Libros: ¨La calle de la judería¨ - Toti Martínez de Lezea

Tenia ganas de que cayera un libro de esta autora en mis manos por eso de ser gasteiztarra como yo. Y como este libro se desarrolla en Vitoria consideré que era el ideal para empezar. La verdad es que la novela podría haberse desarrollado en Vitoria como en cualquier otra ciudad de España, porque es interesante desde el principio. Siendo patatero podía visionar a través de sus líneas muy fácilmente todas las calles y lugares de nuestra almendra medieval que se mencionan en la historia, lo cual es un aliciente. Pero en cualquier caso cualquier lector de cualquier origen creo que se engancharía desde la primera página.

 

Muchas veces pienso en lo que me gustaría volver a los tiempos del colegio con las inquietudes que tengo ahora. No me interesaba para nada la historia, la literatura, el ingles, ... y la verdad es que mucho no aprendí de esas asignaturas. Si de mate y física que eran las que más me molaban. Y estas últimas me siguen gustando, pero es por la historia y por la literatura por las que más se despierta mi interés ahora. Te aprendías bien las fechas para el examen: ¨en 1492 se descubre América y se expulsa a los moros y a los judíos. Lo maquillabas bien y aprobado, pero nunca te parabas a pensar en que consistía eso de expulsar a los judíos ni a los moros. Siglos de convivencia, y de repente... ¨jalás¨! Este libro a través de la historia que narra describe de maravilla el drama que mucha gente tuvo que vivir. Altamente recomendable.

 

Ya lo dijo Marx, ¨la religión es el opio del pueblo¨. Si miramos como está este jodido mundo nos damos cuenta de que la mayoría de los conflictos son por la religión. No es políticamente correcto decirlo, pero no deja de ser mi opinión y la de muchos. El otro día, y después de leído el libro hable con una chica de 28 tacos, cristiana de Michigan, que va todos los viernes a misa aquí en Dubai. Le pregunte que haría si ella estuviera muy a gusto en Dubai o en cualquier otro sitio, en su lugar favorito del mundo, y le obligaran a cambiar de religión o emigrar. Y me contesto que ella por supuesto emigraría. Son cosas que no me caben en la cabeza, pero a otros no les cabe lo contrario. En fin, si al final las cosas son como no creo que sean, me queda consuelo en la frase que enuncio Mark Twain: ¨El cielo por el clima, el infierno por la compañía.