Libros: ¨Los puentes de Moscú¨ -Alfonso Zapico-
Este libro me lo recomendó mi amiga América en Facebook. Estando en Gasteiz entré a la Web de las bibliotecas municipales a ver si estaba en el centro cívico más cercano -El Pilar- pero no lo tenían. Sin embargo sí que estaba en otros dos centros cívicos de la ciudad, y se puede pedir que te lo traigan a tu biblioteca más cercana, así que es lo que hice.
La referencia que leí en la Web de la biblioteca me moló y es la contraportada del libro. Dice así:
¨El primer día de invierno de 2016 Eduardo Madina y Fermin Muguruza se juntaron en Irun. La excusa fue una entrevista para el magazine Jot Down, aunque cualquier pretexto hubiera sido bueno para reunir en la misma mesa a estos dos vascos con trayectorias vitales aparentemente distantes. Madina, político socialista que sobrevivió a un atentado de ETA en 2002, y Muguruza, histórico líder de Kortatu y referente musical de Euskadi, compartieron café y conversaciones mientras el dibujante Alfonso Zapico retrataba el instante en su cuaderno. Aquellos bocetos fueron la génesis de Los puentes de Moscú, que es el relato de varias generaciones de jóvenes vascos cuya propia historia se dibuja en blanco y negro¨.
Se añadía el aliciente de que es un cómic. Por ejemplo el libro Patria me lo llevan recomendando mucho tiempo, pero la verdad estoy un poco cansado de leer sobre los tiempos de ETA y no me apetece ponerme con él en este momento. Quizás en el futuro. Pero siendo un cómic es otra cosa, te lo lees más rápido y va directo al grano.
Molan además estos cómics basados en la realidad. Para esto es un maestro el canadiense Guy Delisle, y he disfrutado mucho de sus cómics sobre China (Shenzen), Corea del Norte (Pyongyang), Birmania (Crónicas Birmanas) o Israel/Palestina (Crónicas de Jerusalén). Si tenéis intención de viajar a alguno de esos países no dudéis en leerlos.
Volvemos a Los puentes de Moscú. En la solapa dice: «En el mundo de hoy, donde cada día se levanta un muro en alguna parte, hacen falta más puentes. Ésta es una historia de puentes, de seres humanos que, aún escasos y frágiles, ansían unir las dos orillas de una sociedad compartida. Alfonso Zapico, autor de cómic y contador de historias, se considera sobre todo ¨dibujante de conflictos. Ninguno tan difícil de comprender -y de explicar- como este de aquí. Tan cruel en sus pequeños detalles, tan doloroso en sus silencios. Dibujar los años negros de Euskadi es embarrar los zapatos en un charco. ¿Por qué lo hago? Por curiosidad, por ver la desembocadura. Tal vez el charco sea ya la desembocadura. Al fondo se ve el mar¨, concluye el autor asturiano apoyándose en su admirado Claudio Magris».
Sobre el autor:
«Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias y realiza ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies). Se estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado francobelga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuadro de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011). Vive en la localidad francesa de Angouleme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo entre su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando una nueva y ambiciosa obra, la trilogía de La balada del norte, de la que se han publicado ya dos tomos (Astiberri, 2015 y 2017) y cuya tercera y última parte se encuentra desarrollando en la actualidad. En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico ha completado los puentes de Moscú, donde muestra de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza».
Me encanta el título, y ya descubriréis el por qué de ¨los puentes¨ y ¨de Moscú¨.
Un cómic recomendable si os interesa el tema. He aprendido unas cuantas cosas que me han llamado la atención, y te invita a reflexionar sobre lo bien que estamos ahora sin la amenaza del terrorismo de ETA. Es fácil acostumbrarse a la normalidad, pero pensándolo un poco no hace mucho que poníamos el Telediario y se abría con malas noticias provocadas por la banda terrorista.
Con el fin de ETA todavía queda un largo camino por recorrer, y más que nunca es necesaria la participación de ¨zubigileak¨, ¨los que construyen puentes¨.
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