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Basurde Xiao Long

Libros: ¨Pasión india¨ -Javier Moro- y ¨La nieta de la maharaní¨-Maha Akhtar-

Libros: ¨Pasión india¨ -Javier Moro- y ¨La nieta de la maharaní¨-Maha Akhtar-

Recientemente he terminado estos dos libros y aquí va una reseña:

 

¨Pasión india¨ -Javier Moro-

 

Es una historia que me ha fascinado y me ha ayudado mucho a entender mejor la India, las vidas de desenfreno y lujo de los maharajás y el funcionamiento del Imperio británico de la India a principios del siglo XX.

 

Así resume la contraportada la temática del libro:

 

¨El 28 enero de 1908, una española de 17 años, sentada a lomos de un elefante lujosamente enjaezado, hace su entrada en una pequeña ciudad del norte de la India. El pueblo entero está en la calle rindiendo un cálido homenaje a la nueva princesa de tez blanca. Así fue la boda de la andaluza Anita Delgado con el riquísimo maharajá de Kapurthala. Y así empezó una gran historia de amor -y traición- que se desgranó durante casi dos décadas en el corazón de una India a punto de extinguirse¨.

 

Es una novela histórica basada en la vida de Anita Delgado, sobre la que se pueden encontrar otras biografías o información en Internet. También me puse a buscar en Internet información sobre Kapurthala y después de leer este libro va a ser visita obligada.

 

Sobre el autor:

 

¨Javier Moro es uno de los autores más querido por los lectores y valorado por la crítica del panorama literario en español. Periodista y escritor, también ha trabajado en el mundo del cine como guionista y productor; en esta faceta, vivió cinco años en Hollywood. Entre sus libros, destacan Senderos de libertad (1992), El pie de Jaipur (1995), Las montañas de Buda (1997), Era medianoche en Bhopal (2001), en colaboración con Dominique Lapierre, Pasión india (2005), El sari rojo (2008), El imperio eres tú (Premio Planeta 2011) y A flor de piel (2015)¨.

 

Comienza el libro con las siguientes citas:

 

¨La providencia ha creado a los maharajás para ofrecer un espectáculo al mundo¨.

-Ruyard Kipling-

 

¨A los niños de ambos sexos se les debe llevar de caza una vez a la semana sin falta, y cuando sean más mayores deben, como regla, pasar por lo menos dos semanas al año cazando el tigre¨.

Notas sobre la educación de un gobernante.

(Maharajá de Gwalior, General Policy Durbar 1925).

 

 

Estando en la reserva de tigres de Rajaji el ranger me llevó a una especie de pequeño lago natural donde había una estructura elevada cerca. Me comentó que en los tiempos de los maharajás venían ahí a cazar y se quedaban subidos en esa estructura esperando que los tigres se acercaran a beber para abatirlos. Me decepcionó bastante, que cazaran los tigres y que lo hicieran de esa manera, como tirando a un palillo en la feria.

 

¨Todo vale, porque la pasión no espera¨.

Kamasutra 2.3.2

 

Extraigo a continuación algunos párrafos que me han llamado la atención:

 

¨Jagatjit optó por levantar una mansión a unos cien kilómetros de Simla, en Mussorie, otra hill station, como los ingleses llamaban a ese tipo de ciudades de veraneo cuya atmósfera era siempre frívola y desenfadada. Lo hizo inspirándose en uno de los castillos del Loira que tanto le habían impresionado, con torreones en forma cónica cubiertos de pizarra. Amuebló el interior con cuadros, muebles de época franceses, vasijas de Sèvres y tapices de los gobelinos y lo bautizó con el exótico nombre de Château Kapurthala. La mansión se haría famosa por sus bailes de disfraces amenizados por grandes orquestas. El disfraz proporcionaba el anonimato necesario para que los aristócratas indios y las mujeres europeas mantuvieran relaciones a escondidas de los maridos de éstas, ausentes porque no podían permitirse el lujo de pasar cuatr meses de veraneo con la familia. Al término de las fiestas del rajá, en secreto, las parejas se marchaban en rickshaws que serpenteaban por la Camel´s back, la carretera circular de detrás de la colina desde donde se podía disfrutar de un paisaje idílico de picos nevados, bancales verdes y prados florecientes¨.

 

¨En Mussorie no existen los automóviles y el tráfico se compone exclusivamente de caballos, rickshaws y peatones. Anita y el maharajá se sientan en su dandi (silla llevaba por porteadores) y son transportados por cuatro criados uniformados por el camino que sube por la montaña. Poco a poco va surgiendo la magnífica vista de los torreones cubiertos de pizarra brillando al sol y del tejado típico de los castillos franceses. Château Kapurthala es el edificio más importante. El aire cristalino y los rododendros en flor evocan una eterna primavera¨.

 

Visité Mussorie en marzo de 2021, pero por aquel entonces no conocía la historia ni el Château Kapurthala. Ya tengo una excusa para volver y verlo.

 

¨A lo largo del año, Anita asiste a todos los actos cívicos y sociales en los que el rajá y ella son los principales protagonistas. Las fiestas religiosas se celebran en Amritsar, y muchas recepciones tienen lugar en la capital del Punjab, en Lahore, situada a tres horas en coche de Kapurthala. Quizás por haberse acostumbrado a la tranquila vida en Villa Buona Vista, Anita se siente fascinada por el contraste que ofrece la antigua capital del imperio de Las mil y una noches. Por la belleza de sus monumentos y la elegancia de sus palacios, por los tesoros que contiene y por su ambiente abierto y animado, Lahore es conocida como el París de Oriente. Más cosmopolita que Delhi, goza desde hace tiempo de la reputación de ser la ciudad más tolerante y abierta de la India. En los bufés del Gymkhana Club y del Cosmopolitan Club se mezclan sijs, musulmanes, hindúes, cristianos y parsis. Las mujeres de la sociedad visten un poco como las cortesanas francesas del siglo XVII, y los hombres como galanes del cine mudo¨.

 

En Lahore, actual Pakistán, estuve en abril de 2008. Lamentablemente no se podría describir ahora como una ciudad cosmopolita, tolerante y abierta. Son lugares, como Afganistán, que han retrocedido en el tiempo debido a la islamización radical de la vida corriente.

 

¨Hay tantos invitados y europeos trabajando allí que a Anita no le afectan los esfuerzos que unos y otros hacen para marginarla, observarla, disecarla y analizarla. Ella los ignora porque en el fondo se siente libre. Si este mundo se desmoronase, tiene otro en el que apoyarse: el de su familia y sus amigos en España. Pensar en ellos es el mejor refugio contra el sentimiento de soledad que la acecha, como un tigre en la rama de un baniano¨.

 

¨El Durbar propiamente dicho tiene lugar el 12 de diciembre de 1911. El espectáculo es inolvidable para todos los que asisten, para el campesino que ha caminado durante días para ver a su emperador, para los muchachos vestidos con paños de algodón blanco encaramados en las ramas de los árboles, para la chicas de doce años con sus bebés en brazos, y también para los propios emperadores, que se encuentran frente a un océano de turbantes verdes, amarillos, malvas, azules y naranjas que se extiende hasta el horizonte. «Es lo más maravilloso que he visto en mi vida», declararía Jorge V, sentado junto a su mujer en un trono de oro macizo sobre un estrado situado muy por encima de la multitud, cubiertos los hombros por una capa de armiño y protegido del sol abrasador por un toldo púrpura y oro. Es la visión del que sabe que, sin la India, Gran Bretaña no sería el imperio más colosal que el mundo ha conocido, ni la primera potencia mundial¨.

 

Sobre las durbar imperiales en Delhi (hubo tres) escribí esta entrada en mi blog después de visitar Coronation Park en febrero de 2021. Un video en esa entrada muestra por qué Jorge V dejó esas palabras.

 

¨El encuentro con los soldados, en un hospital de campaña de la Cruz Roja, es muy emotivo. Se lanzan a los pies del maharajá y de Anita, agradeciéndoles en el alma que los dioses de carne y hueso se hayan dignado bajar al infierno para compartir unos momentos con ellos. Algunos no consiguen reprimir las lágrimas.El capitán inglés Evelyn Howell, responsable del departamento de Censura, es el encargado de guiarles durante la visita.

-He observado que cada día crece el número de hombres en la tropa que se dedican a escribir poesía –les explica, seriamente preocupado-. Es una tendencia que también se observa en algunos regimientos ingleses en primera línea de fuego; me inclino a considerarlo como un signo inquietante de perturbación mental.

-¿Perturbación mental? Quizás sea así en el caso de los ingleses, en el nuestro es tan solo nostalgia –contesta el maharajá con sorna.

-¿Componen poesía en urdu? –pregunta Anita.

-En urdu, en punjabí, en indostaní… Mire ésta… -le dice, mostrándole una hoja de papel escrita en urdu.

Anita lee: «La muerte aparece como una libélula silenciosa, como el rocío en la montaña, como la espuma sobre el río, como la burbuja en la fuente…»

Son versos que evocan el Punjab, los campos y los ríos de una tierra lejana que para ellos solo existe en la memoria. No es tanto el miedo a la muerte, ni el hecho de no estar preparados para librar una guerra moderna, lo que llena de angustia a los soldados indios, que sólo encuentran refugio en la poesía.

-Maharaní, si me permitís… -un viejo guerrero herido en la pierna, con barba blanca y turbante, se acerca a Anita.

Para los soldados, ella es su verdadera princesa, porque ha venido a verles y a escucharles, y no las que se han quedado entre los muros de la zenana. Para ellos los vínculos del espíritu son más importantes que los de sangre.

-No quiero morir aquí- le dice el anciano-. No piense que soy un cobarde, no. No me asusta el enemigo y tampoco temo a la muerte. Pero me da miedo que mis reencarnaciones no sean tan buenas como deberían. Soy un buen sij, mensahib, toda la vida he cumplido con mis deberes de buen sij… ¿Qué va a ser de mi vida futura si no queman mi cuerpo al morir y esparcen mis cenizas? No quiero que me entierren, mesahib. Ninguno de los sijs del regimiento lo queremos.

-Ya sé, ya sé… aquí no hay piras funerarias.

-Maharaní –le dice otro-, me llamo Mohamed Khan y soy de Jalandar. Nosotros también queremos morir según nuestros ritos, que nos amortajen y nos sepulten directamente en la tierra con la cabeza orientada a la Meca.

Anita está conmovida. Esos hombres, con los que quizás se ha cruzado alguna vez en sus recorridos a caballo por el campo, asumen que van a morir. Pero no es la muerte lo que les asusta, sino la vida eterna¨.

 

¨Demasiado rica, demasiado pobre: el contraste de Bombay aturde a la malagueña, pero aún así desea verlo todo, como si en su primer día quisiera abarcar y entender la complejidad de su nuevo país. Firoz las lleva hasta el otro lado de la bahía, y el coche se adentra en una calle que serpentea por una colina. Los caballos jadean al subir. Arriba hay cinco torres desde donde se divisa toda la ciudad. La vista es espléndida, aunque el lugar parece fuera de este mundo. El silencio se ve constantemente interrumpido por el aleteo de los buitres y el graznido de miles de cuervos. Son las Torres del Silencio, donde los parsis celebran sus ritos funerarios. Seguidora de Zaratustra, un sacerdote del este de Persia que compuso himnos que recreaban sus diálogos con Dios, la religión parsi es una de las más antiguas de la humanidad. Cuando fueron expulsados de Persia por los musulmanes, los parsis recalaron en la India. Los ingleses les cedieron una colina en Bombay para disponer de sus muertos. Ellos no los entierran ni los queman, los colocan desnudos sobre losas de mármol en esas cinco torres. Los buitres y los cuervos se avalanzan sobre los cadáveres y los devoran en segundos, de manera que la muerte vuelve a la vida. Los únicos que tienen derecho a manejar los cadáveres son los «conductores de los muertos». Vestidos con un simple paño alrededor de la cintura, y provistos de un palo arrojan al mar los huesos y los restos que no han sido devorados. Es un lugar que atrae a los extranjeros por sus vistas espectaculares y quizás también por una especie de curiosidad morbosa. Pero Anita no aguanta el espectáculo. El aire cargado de olores, el calor, el mareo de tierra y la visión de las aves rapaces y de unos hombres que parecen estar ya en el otro mundo, la hacen sentirse mal¨.

 

Esos párrafos me han llamado la atención por los diferentes sistemas en las que diferentes religiones se deshacen de los cuerpos una vez fallecidos. Lo hemos visto ahora en India con la crisis del coronavirus, miles de personas siendo incineradas en piras que es una costumbre que sigue practicándose, principalmente a orillas del Ganges en Benarés.

 

El segundo extracto habla de las Torres del Silencio que en su día conocí en Chak Chak, antigua Persia, hoy Irán, y lugar de peregrinación más importante en ese país para los seguidores de Zaratustra. El 25 de diciembre de 2007 anduve por allá y esto escribí en mi blog:

 

¨Esta religión, zoroastrismo, es muy interesante. Solo quedan unos 150.000 seguidores en el mundo, unos 5.500 en la zona de Yadz. Creen en la pureza de los elementos por lo que se negaban a enterrar a los muertos –contamina la tierra- o a incinerarlos –contamina la atmósfera-. Los dejaban expuestos en “torres de silencio” donde pronto los buitres limpiaban sus huesos. Sin embargo en tiempos modernos los diferentes gobiernos les ha “sugerido” terminar con esta costumbre, por lo que los suelen enterrar en nichos de hormigón por eso de no contaminar la tierra. El guía nos ponía ejemplos de diferencias entre una aldea árabe y zoroastra. Por ejemplo en las casas musulmanas tienen doble hoja y dos aldabas, una a la izquierda para hombres y otra a la derecha para mujeres (o viceversa). Es importante para ellos saber el género del que está detrás de la puerta. Para los otros solo una aldaba, lo importante es que detrás de la puerta hay una persona. Por cierto, las puertas eran muy duras, como de hierro, pero claramente eran madera. Nos dijo que las cortaban y las ponían en excremento de caballo durante unos cinco años y de ahí su dureza.

 

De ahí nos fuimos a Chak Chak. Es el lugar de peregrinación en Irán más importante para los seguidores de Zaratrustra. Está a unos 72 kilómetros de Yadz y rodeado de montanas peladas. Las vistas son espectaculares desde el tempo del fuego de este lugar, “Pir-e-Sabz fire temple”. Fue una de las primeras religiones en postular un dios omnipotente e invisible y se representa en sus templos con una llama eterna. La única persona que vimos por allí fue el guarda del templo –que se encarga de que no se consuma la llama-, un gallo y una gallina. El guarda nos dijo que había dos ovejas en el monte. Entre el 14 y el 18 de Junio es cuando este lugar atrae a miles de peregrinos que bailan, hacen fiestas, beben vino –si, no son como los musulmanes-, … El nombre Chak Chak viene de una vieja leyenda. Los árabes invadieron Persia en el 637 de nuestra era. La princesa Nikbanuh tuvo que escapar y se encontró en ese lugar sin agua. Tiró algo por la colina y empezó a manar agua, y ese sonido de borbotones, “chop chop” diríamos en español es lo que le dio el nombre de Chak Chak¨.

 

No es este tipo de enterramiento exclusivo de esta religión. En su día me leí un libro llamado ¨Sky Burial¨, enterramiento al cielo, y habla sobre esta costumbre que también tienen los budistas en el Tíbet. Si pudiera elegir sería para mí la forma preferida de despedirme del cuerpo una vez que mi corazón deje de latir, pero no creo que la Diputación lo permita.

 

¨Los portugueses no sabían que hacer con el lodazal insalubre que era Bombay, de manera que el rey de Portugal se lo ofreció como dote a Carlos II de Inglaterra cuando éste se casó con Catalina de Braganza.

-O sea, ¿Qué esta ciudad es un regalo de bodas? –preguntó Anita, emocionada y nerviosa opr la perspectiva de la llegada y siempre atenta a las explicaciones de su dama de compañía¨.

 

También menciona en el libro que Bombay viene de Bom Bahia, buena bahía.

 

¨Una de las cinco obligaciones de la religión sij consistía en no cortarse nunca el pelo, ya que este hecho se consideraba una señal de respeto a la forma original que Dios había dado al hombre. Las otras cuatro obligaciones eran llevar siempre un peine, símbolo de limpieza; unos calzones cortos para recordar la necesidad de continencia moral; una pulsera de metal que simboliza la rueda de la vida y un pequeño puñal como recordatorio de la necesidad que tiene un sij de repeler cualquier agresión¨.

 

¨Por si fuera poco, la mujer blanca tenía su lugar en el Kamasutra. Según esa Biblia del sexo, la mejor amante tiene que tener la piel muy clara y no debe buscarse en el propio país, allí donde viven las mujeres con las que uno se casa y cuyo pasado es conocido y avalado por sus familiares. La amante debe venir de lejos, de otro reino o como mínimo, de otra ciudad. El peculiar concepto del amor de los indios separaba la mujer-madre con la que uno se casa, de la mujer-amante con la que uno se divierte y goza del sexo. Una dicotomía cuyas raíces se encuentran en la antigüedad de una sociedad poligámica, y a la que tampoco Europa es ajena. Pero en la mitología india proporcionar placer sexual eleva, mientras que dar a luz a niños, que a su vez son puros y sagrados, mancilla a la mujer, que tiene que someterse a constantes purificaciones. Para crear nuevas vidas, las mujeres indias se desprenden en cada parto de una parcela de su cuerpo y de su alma. Resulta entonces muy difícil, por no decir imposible, ofrecer con el placer una parte de sí mismas para convertirse en buenas amantes.

De modo que no es de extrañar que todos los indios de alta cuna, mecidos por las enseñanzas del Kamasutra, soñasen alguna vez en tener relaciones con mujeres europeas. Poseer una blanca era considerados un símbolo exterior de gran lujo y exótico esplendor¨.

 

¨Su pelo es muy negro y brillante por el aceite de colza, y lo lleva recogido en una coleta. Un punto rojo en la frente –el tilak- invoca el «tercer ojo», el que sirve para ver más allá de las apariencias¨.

 

¨Han olvidado que la palabra «champú» viene del hindi, y que significa «masaje»¨.

 

¨Pero hubo un momento en que los ingleses se dieron cuenta de que la aculturación y la mezcla de razas era perjudicial para el afianzamiento del imperio. La mezcla amenazaba con crear una clase colonial de anglo-indios capaces de desafiar al poder británico, como les ocurrió en Norteamérica, para su gran humillación. La supervivencia del Raj no podía admitir que hubiera «criollos al estilo indio». De modo que la mentalidad fue cambiando, poco a poco, y un sentimiento de superioridad moral e individual fue apoderándose de la sociedad británica. La conciencia racial, el orgullo nacional, la arrogancia y el puritanismo reemplazaron a la curiosidad y a la tolerancia. El ambiente se fue haciendo cada vez más irrespirable para los hombres que mostraban demasiado entusiamo por sus mujeres indias, sus hijos mestizos y las costumbres locales. Una batería de leyes prohibió que los hijos de las uniones entre europeos e indias fuesen empleados por la Compañía de la Indias Orientales. Más tarde, otra ley vino a prohibir que cualquier anglo-indio se alistase en el ejército excepto como «músicos, gaiteros o herradores». También se les prohibió ir a estudiar a Inglaterra. Un poco más tarde, una ley prohibió que los funcionarios fuesen a trabajar vestidos de ropa no estrictamente europea: adiós a las cómodas babuchas, a los pijamas que acabaron convirtiéndose en prenda de dormir exclusivamente, a las anchas kurtas perfectamente adaptadas a los rigores del clima indio. El ejército británico emitió una serie de ordenanzas para prohibir que oficiales europeos participasen en el festival de Holi, la fiesta de los colores, la mayor celebración del calendario hindú. A un relojero escocés, fundador del Colegio Hindú de Calcuta y que murió de cólera, le negaron un entierro cristiano, alegando que se había hecho más hindú que cristiano¨.

 

Pasión india es un libro muy recomendable para todos, especialmente si vas a vivir en India.

 

Fascinado por la historia de los maharajás y de Anita Delgado me puse a buscar mi siguiente lectura. Y vi que la nieta de Anita Delgado, Maha Akhtar, que hoy cuenta con 58 años, había escrito la siguiente novela:

 

¨La nieta de la Maharaní¨ -Maha Akhtar-

 

Este es el resumen de la contraportada:

 

¨Marcadas por las tradiciones, el honor y la religión, cuatro mujeres viven el siglo XX entre el embrujo y la desdicha.Del flamenco de Andalucía a la danza kathak de la India, del Beirut oriental al Nueva York occidental, del amor al desencuentro, sin saber que Oriente y Occidente se funden en un destino que ya está escrito. La historia real de la nieta de Anita Delgado, la protagonista de Pasión india. Una narración profunda y desgarradora de amor, esperanza y mezcla cultural. La aventura de descubrir una nueva familia que responde a interrogantes íntimos y completa el círculo de la vida¨.

 

Biografía de la autora:

 

¨Beirut, 1963. Maha Akhtar es colaboradora habitual de Departures, una de las publicaciones más destacadas del American Express Publishing Group of Magazines. También es articulista para el periódico The Times en la India, donde publica una columna cada dos semanas. Entre otras actividades profesionales, Maha Ahktar fue ayudante de The Cure y trabajó para el canal de noticias CBS desde enero 1993 hasta julio 2006, siendo nombrada directora de CBS Communications en 1995. En el año 2000 se convirtió en jefa de personal del célebre presentador televisivo Dan Rather. Gracias a su talento para la escritura, se convirtió en coredactora de casi todos los discursos de Rather. Escribió y produjo sus comentarios radiofónicos emitidos a diario y colaboró con él en muchos de sus libros. Maha Ahktar divide su tiempo entre Nueva York, Sevilla y Nueva Delhi. Habla con fluidez seis idiomas. Es asimismo una destacada bailarina profesional de flamenco y ha creado coreografías con la Compañía Manuela Carrasco. La nieta de la Maharaní es su primer libro¨.

 

La historia de Maha Akhtar también es fascinante y admirable. Periodista, escritora, bailaora de flamenco, vivió 42 años sin saber que era hija de Ajit Sing, a su vez hijo de la española Anita Delgado que se casó con el maharajá indio Jagatjit Sing.

 

Publicó la novela ¨La nieta de la Maharaní¨ en 2009. Posteriormente apareció entre otros en los siguientes medios españoles:

 

El País, junio 2009 - ¨Maharajás, el fin de las Mil y una Noches¨

 

El Mundo, junio 2011 - ¨Lágrimas de ida y vuelta¨

 

Aquí os dejo con algunas citas del libro, que también recomiendo.

 

¨La vida no es fácil, cariño. Justo cuando crees que todo va bien y te sientes a gusto, pasa algo y has de cambiar. Es lo que los indios llaman la gran verdad del anityata, la provisionalidad de las cosas¨.

 

¨Estaba entusiasmada, aunque agotada. Pero en vez de reducir mi actividad empecé a investigar las semejanzas entre la danza kathak y el flamenco, y consulté libros, mapas , documentos e Internet. Justo después de las Navidades de 2004 conseguí las pruebas que demostraban que los gitanos de Andalucía procedían de las regiones del Rajastán y el Punjab de la India. Habían emigrado hacia el oeste con los ejércitos persas que habían derrotado a los indios en los siglos X y XI. Tras un largo viaje llegaron a Andalucía a mediados del siglo XIV, lo que explicaba la semejanza entre la danza kathak y el flamenco¨.

 

¨Era capaz de adivinar de qué país venía cada una de las mujeres sólo con ver sus vestidos. Las que llevaban ropa europea eran libanesas, las que iban cubiertas de pies a cabeza eran saudíes y las mujeres de la región del golfo de Oriente Medio, vestían más o menos como yo, excepto que bajo los largos y negros caftanes seguro que llevaban ropa y lencería de Chanel, Dior o Givenchy¨.

 

¨Finalmente, fui a Beirut para ver a mi madre antes de las fiestas de Navidad y pasé allí casi seis semanas. A mediados de enero regresé a Nueva York. El viaje había resultado ser un auténtico varapalo emocional. Sentía que todo aquello me superaba, me venía demasiado grande. No dejaba de pensar en el momento en el que le había preguntado a mi madre dónde había nacido y había obtenido mucho más que una simple respuesta.

-Umma, tengo que preguntarte algo. Es muy importante. –Zahra cerró los ojos-. Quiero saber dónde nací.

Zahra me miró sin responder.

Cogí su frágil mano y me la acerqué a la cara.

-Maha, Anwar Akhtar no es tu verdadero padre. Y no naciste en Sydney, sino en esta cama. Tu padre era el mahrajkumar Ajit Singh de Kapurthala. Su padre era el marajá Jagatjit Singh, cuya cuarta esposa, la madre de Ajit, era una mujer sencilla que se llamaba Anita Delgado. Era malagueña, bailaora de flamenco¨.

 

¨Era la primera vez en su vida que tenía relación con otra religión. Ninguno de sus padres era religioso y había crecido sin observar formalmente la fe. Aatish era musulmán creyente y le enseñó que la fe era una cualidad importante, la fe en uno mismo y en los demás.

-Así pues ¿la fe significa que confías plenamente en mí cuando voy muy arreglada y espectacular a las fiestas? –se burló en una ocasión.

-Por supuesto –respondió Aatish convencido.

-¿Y cómo puedes estar seguro de que te soy fiel? Sobre todo ahora que me conoces y estás al tanto de mis muchas aventuras, casi tantas como dice la gente –insistió medio en serio. Había sido absolutamente sincera con él y le alivió observar que no la había juzgado, sino que se había limitado a escucharla, a aceptarla y a quererla.

-Si enjaulas a un pájaro siempre intentarás escapar, pero si lo dejas volar con libertad hay muchas probabilidades de que vuelva a ti por voluntar propia¨.

 

¨A veces la vida nos pone antes encrucijadas y nos ofrece distintos caminos. Puedes elegir uno u otro, pero el destino tiene una extraña forma de manifestarse; siempre nos devuelve a la senda en la que debemos estar, la senda que ha elegido para nosotros¨.

 

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Para terminar, como curiosidad. En ambas novelas me encontré con el adjetivo diletante. No lo había visto antes y me llamó la atención leyendo ¨Pasión india¨ y más volvérmelo a encontrar en ¨La nieta de la maharaní¨. Me llevó a escribir esta otra entrada en mi blog.

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