Pulau Pinang (Penang, Malasia). 3-5 de abril de 2025.

Viaje planificado sobre la marcha, dentro de este viaje a Kuala Lumpur del 29 de marzo al 6 de abril.
Jueves, 3 de abril de 2025
Los días anteriores me estaba quedando en casa de una pareja inglesa, Kevin y Elli, con los que trabajé en Yakarta y que ahora trabajan en ISKL, mi próxima escuela en Malasia. El plan era hacerme una escapada con Kevin mientras Elli se quedaba con los hijos y los perros en Kuala Lumpur. Kevin andaba con mucho trabajo por delante en las siguientes tres semanas, aparte de lo suyo:
-organizar un torneo de golf de la conferencia de ISKL, IASAS (Interscholastic Association of Southeast Asia Schools).
-posible viaje a Madrid, para unas reuniones con el Real Madrid, ya que este club tiene una franquicia de formación de jugadores en Malasia que entrena en el campus de ISKL.
-viaje con los estudiantes de middle school a Langkawi, una isla malaya.
Esa mañana me levanté, hice la maleta y bajé a ver cuál era el plan de Kevin.
Si se animaba a una escapada, el plan era Penang.
Si no, como todo iba sobre la marcha, me buscaba algún plan más cercano, Malaca o Cameron Highlands.
Kevin andaba dubitativo. Yo había tenido ya suficiente de Kuala Lumpur y me escapaba sí o sí. A priori dijo que se quedaba, que tenía mucho tomate, pero luego cambió de opinión y dijo ¨¡vamos!¨. Lleva 9 años en Malasia, todavía no había visitado Penang y le apetecía, así que se animó. Dijo que llevaba el coche y le sugerí que mejor íbamos en autobús, menos lío, pero optó por conducir él. De su casa en Kuala Lumpur a la isla de Pinang son unos 340 kilómetros, en teoría 4 horas, pero se hacen más por los frecuentes atascos en la carretera. El viaje a Madrid lo tenía en el aire, se lo tenían que confirmar, y a medio camino recibió un mensaje de texto diciendo que sí, que se tenía que ir a Madrid. Con lo que en lugar de pasar dos noches en Pulao Pinang decidió pasar solo una y volverse antes. Yo seguí con mi plan original de pasar dos noches en la isla y me volví el sábado en autobús a KL.
La isla Pinang, en el estado de Penang, está conectada con la península por dos puentes:
-Uno en el norte, inaugurado en 1985, con 6 carriles y una longitud de 13,5 kilómetros, de los cuales 8,4 kilómetros están construidos sobre el agua.
-El segundo, en el sur, también conocido como puente Sultan Abdul Halim Muadzam Shah, tiene 24 kilómetros, 16,9 de los cuales están construidos sobre el agua. Es el más largo de Malasia, segundo del Sudeste Asiático (después de uno de 30k en Brunei) y este artículo dice que séptimo del mundo. Estamos hablando de puentes sobre agua. Hay otras clasificaciones de puentes de ferrocarril, carreteras etc que están sobre tierra.
No habíamos reservado alojamiento y lo hicimos justo al llegar a Pulao Pinang. Kevin buscó hoteles en Booking.com, hubo uno que le llamó la atención, Jazz Hotel, y allá nos dirigimos. Aparcamos el coche, preguntamos en la recepción a ver si el precio era más barato que en la aplicación y no lo era, así que reservamos directamente en la Web e hicimos el check-in. Kevin una habitación para una noche, yo una habitación para dos noches.
El hotel Jazz tiene 30 plantas. En la última está el gimnasio y una piscina. Nuestras habitaciones estaban en el piso 25. Cerca hay una zona de bares, Straits Quay, y allá nos dirigimos para cenar en un irlandés llamado Healy Mac's. Yo me decanto por las fish and chips, que me encantan. Estamos cansados del día anterior en KL así que pronto al sobre para aprovechar el día siguiente.
Viernes, 4 de abril de 2025
Quedamos para desayunar a las 9 y a las 10am Kevin tenía una reunión por Zoom para preparar el torneo de golf. La despacha en media hora y nos preparamos para salir. El destino era Georgetown, ciudad Patrimonio de la Humanidad, que así describe la guía Lonely Planet:
¨El humo del incienso flota entre los altares de un templo chino mientras, de fondo, suena la llamada a la oración desde lo alto de un alminar y los devotos hindúes preparan guirnaldas de flores para honrar a sus dioses. Vaya adonde vaya en la zona protegida por la Unesco, el viajero encontrará arquitectura colonial bien preservada entre desvencijadas casas-tienda sino-portuguesas. Si eso se combina con una de las mejores cocinas del sureste asiático y un imponente perfil urbano compuesto por deslumbrantes rascacielos que desafían ese preciado patrimonio labrando poco a poco la nueva fisionomía de la ciudad, el resultado es el irresistible cóctel urbano que constituye George Town, la urbe más cosmopolita de Penang y, quizá, del norte de Malasia. Y es que la evocadora amalgama de templos chinos de Little India, mezquitas de Chinatown y centros comerciales occidentales que despuntan rutilantes sobre arquitectura de la época del Raj británico es la mayor recompensa para quienes exploren esta ciudad¨.
La Lonely Planet propone un recorrido a pie. Meto los sitios en Google Maps y los vamos siguiendo. Estos fueron los destinos:
1.- Tribunal Supremo de Penang.
3.- Padang Kota Lama, donde están los edificios municipales y el ayuntamiento.
4.- Fuerte Cornwallis.
5.- Torre del reloj de la reina Victoria.
6.- Casa de la India, de 1941.
7.- Mansión peranakan de Pinang.
8.- Parque central de bomberos con su museo gratuito.
9.- Art Lane.
10.- Mural ¨Chico en moto¨, de Ernest Zacharevic.
11.- Lr. Armenian, una calle con murales, que es además la portada de la Guía Lonely Planet.
12.- Templo Hock Teik Cheng Sin.
13.- Cheah Kongsi.
14.- Mural ¨Niños en bici¨, de Ernest Zacaherevic.
15.- Chew Jetty.
Explico con más detalle algunos de los lugares que visitamos:
6.- Mansión peranakan de Pinang:
¨La pomposa mansión peranakan de Pinang, de color verde té, es uno de los edificios históricos mejor remodelados de la capital, ideal para profundizar en el estilo de vida de los peranakan (o baba-nyonya, como se los conoce en Malasia) repasando los más de 1000 objetos originales.
Originarios de los principales asentamientos del estrecho (Penang, Malaca y Singapur) los peranakan descienden de los primeros inmigrantes chinos que se casaron con mujeres malayas e incorporaron peculiaridades culturales de los colonos británicos. Llaman la atención los accesorios europeos, como utensilios de cocina de hierro fundido escocés, que se combinan con baldosas de cerámica hechas en Stoke-on-Trent (Inglaterra) con motivos tradicionales chinos.
El anejo salón ancestral y el templo de Chung Keng Kwi rinden tributo a los migrantes chinos hakka que erigieron esta casa en la década de 1890¨.
En India estoy acostumbrado a quedarme alucinado con los palacios de los marajás. La visita a esta mansión fue algo parecido, absolutamente impresionante. Los ¨grandes reyes¨en este caso eran emigrantes chinos que se casaron con locales, principalmente malayas.
15.- Chew Jetty:
¨Visita a los muelles de los clanes
Cuando los colonizadores británicos elevaron el impuesto sobre la tierra, varios grupos de migrantes chinos se negaron a pagar y optaron por construir sus viviendas sobre pilotes. La mayor de estas concentraciones es el Chew Jetty, con 75 casas, varios templos chinos y muchos servicios turísticos, todo conectado por pasarelas de madera elevadas. Es un sitio genial para fotografiar las barcas de los pescadores amarradas al ocaso, pero el resto del tiempo es puro trajín. Al lado queda Tan Jetty, una pasarela más larga y fina, con vistas insuperables del mar y el perfil urbano¨.
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El centro de George Town está lleno de grafitis, de murales y de obras artísticas. La de ¨Niños en bici¨, del artista lituano Ernest Zacharevis, es un símbolo de la ciudad, y se encuentra en camisetas, bolsos, postales, etc.
Terminado el recorrido a pie por George Town, muy chulo, tomamos una Tiger en Bombay Kitchen y nos dirigimos a nuestro siguiente destino, el monte Penang. Tomamos un Grab (que en Malasia es el equivalente a Uber) y nos dirigimos a la estación del funicular. Así describe el monte Penang la Lonely Planet:
¨Elevándose grácilmente sobre Air Hitam y visible desde algunas partes de George Town, el monte Penang (¨Bukit Bendera¨, en malayo) es la primera estación de montaña de tiempos de la colonia. La fundó Francis Light en 1788 para darse una tregua de frescor, lejos del calor de las llanuras. Lo que hace casi todo el mundo es disfrutar del trayecto de 5 min en su funicular, uno de los más pronunciados del mundo y una maravilla de la ingeniería colonial, que en 2023 cumplió 100 años.
Arriba, surge una retahíla de plataformas, tenderetes de baratijas para turistas y puestos de comida. Pero este formidable grupo de colinas tiene mucho más que ofrecer, empezando por los 50 bungalós coloniales -muchos abandonados- diseminados por la cima.
La reserva natural The Habitat consta de un fantástico sendero guiado de 1,6km por uno de los últimos retazos de pluvisilva virgen del monte Penang, el Curtis Crest Treetop Walk (con la plataforma de observación a mayor altura de Penang), tirolinas y circuito de pasarelas de 230 m Langur Way Canopy Walk, que discurre por el techo selvático, a 40 m del suelo.
La labor investigadora de su fundación fue clave para que el monte fuera declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en el 2021. Compuesta por 12 481 Ha de ecosistemas marinos y terrestres, abarca prácticamente toda la región noroeste de la isla, del jardín botánico a las playas de Teluk Bahang. En este verde paraíso se puede practicar senderismo, ciclismo de montaña y carrera campo a través. Pese a su escasa promoción, el parque cuenta con una docena de sendas, todas detalladas en los mapas GPS de aplicaciones como AllTrails y en Maps.me.¨
No hicimos ninguna de esas actividades. Subimos en el funicular, disfrutamos de las vistas aéreas de Penang, dimos un paseo por la zona y nos echamos otra Tiger Beer en un bar muy chulo, David Brown´s:
¨El restaurante más selecto del monte tiene una temática británica clásica, alta cocina y meriendas con té en una bonita terraza¨.
Bajamos en el funicular y volvimos a Straits Quay a cenar en el mismo restaurante que la noche anterior, y yo lo mismo de la noche anterior, Fish and Chips. Podría cenar toda mi vida eso, yo creo.
Sobre las 8pm Kevin cogió el coche y se volvió a Kuala Lumpur, yo me volví al hotel, me pegué un baño en la piscina y miré opciones para volver al día siguiente:
-Vuelo. Las tres compañías que miré, Air Asia, Batik y Air Malaysia tenía precios similares, unos 380 ringgits (=77 euros).
-Tren. Parecía la mejor opción, porque ponía que tardaba 4h20´, y sabes que los trenes no pillan atascos. Sin embargo, no había plazas.
-Autobús: Vi varias opciones y finalmente me decanté por esta opción. Salida 15:00, llegada a KL 20:12. En teoría 5h12, precio = 61 ringgits (12 euros).
Sábado, 5 de abril de 2025
Me levanto sin prisa, desayuno en el hotel y tengo delante de mí dos opciones:
-Visitar el templo de Kek Lok Si, que debe ser visita obligada en Penang.
-Hacer un poco de senderismo y dar una vuelta por la playa.
Me apetece más lo segundo, así que dejo Kek Lok Si para la siguiente visita a Penang.
Tomo un Grab a Batu Ferringhi y me dirijo a la Cascada de Chin Farm. Ahí quizás en su día hubo una cascada, pero a día de hoy no existe y dejé esta reseña en Google Maps. Continué a la catarata de hierro y sí, esa sí que estaba y molaba. Sobre todo la paz, de encontrarte el lugar sin gente y los senderos también vacíos. Una gozada poder caminar solo en la naturaleza. Después de oxigenarme un poco bajé a la playa y estuve caminando por el litoral, desde Outfall Sungai Batu Feringghi hasta el hotel Shangri-La.
Tocaba volver al hotel, recoger la maleta e ir a la estación de autobuses de la isla, Terminal Bas Sungai Nibong. Del hotel Jazz a la estación me llevó 55 minutos. El autobús salió puntual a las 3pm, pero en lugar de llegar a las 20:12 llegó a las 22:30. El tráfico puede ser bastante malo. En la estación central de Kuala Lumpur tenía planeado tomar el tren al hotel donde me alojaba, cerca del aeropuerto, pero finalmente tomé otro Grab al aeropuerto porque ya era tarde e iba a ahorrar tiempo.
El hotel que reservé en el aeropuerto era el Tune Hotel Klia Aeropolis. Hice la reserva rápido, y pensé que estaría cerca del aeropuerto. Pero está a unos 20 minutos en coche de la terminal 2, de donde despegaba a las 8am, así que no tiene demasiado sentido reservar en ese hotel la noche anterior. Tienes que hacer dos viajes:
-uno al hotel.
-otros 20 minutos del hotel a la terminal.
Así que mejor uno en el centro, y el día del vuelo vas directo a la terminal.
El hotel tiene shuttle bus cada hora. Pero te puedes encontrar que no esté disponible a la hora que quieres. Por ejemplo, el de las 4am estaba ya ocupado.
Esta fue la visita a Penang. Con más tiempo hubiera hecho algo de senderismo y otras actividades, pero fue una visita relámpago que dio para lo que dio. Me fui con una buena impresión de la isla, mola.
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