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Basurde Xiao Long

Libros: ¨Mañana en la batalla piensa en mí¨ -Javier Marías-

Libros: ¨Mañana en la batalla piensa en mí¨ -Javier Marías-

Cayó este libro del ¨perro inglés¨ un día de verano mientras estaba echando un vistazo a los puestos de la feria del libro viejo y antiguo de Vitoria-Gasteiz, que se celebró entre el 27 de junio y el 14 de julio en la Plaza de Correos.

 

De Javier Marías me había leído anteriormente ¨Todas las almas¨, hacía mucho, y no tengo muy buen recuerdo de esa novela. Por lo que transcurrido ya un tiempo muy prudencial me lancé a por este título para darle otra oportunidad al autor.

 

Es una novela que me enganchó al principio pero que posteriormente fue perdiendo fuerza. Llegado a ese valle la historia te tiene cautivado y necesitas continuar leyendo para conocer el desenlace, un oasis después de atravesar un desierto. Un final bien planteado que se alcanza tras pasar tramos que en algunos momentos llegan a ser un poco aburridos pero que se ven compensados al término del relato. E incluso en esos tramos más áridos disfrutas del excelente dominio de las letras que tiene el autor, que por algo es académico de la Real Academia.

 

Es una novela que plantea reflexiones profundas. ¿Hasta qué punto importa más la intencionalidad o los resultados? ¿Es mejor hacer algo con buena voluntad y que acabe en desastre o al contrario? ¿Cómo puede afectar en nuestro comportamiento el desconocimiento de una información crucial a la hora de tomar ciertas decisiones? ¿Qué importancia tienen las consecuencias a la hora de juzgar una acción?

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Página 296:

 

¨Luisa bebió un poco, sonaron los hielos, dio un paso adelante, apoyó la mano izquierda en la mesa del office, sonó su pulsera, en la derecha sostenía el vaso, dijo:

- ¿Qué hora es?

Llevaba reloj en esa mano como una zurda, era una pregunta retórica para ganar tiempo, o quizá temía volcar el vaso si giraba la muñeca para mirarlo.

- La una, casi –contesté. Estuve a punto de derramar mi grappa.

- Es tarde. Voy a irme yendo. -´Tres veces el mismo verbo,´ pensé, cómo matizan también nuestras lenguas, como las antiguas. ¨Voy a irme yendo¨ indica que no se va todavía, va a esperar todavía un poco, por lo menos hasta que se beba la mitad de su whisky, aunque se lo beberá muy rápido, le ha vuelto a entrar prisa porque le he pedido algo y no querrá arriesgarse a que le pida más cosas. Dentro de un rato dirá ¨Voy a irme¨ y aún más tarde dirá ¨Me voy¨, y sólo entonces se irá de veras´. Volvimos al salón por iniciativa mía, yo di los pasos, ella me siguió como si fuera mi cónyuge y no una desconocida. Se quedó de pie, curioseando mis libros y vídeos mientras bebía a sorbos veloces. Se había ensombrecido, la cinta o yo mismo la habíamos ensombrecido. Me daba la espalda.

- ¿Esperarás?

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Me gustaban mucho los artículos de Javier Marías en el suplemento dominical El Semanal, del grupo Correo. En cuanto caía en mis manos leía lo que tenían que decir Arturo Pérez Reverte y el autor de esta novela. Y recuerdo también con pena cómo por sentirse censurado abandonó, para desgracia de sus lectores, esa colaboración semanal. He estado repasando ahora un poco como sucedió aquello:

 

- Artículo censurado.

- Razones del autor para abandonar El Semanal.

 

Le reemplazó yo creo Juan Manuel de Prada que lleva escribiendo desde entonces. Los artículos de Reverte los sigo leyendo cada semana, en papel en España o en Internet cuando estoy fuera, pero los que leí de Juan Manuel de Prada no me acabaron de convencer en su día y salvo que tenga bastante tiempo libre me los suelo saltar. Una pena que Javier Marías abandonara El Semanal. 

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