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Basurde Xiao Long

Libros: ¨El monje que vendió su Ferrari¨, de Robin Sharma

Libros: ¨El monje que vendió su Ferrari¨, de Robin Sharma

Dice así la contraportada:

 

¨Desde su primera publicación en Estados Unidos, El monje que vendió su Ferrari ha transformado la vida de millones de personas. Robin Sharma nos explica en él la historia de Julian Mantle, un abogado que encubría su gran vacío interior con el éxito profesional.

Si bien El monje que vendió su Ferrari tuvo una tímida recepción al llegar a las librerías, rápidamente se extendió gracias al boca a boca de sus lectores. Desde entonces, el poderoso mensaje de esperanza, inspiración y auténtico éxito que transmite este libro sencillo y extraordinario se ha extendido a lo largo y ancho de todo el mundo. Publicado en 70 idiomas, este best seller internacional ofrece respuestas a las grandes preguntas que nos formulamos sobre la vida, y elabora una guía práctica que ayuda al lector a crear prosperidad, fuerza, felicidad y paz interior.

Aquí encontraréis las claves inolvidables para comprender qué es lo más importante, y para empujaros a una vida de la que podréis sentiros orgullosos para siempre¨.

 

Sobre el autor:

 

¨Robin Sharma es respetado mundialmente por su labor humanitaria y está considerado como uno de los mayores expertos en liderazgo y crecimiento personal. Entre sus clientes se encuentran millonarios famosos, estrellas del deporte y muchas de las empresas incluidas en la lista Fortune 100. Es autor de los best Sellers El monje que vendió su Ferrari, Éxito: una guía extraordinaria y El líder que no tenía cargo, traducidos a más de noventa y dos idiomas, lo que lo convierte en uno de los escritores vivos más leídos¨.

 

Había visto hace mucho este libro en librerías en España. Me di una vuelta por el Instituto Cervantes de Delhi donde hay una tienda de libros, Goyal, y me animé a comprarlo. Pensaba que sería una novela, no le di demasiadas vueltas a lo que ponía debajo del título, ¨Una fábula espiritual¨.

 

Es un libro que se lee rápido y no me ha parecido ni tan aburrido como para dejarlo a medias, ni tan bueno como para que emocionara llegar a casa y ponerme con su lectura. Sin más, probablemente no era el tipo de lectura que me apetecía leer en estos momentos, un tipo de literatura en plan autoayuda que no me atrae demasiado.

 

Sí que extraigo algunas frases y párrafos que me han llamado la atención:

 

¨-En realidad, los buenos jardineros guardan sus posesiones como soldados orgullosos, y procuran que nada pueda contaminar sus plantaciones. Pero fíjate en los residuos tóxicos que la mayoría de la gente mete en el fértil jardín de su mente, y eso un día tras otro: preocupaciones, ansiedades, la nostalgia del pasado, los cálculos sobre el futuro y los miedos que ellos mismos alimentan y que pueden destrozar el mundo interior en cualquier persona¨.

 

¨-Sabes, John, cuando baja el telón sólo hay una cosa sobre la que tenemos dominio absoluto.

-¿Nuestros hijos?

-No; nuestras mentes. Quizás no podamos controlar el tiempo atmosférico, el tráfico o el humor de quienes nos rodean, pero ten por seguro que podemos controlar nuestra actitud hacia esos hechos¨.

 

¨-¿Qué más puede hacer un humilde abogado de clase media para mejorar las cosas?

-En primer lugar, empieza a vivir de tu imaginación, no de tus recuerdos. -Para liberar todo el potencial de tu mente, tu cuerpo y tu alma, primero debes expandir tu imaginación. Verás, las cosas son creadas dos veces: primero en el taller de la mente y después en la realidad. Yo llamo a este proceso el «cianotipo» porque todo lo que creas en tu mundo exterior empieza como una simple cianocopia en tu mundo interior, en la exuberante pantalla de tu mente. Cuando aprendas a controlar tus pensamientos y sepas imaginar gráficamente todo lo que deseas de esta vida terrenal en un estado de absoluta expectativa, las fuerzas dormidas empezarán a despertar en ti. Lo primero que harás será abrir el potencial de tu mente para crear la vida mágica que yo creo que mereces. De hoy en adelante, olvida el pasado. Atrévete a soñar que eres más que la suma de tus actuales circunstancias. Excepto de las mejores. Te sorprenderán los resultados¨.

 

¨-Es como la clásica historia del chico que se fue de su casa para estudiar con un reputado maestro. Cuando conoció al viejo sabio, le preguntó: «¿Cuánto tardaré en ser tan sabio como tú?» La respuesta no se hizo esperar: «Cinco años.» «Eso es mucho tiempo», replicó el muchacho. «¿Y si trabajo el doble?» «Entonces tardarás diez», contestó el maestro, a lo que el muchacho protestó: «Eso es demasiado tiempo. ¿Y si estudio también por las noches?» «Quince años», dijo el sabio. «No lo comprendo», replicó el chico. «Cada vez que prometo dedicar más energías, tú me dices que tardaré más en lograr mi objetivo. ¿Por qué?» «La respuesta es muy sencilla. Si tienes un ojo puesto en el destino que esperas alcanzar, sólo te queda otro para que te guíe en el viaje.»¨

 

¨-Entonces, ¿debo reflexionar sobre mi vida con regularidad?

-Sí. Incluso diez minutos de reflexión diaria pueden tener un profundo impacto sobre la calidad de vida.

-Comprendo. El problema es que, cuando el día se me pone cuesta arriba, ni siquiera encuentro diez minutos para comer.

-Amigo mío, decir que no tienes tiempo para mejorar tus pensamientos es como decir que no tienes tiempo para echar gasolina porque estás demasiado ocupado conduciendo¨.

 

«No hay nada noble en ser superior a otra persona. La verdadera nobleza radica en ser superior a tu antiguo yo.»

 

¨El secreto de la felicidad es simple: averigua qué es lo que te gusta hacer y dirige todas tus energías hacia ello. Haciendo esto, la abundancia iluminará tu vida y todos tus deseos se cumplirán sin esfuerzo¨.

 

Esto me recordó al concepto de ikigai, representado por un diagrama de Venn con cuatro elementos:

-lo que a una persona le gusta

-lo que una persona sabe hacer bien

-lo que el mundo necesita

-aquello por lo que se puede recibir una recompensa.

 

Cuando estos cuatro elementos se superponen, esa persona habría encontrado su ikigai.

La cita anterior se refiere al primero de ellos.

 

¨-¿No me conozco aún?

-La mayoría de la gente no se conoce. No se han tomado el tiempo de analizar sus flaquezas y sus puntos fuertes, sus esperanzas y sus sueños. Según los chinos, tres son los espejos que forman la imagen de una persona: el primero es cómo se ve uno mismo, el segundo cómo te ven los otros, y el tercero refleja la verdad. Conócete a ti mismo, John. Conoce la verdad¨.

 

Este concepto de que hay tres versiones, la mía, la tuya y la verdad, no es nada nuevo. De hecho en el grupo de WhatsApp de colegas lo comenté recientemente. Y mi colega Iriarte fue un paso más reenviándome una frase de Rousseau que va un poco más allá:

¨Siempre hay cuatro lados en una historia: tu lado, su lado, la verdad y lo que realmente sucedió¨, dando a entender que la verdad se construye.

 

¨Dedicar un tiempo a dominar la propia mente, a ocuparse del cuerpo y nutrir el alma te pondrá en situación de desarrollar más riqueza en tu vida. Es como dijo Epicteto hace muchos años: «Ningún hombre es libre si no es dueño de sí mismo.»¨

 

-Muy bien. El octavo ritual es el de la Palabra Hablada. Los sabios tenían una serie de mantras que recitaban mañana, tarde y noche. Me decían que esta práctica era muy efectiva para mantenerse concentrado, fuerte y feliz.

-¿Qué es un mantra?

-Una serie de palabras unidas para crear un efecto positivo. En sánscrito, man, significa «mente» y tra «liberar». Por lo tanto, mantra es una frase pensada para liberar la mente. Y créeme, John, los mantras logran su objetivo de una manera poderosa¨.

 

¨Cuando necesito sentirme motivado, puedo repetir una frase dos o trescientas veces. Por ejemplo, para mantener la sensación de autoconfianza que he venido cultivando, repito: «Soy fuerte, capaz y tranquilo.» También utilizo mantras para mantenerme joven y vital -admitió Julián.

-¿Un mantra para mantenerse joven?

-Las palabras afectan profundamente a la mente. Sean habladas o escritas, su influjo es poderoso. Aunque lo que dices a los demás es importante, lo es más lo que te dices a ti mismo.

-¿Una especie de monólogo?

-En cierto modo. Tú eres eso que piensas todo el día. Eres también lo que te dices a ti mismo todo el día. Si dices que estás viejo y cansado, este mantra se manifestará en tu realidad exterior. Si dices que eres débil y careces de entusiasmo, así será tu mundo. Pero si dices que eres sano, dinámico y pleno de vida, tu vida cambiará radicalmente. Las palabras que te dices a ti mismo afectan a tu autoimagen y ésta determina qué medidas tomas. Por ejemplo, si tu autoimagen es la de una persona que carece de confianza para hacer algo valioso, sólo podrás hacer cosas que se avengan a este rasgo. Por el contrario, si tu autoimagen es la de un individuo radiante que no le teme a nada, tus actos, una vez más, se corresponderán con esta característica. La autoimagen es una especie de profecía que se cumple por sí sola¨.

 

En el curso de yoga que hice la profesora solía empezar las clases con un mantra al estilo del señalado arriba. El más famoso que he escuchado en las montañas indias es el ¨Om mani padme hum¨. Aquí tenéis el significado y aquí lo podéis escuchar por horas.

 

«Siembras un pensamiento, cosechas una acción. Cosechas una acción, siembras un hábito. Siembras un hábito, cosechas un carácter. Siembras un carácter, cosechas un destino.»

 

Sobre el hábito, en el libro se menciona en varias ocasiones los 21 días que lleva inculcar un hábito, según estudios.

 

¨Y recuerda que quien fracasa en la planificación, planifica su fracaso¨.

 

¨-Que el mejor momento para plantar un árbol fue hace cuarenta años. El segundo mejor momento es hoy. No malgastes ni un minuto de tu vida. Fomenta una mentalidad de lecho de muerte¨.

 

¨-Sí, realmente eres un hombre nuevo -concedí, riéndome por dentro al imaginar a este monje ataviado con el hábito tradicional de Sivana subiendo al despampanante Ferrari de su antigua existencia.

-Quizá sería más exacto decir un nuevo ser.

-No veo la diferencia -repuse.

-En la India se dice este aforismo: «No somos seres humanos con una experiencia espiritual. Somos seres espirituales con una experiencia humana.» Yo sé cuál es mi papel en el universo. Veo qué soy. Ya no estoy en el mundo. Es el mundo el que está dentro de mi¨.

 

¨Recuerda, John, la vida no siempre te da lo que pides, pero sí te da lo que necesitas¨.

 

¨-El yogui Raman sabía mucho de contar historias, pero hay una que destaca sobre las demás. ¿Puedo contártela?

-Desde luego.

-Hace muchos años, en la antigua India, un marajá quiso erigir un gran tributo a su esposa como muestra del amor y el cariño que sentía por ella. El marajá quería construir un edificio que no se pareciera a ningún otro, un edificio que brillara en la noche y que la gente pudiera admirar en siglos venideros. Así que día a día, bloque a bloque, sus obreros se afanaban bajo un sol abrasador. El edificio iba tomando cuerpo poco a poco, cada vez se parecía más a un monumento, un hito de amor destacándose contra el azul cielo indio. Finalmente, tras veintidós años de avances paulatinos, el palacio de mármol puro quedó terminado. ¿Sabes de qué estoy hablando?

-Ni idea.

-Del Taj Mahal, una de las siete maravillas del mundo. Lo que trato de decir es simple: todos los pobladores de este planeta son una maravilla. Cada uno de nosotros es un héroe, de un modo otro. Cada uno de nosotros tiene el potencial para hacer grandes cosas, para alcanzar la felicidad y sentirse satisfecho. Todo lo que se necesita es dar pequeños pasos en la dirección que marcan nuestros sueños. Como el Taj Mahal, una vida colmada de maravillas se construye día a día, bloque a bloque. Las pequeñas victorias conducen a grandes victorias. Esos cambios casi insignificantes, esas mejoras que te he sugerido, producirán hábitos positivos. Los hábitos positivos producirán a su vez resultados. Y los resultados inspirarán un cambio más importante en lo personal. Empieza a vivir cada día como si fuera el último. A partir de hoy, aprende más, ríe más y haz lo que realmente te encanta hacer. No renuncies a tu destino: lo que está detrás de ti y lo que está delante de ti poco importa comparado con lo que está dentro de ti¨.

 

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