace de noche no hay mucho más que hacer y uno se acuesta pronto.

 

La carretera hacia el sur una maravilla. Vas pasando pequeños pueblos, pequeñas calas y de vez en cuando te encuentras lo que fue en el pasado alguna hacienda, ahora en estado de abandono. Eso es algo que vi mucho en São Tomé, e imagino que a raiz de la independencia algunas no se pudieron gestionar bien y acabaron cerrando. Lo que es una pena. Viéndolas me recordaban muchas a La Escondida.

 

La carretera en muchos tramos es carretera de puerto, vas subiendo, bajando, curvas… Hizo buen día así que disfruté mucho del paseo en moto. Pasé el Pico Maria Fernandes y me encontré con una de las postales más características de São Tomé, Cão Grande. Así lo explica el blog anterior:

 

¨El Pico Cão Grande, la rareza volcánica más fotogénica de la isla.

 

A partir de Ribeira Peixe hay que permanecer muy atentos porque la presencia del gran icono de la isla de Santo Tomé se deja ver, si las nubes no lo impiden. En el horizonte surge como si nada una chimenea volcánica de más de 600 metros de altura que desafía toda lógica. El Pico Cão Grande (en castellano, el perro grande) es una oda a la verticalidad más arriesgada, un desafío visual difícil de comprender salvo si viajamos al momento de una cruenta erupción de un volcán ahora extinto. La lava solidificada y la erosión hicieron el resto. De ahí el nacimiento de un rascacielos de piedra en mitad de la selva, concretamente en el corazón sureño del Parque Natural Ôbo.

 

Se ha logrado tocar la cima tan sólo en un par de ocasiones. Dicen que la dificultad no sólo la da la peculiar orografía de este curiosa columna volcánica sino también la presencia de serpientes y las lluvias torrenciales propias de un país tropical como es Santo Tomé y Príncipe¨.

 

Al leer esto de la presencia de serpientes y ser difícil hacer cima me vino a la cabeza el proyecto de unos escaladores vitorianos, los hermanos Pou. Sigo sus gestas a través de Facebook y en el periódico y recuerdo que iban a subir una torre natural y que uno de los peligros eran las serpientes. Busqué en internet y efectivamente, se trataba de Cão Grande. Subida que completaron con gran éxito, como podéis leer en este artículo:

 

https://www.redbull.com/es-es/aventura-los-hermanos-pou-escalan-cao-grande

 

¡Son unos auténticos fenómenos, menuda gesta! 

 

La carretera a medida que bajaba hacia el sur se iba poniendo peor, pero yendo despacio tampoco suponía gran problema. Muchos agujeros (me gusta la palabra portuguesa que también utilizan en Angola, ¨buracos¨) y muchas zonas de solo grava.

 

Llegué a Porto Alegre, que es el punto de acceso a Ilhéu das Rolas. Hablando con un chaval me consiguió una barca y nos fuimos a esa isla. ¿Por qué la quería visitar? Porque tiene una curiosidad. Si consideramos el centro de la tierra el punto en el que se unen las dos líneas imaginarias del Ecuador (latitud 0°) y el meridiano de Greenwich (longitud 0°), ese punto caería en el mar. Pero el lugar terrestre más cercano a esa interesección sería la Isla de Rolas, y allá hay un monumento interesante que lo celebra. Está sobre la línea del Ecuador, pero el meridiano de Greenwich queda un poco al oeste. Me dijeron que en la playa la longitud es 0,02°, pero no he encontrado información al respecto que lo confirme.

 

Volví a Porto Alegre y comí algo en Nguembu, un restaurante –y hotel- con excelentes vistas a la playa.

 

De vuelta a Boca do Inferno fui haciendo paradas que no había hecho a la ida, porque no sabía cuánto me iba a llevar el recorrido. Primero paré en Roça São João. La traducción de roça sería hacienda o plantación. Así la describe el blog de referencia:

 

¨En Santo Tomé y Príncipe se han juntado muy buenas ideas para mantener la esencia de las islas, por lo que son no pocas las propuestas de ecoturismo. Con vistas a la Bahía de Santa Cruz y a la villa de São João dos Angolares se encuentra uno de los mejores ejemplos. A Roça São João sólo le queda en su arquitectura y en sus flores la muestra tangible de una vieja plantación colonial. Y es que se ha sometido a una reconversión tal que ahora no sólo ofrece hospedaje en su edificio principal sino además un restaurante con vistas y cocina de autor (con menús a 20€ que constan de infinidad de platos basados en la creatividad con productos saotomenses).

 

Esta roça en altura (lo que permite darle tregua al calor) también es un centro de reunión y exposición de artistas locales (y también de habla portuguesa). Cuenta con un pequeño museo abierto al público y múltiples detalles expuestos en el jardín que demuestra que la tradición no está reñida con expresiones artísticas modernas.

 

En Roça São João es posible contratar clases de cocina, asistir a showcookings así como contratar diversas opciones de senderismo (muchos enfocados al avistamiento de pájaros y especies endémicas de la isla). Su situación estratégica lo convierte en ideal para explorar la zona este de la isla de Santo Tomé (pudiendo también hacer el sur en el día)¨.

 

Un sitio muy bonito para quedarse una noche, con buen acceso a una playa que se ve desde arriba. Me tomé un coffee, di un paseo por la hacienda y el museo y rumbo al norte.

 

Fui parando en algunas playas, en una de ellas me encontré a un grupo que estaban contruyendo una barca tradicional de madera. Estuvimos charlando un ratillo. En la playa había unas barquitas pequeñas, de tres troncos, que me llamaron la atención. Parecían para niños más que para pescadores. Les pregunté a estos hombres para que eran y me dijeron que las utilizaban para sacar cocos de lugares a los que llegaban desde el agua.

 

Más tarde entré en un pueblillo llamado Ribeira Afonso. Ahí estuve hablando con unas mujeres, sacando algunas fotillos a los chavales y viendo la vida local. Una mujer con un niño a la espalda se me acercó y me dijo que le sacara una foto con el niño. Pero claro, con pasta por medio. Le dije que no, que no estaba interesado, y al final después de insistir y yo negarme me dijo: bueno, vale, sácame la foto si quieres, no tienes que pagar nada.

 

Llegué de vuelta a Boca do Inferno y estuve dando una vuelta por la playa contigua, llamada Praia Izé. Cena de pescado otra vez en el restaurante al lado de la carretera y al sobre.

 

DÍA 3 – MIÉRCOLES 9 DE OCTUBRE

 

El plan para ese día era ir a las montañas. Busqué en hotels.com algún alojamiento por la zona de Trindade y encontré un lugar chulo llamado Guest House Quinta Natural. De camino, en Trindade, vi que tenía la rueda de atrás muy baja. Afortunadamente me di cuenta en Trindade, que es una ciudad, y pude encontrar un lugar donde me repararon el pinchazo rápidamente. Le pregunté al mecánico cuánto era la broma y me dijo que 20 dobras, es decir, 80 céntimos de euro. Le dejé una buena propina. Mientras el tío me reparaba la rueda en el taller estuve intentando comunicarme con un mudo. Lo cual tiene su complicación cuando le intentas leer los labios pero habla portugués. Él se iba explicando con señas, yo decía en portugués lo que el chico me estaba intentando comunicar, y así iba avanzando la historia. Por lo que llegué a entender un coche atropelló a unos cuantos. Uno murió, él se quedó sin habla. Es lo que entendí, pero puedo estar completamente equivocado. Mudo de nacimiento no era.

 

De Trindade al hotel me cayó la del pulpo. En octubre empieza la temporada de lluvias en São Tomé y yo creo que el tiempo cogió el principio de temporada como cojo yo el 4 de agosto, primer día de fiestas de Vitoria: ¡a tope! Estuve hablando con el del hotel, leyendo un rato el libro que traía –Los invisibles, de un autor angoleño- y cuando escampó un poco me fui a Monte Café. Esto es lo que dice el blog de referencia sobre Monte Café:

 

¨Esta zona de la isla tiene un buen número de roças o plantaciones en un buen estado de conservación, aunque quizás destaque entre todas la Roça Monte Café. Está situada a 3 km de Batepá y 6 km de Trindade por carretera asfaltada. Y se trata de una de las más antiguas haciendas coloniales que ver en Santo Tomé y Príncipe. Fue fundada en 1858 por Manuel da Costa Pedreira, un empresario relacionado con prácticas esclavistas en Angola, Santo Tomé y Príncipe así como Brasil. Aprovechando la altura de los terrenos, con distintas cotas pero buena parte a 670 metros, convirtió a esta roça en uno de los mayores puntos de producción de café en esta parte del mundo. Aunque también contó con plantaciones de cacao, del que cabe destacar que Santo Tomé y Príncipe fue primer exportador mundial a finales del siglo XIX y principios del XX.

 

Hoy día se produce café y cacao a pequeña escala y la comunidad saotomense está completamente involucrada en el proyecto. Ya muy lejos de los tiempos en que a los trabajadores se les explotaba y se les hacinaba en barracones separados de los blancos (el tal da Costa Pedreira trajo además a gente venida de Macao a trabajar) y en que las roças eran auténticos reinos de taifas donde el dueño no sólo lo era del terreno.

 

Además de poder visitar los edificios históricos de esta roça hay habilitado un pequeño museo del café donde conocer más sobre este producto y la historia de esta finca¨.

 

El museo muy interesante. Pagas tres euros, te sirven un café y luego una chica muy maja me guió a través de todo el proceso. Me encantó la visita y compré una bolsa que ya probaré en Navidades en casita con la familia.

 

Hecha la visita cogí la moto y fui al Jardín Botánico. Llovía, pero aún así empecé la visita al jardín botánico con un guía, pero empezó a jarrear y le dije al guarda ¨macho, lo siento, pero vamos a parar la visita¨. Íbamos con paraguas pero parecía que estuvieran tirando baldes de agua. Y yo andaba preocupado por que se me mojaran pasaporte y documentos que llevaba encima, porque era aquello una ducha a calderadas.  

 

Del Jardín Botánico parten diferentes rutas de trekking, una de ellas al llamado Lagoa Amélia en el interior del parque nacional Ôbo. Son más o menos dos horas al cráter de un antiguo volcán, y hora y media para volver. Tenía en mente hacer ese trekking pero no se daban las condiciones. Con esa lluvia no iba a ser un paseo agradable.

 

La siguiente parada del tour fue la cascada de São Nicolau. El blog de referencia la describe así:

 

¨Si bien el distrito está lleno de cascadas y saltos de agua entre la maleza, muchas de las cuales permiten el baño, una opción interesante si además se va a combinar con la roça de Monte Café o Nova Moca es acudir a São Nicolau. Para llegar a ella hay que olvidarse de la carretera asfaltada y tomar una pista que suele permanecer embarrada todo el año (con un utilitario con la suspensión baja mejor no atreverse e ir caminando). Sus 30 metros de caída conforman la que para muchos es «la mejor ducha al aire libre» del país. Dispone además de unos cómodos escalones para bajar hasta ella y darse un chapuzón.

 

Desde la cascada de São Nicolau si se sube por la carretera (si se desea dejar el coche abajo e ir a pie no lleva más de 15 minutos) se encuentran las ruinas de una antigua plantación donde todavía vive gente. No hay nada en particular pero digamos que es un lugar con alma al que no suele llegar nadie y donde es posible charlar amigablemente con los locales, que salgan los niños a jugar al fútbol contigo o tomar unas fotos fantásticas en un entorno semiabandonado (y extremadamente fotogénico)¨.

 

La cascada muy chula y con las lluvias torrenciales llevaba una fuerza brutal. Tiré con la moto a esa antigua plantación pero no puedo decir que charlé amigablemente con los locales. No vi a nadie, me puse a sacar fotos a un edificio en bastante estado de abandono y de otro salió un hombre a decirme que no podía sacar fotos. Tampoco me apetecía entablar con él una amigable conversación dado el comienzo del encuentro así que sin más pillé la moto y me piré a la Casa Museo Almada Negreiros, en Roça Saudade. Allá tienen montada una exposición de artesanía –con productos a la venta- y libros de este escritor nacido allá. También fue pintor, pero la persona que me enseño el lugar me dijo que ahí no tenían seguridad suficiente para exponer ninguna de sus obras.

 

Vuelta a cenar a Guest House Quinta Natural. En la cena coincidí con un portugués que vivía allá, un tío interesante. Había estado en las fuerzas especiales portuguesas, había vivido en Angola y en bastantes países y ahora estaba en São Tomé trabajando para una empresa de supermercados. Me reí con el tío, tipets que te vas encontrando por ahí.

 

DÍA 4 – JUEVES 10 DE OCTUBRE

 

Para la noche del jueves y el viernes reservé hotel -Residêncial Tamarindos- en Morro Peixe, cerca de Praia dos Tamarindos, a unos 15 kilómetros al oeste de São Tomé. Llegué al hotel, dejé la mochila y me dirigí al sur por la costa oeste, con el objetivo de llegar hasta donde se acabara la carretera, un poco más al sur de Santa Catarina.

 

No es posible rodear toda la isla en moto, no hay una carretera que lo permite. Por la costa este se puede llegar hasta Porto Alegre –de donde se coge la barca a Ilhéu das Rolas-, por la costa oeste hasta Santa Catarina. Esa conexión entre Porto Alegre y Santa Catarina no se puede hacer en vehículo, habría que subir al norte y volver a bajar. Sí que se podría hacer andando y es una de las opciones de senderismo, que llevaría unos dos días.

 

La primera parada yendo hacia el este, a unos 8 kilómetros de Morro Peixe, fue Lagoa Azul. Así lo describe el blog de referencia:

 

¨A poco más de 20 kilómetros desde la capital, se trata de una de las postales más repetidas de Santo Tomé y Príncipe. No sólo destaca por sus aguas, tan azules que deja corto incluso a su nombre, sino también por la rareza de tener baobabs tan cerca de las olas. Quizás estemos acostumbrados a ver estos grandes árboles en zonas áridas e interiores de África y por eso choque tanto. Pero resulta curioso, cuanto menos, poderlos ver junto a un faro o una playa¨.

 

Al aparcar la moto por allá me metí en un terreno pantanoso, un lodazal, y el guardabarros delantero se me llenó de un barro duro que no permitía girar la rueda. Con un palo logré quitar bastante pero bastante se quedó en una zona a la que no podía acceder. Siguiendo con la moto se oía un ruidillo que era el roce de la rueda con ese barro. Cuando encontré un taller en la carretera paré y con unos destornilladores me acabaron de quitar los mazacotes que tenía metidos.

 

Siguiendo la ruta, a unos kilómetros de Lagoa Azul me encontré una camioneta calcinada, al borde de una carretera y que había estado a punto de caer al mar. Le pregunté a una persona que pasaba por allá si llevaba ahí mucho tiempo, ya que al verse quemada parecía llevar ahí una eternidad, pero me dijo que no, que el accidente había sido hacía dos semanas, y que en el accidente se había prendido fuego muriendo el conductor. Uppps, lagarto lagarto.

 

Era la hora de comer –bueno, quizás algo pronto pero tenía hambre- así que paré en Mucumbli a tomar algo. Así lo describe Lonely Planet:

 

¨STP´s finest ecolodge is situated in a cliffside forest overlooking the sea. Nicely designed wooden bungalows offer plenty of space, light and dreamy views for two to four people. But it´s hard to leave the dining area, with its coastal vista, convivial atmosphere and superb food¨.

 

Vamos, buenas vistas desde un acantilado al mar y excelente comida. Miré el menú y vi que tenían pulpo. Desde que vi a un pescador en Nguembu que llevaba pulpos tenía antojo, así que eso es lo que almorcé. Aproveché para charlar desde allá con mi madre por WhatsApp porque era su cumpleaños.

 

Seguí hacia el sur por una carretera que era una maravilla, continuamente con vistas a la playa, al contrario de la costa este en la que vas combinando playa y montaña –que también estaba guay-. Llegué hasta el tunel de Santa Catarina y a partir de ahí pasé un montón de cascadas hasta llegar al pueblo de dicho nombre. Paisajes paradisiacos, de postal.

 

Pasé Santa Catarina, dejé la carretera asfaltada y por otra de piedras me iba adentrando en la jungla, hasta que dije ¨hasta aquí hemos llegado mae¨, y me di la vuelta.

 

En el camino de regreso entré a ver Roça Diogo Vaz, una hacienda que planta cacao y produce chocolate. Pregunté a ver si la podía ver y me llevaron hasta un francés, un chaval de 20 años que me la enseñó y me estuvo explicando cosillas. Aparte de la historia de la hacienda me interesó mucho la vida de este chico. Me contó que había empezado biología en la universidad en Francia pero que lo de estudiar esa carrera no le molaba. Que andaba un poco perdido y que su madre, a través de algún contacto, le dijo a ver si quería irse a trabajar a esta hacienda. Él accedió, llevaba aquí un tiempo y le encantaba. Decía que estaba aprendiendo de huerta, contabilidad, ingeniería, de los procesos de la hacienda… Al tío se le veía motivado y entusiasmado, y transmitía una pasión que me encantó. Se le veía realmente feliz con esa oportunidad y me alegré mucho por él. Subimos a la terraza desde la cual se veían los montes en los que había agarrado la niebla. Pregunté si desde ahí se veía el Pico São Tomé –el punto más alto de la isla con sus 2024 m- y me dijo que sí, que sin niebla se vería. Este joven había llegado a São Tomé sin hablar inglés o portugués y ahora se manejaba bien en esas lenguas, se le veía espabilado. Decía que le gustaba mucho interactuar con la gente del pueblo. Tomé un café y probé el chocolate que me sacó. Vi en la mesa tres tabletas y pregunté si podía comprar algunas, pero me dijo que allá no vendían, que si quería comprar tenía que ir a la tienda que tenían en São Tomé.

 

Me despedí de Roça Diogo Vaz y de mi anfitrión y seguí de turisteo. La siguiente parada fue Padrão dos Descobrimentos o Monumento a los Descubrimientos. Una columna marcaba el supuesto lugar donde los exploradores portugueses pusieron por primera vez los pies en São Tomé, allá por 1470.

 

Vuelta al hotel y con otra cena de pescado terminó la jornada.

 

DÍA 5 – VIERNES 11 DE OCTUBRE

 

Cogí la moto el lunes a las 12 del mediodía para cuatro días, así que tocaba volver a São Tomé a devolverla. Pensé en quedármela un día más y devolverla directamente en el aeropuerto, lo cual era posible, pero también me apetecía moverme en transporte local.

 

Salí de Morro Peixe y me dirigí a una roça cercana llamada Roça Agostinho Neto. Agostinho Neto fue el primer presidente de Angola y recientemente en el libro ¨El último tren a la zona verde¨ leí lo siguiente sobre su bibliografía:

 

¨La gran ironía –por no hablar de farsa- de los derechos humanos en Angola era que uno de los primeros presos de conciencia seleccionados por Amnistía Internacional cuando se fundó, en 1961, había sido el doctor Agostinho Neto, nombrado «preso político del año» porque los portugueses lo habían encarcelado. Después de salir de la prisión, neto llegó a ser el primer presidente de Angola, y pronto fue él quien empezó a encarcelar a sus oponentes, que se convirtieron, a su vez, en presos de conciencia. Entonces Amnistía se encontró con la paradójica situación de tener que pedir justicia para las víctimas del hombre al que con tanto éxito había defendido¨.

 

El que había sido el edificio principal de una de las plantaciones más grandes de la isla se encontraba en un estado ruinoso. Aún así, permitía apreciar lo que aquello tuvo que ser en su época de máximo apogeo, una hacienda maravillosa.

 

Fui bordeando la costa hacia São Tomé y paré a desayunar en Omali, con vistas a la Baia do Ana Chaves. Allá se veían restos de barcos naufragados. Devolví la moto en Saoferias con 380 kilómetros más de los que tenía 4 días antes y me dispuse a patear la ciudad. Primero fue Forte de São Sebastião, la primera fortaleza destinada a la defensa del que fuera enclave portugués y que data de 1575. Vi el estadio nacional –para el domingo se anunciaba partido internacional contra Islas Mauricio-, me metí a echar un vistazo en la biblioteca nacional y me acerqué al cine a ver qué daban. Ahí había un cartel anunciando una peli –Nada a perder I- sobre la vida de Edir Macedo, un filme de corte religioso que se había proyectado el 27 de julio (hacía dos meses y medio) y no tenía pinta de haber habido más movimiento. Me tomé una cerveza en una cafetería cercana, 90 Graus Esplanada Bar, y fue la primera vez que vi la etiqueta de la cerveza en una birra nacional. Cada vez que pedía una cerveza local me traían una botella sin etiqueta, y la chapa tampoco tenía ninguna marca. Así que me fui sabiendo por fin que el nombre de la cerveza local en São Tomé es RosemA. Se bebe también mucha cerveza portuguesa.

 

Pasé por la gasolinera del centro de la ciudad y allá había un buen Cristo montado. La razón es que había escasez de gasolina y era difícil conseguirla. Paseando y sacando fotillos fui haciendo tiempo hasta las 4:40 p.m. que tenía una visita a la Fábrica de chocolate Claudio Corallo. Dice así la guía Lonely Planet:

 

¨Claudio Corallo is both an extraordinary person and a local institution. For over 40 years this native Italian has pursued an overriding passion for coffee and cocoa in Africa, first in Zaire and later in STP, where he has two plantations and a factory in the capital. The results are on display in this fascinating little tour, which takes you not only through the chocolate production process, but through all the thought and experimentation that went into developing the bean¨.

 

Fui a este tour por ir, sin más pretensiones y porque no tenía más que hacer. Pero merece mucho la pena y lo recomiendo a cualquiera que se deje caer por São Tomé. Este Señor Corallo transmite una gran pasión y nos guió en una interesante cata de chocolates, indicándonos que teníamos que buscar en cada una de las diez muestras. Gran experiencia.

 

Volví al centro de la ciudad a coger un taxi colectivo –son furgonetas- que me llevara a Guadalupe, porque ya estaba sin moto. En una de las paradas la gente se echo unas risas porque se despertó una mujer que se había quedado dormida y se había pasado su casa. De Guadalupe a Morro Peixe me cogí una moto taxi y ya estaba en ¨casita¨. Pescado para cenar y al sobre.

 

DÍA 6 – SÁBADO 12 DE OCTUBRE

 

Desde el hotel se veía una pequeña colina y en la cima una cruz. Pregunté la noche anterior cómo se llamaba esa colina y me dijeron que Morro Peixe, así que no se volvieron muy locos bautizándola. Pensé que sería una buena idea subir a esa cruz para vez amanecer y es lo que hice. A las 5 a.m. salí del hotel y subí esa pequeña colina. Desafortunadamente otro día que amaneció nublado y no fue posible ver el sol, pero aún así la vista desde allá era chula.

 

Después me di una vuelta por Morro Peixe. Esto es lo que dice el blog de referencia:

 

¨Una de las aldeas más emblemáticas de la costa norte de Santo Tomé es Morro Peixe (colina del pez traducido del portugués). Apostadas en una pequeña cala están las largas canoas desde las cuales parten y llegan los pescadores. Suele ser un núcleo base para asistir al desove/nacimiento de las tortugas marinas. En el propio pueblo hay un ecomuseo desde el cual además se organizan salidas a distintas playas norteñas donde anida esta especie (a 15€ por persona).

El mayor experto y defensor de las tortugas en el pueblo es Hipólito Lima. No lo ha tenido nunca fácil porque la tradición de cazar tortugas para vender su carne está todavía muy presente¨.

 

Con este Hipólito Lima coincidí. Se presentó, estuvimos hablando y me contó que había salido en la televisión española, en la francesa y en varios programas. Un señor muy majo y se le veía muy educado. Visité el pequeño museo y esto es lo que dice Lonely Planet sobre el mismo:

 

¨Museo do Mar e da Pesca Artesanal is a charming marine and fishing museum located in a whitewashed fisherman´s shak up on stilts by the water´s edge. Created by local marine conservation organisation Marapa, it has some intelligent displays with English signage and is definitely worth a stop. You can also arrange night trips to see nesting turtles here. Located at the end of road to Morro Peixe¨.

 

Museo coqueto en el que aprendí cosillas interesantes, entre otras que por São Tomé y Príncipe aparecen 5 de las 7 especies de tortugas que existen en los océanos (la tortuga carey, la tortuga olivácea, la tortuga laúd, la tortuga boba y la tortuga verde). También que por sus aguas nadan por lo menos 10 especies diferentes de cetáceos, entre los cuales los cinco más abundantes son la ballena jorobada, el delfín mular, el delfín manchado tropical, el cachalote y el calderón tropical. Hablando con el que me enseñó el museo me dijo que por las mañanas, en un paseo en barca desde Morro Peixe, era posible ver esas cinco especies. Pena que ya no me daba tiempo. Visité la tienda del museo y compré unas tortugas para una amiga que las colecciona e hice una donación para la comunidad.

 

Desayuno en el hotel y taxi al aeropuerto. Llegué con tiempo, como me gusta llegar. Hice el check in y ya con el billete en la mano salí del aeropuerto para dar una vueltilla. Vi desde la terminal unos aviones abandonados y me acerqué a echar un vistazo. Y curiosidad, en ellos habían montado un bar, así que un lugar interesante para echar la última cerveza.

 

Subí al avión y allá me encontré con tres compañeras de curro, Liliana, Gillian y Robin que habían ido a Cabo Verde. El avión a ese país desde Angola hace escala en São Tomé. Me senté en mi asiento, despegamos y ya estaba salivando para la comida del avión, que me encanta, cuando el capitán anunció por megafonía lo siguiente: ¨Estimados pasajeros, hemos tenido problemas con la carga de comida en el aeropuerto de São Tomé y no hay suficiente para todos. Vamos a servir comida solamente a niños, mujeres y personas mayores¨. Así que cuando pasaron con las bandejas y vi comer a la señora que tenía al lado se me quedó bastante cara de bobo. Pero nada más que una anécdota en un viaje corto de dos horas.

 

Ha sido un viaje fantástico. Me ha encantado la isla, la gente, y es un lugar que sin duda recomiendo visitar.

Viaje a Namibia (23 marzo – 7 abril 2019)

Viaje a Namibia (23 marzo – 7 abril 2019)

586 fotos aquí.

 

Video – Cómo montar la tienda (4´13¨)

 

Video – Khaudum National Park (13´16¨)

 

Video – Pájaros en el Parque Nacional de Etosha (4´16¨)

 

VIAJE A NAMIBIA (23 de marzo – 7 de abril de 2019)

 

Este año alcanzo la mayoría de edad de profesor, es mi decimoctavo año en la enseñanza y el sexto colegio en el que trabajo. En el calendario laboral siempre había tenido una semana en marzo o abril por las vacaciones de primavera (Spring Break), pero en esta escuela tenemos dos, así que genial.

 

Estando en Angola un plan atractivo era visitar nuestro vecino al sur, Namibia. Había hablado con gente que lo había visitado y curiosamente nadie, nadie, tenía ninguna queja de ese país. Todo eran excelentes referencias. Así que el 31 de enero compré el vuelo para Windhoek, la capital de Namibia.

 

El 1 de febrero le escribí un WhatsApp (6:53 a.m.) al mítico Fons contándole el plan. Respondió 23 minutos después (7:16 a.m.) diciendo ¨puedes contar conmigo, me sobran 10 días del año pasado y estaba mirando ir a Nepal en esas fechas¨. Intercambio de mensajes con información y a las 9:17 a.m. me escribe: ¨Voilà, ya tengo los billetes, si no querías que fuera no haber dicho nada¨. Ja, ja, no siempre es tan rápido encontrar compañero de viaje.

 

Teníamos la idea de coger un coche de alquiler para rular por Namibia. Podíamos ser tranquilamente los dos, mano a mano, pero estuvimos buscando otros dos colegas.

 

La tercera en apuntarse fue María, vieja amiga de Gasteiz. Por esas fechas tenía pendiente un viaje a Groelandia, pero le falló por falta de clientes y se nos unió a la aventura.

 

Dos semanas antes del viaje, hablando con una compañera del curro muy maja, Annabelle, me comentó que todavía no tenía plan para las vacaciones. Hablé con Fons y María a ver qué les parecía si la invitaba –principalmente por el tema de tener que pasar a hablar en inglés durante el viaje- pero les pareció perfecto, así que ya estaba la tripulación al completo. Annabelle es de Zambia (no de ¨Nambia¨, país que Cheeto in Chief se sacó de la manga).

 

ALQUILER DE COCHE

 

Había oído que la manera de moverse en Namibia era alquilarte un 4x4 y hacer kilómetros vistando Parques Nacionales y lugares de interés. Así que raudo y veloz alquilamos un 4x4, un Toyota Hilux a través de la compañía Avis. Pero luego hablando con colegas me di cuenta del error. La gente se alquila coches, pero bien equipados para ir de camping. Con las tiendas de campaña arriba, nevera, sillas, mesas, cubiertos, gas, doble depósito de gasolina, dos ruedas de recambio… ¡todo!

 

Me pasaron el contacto de esta compañía: Namvic Tours and Safaris.

Por lo menos dos grupos de profesores la habían utilizado y estaban muy contentos.

Contacté con ellos y el servicio fue excelente, en todos los aspectos. Responden los correos electrónicos muy rápido, el pago es fácil, el servicio en Namibia eficiente –te vienen a recoger al aeropuerto y te llevan de vuelta-, muchas explicaciones, sin duda recomiendo esta compañía. Conduciendo por Namibia vimos otros coches de alquiler con las tiendas arriba, hay muchas compañías que ofrecen este servicio. Con Namvic podéis estar seguros de que vais a acertar.

 

El coche que nos alquilamos fue un Toyota Hilux, que fue de maravilla.

Al salir pusimos el cuentakilómetros a cero, cuando entregamos las llaves marcaba 4.537k. Lo habíamos alquilado por 15 días, pero contando con que el primer y el último día estuvimos en Windhoek sin movernos demasiado, entre 13 sale a unos 350 km por día, no está nada mal. Conducir en Namibia es una gozada, se disfruta mucho por las carreteras y por los paisajes. Estando 4 conduciendo no se hacía nada pesado. Establecimos turnos de unos 200 kilómetros, o si estábamos en parques naturales unos 50. Más que cansarte de conducir queríamos todos conducir.

 

ALOJAMIENTO

 

En Namibia en teoría no se puede acampar por libre, tienes que hacerlo en campings. Estos son los lugares donde pusimos las tiendas:

 

1.- Sábado 23 de marzo: Urban Camp (Windhoek)

2.- Domingo 24 de marzo: Waterberg Wilderness (Private Nature Reserve)

3.- Lunes 25 de marzo: Roy´s Rest Camp

4.- Martes 26 de marzo: Khaudum National Park (Sikereti Campsite)

5.- Miércoles 27 de marzo: Khaudum National Park (Xaudum Lodge&Campsite)

6.- Jueves 28 de marzo: Mahangu Safari Lodge

7.- Viernes 29 de marzo: Nunda River Lodge

8.- Sábado 30 de marzo: !Uris Safari Lodge

9.- Domingo 31 de marzo: Etosha National Park – Okaukuejo Camp

10.- Lunes 1 de abril: Palmwag Lodge&Campsite

11.- Martes 2 de abril: Cape Cross Lodge

12.- Miércoles 3 de abril: Namib´s Valley of a Thousand Hills

13.- Jueves 4 de abril: Sossus Oasis Camp Site

14.- Viernes 5 de abril: Kalahari Farmhouse (Gondwana Collection)

15.- Sábado 6 de abril: Urban Camp Windhoek

 

15 noches en 14 campamentos diferentes. Muy diferentes entre ellos y por regla general muy muy bien montados. Lugares con mucho encanto en los que te sientes muy a gusto. Escribiré un poco sobre cada uno de ellos en cada una de las noches.

 

Por las fechas partíamos con una gran ventaja: estábamos al final de la temporada baja. Eso nos dio la oportunidad de irnos moviendo sin la atadura de tener reservas en ningún alojamiento.

-Fons reservó el camping de la primera noche en Urban Camp – Windhoek.

-Estando allá reservó para la última noche en Urban Camp.

-Íbamos buscando todos los alojamientos sobre la marcha. Afortunadamente todos tenían sitio libre, excepto uno que fue Kalahari Anib Lodge. Queríamos haber dormido allí para pasear por las dunas que están cerca, pero estaba lleno. En su lugar fuimos a Kalahari Farmhouse. Yendo en otras fechas es otra historia y hay que reservar con antelación.

 

SÁBADO 23 DE MARZO

 

Plan de vuelo: Vuelo de TAAG DT571 Luanda (10:00) – Windhoek (14:30)

 

En el aeropuerto nos estaba esperando María, que había llegado unas horas antes en un vuelo con escala en Catar, y Martin, de la compañía de alquiler de coches Namvic. Nos llevó a la parcela donde tienen los coches, firmamos el contrato, nos dio algunas instrucciones (sobre la presión de las ruedas, velocidades, etc.) y nos enseñó a montar las tiendas. Nos pasó las llaves y María fue la primera valiente en coger el coche –en Namibia se conduce por la izquierda- para llevarnos al camping.

 

Montamos las tiendas en el techo y fuimos a cenar. Ninguno de nosotros tenía un plan claro sobre lo que íbamos hacer, la idea era ir sobre la marcha, y esa noche discutimos un poco los próximos días. Nos pusimos de acuerdo en intentar salir un poco de la ruta más turística, y en intentar ir a ver tribus, concretamente los san o bosquimanos (en inglés bushmen). Con lo que el plan era dirigirnos al noreste.

 

Noche: Urban Camp (Windhoek)

 

DOMINGO 24 DE MARZO

 

Ese día hicimos unos 300 kilómetros, parando a mitad de camino en Otjiwa Safari Lodge a echar una cervecita. Ese lugar es una maravilla, porque tienen un montón de animales en una extensión enorme, pero vallada. Ahí vimos nuestras primeras cebras. Por el camino en la carrereta no era extraño ver a una especie de divertidos jabalís llamados facóqueros. Cuando corren levanta la cola y son muy graciosos.

 

Noche: Waterberg Wilderness (Private Nature Reserve)

 

Este camping se encuentra en la llamada Kalahari´s Table Mountain, que es una montaña de unos 50 kilómetros de largo por 16 kilómetros de ancho, que se eleva solo unos 200metros sobre la meseta. En el camping nos informaron de varias rutas de senderismo que se podían hacer. Nos decantamos por una llamada Andersson Trail, caminando unos cinco kilómetros. Chulo el paseo. De vuelta pasamos por el restaurante a tomar una cerveza. Tenía una terraza abierta con vistas espectaculares al valle para ver el atardecer, pero llegamos ya de noche.

 

De noche preparamos la cena (yo me encargaba de fregar, para cocinar estaban María y Fons más curtidos) y tuvimos un visitante sorpresa. María se alejó un poco y volvió corriendo porque había visto un bicho. Nada menos que un puercoespín. Pero no os imaginéis la bolita que son en España. Este porcupine era un bicho tremendo, eso de ¨por¨ igual viene de ¨pork¨ porque parecía un cerdo pequeño con espinas. Lo pudimos ver luego bien porque se dio paseos por donde andábamos acampados. También durante el paseo vimos una espina de uno de ellos, por lo visto las tiran para defenderse si se ven amenazados.

 

Este camping está bien, pero ojo, las parcelas no tienen electricidad. Si tienes muchas cosas en la nevera puede ser un problema. En nuestro caso se lo comentamos a los del camping y nos permitieron dejar las cosas de la nevera del coche en otra más grande que tenían.

 

LUNES 25 DE MARZO

 

La rutina mañana era la siguiente: desayuno, mirar el aceite y la presión de las ruedas. Ese día se nos pasó –el resto de los días cumplimos religiosamente-  al salir del camping una de las empleadas nos dijo ¨lleváis la rueda baja¨. Miramos la presión y efectivamente, estaba bastante baja. Con esa rueda tuvimos que estar al loro durante el viaje, porque no estaba pinchada pero se solía bajar.

 

Entre los extras del coche (no viene incluido) te ofrecen un compresor. Si estáis pensando en alquilar un coche un compresor es básico, no lo paséis por alto. Si no tenéis que estar siempre pendiente de buscar dónde hay una gasolinera, y puede que en muchos casos no estén a mano.

 

Tiramos hacia Roy´s Rest Camp y de camino paramos a comer en un restaurante llamado Purple Fig Bistro, en Grootfontein. Por el camino es normal que se cruce algún animal. Pero igual no es tan normal los 20 monos que cruzaron tranquilamente la carretera mientras pasábamos, importándoles bien poco que estuvieramos allá.

 

Noche: Roy´s Rest Camp. Este camping mola. En el pasado igual fue un viejo taller, porque tiene como decoración piezas mecánicas y coches clásicos oxidados. Tiene también un waterhole. La traducción literal de waterhole es ¨agujero de agua¨. Son pozos (naturales o artificiales) en los que hay agua y suelen ir los animales a beber, al atardecer, por la noche y al amanecer normalmente (pero también durante el día). Sin embargo en el waterhole del campamento no vimos ningún animal. Si que nos pegamos un buen baño en la piscina. La decoración es muy agradable.

 

MARTES 26 DE MARZO

 

Este día tiramos hacia Tsumkwe, entrada al parque nacional Khaudum. De camino paramos en el ¨Museo vivo san Ju/´Hoansi¨. Los habitantes originarios de esta zona son los san, conocidos como bosquimanos o bushmen en inglés. En su época eran nómadas, vivían de la caza, pero en estos tiempos ninguna de las dos costumbres están permitidas. Poco a poco ser irán diluyendo en la sociedad Namibia. Pero existen en Namibia 5 ¨museos vivos¨ en los que miembros de la comidad san explican cómo vivían, cómo hacían fuego, sus arcos con lanzas envenenadas, cómo cazaban, etc. Con una traductora san que hablaba bien inglés no fueron contando cosas muy interesantes, y respondiendo a nuestras preguntas. A priori puede parecer un cebo para el turista, y tendrá de eso, pero es una visita muy ilustrativa y la gente de la aldea que visitamos estaba encantada por la visita, sonriendo continuamente y haciendonos sentir bienvenidos.

 

De camino hacia Tsumkwe nos íbamos cruzando con mujeres de otra etnia, Herero. Se reconocen fácilmente por sus sombreros. Por lo visto su vestimenta tiene influencias en la moda que seguían las mujeres de los misioneros en el siglo XIX.

 

De Tsumkew condujimos los 52 kilómetros a la puerta sur del parque, Sikereti Gate. Se encontraba cerrada. Pero estábamos a 52 kilómetros de la civilización y ahí no nos íbamos a quedar. Así que probamos a abrirla, y la pudimos abrir. Entramos y sí que nos encontramos con un hombre que trabajaba en la recepción. Nos dijo que estaba cerrado, pero que fuéramos al parque y volviéramos al día siguiente a pagar. Eso hicimos. Pero antes de acampar nos fuimos al primer waterhole, llamado Soncana, a ver lo que veíamos. De vuelta nos cruzamos con un elefante que no nos había visto y se llevó un susto bueno al ver nuestro coche al lado. Los caminos en Khaudum muchas veces están rodeados por vegetación a ambos lados que hace que la visibilidad sea un poco en modo tunel, lo que tienes delante en el camino.

 

El campsite de Sikereti está en muy malas condiciones. No hay agua, no hay luz, y las contrucciones de madera que se ven están completamente deterioradas. Da la sensación de ser un lugar abandonado.

 

Khaudum es el único parque nacional de Namibia que no está vallado. Ni su perímetro –el parque tiene unos 3.874 km2- ni las zonas de acampada. Lo hacen así para facilitar la migración natural de animales entre los países limítrofes, Botswana y Angola. Quiere decir que cualquier bicho podría venir por la noche a hacerte una visita a la tienda. En la entrada del parque pudimos leer el siguiente cartel: ¨Warning! Danger! Beware of elephant, lion & hyaena in camp at night¨.

Traducido quiere decir: ¨Atención, peligro! Cuidado con los elefantes, leones y hienas en el campamento por la noche¨.

 

Encima del coche teníamos dos tiendas, en cada una de las cuales pueden dormir tranquilamente dos personas. Yo sin embargo me llevé mi propia tienda para no tener que dormir todas las noches con Fons. Sin embargo esa noche –y fue la única del viaje- no me atreví a montar mi tienda en el suelo por lo que pudiera pasar, y dormí en la tienda con Fons. Estábamos todos un poco acojonadillos, porque en cuanto cayo la noche nos fuimos inmediatamente a dormir a las tiendas. No recibimos afortunadamente ninguna visita inesperada.

 

Noche: Khaudum National Park (Sikereti Campsite)

 

MIÉRCOLES 27 DE MARZO

 

Nos levantamos con pocas ganas de preparar el desayuno en el camping. Fuimos primero de vuelta al waterhole de Soncana a ver qué veíamos (a unos 6k del camping) y volvimos a la recepción (a unos 9k del camping) a preparar el desayuno (por haber agua, mesas, y principalmente evitar que animales olieran nuestros oats bien cocinados y quisieran que los compartiéramos).

 

En la recepción tocaba decidir si íbamos a cruzar este parque o no. En el parque solo están permitidos 4x4, ya que con un coche normal no te podrías mover. Nos habían dicho que para cruzarlo, por tema de seguridad, había que ir un mínimo de dos 4x4 o con un guía. Nosotros estábamos solos y no había nadie por ahí. En el mapa indicaba claramente ¨deep sand¨ en tramos largos. Y ¨deep sand¨ se traduce como ¨arenas profundas¨.

 

Hablamos con el hombre de la recepción y no puso mayor problema en que cruzáramos nosotros solos. Dijo que iba a llamar al empleado de la otra puerta del parque para decirle que íbamos a cruzar el parque. Y que si no llegábamos, pues que estarían al tanto. Así que decisión tomada, cruzábamos el parque.

 

Para ir de la puerta sur del parque (Sikereti Gate) a la puerta norte (Khaudum Gate) hay varias rutas. El empleado del parque nos recomendo la que está más al este, pasando por los siguientes waterholes.

 

-Sikereti Gate – Sikereti Campsite (9k)

-Sikereti Campsite – Soncana (6k)

-Soncana – Shiyambi (9k)

-Shiyambi – Omuramba (3k)

-Omuramba – Dussi (17k)

-Dussi – Tari Kora (11k)

-Tari Kora – Leeupan (22k) Caution: deep sand = ¡cuidado! Arenas profundas.

-Leeupan – Doringstraat (15k) Caution: deep sand

-Doringstraat – Khaudum (11k caution: deep sand + 6k)

-Khaudum – Xaudum Lodge & Campsite (1.5k)

 

Teníamos por lo tanto 110 kilómetros hasta el siguiente lugar de acampada, de los cuales 48 eran por zonas de mucha arena. Challenge accepted!

 

La conducción por arena podía llegar a ser un poco tensa, especialmente después de que encallármos el coche un par de veces. La primera fue María, y lo sacamos enseguida, la segunda fui yo, y tardamos casi dos horas en sacarlo. Dio la casualidad –no entiendo por qué- de que en esa zona donde encallamos había conexión a Internet, y después de muchos intentos baldíos por sacar el Hilux María llamó a un colega suyo que entiende de esto. Le envió fotos de como estaba el coche y nos dio un consejo que es el que nos salvó. Bajar la presión de las ruedas casi a tope. En asfalto teníamos que llevar 1.8, en grava 1.6, en arena 1.4. Para salir del agujero las pusimos a 1.0, y las mantuvimos durante todo el trayecto de arena. Pero hasta llegar hasta ahí vaciamos el coche, pusimos troncos debajo, de hecho subimos una de las rueda con el gato para meter debajo ramas… una odisea. La felicidad de haberlo sacado se encontraba con la tensión de saber que todavía quedaban muuuuchos kilómetros de arena por delante.

 

Así como la noche anterior la pasamos con miedo a los animales, estando encallados nos olvidamos de ellos porque nuestra prioridad era volver a ponernos en marcha.

 

Los nombres que he indicado arriba en los segmentos en los que ponía los kilómetros se corresponden con waterholes. Así que ahí íbamos viendo animales, principalmente elefantes y ñus.

 

Aparte de la arena tuvimos que bajarnos unas 4 veces del coche para quitar ramas que estaban atravesadas. Estaba claro que hacía bastante que nadie había pasado por allá.

 

Llegamos por fin al camping, Xaudum Lodge&Campsite. Creo que respiramos aliviados al llegar, porque encallando otra vez no sabes si se te puede hacer de noche. El camping del sur era un agujero, sin embargo este del norte era una maravilla. Nuevo y con una visión maravillosa desde un poco de altura a una explanada con ñus. 

 

Hicimos fuego, la cena y a dormir. Estando los 4 en la hoguera muy bien. Pero cuando Fons y Annabelle se metieron en las tiendas a dormir y apagamos el fuego, cuando nos quedamos María y yo a oscuras nos volvió a entrar un poco de ¨cague¨ por lo que pudiera haber ahí fuera, ya que no hay ningún cercado que te separe de los animales. Así que rápido al sobre.

 

Ver video sobre este parque aquí.

 

Noche: Khaudum National Park (Xaudum Lodge&Campsite)

 

JUEVES 28 DE MARZO

 

Por la mañana, desde las tiendas orientadas a la gran planicie donde se encontraban los ñus María y Fons vieron un punto gordo a lo lejos que se movía de un lugar a otro. Mirando con los prismáticos vieron que había un elefante muerto, las hienas querían dar con él y la madre estaba corriendo de un lado para otro para espantarlas.

 

Desayunamos, y viendo que la madre ya se había ido decidimos coger el coche y acercanos a ver el elefante. Ahí seguían las hienas, y cuando se marcharon llegaron dos chacales.

 

Tocaba para hoy más conducción en arena:

-Xaudum-Lodge & Campsite – Khaudum Gate (9k) Caution: deep sand.

-Khaudum Gate – Carretera B8 entre Rundu y Divundu (46k) Caution: deep sand.

 

Vamos, por delante 55k de arena.

 

En la puerta del parque tuvimos que pagar al salir, ya que se paga estancia en el parque por día. Habíamos estado dos y solo pagado uno. A la hora de firmar miré el registro de entradas. Estábamos a 28 de marzo y los últimos visitantes habían sido dos semanas antes. Esto es lo que ponía el libro:

 

7 marzo – 2 Toyotas

11 marzo – 1 Toyota

14 marzo – 1 Toyota y un Suzuki

28 marzo – Nuestro Toyota Hilux

 

Desde la entrada a la salida no nos cruzamos con ningún coche. De hecho, hasta conectar con la B8 fuimos el único coche por allá. ¡Una gozada!

 

Upps, me he colado. Mirando las fotos lo que he escrito no es verdad. Encallamos una vez el día anterior, y la segunda vez que tardamos dos horas en sacarlo fue este día, enlos 9 kilómetros entre el camping y la entrada al parque. De ahí que hubiera señal de datos, estábamos cerca de la puerta del parque. No me lío a corregirlo.

 

Nuestro siguiente destino era la Franja de Caprivi, el río Kavango. Pasamos Divundu y nos alojamos en Mahangu Safari Lodge. El sitio muy bonito, con dos piscinas para pegarte un baño y un buen bar restaurante con terraza sobre el río Kavango. Una de las piscinas es la típica, la otra era sobre el río. Tenía la apariencia de piscina porque se trataba de una especie de marco puesto sobre el río, pero el agua era la que fluía del Kavango. No nos llegamos a bañar en esa, porque alguien leyó en algún sitio que ese río tenía no se qué parásito.  

 

Se discutió la idea de recorrer la Franja de Caprivi para intentar llegar a las Cataratas Victoria, pero era mucho tomate y se descartó.

 

Noche: Mahangu Safari Lodge

Ah, yendo por esa zona estuvimos discutiendo si tomar o no Malarone, para prevenir la malaria. Al final Fons, María y yo sí que tomamos las pastillas, Annabelle optó por un tratamiento de tónicas en las cenas.

VIERNES 29 DE MARZO

 

Este día visitamos el Parque Nacional Bwabwata… ¡dos veces! Y no porque entraramos dos veces al mismo sitio, sino porque pagamos la entrada al parque de ese nombre dos veces. El Parque Nacional Bwabwata tiene dos secciones, a ambas orillas del río Kavango.

 

Orilla sur – Mahango Core Area: aquí pudimos ver muchos elefantes, girafas, antílopes, monos, facóqueros, cebras, etc. etc. La guinda de este parque es el búfalo, que todavía no habíamos visto y tuvimos aquí la oportunidad. Este parque tiene también una zona a la que solo se puede acceder en 4x4 y llegamos a un waterhole donde teníamos un montón de elefantes a nada.

 

Orilla norte – Buffalo Core Area: pese al nombre, aquí lo que veníamos a ver era hipopótamos y cocodrilos, y ahí estaban. Ya de vuelta tuvimos un encuentro tenso con una elefanta que iba con su elefantito. Ya estaba atardeciendo, teníamos que volver y un grupo de elefantes se fueron a beber, cruzando la carretera. Intentamos pasar poco a poco pero a la elefanta no le moló la idea y nos acojonó bastante por su actitud agresiva. Tocó retroceder y volver por otro camino. El silencio se podía mascar en el coche, hubo un poco de tensión. Además se nos hizo de noche en el parque. Una de las condiciones de alquiler era no conducir después de las 7 p.m., pero no nos quedó otra alternativa.

 

La noche la pasamos acampados en Nunda River Lodge, no lejos del camping de la noche anterior. Cenamos un buffet en el restaurante y a montar las tiendas. No me quedé muy tranquilo poniendo mi tienda en el suelo después de ver el cartel en nuestra parcela que decía ¨Danger¨ y se veía un cocodrilo y un hipopótamo. A la mañana siguiente sí que vimos un cocodrilo justo enfrente, en la otra orilla.

 

Noche: Nunda River Lodge

 

SÁBADO 30 DE MARZO

 

Jornada de tránsito al parque nacional de Etosha. Esa noche dormimos en !Uris Safari Lodge, en la región de Oshikoto, a unos 24 kilómetros al noreste de Tsumeb. La exclamacion antes de Uris tiene un significado. Es un sonido ¨clic¨ que se produce al hablar en algunas lenguas de Namibia, Botswana y Sudáfrica. Cerca de Skeleton Coast unos días después grabé esta demostración. La persona que veis en el video me dijo que era de la etnia Damara.

 

!Uris Safari Lodge se encuentra al lado de dos minas de cobre. Y el camping y el lodge está decorado con esa temática, con carros para extraer el material, lámparas mineras alumbrando el campamento y muchos detalles con los que se podría rodar alguna película de buscadores de oro, por las herramientas que lo decoran.

 

En estos lugares tienes siempre la zona de acampada, y los bungalows. Estando de acampada puedes usar el restaurante, y se de la circunstancia de que suelen ser todos bastante lujosos. Estás de camping, pero luego te tomas una cerveza o desayunas como un rey.

 

Noche: !Uris Safari Lodge

 

DOMINGO 31 DE MARZO

 

Siguiente destino: Parque Nacional de Etosha.

 

Este parque es el que más aparece en la publicidad de Namibia, porque la verdad se sale. Entras y ves animales en cantidad, una gozada. Nuestra ilusión era ver rinocerontes, leones y leopardos, que eran lo que nos quedaba por ver. No tuvimos suerte con leones y leopardos. Coincidió que había llovido y por lo visto son especialmente esquivos con la lluvia.

 

Acampamos en Okaukuejo Camp. Allá hay un waterhole y por la noche sí que tuvimos la oportunidad de ver un rinoceronte en el agua, y lo mismo a la mañana siguiente.

 

Etosha se sale. Lo que no se sale es el camping. Pasamos de estar prácticamente solos o con poca gente en los campings a llegar a este camping repleto de coches. Eso no nos moló, pero Etosha hay que reconocer que merece la pena visitarlo.

 

Al que le guste despertarse con los pájaros, mirad que curiosos estos nidos.

 

Noche: Etosha National Park – Okaukuejo Camp

 

LUNES 1 DE ABRIL

 

Entramos a Etosha el día anterior por Von Lindquist Gate (en el Este), salimos ese día por Galton Gate (Oeste). Seguíamos con la esperanza de ver algún león pero no pudo ser.

 

Ese día el plan era tirar hacia el oeste, hacia Skeleton Coast. En el puerto de Grootberg había un alojamiento pero nos dijeron que solo había bungalows, no camping, así que tiramos hasta Palmwag Lodge&Campsite. Una parcela muy bonita con unas vistas chulas. Lo curioso que es nos hicieron firmar un ¨Waiver&Identity Form¨, un formulario diciendo que no íbamos a salir del campamento, y que si lo hacíamos era bajo nuestra responsabilidad. Por lo visto había animales salvajes en los alrededores, y de hecho en la puerta tienen un cartel muy gracioso. Se ve un corredor corriendo delante de un leon y se lee ¨No joggers beyond this point¨, lo que sería que no vayas a correr más allá de ese cartel, fuera.

 

Noche: Palmwag Lodge&Campsite

 

MARTES 2 DE ABRIL

 

Revisamos el coche como cada mañana y vimos que el aceite estaba casi al límite inferior. En el mismo Palmwag tenían un taller y nos pusieron medio litro de aceite.

 

Entramos en Skeleton Coast Park. Un cartel explicaba de dónde viene ese nombre de Costa de los Esqueletos:

 

 

¨The Skeleton Coast stretches for 500 km along the North-Western edge of the Namib Desert, the oldest and driest desert on our planet. Its relentless and hostile reputation originated in the 15th century, when Portuguese explorers named it ¨the gates of hell¨. Treasures hidden underneath its sandy soils and its turbulent waves are the skeletons of shipwrecks and many a sailor that perished from thrist and exposure. The Skeleton Coast is a product of its climate. The combination of dense coastal fog caused by the cold Benguela Current and hot berg winds from the interior generates and exceptional ecosystme and an essesntial life support system that contributes to the high diversity of animal and plant life in this desolate environment. The Skeleton Coast Park was proclaimed in 1971. There are seven ephemeral rivers that run from East to West across the Park and they are important ¨linear oases¨ to the wildlife. There are no less than 29 (23 reptiles, 3 birds, 3 mammals) endemic especies as well as uniquely desert-adapted species like elephants, giraffes and lions¨.

 

Se lo dieron los portugueses en el siglo XV. Esta Costa de los Esqueletos son 500 kilómetros en el borde noroccidental del desierto de Namib, el desierto más seco y antiguo del mundo. Los portugueses llamaban a esta zona ¨las puertas del infierno¨. Por las condiciones se producían muchos naufrágios y los marineros morían de sed.

 

También leí un cartel que decía que había algunos leones que se habían adaptado al clima del desierto. Nuestra última oportunidad, pero no tuvimos la oportunidad de ver ninguno.

 

Entramos por Springbokwasser Gate y fuimos hasta Torra Bay. Es un lugar que se encuentra abandonado, pero desde hace poco tiempo. De hecho en la recepción se veían un montón de cosas de decoración, que llevando el sitio tiempo abandonado ya las habría robado alguno. El siguiente alojamiento al norte es Terrace Bay, pero ahí no hay lugar de acampada, solo puedes ir a los bungalows y son bastante caros. Si no tienes reserva no se permite el acceso al norte. De hecho más al norte a partir de Terrace Bay no se puede pasar, porque creo que hay explotaciones mineras. Así que para el sur tiramos. De camino vimos un par de naufragios, uno de ellos un barco bastante grande. Salimos del parque por la puerta Ugab Gate.

 

Nuestro camping para esa noche era Cape Cross Lodge. Tienen un buen restaurante para cenar, y es un lugar estratégico porque está al lado de Cape Cross Seal Reserve, o la reserva de focas de Cape Cross.

 

Noche: Cape Cross Lodge

 

MIÉRCOLES 3 DE ABRIL

 

Cape Cross se traduce en inglés como ¨El cabo de la cruz¨. La razón es que en 1.486, Diego Cáo, el primer europeo en poner pie en las costas del Suroeste de África, erigió en este punto una cruz en honor a Juan I de Portugal. ¿Os suena el nombre? A mí sí porque también fue el primer europeo en llegar a Angola. Ahora en ese punto existe una réplica de esa cruz. Estamos a unos 115 km. al norte de Swakopmund.

 

La Reserva de Focas de Cape Cross es algo para ver. El número de focas depende de la época del año, pero fluctua entre 80.000 y 100.000. Así que en el peor de los casos vas a ver un mo-go-llón de focas tomando el sol, bañándose, moviendo el cuello en posiciones inverosímiles o pasando unas por encima de otras para ir del punto A al punto B. Muy divertido. Las tienes ahí mismo, y si no las tocas es porque igual te pueden pegar un mordisco, pero vamos, estás entre focas.

 

Tanto en Torra Bay como paseando la tarde anterior por la playa de Cape Cross vimos muchas muertas. He leído que la mortalidad infantil es de un 27%, y siendo 80.000 pues te vas a encontrar un montón de ellas muertas por la zona.

 

Seguimos ruta, nuestro próximo destino son las dunas rojas de Sossusvlei. Está claro que en un día no podemos llegar hasta allá, así que jornada de tránsito disfrutando de la conducción. Pasamos por Swakopmund, paramos en el súper y damos una vuelta para vez cómo es. Chulo, muy turístico y por ello tampoco dedicamos más tiempo a esta ciudad.

 

En nuestra búsqueda de alojamiento en el camino llegamos a Namib´s Valley of a Thousand Hills, un sitio alucinamente, en medio de la nada, que se convirtió en una muy grata sorpresa. Si tenéis oportunidad de pasar por aquí una noche o dos es un lugar muy recomendable. La dueña –Elize Beyleveld- tiene una gran vitalidad y es muy maja. Los paisajes son es-pec-ta-cu-la-res.

 

María sacó unas fotos muy chulas del firmamento. Hemos tenido mucha suerte con los cielos por la noche, se podian ver un montonazo de estrellas.

 

Noche: Namib´s Valley of a Thousand Hills

 

JUEVES 4 DE ABRIL

 

Después de un baño en la piscina de Fons y María y del desayuno dejamos a Elize en su desierto y tiramos hacia Sossusvlei. De camino pasamos un cartel que indica el Trópico de Capricornio y un pueblo llamado Solitaire con una buena colección de coches antiguos en mal estado, en buen estado para decoración.

 

En Sesriem nos registramos en Sossus Oasis Camp Site y entramos al parque, famoso por sus enormes dunas rojizas. El camping está fuera del camping. Dentro del parque no se permite la acampada, solo hay alojamiento en bungalows, por los que habrá que pagar lo que haya que pagar. Tienen la gran ventaja estos bungalows de que el parque cierra a las 7 de la tarde y abre después del amanecer. Con lo que si no te alojas en los bungalows te pierdes el amanecer o puesta de sol en las dunas, que es lo suyo, ya que para esas horas tienes que estar fuera.

 

Estuvimos dando un paseo por las dunas. El parque cerraba a las 7 de la tarde y estábamos a unos 30 kilómetros de la entrada. Eran las 5:45 p.m. y María, Fons y Annabelle se pusieron a subir una duna. Yo les seguía desde la distancia porque estaba sacándoles fotos chulas. Desaparecieron y me quedé tranquilamente esperando a que volvieran, contando con que tendrían la hora en mente. Nos quedaban 30 kilómetros hasta la salida, el límite dentro del parque era 60k/h, con lo que teníamos que salir para las 6. Aparecieron a las 6:30 p.m., porque habían encontrado Deadvlei, que es un sitio con la foto típica: árboles secos con las dunas rojas de fondo. Guay. El problema es que tocaba recorrer 30 kilómetros en 30 minutos para que no cerraran el parque (y el límite era 60k/h). Me tocaba conducir. Me limitaré a decir que solo llegamos unos minutillos tarde a la salida.

 

Noche: Sossus Oasis Camp Site

 

VIERNES 5 DE ABRIL

 

El domingo teníamos que devolver el coche y volar de vuelta. Se nos pasó por la cabeza bajar hasta el Ghost Mining Town (pueblo minero abandonado famoso porque se lo está devorando la arena) o a Fish River Canyon, un cañón muy chulo, pero iba a ser una kilometrada. Así que decidimos ir acercándonos hacia Windhoek poco a poco.

 

Visitamos el castillo de Duwisib que tiene una historia interesante. Nos acercamos a Kalahari Anib Lodge, un camping donde leímos que se puede pasear por las dunas del Kalahari, pero estaba completo. Así que terminamos en Kalahari Farmhouse, que también estaba bien. Un ambiente rural, con chalets de influencias holandesas. Nos metimos un baño en la piscina viendo a ver qué distancia podíamos bucear. Última cena de camping, tocaba vaciar la nevera del coche.

 

Noche: Kalahari Farmhouse (Gondwana Collection)

 

SÁBADO 6 DE ABRIL

 

Por la mañana vaciamos el coche y le pegamos una limpieza buena, porque tocaba devolverlo al día siguiente. Aún así, en la vuelta a Windhoek seguimos evitando las carreteras de asfalto buscando las de graba, con la idea de seguir aprovechando al máximo un viaje que después de dos semanas se nos estaba quedando corto.

 

Llegamos a Urban Camp, baño en la piscina, y nos duchamos para pasar la última noche en Joe´s, un bar mítico de Windhoek. Dicen que si no has estado en Joe´s no has estado en Namibia. El garito es muy chulo. Está a unos 500 metros del camping, sin embargo no recomiendan ir andando, recomiendan coger taxi y eso hicimos. Sorprendente, porque Namibia te da continuamente una gran sensación de seguridad.

 

Noche: Urban Camp Windhoek

 

DOMINGO 7 DE ABRIL

 

Fin del viaje. Nos levantamos, desayunamos en el hotel y llevamos a María, que salía unas horas antes, al aeropuerto. Pasamos por un centro comercial, devolvimos el coche, miraron que todo estuvieran bien y nos llevaron al aeropuerto. Nuestro vuelo de TAAG fue el DT0574 Windhoek (16:30) – Luanda (18:00).

 

-----

 

Ha sido un viaje que sin duda quedará en la memoria de los 4, lo hemos disfrutado a tope. Ha habido mucha aventura, risas, y lo hemos pasado genial. ¡Ahora a pensar en la próxima!

 

Namibia… ¡si no tienes este país en el radar, ponlo inmediatamente!

Viaje escolar a Sri Lanka (22-28 de abril de 2018)

Viaje escolar a Sri Lanka (22-28 de abril de 2018)

295 fotos aquí

 

Video 1 – Tuk-tuks en Haputale (1´14¨)

 

Video 2 – Tortugas en Habaraduwa (2´30¨)

 

Video 3 – A cappella – Cantando en Sri Lanka (1´47¨)

 

Mapas

 

0.- General

 

1.- Aeropuerto de Colombo – Negombo

 

2.- Negombo – Haputale

 

3.- Haputale – Escuela local

 

4.- Haputale – Embilipitiya

 

5.- Embilipitiya – Unawatuna

 

6.- Unawatuna – Galle – Colombo – Negombo

 

7.- Negombo – Aeropuerto de Colombo

 

 

 

Muchas escuelas internacionales organizan lo que llaman ¨Week Without Wall¨, una semana en la que los estudiantes aprenden fuera de los muros del colegio. En Jakarta Intercultural School, los estudiantes de grado 9 (equivalente a 3º de la E.S.O.) tienen la oportunidad de elegir entre las siguientes alternativas:

 

Australia

Camboya

China

--- Pekín / Xi´an

--- Guilin / Yangshuo

Indonesia

--- Lombok / Gili Air

--- Telunas

Nepal

Sri Lanka

Tailanda

Vietnam

 

El año pasado fui de profesor a Sri Lanka (crónica aquí) y este año repetía.

 

El grupo lo formábamos 17 estudiantes y 3 profesores. Parece que los profesores fueron elegidos por apellido latino, ya que íbamos Eduardo Rodrigues, Joanna Gutierrez y Javier Castro. Eduardo es brasileiro y habla español perfectamente, Joanna es yankee.

 

Entre los estudiantes, estas eran las nacionalidades:

 

Estados Unidos: 3

Australia: 2

Corea del Sur: 2

India: 2

Indonesia: 2

Singapur: 1

Sudáfrica: 1

Pakistán: 1

Costa Rica: 1

Noruega: 1

Filipinas: 1

 

Este fue el itinerario:

 

DOMINGO 22 DE ABRIL: YAKARTA (INDONESIA) – COLOMBO (SRI LANKA) – NEGOMBO

 

Vuelo UL364 de Sri Lankan Airlines: Yakarta (14:25) – Colombo (17:30)

 

En el aeropuerto de Colombo nos estaban esperando Dave, de la compañía Indago Travels, y Bruno y Siva, guías locales en Sri Lanka. A los tres los conocía ya, a Dave lo conocí en enero, a Bruno y Siva en el viaje del año pasado. Dave es británico.

 

Los tres se encargaron de que el viaje fuera de 10, una experiencia increíble. Son unos guías excepcionales, y saben tratar perfectamente con los chavales. Si algún profe está pensando en montar un viaje de este tipo con estudiantes, que no lo dude, Indago Travels. Si necesitáis más info me podéis contactar a través de un comentario.

 

Del aeropuerto fuimos a Negombo, que está al norte de Colombo, a unos 12 kilómetros del aeropuerto. Nos alojamos en el Golden Star Beach Hotel. Cenamos un buffet excelente, y pronto a dormir porque al día siguiente tocaba madrugar.

 

LUNES 23 DE ABRIL: NEGOMBO – COLOMBO – HAPUTALE

 

Ese día tomamos el tren de Colombo a Haputale, lo que nos llevó unas 8 horas. Haputale está en las montañas, más o menos a unos 1.400 metros. El trayecto en tren es muy agradable, va parando en muchas estaciones, se ve a las mujeres con los saris típicos, y ganando altitud se disfrutan las vistas de los campos de té.

 

En Haputale nos alojamos en el Discovery Retreat Blackwood Beregala. Es el hotel de Bruno, y un lugar precioso con unas vistas espectaculares al valle. Si vuelvo a Sri Lanka será parada obligada. En Trip Advisor escribí una recomendación sobre el sitio.

 

Entre los planes de ese día estaba aprender a jugar al cricket, religión de Indonesia. Sin embargo no lo pudimos hacer porque cayó una gran tormenta. Lo que sí que hubo es una clase de cocina. Los estudiantes aprendieron a cocinar cocina de Sri Lanka, y eso fue lo que cenamos.

 

MARTES 24 DE ABRIL: HAPUTALE

 

Para los dos siguientes días el plan era un programa de servicio. Fuimos a una escuela local, llamada Tamil Vidyalaya (B/Blackwood No:1) y nos encargamos de varias tareas:

-Montar una valla enfrente de una de las clases que daba a la carretera.

-Arreglar muebles (sillas y mesas) y pintarlos.

-Pintar las paredes interiores y exteriores de unas clases.

-Pintar unos mapas.

 

Teníamos unos oficiales que se encargaban de organizar el trabajo, y dividimos a los chavales en grupos para llevar a cabo esas tareas. Trabajaron duro, mezclando hormigón, cavando, moviendo sillas y mesas, limpiando, la verdad es que fue un grupo maravilloso.

 

Por la tarde volvimos al hotel. El plan era intentar otra vez lo del cricket, pero otra vez tormenta vespertina, con lo que no pudo ser.

 

MIÉRCOLES 25 DE ABRIL: HAPUTALE - EMBILIPITIYA

 

Vuelta a la escuela local, a seguir currando. Esa escuela estaba en medio de la naturaleza, con monos y ardillas rondando por ahí. Hablando con el director no estaba demasiado contento con los monos, porque dice que entraban a las clases y robaban cosas. Saqué unas fotografías que podéis ver en el álbum. Una cosa muy curiosa es que hablando con los estudiantes y profesores estábamos muy relajados, riéndonos y demás, si les pedía una foto aceptaban gustosamente, pero inmediatamente dejaban de sonreír y se ponían serios. Me llamaba mucho la atención. Hablándolo con Bruno me decía que siendo área rural no están acostumbrados a las fotos, no hay teléfonos móviles, y las únicas fotos que sacan son las oficiales, para el DNI u otros documentos, y ahí les dicen que estén serios. Y que de ahí al sacar las fotos se pongan serios.

 

Ahí arriba también podéis ver un video del sistema de transporte que empleábamos en las montañas, unos divertidos tuk-tuks.

 

Por la tarde terminamos, volvimos al hotel, nos duchamos, y en autobús tiramos a Embilipitya, donde nos alojamos en el Centauria Hotel.

 

JUEVES 26 DE ABRIL: EMBILIPITIYA - UNAWATUNA

 

Por la mañana había una boda en el hotel, por lo que pudimos ver a los novios y acompañantes ataviados con los trajes tradicionales.

 

El primer plan para ese día era ir a ¨Elephant Transit Home¨, o traducido ¨Hogar temporal de elefantes¨. En la actualidad hay unos 45 elefantes huérfanos o con problemas ahí. Viven a su aire en la reserva, pero cada tres horas van a un centro a por leche. Y eso es lo que vimos, cómo les daban leche a cada uno de ellos.

 

Posteriormente nos montamos en unos coches adaptados (4x4) y comenzamos un safari por Udawalawe National Park, un parque natural enorme donde los elefantes viven libremente. Los veías muy cerca, y alguno incluso acercó la trompa a los coches. Aparte de elefantes había una gran variedad de aves, jabalís, búfalos de agua, reptiles, etc.

 

De ahí tiramos en autobús a la costa, y paramos en el centro de rescate de tortugas de Habaraduwa (Sea Turtle Hatchery – Habaraduwa). Indago organiza viajes en la que los estudiantes no son meros turistas, sino que tienen que mojarse. Y en este centro se mojaron bien. Tuvieron que limpiar la playa y los estanques de las tortugas. Para ello tuvieron que vaciarlos y volverlos a llenar, haciendo una cadena humana con cubos desde los estanques a la orilla del mar. Tuvimos la suerte de ver nacer una camada de unas 100 tortugas (podéis ver el video arriba). Esas 100 tortugas se recogen –el nido estaba identificado y cercado para protegerlas- y se meten en un estanque durante tres días, y posteriormente se las lleva a la playa para que busquen el camino al mar. También tuvimos la oportunidad de soltar 50 de estas tortugas pequeñitas. Las que sobrevivan volverán en 30 años a esa playa a poner sus huevos.

 

De ahí tiramos a Unawatuna, donde nos alojamos en el hotel Lavendish Beach.

 

VIERNES 27 DE ABRIL: UNAWATUNA – COLOMBO – NEGOMBO

 

Por la mañana paramos en un lugar donde estaban practicando la pesca tradicional de Sri Lanka, sobre unos postes. Uno de los pescadores nos explicó lo que hacían, mientras Bruno nos lo iba traduciendo.

 

De ahí fuimos a una playa a hacer surf. Yo nunca había probado y me apetecía intentarlo. Estuvimos un par de horas en el agua y fui incapaz de coger una ola. ¡El único! ¡Madre mía qué inútil!

 

Después de surfear nos fuimos a Galle, una ciudad fortificada donde comimos y los chavales tuvieron tiempo libre (tampoco mucho, como una hora). Y de ahí vuelta a Colombo. Paramos en una explanada que es donde va la gente por las tardes a ver la puesta del sol, y estaba muy muy animada. De ahí tiramos al Dutch Hospital, donde los chavales tuvieron otra hora libre para hacer más compras, y a Negombo para dormir, otra vez en el hotel Golden Star Beach Hotel.

 

SÁBADO 28 DE ABRIL, SAN PRUDENCIO: COLOMBO (SRI LANKA) – YAKARTA (INDONESIA)

 

Toco madrugar porque este era nuestro plan de vuelo: UL364 Colombo (07:20) – Yakarta (13:30). Los vuelos son directos, de unas 4h30´, con lo que se llevan muy bien.

 

A la hora de facturar algo no iba bien. Nuestras maletas se estaban almacenando sobre la cinta sin pasar a las bodegas, y el tema iba muy lento. Finalmente la azafata de tierra me dijo que había overbooking. Que habían puesto a 4 chavales en Business Class, pero que solo habían conseguido 19 billetes. Éramos 20, así que me tocaba quedarme. Los dos profesores se fueron con los 17 chavales, y yo me quedé en el mostrador esperando a que me redireccionaran a través de Singapur o de Kuala Lumpur. La otra opción era volar al día siguiente en el mismo vuelo. Me ofrecían una noche de hotel, y otro vuelo gratis Yakarta-Colombo-Yakarta. Pero no lo iba a poder utilizar ya que me mudo de Yakarta el 9 de junio, y tardaré un tiempo en volver a Asia. Mientras andaba haciendo esas gestiones llegó la hora del cierre del vuelo, y la azafata me dijo ¨un pasajero de business class no ha aparecido, puedes correr y coger ese vuelo¨. Hell yeah, business class. Así que corrí y pillé al resto del grupo, volviendo todos juntos.

 

----

 

Fue una maravilla de viaje, los chavales muy buena gente y se portaron de maravilla. Indago, la agencia de viajes, cuida todo al detalle. Dave es un organizador excelente, y da gusto ver cómo trata a los chavales. Bruno y Siva siempre con una sonrisa en la boca. Vamos, un viaje para recordar.

 

----

 

Durante el viaje Dave preparó un juego que nos enganchó a todos, estudiantes y profesores. Se llama asesino, y lo hemos empezado a jugar en una de mis clases de español. Aquí las instrucciones.

Fin de semana de MotoGP @Sepang (Malasia). 27-29 octubre 2017

Fin de semana de MotoGP @Sepang (Malasia). 27-29 octubre 2017

¡Fin de semana de MotoGP!

 

154 fotos aquí

 

Allá por mayo un colega inglés que ahora vive en Kuala Lumpur –Kev Lawson- me tanteó a ver si me apetecía ir al Gran Premio de MotoGP, que se celebraría este fin de semana -más de 5 meses después- en el circuito de Sepang (al lado del aeropuerto de Kuala Lumpur, en Malasia). Me llevó un minuto decirle que sí, y un par de días después compré los billetes de avión. Este fue el plan de vuelo:

 

Viernes 27 de octubre – Air Asia QZ206: Jakarta (18:55) – Kuala Lumpur (22:00)

Domingo 29 de octubre – Garuda GA0819: Kuala Lumpur (20:40) – Jakarta (21:55).

 

Este Kev se portó de maravilla. Me vino a recoger al aeropuerto, me llevó de vuelta al aeropuerto, y me quedé en su casa un par de noches, en una urbanización que está en un campo de golf llamada Valencia, en la ciudad de Sungai Buloh (al lado de KL).

 

Sábado y domingo en el circuito, disfrutando a tope del mundo del motor.

 

En Moto3 había campeón del mundo desde la carrera anterior, el español Joan Mir.

 

En Moto 2 el italiano Franco Morbidelli llegaba con 29 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado –Thomas Luthi- y con 81 sobre el tercero –Miguel Oliveira. Esta es la penútima carrera del circuito, con lo que quedaban 50 puntos en juego (25 puntos por victoria). Desgraciadamente durante los entrenamientos el suizo Thomas Luthi sufrió una caída con rotura de tobillo y no pudo tomar la salida el domingo. De ahí que Morbidelli se proclamara campeón del mundo de Moto2 independientemente de su posición en carrera.

 

En MotoGP Marc Márquez tenía la oportunidad de proclamarse campeón del mundo por cuarta vez, defendiendo su título. Así estaba la clasificación:

1 – Marc Marquez (269 puntos)

2 – Andrea Dovizioso (236 puntos) (33 puntos menos)

3 – Maverick Viñales (219 puntos) (50 puntos menos)

 

Con 50 puntos en juego (quedaban la carrera de Sepang y en dos semanas la de Cheste en Valencia) el campeonato era cosa de dos.

Marc Márquez, con quedar primero o segundo se proclamaba automáticamente campeón del mundo, sin esperar a Valencia. Con otros resultados dependía de lo que hiciera Dovi. Y el italiano hizo lo que tenía que hacer, ganar la carrera –en mojado- para llegar con opciones al final. Esta fue la clasificación del GP de Malasia:  

1 – Andrea Dovizioso – 25 puntos

2 – Jorge Lorenzo – 20 puntos

3 – Johann Zarco – 16 puntos

4 – Marc Márquez – 13 puntos

5 – Dani Pedrosa – 11 puntos

 

Así queda la clasificación del mundial:

1 – Marc Marquez (282 puntos)

2 – Andrea Dovizioso (261 puntos) (21 puntos menos)

 

Parece que Marc Márquez tiene en bandeja su cuarto título en Cheste.

Andrea Dovizioso para ganar el campeonato del mundo tiene que ganar sí o sí la carrera, y esperar a que Márquez acabe duodécimo o peor. Si Márquez se mete entre los 11 primeros, es campeón del mundo.

 

Esta carrera ya la veremos en la tele…

Viaje escolar a Sri Lanka (30 de abril – 5 de mayo de 2017)

Viaje escolar a Sri Lanka (30 de abril – 5 de mayo de 2017)

307 FOTOS AQUÍ

 

VIDEO 1 – LA ARDILLA Y LA CULEBRA (38¨)

 

VIDEO 2 – BAILE TRADICIONAL (39¨)

 

VIDEO 3 – ALUMNOS DE LA ESCUELA LOCAL (57¨)

 

La primera semana de mayo en nuestra escuela está dedicada a la LEAD week.

LEAD (de liderazgo) es el acrónimo en inglés de Leadership, Enrichment, Activity and Development (= Liderazgo, Enriquecimiento, Actividad y Desarrollo).

 

Durante esta semana no tenemos las clases normales, y para los diferentes cursos hay planificadas diferentes actividades:

-       Estudiantes de grado 9 (equivalente a 3º de Secundaria = 1º de BUP) = Viajes educativos fuera de Indonesia.

-       Estudiantes de grado 10 y grado 11 (equivalente a 4º de Secundaria y 1º de Bachillerato = 2º y 3º de BUP) = actividades en el colegio. Por ejemplo ¨Careers Day¨, que es un día en el que profesionales de diferentes ámbitos vienen a hablar a la escuela sobre sus trabajos, cómo llegar a ejercerlos, etc.

-       Estudiantes de grado 12 (equivalente a 2º de Bachillerato = C.O.U.) = estos alumnos tienen pruebas externas llamadas exámenes de AP o de IB, el equivalente a nuestra Selectividad, pero a nivel mundial.

 

Para los estudiantes de grado 9 estos son los viajes que se ofertaban:

1.- Australia

2.- Camboya

3.- China (Pekin y Xi´an)

4.- China (Guilin y Yangshuo)

5.- Indonesia (Jakarta – para estudiantes que por alguna razón no pueden viajar fuera)

6.- Indonesia (Lombok)

7.- Indonesia (Telunas Island, Batam)

8.- Laos

9.- Nepal

10.- Sri Lanka

11.- Tailandia

12.- Vietnam

 

De la lista anterior el único país que no había visitado todavía era Sri Lanka, así que me apunte a ese viaje.

 

El grupo lo formábamos 16 estudiantes y 3 profesores. Curioso el mundo de las Escuelas Internacionales. Éramos 19 personas, con 12 nacionalidades diferentes:

-       Estados Unidos = 5

-       Australia = 3

-       Austria = 2

-       China = 1

-       Dinamarca = 1

-       Egipto = 1

-       España = 1

-       Holanda = 1

-       Indonesia = 1

-       Italia = 1

-       Malasia = 1

-       Nueva Zelanda = 1

 

La organización que se encargaba de montar el viaje era Indago, una empresa suiza con excelente reputación especializada en viajes escolares.

 

Este fue nuestro plan de vuelo, con Sri Lanka Airlines:

 

Domingo 30 de abril – UL365: Yakarta (14:25) – Colombo (17:30)

Viernes 5 de mayo – UL364: Colombo (07:20) – Yakarta (13:35)

 

Es un vuelo directo de 4h30´.

 

Para Sri Lanka todos necesitábamos un visado, pero se podía hacer rápido y fácil a través de Internet.

 

DÍA 1 – DOMINGO 30 DE ABRIL DE 2017: YAKARTA (INDONESIA) – COLOMBO-NEGOMBO (SRI LANKA)

 

Llegamos al aeropuerto de Colombo y allá nos estaban esperando los que serían nuestros guías los próximos días:

-       Jo, una chica irlandesa.

-       Bruno, guía local de Sri Lanka. http://www.discoversrilankawithbruno.com/

-       Siva, guía local de Sri Lanka.

Los tres muy buena gente.

 

En Negombo nos alojamos en el hotel Golden Star Beach Hotel.

 

DÍA 2 – LUNES 1º DE MAYO DE 2017: NEGOMBO-COLOMBO-HAPUTALE

 

Ese día tocaba madrugar, ya que tomamos un tren de la estación de Colombo a Haputale a las 6 de la mañana. El trayecto fue de unas 8 horas para cubrir unos 225 kilómetros. Empezamos en cota 0, llegamos a una altitud máxima de 1.875 metros en la estación de Pattipola, y terminamos en Haputale, que está a 1.431 m.

 

En la ruta pasamos por Kandy, donde se subieron algunos turistas, pero no llegamos a bajar. Kandy es conocida como la capital de las montañas, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. La ciudad destaca por su belleza y por ser el corazón del budismo, contando con un templo en el que se conserva un diente de Buda.

 

En Haputale nos alojamos en el hotel Srilak View Holiday Inn, con excelentes vistas. Bruno nuestro guía nos enseñó una construcción que en el futuro será su hotel, así que quizás el año que viene nos alojemos allá.

 

Después de repartir las habitaciones dimos un pequeño paseo de unos 5 kilómetros por los alrededores, pasando por un templo hindú y caminando entre plantaciones de té. Bruno nos explicó todo el proceso, la plantación, la poda, la recolección, el tratamiento… También otras cosas interesantes, como la forma de construcción en esa zona. Nos señaló una especie de gran pabellón que veíamos desde lo alto, y nos explicó que correspondía a la casa de 6 familias, que compartían el mismo techo.

 

DÍA 3 – MARTES 2 DE MAYO DE 2017: HAPUTALE

 

El plan para los dos días siguientes era hacer trabajos de voluntariado en una escuela a unos 8 kilómetros de Haputale, llamada Horadorowwa Sri Jinarathana Vidyalaya. Era una escuela local con pocos recursos. De hecho, estuve en el despacho del director, me mostró un ordenador y me dijo que era el único que existía en la escuela. Otra curiosidad era que había clases que no estaban completamente cerradas, sino separadas por un tabique de madera y caminando podía pasar por 4 o 5 clases sin tener que entrar en ellas. También tenían lugares acondicionados para dar clase al aire libre, y con la sombra de los árboles de alrededor y el clima de Sri Lanka podía ser muy agradable.

 

Cuando llegamos nos estaban esperando todos los estudiantes, ordenados en filas, todos vestidos de uniforme. Cuando entramos al colegio, a modo de bienvenida unos estudiantes nos pasaron unas hojas de árbol mientras nos saludaban con un ¨ayubovan¨, que en sinhala es la forma de saludar. Les respondíamos lo mismo y le devolvíamos la hoja. Entre las asignaturas que estudiaban está agricultura, importante por ser una zona rural. Hablando con una profesora me comentaba cómo los estudiantes no llegan a los cursos más avanzados, porque antes abandonan la escuela para ponerse a trabajar.

 

El plan de trabajo para esos dos días era montar una valla y pintar un edificio. Fue un trabajo durillo, había que excavar, preparar hormigón y en mi caso aparte de pringarme encargarme de que ninguno de los nuestros se escaqueara, era nuestra responsabilidad como profesores motivar a nuestros chavales sobre la importancia de lo que estaban haciendo. Los dos días volvieron al hotel en Haputale cansados, pero contentos con la labor hecha.

 

DÍA 4 – MIÉRCOLES 3 DE MAYO DE 2017:  HAPUTALE – UNAWATUNA

 

Ese día trabajamos hasta la 1 de la tarde. Lo bueno de estos proyectos es que no tienes a los estudiantes mirando desde la barrera, sino que se pringan, tienen que currar. Al despedirnos dejamos en el colegio unas cajas de donaciones que habíamos reunido antes de dejar Yakarta, de artículos de aseo, equipamiento deportivo, ropa, etc. En mi caso había comprado un Scrabble, un juego de bloques (Uno Stacko) y 6 yo-yos que espero les entretengan un rato. También nuestra escuela dona $50 por cada uno de nuestro chavales, que les vendrán muy bien.

 

A cada uno de nosotros la escuela local nos entregó una placa conmemorativa y un papel con estas palabras por una cara:

 

¨Our tribute.

 

We have no lack of words to express our heartfelt thank you for the commendable service that you have rendered to this school. You have done a tremendous for this institution so thank you again. Join with us to make a beautiful world.

Finally, we request you to visit us again & enjoy the salubrious climate, Hapthale valley.

B/ Sri Jinarathana Horadorowwa Vidyalaya

Haputhale, Sri Lanka.

2017.05.03¨

 

¨Nuestro tributo.

 

No tenemos palabras para expresar nuestro sincero agradecimiento por el loable servicio que habéis prestado a esta escuela. Habéis beneficiado mucho a esta institución por lo que os lo agradecemos otra vez. Nos unimos para hacer un mundo más bonito.

Finalmente, os pedimos que nos volváis a visitar y disfrutéis del sano clima del valle Hapthale.

B/ Sri Jinarathana Horadorowwa Vidyalaya

Haputhale, Sri Lanka.

2017.05.03¨

 

Y por la otra cara:

 

¨Best wishes

 

Those who are arrived to Sri Lanka

From various countries of the world.

For the innocent blooming buds,

The service that you did was priceless.

So our heartiest thanks go for you

From the bottom of our hearts.

 

B/Sri Jinarathana Vidyalaya

Horadorowwa, Sri Lanka

2017.05.03¨

 

¨Nuestros mejores deseos

 

Aquellos que llegaron a Sri Lanka

de diferentes países del mundo.

Para los inocentes brotes en flor,

el servicio que hicisteis no se puede pagar.

Así que os damos nuestro sincero agradecimiento

desde lo más profundo de nuestros corazones.

B/Sri Jinarathana Vidyalaya

Horadorowwa, Sri Lanka

2017.05.03¨

 

Sin duda los que tenemos que estar agradecidos somos nosotros, por la oportunidad que nos han dado de trabajar mano a mano con ellos, y por el baño de realidad que nos han dado.

 

Vuelta al hotel, ducha rápida, y el plan era volver a la costa, concretamente al sur, a Unawatuna. Nos costó 7h cubrir los 238 km, con una parada a medio camino para cenar en el hotel Centauria, que está a medio camino, a orillas de un lago, cerca de un pueblo llamado Embilipitiya. A 25 kilómetros de ese hotel se encuentra el Parque Nacional Udawalawa que alberga a más de 250 elefantes, pero no tuvimos tiempo de visitarlo.

 

En Unawatuna nos alojamos en el hotel Lavendish Beach Hotel.

 

DÍA 5 – JUEVES 4 DE MAYO DE 2017:  UNAWATUNA – GALLE – COLOMBO – NEGOMBO

 

El plan para este día era relax. Empezamos el día con un paseo en bici de unos 9 kilómetros por Unawatuna, pueblo que fue muy castigado por el tsunami de 2004. No fuimos por la costa sino por el interior, y el guía nos fue explicando cómo a raíz del tsunami gente había abandonado la costa y se había mudado hacia el interior. Paramos donde un pescador que nos hizo una demostración de cómo pescaba tirando las redes en una presa y visitamos también a una mujer que había perdido a su marido en el tsunami, y desde entonces de dedicaba a pescar cangrejos para vivir. Hicimos una parada muy interesante en una fábrica de tratamiento de cocos. No solo se aprovecha el interior para producir aceite de coco, sino que con los pelos de la cáscara hacían cuerdas, o los aprovechaban para hacer colchones. Interesante visita. De ahí fuimos al templo budista Yatagala Raja Maha Viharaya, de 2.300 años de antigüedad. Cuenta con un Buda reclinado de 9 metros, murales pintados antiguos, y dicen que los monjes han vivido aquí por lo menos 1.500 años. La única incidencia que tuvimos fue que una alumna se cayó a un pequeño canal con la bicicleta, sin mayores consecuencias afortunadamente.

 

La siguiente actividad era probablemente la más esperada por los estudiantes, y era hacer surf. La playa tenía buenas condiciones para aprender y después de un rato todos los estudiantes consiguieron subirse a alguna ola (salvo una estudiante que tiró la toalla después de meterse un leñazo contra la arena).

 

Más tarde paramos en la costa a ver a los pescadores zancudos. Copio y pego de este blog (http://tectonicablog.com/?p=27385) la información facilitada por Nuria Prieto sobre esta interesante técnica:

 

¨Pescadores Zancudos de Sri Lanka

14 de Julio de 2014

Editado por Nuria Prieto

 

En Sri Lanka el método de pesca tradicional utiliza una curiosa estructura que bautizó a aquellos que la utilizan como hombres zancudos o pescadores zancudos. Aproximadamente unas 500 familias practican esta forma de pesca en el suroeste de Sri Lanka, en Kathaluwa y Ahangama, región de Galle. Se dice que esta tradición comenzó tras la Segunda Guerra Mundial, pero no se sabe exactamente el origen de esta práctica.

 

La estructura es un poste de madera de altura variable entre 3 y 4 metros, que generalmente sobresale unos 2m del nivel del mar. Hincado sobre el lecho marino en su parte inferior, la parte superior presenta una barra de madera perpendicular, con una barra inclinada, generalmente clavadas, denominada petta, en la que los pescadores se sientan y utilizan para balancearse.

 

El uso de la estructura es el siguiente: el pescador se sitúa sobre la estructura agarrado al poste, en la otra mano sostienen un palo o una caña con la que pillan arenques moteados (koraburuwa) y pequeñas caballas (bolla). Una vez capturados los meten en bolsas de plástico que atan a su cintura o al poste. Las primeras bolsas eran de lana o estaban confeccionadas con hojas de cocotero, pero hoy en día han sido sustituidas por bolsas de plástico. La pesca tiene lugar habitualmente a primeras horas de la mañana o a últimas de la tarde, ya que es cuando los peces suben más a la superficie. El objetivo de este tipo de pesca es la espera, al encontrarse sobre un poste durante tiempo indefinido, el pescador consigue pasar desapercibido a los peces, que al no ser conscientes de su presencia se aproximan a la costa y las superficies de coral.

 

El crecimiento urbano de los últimos años y el turismo ha desplazado las zonas de pesca que necesitan de silencio y calma para ser productivas. Tras el tsunami de 2004 esta práctica desapareció temporalmente, aunque en la actualidad se ha recuperado de nuevo¨.

 

De ahí visitamos un centro de recuperación de tortugas, el fuerte de Galle y comimos en el Rampart Hotel, con buenas vistas desde el restaurante al mar y a la muralla.

 

Volvimos a Colombo, y ahí los estudiantes tuvieron tiempos para hacer algunas compras –digo los estudiantes porque ya sabéis lo poco que me interesa a mí hacer compras-. Paramos en Paradise Road, una tienda muy chula, y posteriormente fuimos a un área comercial con tiendas y restaurantes en el restaurado antiguo hospital holandés. Allí aprendí leyendo un cartel que el nombre de Sri Lanka se empezó a utilizar el 1972, y que antes se conocía como Ceylon.  

 

Volvimos a Negombo, al hotel donde pasamos la primera noche, Golden Star Beach Hotel.

 

DÍA 6 – VIERNES 5 DE MAYO DE 2017:  NEGOMBO – COLOMBO (SRI LANKA) – YAKARTA (INDONESIA)

 

Vuelo de vuelta a las 7:20 a.m., llegada al aeropuerto de Yakarta donde nos recogió el autobús de la escuela, y para las 3:30 p.m. estábamos en el colegio. ¡Fin del viaje!

 

Ahora a los estudiantes les toca hacer un par de trabajos sobre el viaje para las clases de inglés y de ciencias sociales. Durante el viaje tuvieron que entrevistar a un par de personas, y tomar notas sobre temas económicos, medioambientales, políticos, sociales, de desarrollo, corrupción, y los compararán con Yakarta. Todas las noches antes de cenar tenían 20´-30´ para escribir en un diario sus reflexiones sobre el día, e ir avanzando trabajo.

 

He disfrutado un montón de este viaje, del país, y conociendo más a fondo a los estudiantes. No doy clase a ninguno porque están en 3º de la ESO (grado 9) y a mí me empiezan a sufrir a partir de 4º (grado 10), así que el año que viene daré clase a alguno de ellos. Lo que me fascina de estos viajes también es conocer a los estudiantes, y ver cómo van madurando hasta que se gradúan tres años después.