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Basurde Xiao Long

Melaka, Malasia, octubre 2025

Melaka, Malasia, octubre 2025

Fotos – Melaka (114)

 

Video 1 - Malaca, Malasia, octubre de 2025 (15:20)

 

Video 2 - Iglesia de San Pablo, donde estuvo enterrado 3 meses San Francisco Javier. Malaca, octubre 2025 (4:18)

 

Escapada de una noche a Malaca desde Kuala Lumpur.

 

Así describe la guía Lonely Planet esta ciudad:

 

¨Es uno de los pocos lugares donde se ha conservado el patrimonio de la mezcla de comunidades inmigrantes euroasiáticas, desde la original colección de edificios coloniales rojos hasta las pintorescas hileras de casas-tienda destartaladas. Es una de las ciudades portuarias más antiguas de Malasia, y más de 500 años de comercio e intercambio cultural han resultado en una mezcla ecléctica de lenguas, costumbres y prácticas. Las personas de ascendencia china chapurrean en inglés y malayo con sus vecinos indios, y los carritos de comida callejera venden sus productos frente a elegantes cafés de estilo europeo. Mezquitas históricas y rascacielos compiten por el espacio a orillas del río Malaca, corazón del antiguo centro marítimo. Si bien la ciudad se ha vuelto más comercial, con franquicias y tiendas de baratijas para el creciente número de turistas, sus callejuelas siguen ofreciendo bocados deliciosos y rincones interesantes¨.

 

Día 1

 

Tomamos el autobús de Kuala Lumpur (18:45) a Malacca (20:30).

Habíamos reservado una habitación en el Gingerflower Boutique Hotel, un alojamiento muy céntrico y muy cómodo para moverte a pie por el centro.

 

Dimos un paseo por la Plaza de los Holandeses (Dutch Square), con sus edificios rojos coloniales y la bonita torre del reloj de Tan Beng Swee. En esa plaza trabaja un caricaturista, Ibnoo Jalil, y Annabelle se animó a ser retratada. La ciudad estaba llena de luces, y había muchos carteles que decían ¨World Tourism Day 2025¨, ¨Día Mundial del Turismo 2025¨. La Organización de las Naciones Unidas celebra desde 1980 el Día Mundial del Turismo. Cada año se elige un país anfitrión, un slogan y el 27 de septiembre se llevan a cabo eventos. Y casualmente este año Malasia era el país anfitrión, concretamente la ciudad de Malaca. De ahí tanta publicidad.

 

Aparte de las luces de la ciudad, llaman la atención las luces de los rickshaws, con sus llamativas decoraciones.

 

Hora de cenar y fuimos a un restaurante llamado GravyBaby.

 

Día 2

 

Desayunamos en Melaka River Nyonya Restaurant. La palabra “Nyonya” en Bahasa Melayu (malayo) se usa para referirse a una mujer Peranakan, es decir, una descendiente de matrimonios entre inmigrantes chinos y locales malayos o indonesios. El término viene del portugués “donha” (señora) y fue adoptado en el sudeste asiático durante la época colonial. En el uso moderno del malayo, “Nyonya” también puede referirse al estilo de cocina (masakan Nyonya) o a la cultura híbrida chino-malaya. Con el estómago lleno y desde el embarcadero Melaka River Cruise Jeti Quayside tomamos un barco para dar un paseo por el río Melaka. Muy chulo. Te mete hacia el interior, me hubiera gustado haber podido acceder al mar, para estar en una embarcación en el mítico Estrecho de Malaca.

 

Tras el paseo en barca visitamos el Muzium Samudera (= Museo Marítimo) que contiene una réplica del buque portugués Flor de la Mar. Era una nao o carraca portuguesa del siglo XVI, con alrededor de 400 toneladas de desplazamiento. Participó en varias expediciones portuguesas en el Océano Índico y se hundió en noviembre de 1511, cerca de la costa de Sumatra, cuando transportaba un gran tesoro capturado tras la toma de Malaca. Su hundimiento durante la víspera de volver a Portugal la convirtió en objeto de leyenda (tesoros sumergidos, etc.). Es increíble meterte en las tripas de ese barco e imaginar cómo podía ser la vida de un marinero en el siglo XVI. ¡Hombres rudos!

 

De ahí continuamos a la Torre Taming Sari, que así describe la guía Lonely Planet:

 

¨Malaca desde arriba.

Vistas panorámicas de la ciudad.

 

La Menara Taming Sari, de 80 m, permite explorar los puntos de interés más destacados de Banda Hilir. Una cabina cerrada y climatizada con asientos que miran hacia fuera van girando lentamente, ofreciendo vistas de 360º de las principales atracciones de Malaca y el estrecho¨.

 

Visitamos el centro comercial Dataran Pahlawan Melaka Megamall y pasamos por un parque llamado Plaza de la Coronación donde estaba uno de los primeros aviones de la Fuerza Aérea de Malasia, creada tras la independencia, y unos vagones de tren.

 

Nuestra siguiente parada nos llevo a Bukit Melaka, sobre la que había leído en la novela que tengo actualmente entre manos, ¨El jardín de las brumas¨. Extraigo el párrafo:

 

¨Me fui a Ciudad del Cabo. Pero seguía sin estar lo bastante lejos. Un día, en la primavera de 1905, creo, compré un billete para Batavia. El barco se vio obligado a atracar en Malaca para ser reparado y, según nos dijeron, el arreglo llevaría una semana. Estaba paseando por la ciudad, cuando vi una iglesia abandonada sobre una colina…

-La de Sain Paul.

Lanzó un gruñido.

-Ja, ja (sí, sí, en afrikáans). La de Saint Paul. En los jardines de aquel templo me topé con unas lápidas de trescientos o cuatrocientos años de antigüedad. Y, ¿qué crees que encontré? La tumba de Jan Van Riebeeck. -Al ver mi cara de circunstancia sacudió la cabeza-. Ya sabes que el mundo no está hecho solo de historia inglesa. Van Riebeeck fundó el Cabo y se convirtió en su gobernador.

-¿Y cómo terminó en Malaca?

-La Compañía Holandesa de las Indias Orientales lo envió allí como castigo por algo que había hecho. -El recuerdo suavizó su cara y al mismo tiempo le hizo parecer mayor-. En cualquier caso, al ver su nombre allí, esculpido en aquel bloque de piedra, sentí que había encontrado un lugar para mí, aquí, en Malaya. Nunca volví al barco y nunca llegué a ir a Batavia. En vez de eso me abrí camino en Kuala Lumpur¨.

 

Me interesaba ver las ruinas de la Iglesia de San Pablo pero no por Jan Van Riebeeck, sino por San Francisco Javier, que estuvo temporalmente enterrado ahí.

Visitando Goa (India) descubrí que allá está enterrado el jesuita San Francisco Javier.

Visitando ahora Malaca (Malasia) he descubierto que también estuvo temporalmente enterrado en esta ciudad.

 

Os cuento la historia. Este ilustre navarro falleció de pulmonía con 46 años, el 3 de diciembre de 1552, en la isla china de Shangchuan. Unos portugueses ayudaron a introducir el cuerpo en una caja de madera, agregando cal al ataúd, y lo enterraron. Después de tres meses lo desenterraron para trasladarlo a Malaca, y al revisar el cuerpo vieron que estaba fresco, como si estuviera vivo. Lo metieron en una caja mejor, le untaron brea y se lo llevaron. En Malaca lo recibieron con entusiasmo y a su llegada cesó la gran mortandad que había. Un enfermo lo besó y quedó curado.

 

En este video muestro la iglesia de San Pablo, donde estuvo enterrado en Malaca.

Fue petición en vida de San Francisco Javier el ser enterrado en Goa, por lo que de Malaca se llevaron el cuerpo a esa ciudad. Lo que viene a continuación lo cuento en esta entrada en mi blog, de noviembre de 2022, cuando estuve por allá visitando la Basílica de Bom Jesus donde se encuentran sus restos mortales.

 

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«El plan para este domingo fue visitar Old Goa, una vez más en scooter. Por cierto, todas las veces fui de paquete y fue mi amiga la que me llevó a todos los sitios, excelente conductora. Esto es lo que dice la Guía Visual India sobre Old Goa (la Vieja Goa): 

 

¨Un grandioso complejo de catedrales, iglesias y monasterios, repartidos en un tramo de 1,5 km, marcan el emplazamiento de Old Goa, la capital portuguesa hasta mediados del siglo XVIII. El paseo por esta zona, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, incluye dos relevantes monumentos religiosos, la Basílica de Bom Jesus y la majestuosa Sé Cathedral, y culmina en Holy Hill, una colina donde se elevan varias de las iglesias más antiguas del Estado. La mayoría de estos edificios, obra de arquitectos italianos o portugueses, abarcan varios estilos europeos, desde las sobrias líneas renacentistas al exuberante barroco y el manuelino portugués¨.

 

Empezamos por la Basilica de Bom Jesus donde descansan los restos de un paisano jesuita conocido de la afición, San Francisco Javier (1506-1552), navarro nacido en el castillo de Javier.

 

¨Francisco Javier fue enviado a Goa por el rey portugués Dom Joao III. Llegó aquí en mayo de 1542, a los 36 años, y trabajó incansablemente durante los años siguientes, convirtiendo a casi 30.000 personas. Murió en una travesía frente a la costa de China en 1552 y se le enterró temporalmente en una isla. Cuando se desenterró su cuerpo tres meses después, para trasladar sus restos, estaba incorrupto. Un año más tarde, cuando se le llevó a la basílica de Goa, su cuerpo seguía intacto. El hecho fue declarado milagroso y en 1622 se le canonizó. Las reliquias se exponen cada diez años. La última ocasión fue en 2014-15¨.

(Actualización – La última ocasión fue del 21 de noviembre de 2024 al 5 de enero de 2025. La próxima será en 2035).

 

Dentro de la basílica coincidimos con un hombre muy interesante, Don Armando Roque Fernandes. Está preparando un documental sobre la vida de San Francisco Javier. Tropical Creativity es su canal de Youtube y ahí tiene colgado un tráiler de lo que será el documental, traducido a 13 lenguas. Aquí lo podéis ver en español (4´01´)  . Un hombre educado y apasionado de San Francisco Javier. Nos estuvo contando su vida (la del Santo, no la suya) y luego me pidió que contara un poco mi experiencia en Goa, grabando con su móvil. ¡Espero que el documental pueda ver pronto la luz, será interesante seguro!

 

Esto es lo que dice la Guía Visual de la Basílica de Bom Jesus:

 

¨la Basílica de Bom Jesus es objeto de veneración por los católicos de todo el mundo, porque alberga los restos mortales del patrón de Goa, san Francisco Javier. En 1946 el papa Pío XII le otorgó el rango de basílica menor, convirtiéndola en la primera iglesia en conseguirlo en el sur de Asia. Erigida por los Jesuitas en 1594, esta majestuosa estructura barroca aúna los estilos corintio, dórico y jónico en su magnífica fachada de tres alturas. El duque de Toscana, Cosimo III, costeó la elaborada tumba de san Francisco a cambio de la almohada sobre la que se apoyaba la cabeza del santo. El escultor florentino Giovanni Foggini tardó diez años en esculpir la tumba, que fue terminada finalmente en 1698. La Casa Profesa colindante (1589) alojó las celdas de los monjes hasta que un incendio la arrasó en 1633¨»

 

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Bajamos Bukit Melaka por la cara sur hacia la casa del guarda de la Porta de Santiago, el único fragmento que queda de la fortaleza holandesa A´Famosa.

 

De vuelta a la Plaza de los Holandeses nos metimos una birra en el Hard Rock Café (quería pillar un vaso de chupito para un colega de Homer que los colecciona) y mientras allá estábamos se abrió el cielo y cayó un gran chaparrón monzónico. Cuando escampó caminamos a la Iglesia de San Francisco Javier, construía según indica la fachada en 1849, 297 años después de la muerte del jesuita. Enfrente hay unas ruinas y un gran mural que reconoce a esta ciudad como Patrimonio de la Humanidad.

 

La siguiente parada fue el templo Poh San Teng, templo taoísta fundado en 1795 por el capitán chino Chua Su Cheong. Era la era en la que Malaca estaba bajo el dominio holandés. Al lado se encuentra el pozo de Hang Li Poh (en malayo Perigi Hang Li Poh), también conocido como el Pozo del Rey. Dicen que fue construido en 1459, siendo el más antiguo de Malasia.

 

Y esto fueron lo que dieron de sí las 22 horas en Malaca. A las 18:30 tomamos el autobús a Kuala Lumpur y en menos de dos horitas estábamos en la capital.

 

¡Me ha encantado Malaca, espero volver!

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