Trip to Lijiang, martes 23 de Septiembre: Halfway Lodge Tina´s Guest House Lijiang
Para este día tocaba lo fácil, bajar lo subido el día anterior, siguiendo otra ruta. Más espectacular que la del día anterior, porque hoy sí, íbamos por un sendero en lugar de por un camino. Tuvimos que cruzar unas cuantas cascadas, y tramos empinados que no sé como el burro que llevábamos pudo atravesarlos.
Comimos en Tina´s Guesthouse. Allá, bajando, es donde verdaderamente sucedió lo del salto del Tigre. Cogimos unas furgonetillas y en pequeños grupos de 6 volvimos a Qiaotou, inicio de la ruta.
En ese tramo nos cruzamos con un montón de BMWs X3, nuevecitos, unos 13. Estaban rodando para una aventura llamada ¨Destination X¨: http://www.bmw.com.cn/zh/index_narrowband.html?content=http://www.bmw.com.cn/zh/insights/events/pool/destination_x/2008/overview.html
Luego coincidimos en el Hotel Conifer con ellos, y una noche estuve hablando en un bar con un par de miembros de la banda.
De Qiaotou nos fuimos a visitar un poblado típico naxi. Entramos en la casa de una familia y aprendimos sobre sus modos de vida y la arquitectura típica. Toda las casas tienen un patio interior, donde secan los girasoles, las mazorcas, los chiles, o lo que necesite ser secado. Una zona para las gallinas, otra para los cerdos, la cocina con el fuego, las diferentes habitaciones y almacenes…
De ahí nos fuimos a un monasterio budista de origen tibetano, llamado Zhiyun, cerca del lago Lashi. La mayoría de monasterios de esta zona pertenece a la secta Karmapa (Gorros Rojos). En el siglo XVI el tercer Dalai Lama se puso bajo la protección del emperador mongol Altan Khan, y éste penetró con sus ejércitos en el Tíbet. Una secta rival, formada por la aristocracia tibetana y por los viejos funcionarios, denominada Karmapa –Gorros Rojos-, se opuso a esta invasión. Pero fueron derrotados y, desde entonces, los Gorros Amarillos –los del Dalai Lama- han gobernado el Tíbet. El monje nos lo intentaba explicar mientras Hong traducía, pero pese a que intenté enterarme de la historia me quedé con poco. Si con que no son seguidores del Dalai Lama actual, sino de otra institución.
Es curioso el efecto que producen los monasterios sobre la gente. Personalmente los monjes –sigan la religión que sigan- no me inspiran a mi el enorme respeto que a otra gente le pueden producir. Encender el incienso, reverencias, etc., me parece el traje nuevo del emperador. Discutía esto con una de las profesoras, muy mística ella, pero hey, lo siento I don´t get it.
Estuvimos esperando para verles hacer sus oraciones y cantos. Pero casualmente ese día el alcalde de Lijiang iba a visitarles. Con lo cual estaban esperando a que llegara para empezar. No llegaba no llegaba… así que nos fuimos. Por qué no empezaron a la hora de siempre, no están por encima de la terrenal visita de un destacado miembro del Partido Comunista? J Me parece que desde la Revolución Cultural andan con pies de plomo.
Volvimos a Lijiang. Cenamos –buffet- en el Hotel Guangfang, de 5 estrellas, y a nuestro hotel. Antes del toque de queda salí con dos profesoras a hacer algunas compras. Después del toque me fui a un bar a escribir unas postalitas.
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