Gervasio Sarría y José Berecochea
En la partida de nacimiento de Rafael Guinea López, octavo hijo de mi bisabuelo Don Marcelino Guinea Ramírez, nacido el 24 de octubre de 1911 en la Hacienda de la Escondida, Tepic, Nayarit, México, aparecen como testigos Don Gervasio Sarría y Don José Berecochea.
El nombre del Sr. Sarría no me decía nada, sin embargo si que me llenó de alegría ver el apellido Bereochea, porque por fin se establecía una relación con la familia de mi tocayo Javier Berecochea, de Tepic, que me está ayudando enormemente a atar cabos. José Berecochea era medio hermano de su bisabuelo, Don Manuel Berecochea. ¿Se llegaron a conocer mi bisabuelo Marcelino Guinea y su bisabuelo Manuel Berecochea? Este último murió a los 32 años de un balazo en La Escondida, el 29 de agosto de 1906, por lo que si se conocieron fue en un lapso de tiempo muy corto ya que mi bisabuelo llegó a México en 1904. Pero quizás si que llegó a conocer a su hijo Manuel Berecochea Santillán –abuelo de mi hombre en Tepic- ya que nació en 1902. ¿O quizás su abuelo llegó a estar interesado por alguna de las hijas de Don Marcelino Guinea, nacidas en 1902 –Irene-, 1904 –Marcelina- y 1907 –Elvira-? ¡Ójala aparezca algún documento que demuestre que hubo contacto!
Cuando le envié esta información a mi amigo Berecochea de Tepic como siempre contrarrestó con datos de interés. A él si que le sonaba el Sr. Gervasio Sarría. Se había quedado con su nombre en una de las listas de raya de 1909, donde aparece como empleado del Escritorio de Tepic –administración- ganando la cantidad más alta, 4,000 pesos –mi bisabuelo ganada 1,200-. Me informó de que don Gervacio Sarría jugó un papel importante para conservar la paz en Nayarit durante el periodo revolucionario, lo que se demuestra el siguiente escrito que me envió, extraido de:
¨La compañía comercial Aguirre de Tepic¨, por Pedro López Gonzalez.
Entrevista con el señor Ignacio Aguirre de Alba y el señor Bernardo M. de León, en la ciudad de Tepic el 18 de agosto de 1987:
La Revolución de 1910.
Durante la lucha armada de 1910, la Casa Aguirre no tuvo hechos lamentables; más bien pareció existir protección por parte de los revolucionarios que incursionaron a la región. Inclusive, se sabe que la novia del jefe revolucionario Rafael Buelna era María Luisa hija de Gervacio Sarría, uno de los principales administradores de la Casa de Aguirre, por lo que era imposible que "El Granito de Oro" quisiera emprender acciones que le trajeran perjuicios a su suegro, aunque Buelna si perjudico a otras haciendas y hasta expropió algunas en aras de la revolución. Sin embargo, de las propiedades de esta empresa no tocó un solo metro de tierra.
Lo mismo ocurrió en mayo de l914, cuando hizo su entrada el Ejercito del Noroeste -venía de Sinaloa- bajo el mando del general Alvaro Obregón, ya que este tomo la ciudad pero los habitantes no sufrieron disturbios como en otros lugares. A este respecto se ha llegado a afirmar que la Casa de Aguirre obsequió al general Obregón 50 mil pesos, de donde se había derivado aquella cínica frase atribuida al militar: "Nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos".
Es conocido que Obregón hizo llegar a la cárcel al obispo tepiqueño don Andrés Segura y Domínguez, el cual obtuvo su libertad gracias a los buenos oficios de Gervacio y María Luisa Sarría. Sin embargo; este hecho no enturbió las relaciones del revolucionario con la Casa de Aguirre, de la cual fue huésped durante los once días que permaneció en Tepic preparando la toma de Guadalajara.
Además, al cabo de una manifestación en su honor, el general salió al balcón principal de la Casa de Aguirre para saludar al pueblo, flanqueado por los generales Lucio Blanco y Manuel M. Diéguez; posteriormente, la empresa le organizó una cena baile en su honor en el Casino de Tepic.
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