Libros: ¨Cuatro estaciones hacia la locura¨ -Evaristo Páramos Pérez-
El pasado viernes 1 de junio de 2018 el ex-cantante de la Polla, Evaristo, fue denunciado por insultar a la Guardia Civil tras un concierto. Si grupos como MCD, RIP, La Polla o cualquiera de esa onda en la que crecimos empezara hoy de cero, tardarían muy poco en meterlos en la cárcel, como se pretende hacer en la actualidad con algún rapero.
El caso es que casualmente, mientras saltaba la noticia estaba yo metido en este libro de Evaristo, ¨Cuatro estaciones hacia la locura¨. Dice así la contraportada:
¨Cuatro estaciones hacia la locura es un viaje por el universo más íntimo de su autor, Evaristo Páramos Pérez (La Polla Records, Gatillazo). Una aventura arriesgada y sin aditivos, capaz de llevarte desde la perplejidad o el deseo desnudo hasta la crudeza más absoluta, y siempre tras la mirada inconfundible de uno de los músicos más reconocidos, libres y personales de la actualidad.
Su estructura en forma de diario favorece esta idea de tránsito y nos acerca mejor a una personalidad tan única como irrepetible. No te asustes si en algún momento el texto te oprime, simplemente disfruta del recorrido y déjate llevar; eso sí, prepárate, vienen curvas¨.
¨Uno de los ejercicios literarios más atrevidos y personales que podrás recordar¨.
Este diario empieza el 22 de septiembre de 2013 y termina el mismo día del año siguiente. No escribe todos los días y no habla sobre lo que ha hecho -¨hoy me he levantado y...¨-, sino sobre ideas y pensamientos que le pasan por la cabeza. Hoy es 8 de junio, así que transcribo aquí lo que escribió ese día como ejemplo:
¨8 de junio
CORNEJA, la ley.
Delante de la pirámide negra.
El árbol de la muerte se ha secado. Nuncateolvidaré ya te he olvidado. Por fin te dejan irte.
Los pájaros picotean las cerezas este amanecer, no estés triste, capullo, al universo le da igual, la vida continúa con y sin nosotros y nuestros formidables estados de ánimo. No mataré unas rosas para ti.
En el nogal, con los dragones hacia dentro, las aves se mueven en las ramas que hay sobre mí. Roble, dame tus raíces, dame tu fuerza; dragones, entrad en mí y buscad mi alma.
Echar a volar y deshacerse poco a poco¨.
El libro tiene muchas ilustraciones, y en esta entrada aparece dibujada una corneja.
No es un libro que puedas leer del tirón, porque con cada párrafo tienes que detenerte y ponerte a pensar. Lo abría de vez en cuando, seguía donde lo había dejado, pero ha sido ahora, que me mudo de Yakarta, cuando me he puesto más en serio con él porque quería dejarlo aquí, regalándoselo a mi colega de Tolosa fan también de Evaristo y de La Polla.
Mi escritor favorito es Arturo Pérez-Reverte. En verano de 2006 estaba por Torrevieja tomando algo con la familia en el puerto y cerca estaba Reverte, que tendría atracado allá el barco. No me atreví a decirle nada, me hubiera gustado saludarle pero no tuve valor. Parecido me pasó con Evaristo en Gasteiz. Estaba en la Casa del Libro comprando alguna novela. Era un día entre semana, por la mañana, y la librería estaba casi vacía. A la hora de pagar, en la caja, tuve delante a Evaristo que estaba con un colega. En aquella época ya había empezado este libro y me dieron ganas de saludarle. Pero tampoco me atreví. Lo que me llamó la atención es su conversación con la librera en la caja, porque se pusieron a hablar de libros y yo no conocía ni los títulos ni los autores. Cuando le recomendó alguno dijo ¨este ya me lo he leído¨, ¨no tienes este...¨. Me llamó la atención, porque está clarísimo que Evaristo es un tío muy inteligente y con mucha cabeza -no hay más que ver sus letras, que llevan vigentes décadas-, pero estaba acostumbrado a verle dándolo todo en los conciertos, pero no conocía esa faceta suya de lector, por lo visto empedernido.
Si no anduviera de mudanza y tuviera un hogar fijo, este libro lo tendría como ¨coffee table book¨, que dicen en inglés. Esos libros que te encuentras en una mesita de un salón, muchas veces con fotografías, para cogerlo y pasar hojas para entretenerte un rato. Abrirlo, leer una de las reflexiones de Evaristo uno de esos días, y pensar sobre ellas.
¡Evaristo lehendakari, es un fenómeno!
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