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Basurde Xiao Long

Chris Crutcher – Autor visitante @JIS

Chris Crutcher – Autor visitante @JIS

En las escuelas de EEUU y en International Schools –escuelas internacionales- suelen invitar cada año a un autor, normalmente de literatura juvenil, para que hable con los estudiantes, participe en sus clases y conozcan los alumnos de primera mano a un autor del que pueden haber oído hablar y leído sus libros.

 

Esta semana –del 9 al 13 de febrero- nuestra escuela Jakarta Intercultural School ha tenido como invitado a Chris Crutcher. Esta es su página Web:

http://www.chriscrutcher.com/

 

Ha sido monaguillo antes que fraile, ya que fue profesor y director de una escuela alternativa en California. De ahí dirigió su carrera a terapeuta familiar y de niños con problemas de abusos, que compagina con su labor de escritor.

 

Extraigo de su página Web:

 

¨When you want to see how something works, look at it broken.¨Chris will talk about the reality of the lives of the kids he write about, and why they are so important to story, and therefore to our understanding of ourselves. Adolescence is a tumultuous time in which we struggle to find our individual identities, sometimes without the needed information to do it well. We seem to be a trial and error species that doesn´t have the proper appreciation for the educational value of those errors.

 

¨Cuando quieras saber cómo funciona algo, míralo roto.¨ Chris habla sobre la realidad de las vidas de los adolescentes sobre los que escribe, y por qué es importante contar sus historias para llegar a una comprensión de nosotros mismos. La adolescencia es una época agitada en la que nos bregamos para encontrar nuestras identidades personales, muchas veces sin la información necesaria para hacerlo bien. Parece que somos una especie de ¨ensayo y error¨, que sin embargo no tenemos la apreciación correcta del valor educativo de esos errores.

 

He tenido la ocasión de escucharle en un par de sesiones:  

 

La primera fue en una sesión voluntaria de 1h30´ para profesores, donde Crutcher hablaba sobre en su opinión la principal técnica para escribir: ¨encontrar tu voz¨. Así se anunciaba esta conferencia:

 

¨I once asked my editor how many pages she read before making a decision to keep reading or throwing the manuscript back into the slush pile.  She said, “How many do you think?”  I said I would imagine she would have to read at least ten.  On the other end of the phone was silence, then, “Try two.”  While that scared me speechless, I realized she had already accepted my manuscript, so I was safe.  So I asked how that could be. I can’t get my plot going in two pages, and it takes me longer than that to get much characterization in.  “I usually know in the first paragraph whether or not I’m in the hands of a good storyteller,” she said.  The voice in which you choose to tell your story is the most important decision you will make.  It’s elusive, but it’s discoverable.  In this workshop we’ll try to discover it¨.

 

¨Una vez le pregunté a mi editora cuántas páginas leía antes de tomar la decisión de seguir leyendo o de tirar el manuscrito al montón de ¨rechazados¨. Ella dijo ¨¿cuántas crees?¨, y le respondí que imaginaba que leería al menos 10. Al otro lado de la línea se hizo el silencio, y después se oyó: ¨dos¨. Mientras que su respuesta me asustó hasta dejarme sin habla, me di cuenta de que ella ya había aceptado mis manuscritos así que no tenía de qué preocuparme. Entonces me pregunté cómo había podido ser. No puedo condensar mi historia en dos páginas, y me lleva más de dos páginas hacer la caracterización. ¨Normalmente sé en el primer párrafo si estoy o no en las manos de un buen contador de historias¨, dijo ella. La voz en la que decides contar tu historia es la decisión más importante que tomas. Es esquiva, pero se puede descubrir. En este taller vamos a intentar descubrirla.¨

 

En la conferencia nos estuvo explicando mejor lo que entendía por ¨la voz¨. Y básicamente es que lo que digas sea creíble o no. Y no creíble porque tenga que ser verdad. Por ejemplo un niño pequeño al mentir nos puede estar contando una historia fantástica, y esa es su voz. Si un adolescente o un adulto te cuenta una historia interesante, al ponerla en papel va a intentar cambiar cosas. Muchas veces al escribir queremos parecer más inteligentes de lo que somos, o pensamos que nuestra audiencia es más inteligente que nosotros. Y por eso cambiamos nuestra forma de decir las cosas, utilizando modificadores, palabras que normalmente no usaríamos, y vamos perdiendo credibilidad y nuestra voz.

 

Comentaba el autor que muchas veces recibe cartas de estudiantes que han leído sus libros y le quieren agradecer el haberlos escrito por sentirse identificados con los personajes. Pero al hacerlo, pensando que al escribir a un autor deben utilizar otro tipo de lenguaje, pierden mucha autenticidad, no es su voz. Con lo cual lo importante es encontrar nuestra voz y mantenerla. Quizás para encontrar esta voz hay que hacerse preguntas como: ¨¿qué te enfada?, ¿qué te hace reír?, ¿qué te molesta?...¨.Cuando respondemos a estas preguntas estamos hablando con nuestra voz.

 

Si escribes una historia puede que al principio te cueste encontrar tu voz. Pero si es una buena historia la terminarás encontrando, la forma creíble de contarla. Y es entonces cuando puedes volver al principio y corregir lo que has escrito para estar acorde con la voz. Y es por eso que en las primeras dos páginas esa voz debería de estar presente.

 

El trabajo de escritura consiste mucho en escribir y luego refinar. Decía un escritor que por las mañanas es ¨vomitar¨ y por las tardes ¨limpiar¨. Es decir, durante las mañanas escribía lo que se le ocurría, y era por las tardes cuando se encargaba de refinar eso que había escrito. Es como hacer una escultura de arcilla. Tienes que tener mucha arcilla y luego ir perfilando la figura, eliminando cosas. Pero si no tienes arcilla, poco puedes hacer.

 

Habló de cómo con la literatura podemos manipular y hacer lo que nosotros queramos. En una misma historia podemos escribirla haciendo que los padres parezcan héroes y los niños villanos, o al contrario. También nos habló de los detalles. ¿Es importante que todo esté descrito? No, es importante que esté descrito lo que es importante para la historia, pero hay que dejar muchas cosas a la imaginación del lector.

 

A la primera sesión voluntaria en la biblioteca acudimos menos de 15 profesores, con lo que estuvo muy bien, más íntima. La segunda sesión, de 1 hora, fue para todos los profesores en el salón de actos. Crutcher nos estuvo contando sus experiencias tanto como escritor como de terapeuta, y leyó algunos extractos de sus obras. Muchas de ellas, dedicadas al publico juvenil, tratan de padres que abusan, prejuicios raciales y religiosos, discapacidades físicas o mentales, pobreza, además de contener palabrotas. Por considerarlos temas demasiado maduros para niños y adolescentes en algunos condados de zonas conservadoras de Estados Unidos sus libros han sido en ciertas ocasiones prohibidos. El autor tiene un gran sentido del humor y comentó que la verdad eso lo consideraba un orgullo. Ha recibido muchos premios en su carrera, y entre ellos está en 2005 el Premio a la Libertad Intelectual concedido por la Coalición Nacional Contra la Censura.

 

Uno de sus libros ha sido llevado al cine, Angus. Es la historia de un adolescente y ya en las primeras páginas se trata la homosexualidad de sus padres:

 

Sometimes, when I stand back and take a good look, I think my parents are ambassadors from hell.  Two of them, at least, the biological ones, the big ones.

      Four parents are what I have altogether, not unlike a whole lot of other kids.  But quite unlike a whole lot of other kids, there ain’t a hetero among ‘em.  My dad’s divorced and remarried, and my mom’s divorced and remarried, so my mathematical account of my family suggests simply another confused teenager from a broken home.  But my dads aren’t married to my moms.  They’re married to each other.  Same with my moms.

      However, that’s not the principal reason I sometimes see my so-called real parents as emissaries from way down under.  As a matter of fact, that frightening little off season trade took place prior to—though not much prior to—my birth, so until I began collecting expert feedback from friends at schools, somewhere along about fourth grade, I perceived my situation as relatively normal.

      No, what really hacks me off is that they didn’t conceive me in some high tech fashion that would have allowed them to dip into an alternative gene pool for my physical goodies.  See, when people the size of my parents decide to reproduce, they usually dig a pit and crawl down in there together for several days.  Really, I’m surprised someone in this family doesn’t have a trunk.  Or a blowhole.  I swear my gestation period was three years and seven months.

      You don’t survive a genetic history like that unscathed.  While farsighted parents of other infants my age were pre-enrolling their kids four years ahead into elite preschools, my dad was hounding the World Wrestling Federation to hold a spot for me sometime in the early 1990s.  I mean, my mom had to go the husky section of Safeway to buy me Pampers.

      I’m a big kid.

      And they named me Angus.  God, a name like Angus Bethune would tumble Robert Redford from a nine and a half to a four, and I ain’t no Robert Redford.

 

Nos contó que en su libros trata situaciones dramáticas, pero que también tiene que usar el humor. Porque, según sus palabras, cuanto más le permita un lector llevarle por la avenida del humor, más lejos le permitirá también llevarle por la avenida del drama.

 

Me parecieron muy interesantes sus dos conferencias.

 

Enredando en su página Web he llegado a un apartado en el que informa de cuánto cobra por acudir a las escuelas para dar sus conferencias. Y no es moco de pavo lo que ganan estos conferenciantes con ya un buen curriculum sobre sus espaldas. La suma asciende a 2.000$ por día, más transporte y alojamiento. Ese día está a tu total disposición para dar las conferencias que sean. 

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