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Basurde Xiao Long

Libros: ¨Realidad aumentada¨ -Bruno Nievas-

Libros: ¨Realidad aumentada¨ -Bruno Nievas-

Dice así la contraportada:

 

¨Tienes en tus manos los primeros autores en español que han sido descubiertos por los lectores. Best sellers digitales que llegan avalados por decenas de miles de ventas en internet¨.

 

¨Alex Portago recibe en su ciudad natal, Almería, una visita inesperada: un gurú de la tecnología que le ofrece un contrato millonario –y con estrictas cláusulas de confidencialidad- para resolver unos «problemas» que han surgido en un proyecto innovador de alta tecnología en el que la realidad virtual interactúa con el mundo real. En el equipo de investigación Alex encuentra a Lia Santana, el amor que se le escapó una vez y que no está dispuesto a perder de nuevo.

 

Realidad aumentada es un thriller que atrapa desde la primera frase, una novela que en solo cuatro meses cautivó a más de 42.000 personas en la Red, con un final sorprendente y no apto para cardíacos¨.

 

¨Un viaje salvaje a los confines de la tecnología y de la mente, narrado con el pulso de un escritor que dará mucho que hablar. No se la pierda¨.

-Juan Gómez-Jurado-

 

Sobre el autor:

 

¨Bruno Nievas nació en Almería en 1973. Ha vivido unido a un teclado desde los 10 años, cuando sus padres le regalaron un ZX Spectrum. Estudió Medicina en Granada y posteriormente en Madrid, donde obtuvo la especialidad de Pediatría. Tras volver a su ciudad natal, navegando por la red descubrió un programa para Mac que le ayudaría a lograr uno de sus sueños: escribir su primera novela, Realidad aumentada. Tras colgar la primera versión digital, logró 42.000 descargas y cosechó excelentes críticas en la red.

 

Gracias a este éxito fue poco tiempo después publicada por B de Books (sello digital de B), gracias a lo cual llegó a todas las plataformas de venta online de libros, copando durante meses las listas de más vendidos. Su fichaje causó sensación en el mundo literario español, pues por primera vez una editorial apostaba por una nueva generación de escritores independientes autopublicados.

 

Otros protagonistas de esta innovadora aventura editorial que llevará al papel los grandes bestsellers digitales son los escritores César García Muñoz, Antonia J. Corrales, Blanca Miosi, Esteban Navarro, Armando Rodera y Fernando Trujillo Sanz.

 

Bruno Nievas tiene su propia página web (www.brunonievas.com) y una presencia muy activa en las redes sociales a través de sus cuentas en Facebook y Twitter (@BrunoNievas)¨.

 

De Bruno Nievas me había leído anteriormente ¨Lo que el hielo atrapa¨ y me gustó mucho, es por ello que en el pedido anual de la biblioteca de la escuela encargué este título. Me ha parecido entretenido, pero es ciencia ficción que es un género que la verdad no me gusta mucho –no he visto ni una película de Star Trek, y sí, me da un poco vergüenza-. Sí que la realidad virtual ya está aquí para quedarse, pero a medida que llegaba el final iban sucediendo cosas demasiado extraordinarias que me costaba tragarme. Sin embargo es un libro entretenido, y no sería extraño ver el proyecto que están investigando en la novela hecho realidad muy pronto.

 

En una de las solapas y en la contraportada del libro hay un pequeño círculo magnético de 1 cm. de diámetro. Me pregunta qué función tendría, si tendría que ver con la novela, si sería la representación de un chip o algo que tendría sentido en la trama. Tonto de mí, es simplemente una idea de diseño del libro, que hace que la solapa se cierre contra la contraportada uniendo los dos círculos magnéticos, pareciendo el libro una cartera o un maletín.

 

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El libro está divido en 18 capítulos, cada uno de los cuales empieza con una cita, cosa que me encanta. Ahí van un par de ejemplos:

 

Capítulo 6: ¨El hombre que no ha amado apasionadamente ignora la mitad más bella de la vida¨ -Henri Beyle-.

 

Capítulo 8: ¨Se viaja no para buscar el destino, sino para huir de donde se parte¨ -Miguel de Unamuno.

 

Esta cita ha sido desde hace muchos años que la leí mi cita favorita de viajes, porque me identifico mucho con ella. Unamuno lo identificó como ¨topofobia¨. Yo hablaría más de rutina. Todos los días lo mismo aburre soberanamente, y es una de las razones por las que me gusta viajar: romper esa rutina.

 

Así conocía yo esta cita:

 

¨Y hay que viajar, lo he dicho antes de ahora, por topofobia, para huir de cada lugar, no buscando aquel a que va, sino escapándose de aquel de donde parte¨.

-Unamuno-

 

En su novela Niebla lo expresaba así:

 

“La manía de viajar viene de topofobia y no de filotopía; el que viaja mucho va huyendo de cada lugar que deja, y no buscando cada lugar a que llega”

 

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Aquí van algunos extractos del libro:

 

Página 272: ¨El taxi se detuvo en la calle Poniente Norte, frente al Quality Inn, donde le esperaba «una agradable suite», en palabras del recepcionista, que no dejó de sonreír en ningún momento. Este les ofreció un mapa con los lugares más conocidos de la ciudad, como el Mirador de los Amorosos, que nombró junto con una pícara sonrisa: este sitio era célebre entre las parejas jóvenes por estar considerado un lugar romántico que ofrecía una deslumbrante panorámica de la ciudad. Su nombre venía de un poema de Jaime Sabines. El recepcionista pareció bastante decepcionado cuando ellos apenas mostraron interés por el autor mexicano, y menos aún por el mirador¨.

 

La novela incluye ese componente de ¨hombre enamorado que tiene que conseguir a la chica¨, que junto con la ciencia ficción tampoco es tema de mi devoción. Pero sí que cuando aparecen referencias a trabajos de otros escritores en una novela me suele gustar echar un vistazo. Aquí va ese poema:

 

¨Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino,

el más tembloroso, el más insoportable.

Los amorosos buscan,

los amorosos son los que abandonan,

son los que cambian, los que olvidan.

 

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,

no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos

porque están solos, solos, solos,

entregándose, dándose a cada rato,

llorando porque no salvan al amor.

 

Les preocupa el amor. Los amorosos

viven al día, no pueden hacer más, no saben.

Siempre se están yendo,

siempre, hacia alguna parte.

Esperan,

no esperan nada, pero esperan.

 

Saben que nunca han de encontrar.

El amor es la prórroga perpetua,

siempre el paso siguiente, el otro, el otro.

Los amorosos son los insaciables,

los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento.

 

Tienen serpientes en lugar de brazos.

Las venas del cuello se les hinchan

también como serpientes para asfixiarlos.

Los amorosos no pueden dormir

porque si se duermen se los comen los gusanos.

En la oscuridad abren los ojos

y les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sábana

y su cama flota como sobre un lago.

 

Los amorosos son locos, sólo locos,

sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas

temblorosos, hambrientos,

a cazar fantasmas.

Se ríen de las gentes que lo saben todo,

de las que aman a perpetuidad, verídicamente,

de las que creen en el amor

como una lámpara de inagotable aceite.

 

Los amorosos juegan a coger el agua,

a tatuar el humo, a no irse.

Juegan el largo, el triste juego del amor.

Nadie ha de resignarse.

Dicen que nadie ha de resignarse.

Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,

la muerte les fermenta detrás de los ojos,

y ellos caminan, lloran hasta la madrugada

en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

 

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,

a mujeres que duermen con la mano en el sexo,

complacidas,

a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios

una canción no aprendida,

y se van llorando, llorando,

la hermosa vida¨.

 

Los amorosos.

-Jaime Sabines-

 

En una parte del libro se menciona a Pakal ¨el Grande¨, gobernante maya de la actual zona de Palenque, que vivió hace unos 1.400 años. Ya conocía que los mayas sabían de astrología un montón y que su calendario era muy preciso. De hecho es impresionante conocer la historia de Chichen Itzá y cómo sabiendo mirar El Castillo saldrían 365 días en un año. Dice este fragmento de la novela:

 

¨[...] no encajan en absoluto con el nivel de desarrollo de la época de Pacal: no conocían ni la rueda. Pero a pesar de ello, ¿sabíais que cuando supuestamente enterraron a Pacal ya sabían que el calendario terrestre tenía 365,2420 días? En la actualidad, y gracias al uso de ordenadores, hemos podido conocer que realmente son 365,2422. ¡Es alucinante que supieran eso! Personalmente no me lo trago. Es absurdo que supieran datos como ese, que [...] y, sin embargo, no conocieran la rueda. ¿Por qué nadie se dedica a aclarar estas cosas? ¡Dan un mal rollo alucinante!¨.

 

Página 305: ¨La clave de su riqueza residía en una combinación de astucia aderezada con unas gotas de fortuna. Aunque la suerte, como él siempre decía, normalmente era buscada: aquellos que se esforzaban en hallarla solían encontrársela detrás de cada esquina, según proclamaba en sus conferencias.¨

 

Esta frase la he escuchado bastantes veces, sobre todo en contexto deportivo: ¨cuanto más entreno, más suerte tengo¨. Así que he buscado quién fue el primero que la acuñó, porque se la atribuyen muchas personas:

 

La más antigua que he encontrado es de Thomas Jefferson (1743-1826), tercer presidente de EEUU:

 

«Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo».

 

También remontándonos otros 100 años:

¨Creo muchísimo en la suerte y descubro que cuanto más trabajo, más suerte tengo¨.

Stephen Crane (1871-1900)

 

Al último al que se la he oído fue al jugador del Real Madrid Sergio Ramós, este pasado diciembre. Este artículo de OK Diario dice:

 

¨«Alguien dijo, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo», así definía Sergio Ramos su capacidad para hacer goles imposibles en una foto del momento del tanto ante el Barcelona en el minuto 89 publicada en su Instagram¨.

 

¡Totalmente cierto!

 

Página 323: ¨Ella le miró y, tras unos segundos, accedió. Alex se preguntó si no estaba actuando ya por puro agotamiento, dándole la razón en prácticamente todo. Le sonrió, intentando animarla. Ella pareció corresponderle y comenzó a examinar el terreno.

            Nada mejor que poner a alguien a hacer cosas para que aparque sus temores –pensó, recordando uno de los libros que había escrito-. Si con ello la persona se siente útil, también gana confianza. Deseando que eso le ocurriera en ese momento a Lia, se levantó y se puso en marcha¨. 

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