Trafalgar de Don Benito Pérez Galdos
Este es el ultimo clasicazo que me ha pasado Anne-Marie, una de mis compañeras en la escuela, profesora también de español. El libro es el primero de una serie que escribió Don Benito, “Episodios nacionales”, y narra la historia de la batalla de Trafalgar.
En primer lugar, los que seas por lo menos de mi quinta –del 74- recordareis la cara de este autor, y si no en la foto tenéis un billete de mil. Je, je, nos hacemos viejos. Haciendo memoria puedo recordar tres billetes diferentes de mil. El mas viejo, de José Echegaray, que de vez en cuando me pasaban mis abuelos y mis tios cuando eramos pequenos, fortunon!. Me acuerdo de cuando mis abuelos paternos nos daban uno de estos billetes de mil para repartir entre los tres hermanos, y nos tocaban a 333.3 pesetas por cabeza. Por cierto, no sabia que se había llegado un Nóbel de literatura, compartido con Frederick Mistral en 1904. Aparte de dramaturgo, este tío fue un buen liberal, honrado político, y como los hombres del renacimiento le pegaban a todo, este también era un buen matemático. Después vino el billete de Galdos, y por ultimo, antes de pasar al euro, el que compartían por una cara el cabron de Hernán Cortes con Francisco Pizarro por la otra. Espero que los libros que enseñan historia en España en secundaria ya le hayan puesto en su lugar, porque lo que hizo con el imperio azteca... merece que los mexicanos venga a España y nos partan la madre ;-) Pero bueno, me quito el sombrero ante estos conquistadores porque ya en este siglo XXI parece que no queda lugar para la aventura, todo esta visitado ya, y a cualquier sitio que vayas vas con la seguridad de que la visa o un teléfono te va a sacar de cualquier problema. Pero no era así para estos en el siglo XVI. Bien, he repasado los billetes verdes, pero seguro que os acordáis también del azul de quinientas, con Rosalía de Castro, o el marrón de cien con el viejales de Falla. Que clasicazos. Y yo ahora con el euro todavía sin enterarme, como solo voy a Europa en verano...!
El libro esta escrito en 1873, pero la historia sucede en 1805. Ya ves, de joven no te da por comer pescado, beber vino con las comidas ni leer literatura mas o menos “clásica”, pero bueno, el paladar se enriquece y gracias a eso podemos disfrutar de estos libros, sino de jóvenes pues de un poco mas maduros. Al igual que con las series de Alatriste, la historia la narra un protagonista participe de las aventuras. En este caso el “prota” de los “Episodios Nacionales” es un gaditano llamado Gabriel, que en esta batalla de la alianza franco-española contra los perros ingleses contaba con 14 anos. Vive la batalla en primera persona a bordo del buque insignia español en aquel tiempo, el “Santísima Trinidad”. Y casualmente ayer, después de acabado el libro, salió este articulo en el “Diario el Correo”.
PORTADA
Dos siglos después de un combate naval que cambió el curso de la Historia, el 'Santísima Trinidad' navegará a través del tiempo para reaparecer en Madrid. Dicho así puede parecer una locura, pero no lo es. Un potente grupo empresarial, en colaboración con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital de España, cierra los últimos flecos del proyecto de construir una réplica exacta del mítico navío. Su propósito es convertir el imponente buque en el 'gancho' de un parque temático o complejo cultural dedicado al maquetismo naval y a los descubridores españoles. El centro estará ubicado en un estanque artificial cercano al parque ferial Juan Carlos I.
Los promotores de este ambicioso proyecto quieren que el último astillero de ribera de Bermeo, el de Paco Mendieta, se encargue de la fabulosa empresa, cuyo coste superará los 12 millones de euros. La construcción se prolongará durante tres años y ocupará a decenas de personas. En la última década, la carpintería de ribera de la villa marinera se ha convertido en una auténtica garantía de prestigio para este tipo de reproducciones. Entre otros finos trabajos, el astillero ha realizado las réplicas de un ballenero del siglo XVII y un telescopio del XVIII, y en la actualidad construye el mayor velero clásico de Europa en madera.
Construido en La Habana en 1769, el 'Santísima Trinidad' fue el único buque de guerra del mundo con cuatro puentes. Estaba artillado con 136 cañones y su estampa era intimidadora, con sus nobles maderas de caoba, júcaro y caguairán brillando a los ojos del enemigo. Una eslora de 66,4 metros, una manga de algo más de 16 y un puntal de 18 completan las medidas de esta auténtica fortaleza flotante, que era gobernada por más de un millar de tripulantes.
«Equivale a levantar un edificio de seis pisos de altura», compara Mendieta. La construcción del buque comenzará a finales de este año, una vez que se resuelvan los últimos detalles del contrato entre los promotores y la firma vizcaína. «Esperamos terminarlo para mediados de 2010, aproximadamente», añade Mendieta. «Será el reto más grande que hemos afrontado hasta el momento».
Sin embargo, la dificultad del proyecto, más que por las colosales dimensiones del navío, «que las tiene», viene dada por la forma en que se llevará a cabo la construcción. El buque se realizará por piezas en el astillero de Bermeo, y cada una de ellas será trasladada después por carretera, en transportes especiales, a Madrid.
Una vez allí se procederá a su montaje y alineación. «Es como un gran puzzle, en el que hay que elaborar cada uno de los fragmentos en base a planos detallados de obra y numerarlos exactamente para ensamblarlos después», explica Mendieta. Para llevarlo a cabo, ha desarrollado una intensa labor de documentación histórica.
Carpintería de ribera
Una de las opciones que se barajan en el proyecto es aprovechar el proceso de ensamblaje del buque para que madrileños y visitantes conozcan de cerca los secretos de la carpintería de ribera, a través de visitas programadas un par de días a la semana.
Las cuadernas -el costillaje del buque-, los baos -piezas que unen los costados y sustenta las cubiertas de una embarcación- y la roda -parte gruesa y curva que forma la proa de la nave- se realizarán en roble, mientras que el forro y los materiales interiores serán de caobilla. «La madera se traerá semielaborada, probablemente de Rumanía o Bulgaria», detalla el propietario del astillero bermeano.
La recreación del 'Santísima Trinidad' será absolutamente fidedigna. El barco, tras ser construido en Cuba, fue sujeto a modificaciones posteriores en Ferrol y Cádiz. Su mayor lastre radicaba en que el grosor del forro y de la cubierta era de unos sesenta centímetros; un blindaje inusitado en la época, cuando la mayoría de los navíos presentaba una entablación de unos 20 centímetros. «Fue un mártir de su propia fortaleza. Era muy duro, aunque eso lo hacía complicado para la navegación», destaca Mendieta.
El propietario del astillero bermeano se muestra ilusionado ante un reto con sabor histórico. Y es que Trafalgar fue el último gran combate naval de la era de la vela; también uno de los más sangrientos, en el que la flota combinada de españoles y franceses se vio superada por la mejor preparación, coordinación y eficacia en el empleo de la artillería de los ingleses.
Os lo recomiendo, espero que os guste!
Castrol
p.d. Natxo, ya sé que soy un chapas, como ponías en un comentario, pero es lo que hay! ;-)
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Mon -