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Basurde Xiao Long

Por fin... Vitoria-Gasteiz (13-28 Junio 2005)

Después de meter mis cuatro años en dos maletas, Lillian me llevo al aeropuerto. Fuimos con tiempo y ante la pregunta de cual era mi ultimo deseo en materia culinaria me decante por el Waffle House, que dentro de las franquicias, es lo mas americano que tienes en la cabeza cuando ves a las camareras pasando con la cafetera llenándote la taza.

El viaje fue tranquilo. Volaba de Savannah a Newark, que esta en el estado de Nueva Jersey, pero desde donde se ve la ciudad de Nueva York. Desde Savannah le había escrito una postal a Lillian pero no encontré ningún buzón para enviarla. Como en el trasbordo tenia el tiempo justo la deje con el sello encima de un asiento, confiando en que alguien con menos prisa la echaría a un buzón. Y así fue, con un desfase de una semana entre la fecha en la que yo estuve en ese aeropuerto y la fecha del matasellos, le llego a Lillian la postal. “Tol mundo es güeno!”

En el avión caras conocidas. Me encontré con un profe que esta en Charlotte, con Cruz de Greenville, y con Carmen de Savannah. Llegamos a Barajas, y ahí me estaban esperando mis padres, que volvían de Santa Pola. Abrazos, besos, y rumbo a “Vitoria-Gasteiz, donde se hace la ley, capital artificial de un país singular”. Paramos a comer en un restaurante, y desde entonces hasta ahora ha sido una vorágine de quedar con gente y salir por ahí, que entre otras cosas me ha impedido mantener el blog al día.

Aparte de las visitas a familiares y amigos, voy a destacar un par de fiestas, porque tampoco es cuestión de extenderse.

La primera memorable, el Araba Euskaraz. Las fiestas que a mi más me gustan son durante el día. Ya en la Uni Madalenas en el puerto de Elantxobe, Campdem Town y Portobello los domingos en Londres, y los domingos del rastro de Madrid. Ya había salido un par de noches, pero estas fiestas de día siempre me gustan más. Así que juntamos al cuerpo de elite y por ahí anduvimos tomando sidras y comiendo pollos. Estoy a favor de estas fiestas a favor del euskera porque es una lengua minoritaria que debe ser protegida. Sin embargo, la política lingüística que se sigue en el País Vasco, aunque probablemente no sea políticamente correcto decirlo, me parece una autentica barbaridad. Que te hagan aprender euskera para poder trabajar, que quieres que te diga. Incluso si a mi me dijeran que me dan un año gratis para estudiar Euskera, preferiría aprender árabe, francés, alemán o cualquier otra lengua para poder COMUNICARME con gente distinta. Ese es el objetivo de una lengua, comunicarse. Es muy complicado, porque sí que sin estas políticas tan radicales quizá se podría llegar a perder la lengua, pero sigue pareciéndome que es una putada para bastante gente. En mi caso y desde mi mentalidad pragmática no tengo ninguna intención en aprenderla, porque en tema lingüístico tendría como otras 5 lenguas que me apetecería conocer antes que el euskera, pero la fiesta es una cosa, la política es otra. En fin.

Otra memorable son siempre las fiestas de Judizmendi. La víspera de San Juan, el día de las hogueras, estuvimos cenando en casa de José Mari y Laura, y yo las vi desde el coche, pero no era cuestión de liarla. Con Iñakingo dimos una vuelta para ver como estaban, y nos piramos. El viernes, sin embargo, fuimos a quemar todas las naves. Cenamos en el piso de Rubén, y luego… pues ya sabéis, como cantaba M.C.D. “Al salir de copas cada noche, disfrutando hasta caer, ves las jarras de cerveza, poco a poco desaparecer!!!”. El sábado había quedado con los del pueblo para ir a fiestas de Frías, pero el viernes pasó factura y me tuve que caer de la convocatoria.

Y ya la última para contar fue la finalísima de la ACB. El quinto y definitivo partido entre el Baskonia y el Real Madrid. Unos amigos de mi hermano tenían un par de entradas de sobra así que allí me fui con Alfredo, el hermano de mi cuñada. El estadio a reventar, un ambiente del copón. El Baskonia a remolque durante la primera mitad, empieza a espabilar en el tercer cuarto, y llega a los últimos 50 segundos con una ventaja de ocho puntos. La gente ya cantando campeones campeones hasta que un triple de Albertito Herreros nos dejo con un palmo de narices al perder la final por un punto. Pero bueno, el basket es así.

Por Vitoria muy a gusto. Comiendo un par de días con mi hermano y su cuñada, que ya esta de 7 meses y me van a hacer tío para finales de Agosto o principios de Septiembre. Estamos todos con una ilusión enorme. Visitando a mi abuela, primos, colegas, morosos, drinking-partners, hosteleros y resto de la tropa con la que me rodeo por aquí. En casa mis padres tratándome como a un marques, y mi hermana y su novio también tratándome ahora como a un marques en Madrid, desde donde estoy escribiendo a la espera de que Lillian aterrice en Barajas.

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