Hoy deberíamos estar en un avión volando a Namibia.
En estos momentos es lo de menos. Pero uno no puede evitar pensar que en circunstancias normales, justo ahora, me encontraría sentado en un vuelo rumbo a Windhoek, la capital de Namibia. Allí me encontraría con Iñigo, Pau, Edu y Elisa, con todo preparado para hacer un road trip en un Toyota Hilux bien equipado para ir acampando por el camino.
Los planes se posponen, hay ahora cosas mucho más importantes de las que preocuparse. Pero volveremos. Y cuando lo hagamos contaremos otra vez con Namvic para alquilar el todoterreno, porque son una gente excepcional. Si os dejáis caer por esa parte de África en el futuro ahí tenéis un buen punto de contacto para empezar vuestra aventura.
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