Carta que Abraham Lincoln dirigió al maestro de su hijo.
Fotografía: en algún lugar entre Ugem e Hitugi.
Valle del Baliem, Papúa, Indonesia.
12-octubre-2015
Leyendo la biografía de Malala me he encontrado con el siguiente párrafo:
«En la escuela mi padre tiene enmarcada una copia traducida al pastún de una carta que Abraham Lincoln dirigió al maestro de su hijo. Es una carta hermosa, llena de buenos consejos. ¨Enséñele, si puede, la maravilla de los libros… Pero dele también tiempo para pensar sobre el eterno misterio de los pájaros en el cielo, las abejas al sol y las flores en una pradera verde –dice-. Enséñele que es mucho más honorable fracasar que engañar¨».
No conocía esa carta así que la he buscado en Internet. Su traducción al castellano dice así:
¨Mi hijo comienza la escuela hoy. Todo va a ser extraño y nuevo para él por un tiempo y me gustaría que lo tratara amablemente. Es una aventura que lo llevará por todos los continentes. Todas las aventuras probablemente incluyan guerras, tragedia y el dolor. Para vivir esta vida requerirá fe, amor y coraje.
Así que querido Maestro, haga el favor de llevarlo de la mano y enséñele las cosas que tendrá que saber, instruyéndolo - pero con cuidado, si es posible. Enséñele que por cada enemigo hay un amigo. Él tendrá que saber que no todos los hombres son justos, que no todos los hombres son sinceros. Pero enséñele también que por cada sinvergüenza hay un héroe, que por cada político corrupto hay un líder comprometido.
Enséñele, si puede, que 10 centavos ganados son de mucho más valor que un dólar encontrado. Que en la escuela, maestro, es mucho más honorable suspender que copiar. Enséñele a aprender a saber perder y a disfrutar la victoria cuando gane.
Enséñele a ser amable con la gente y duro con las personas duras. Aléjelo de la envidia, si puede, y enséñele el secreto de la risa tranquila. Enséñele, si puede, cómo reír cuando esté triste y que no hay vergüenza en las lágrimas. Enséñele que puede haber gloria en el fracaso y desesperación en el éxito. Enséñele a burlarse de los cínicos.
Enséñele, si puede, las maravillas de los libros, pero también dele tiempo para reflexionar sobre el eterno misterio de los pájaros en el cielo, las abejas al sol y las flores en una colina verde. Enséñele a tener fe en sus propias ideas, incluso si todos le dicen que está equivocado.
Trate de darle a mi hijo fuerza para no seguir a la multitud cuando todo el mundo lo hace. Enséñele a escuchar a todos, pero enséñele también a filtrar todo lo que oye y a tomar sólo lo bueno.
Enséñele a vender su talento y cerebro al mejor postor, pero a nunca poner un precio a su corazón ni a su alma. Permítale el valor de ser impaciente, permítale tener la paciencia para ser valiente. Enséñele a tener una gran fe en sí mismo, porque entonces siempre tendrá gran fe en la humanidad, en Dios.
Este es el mandato, maestro, vea lo bueno que puede hacer. Él es un buen crío y es mi hijo¨.
Este es el original en inglés:
¨My son starts school today. It is all going to be strange and new to him for a while and I wish you would treat him gently. It is an adventure that might take him across continents. All adventures that probably include wars, tragedy and sorrow. To live this life will require faith, love and courage.
So dear Teacher, will you please take him by his hand and teach him things he will have to know, teaching him – but gently, if you can. Teach him that for every enemy, there is a friend. He will have to know that all men are not just, that all men are not true. But teach him also that for every scoundrel there is a hero, that for every crooked politician, there is a dedicated leader.
Teach him if you can that 10 cents earned is of far more value than a dollar found. In school, teacher, it is far more honorable to fail than to cheat. Teach him to learn how to gracefully lose, and enjoy winning when he does win.
Teach him to be gentle with people, tough with tough people. Steer him away from envy if you can and teach him the secret of quiet laughter. Teach him if you can – how to laugh when he is sad, teach him there is no shame in tears. Teach him there can be glory in failure and despair in success. Teach him to scoff at cynics.
Teach him if you can the wonders of books, but also give time to ponder the extreme mystery of birds in the sky, bees in the sun and flowers on a green hill. Teach him to have faith in his own ideas, even if every one tell him they are wrong.
Try to give my son the strength not to follow the crowd when everyone else is doing it. Teach him to listen to every one, but teach him also to filters all that he hears on a screen of truth and take only the good that comes through.
Teach him to sell his talents and brains to the highest bidder but never to put a price tag on his heart and soul. Let him have the courage to be impatient, let him have the patient to be brave. Teach him to have sublime faith in himself, because then he will always have sublime faith in mankind, in God.
This is the order, teacher but see what best you can do. He is such a nice little boy and he is my son.¨
Una carta preciosa. Es atribuida erróneamente a Lincoln, está demostrado que nunca la escribió. Es lo de menos.
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