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Basurde Xiao Long

Libros: ¨Historia de dos ciudades¨ -Charles Dickens-

Libros: ¨Historia de dos ciudades¨ -Charles Dickens-

Estas últimas semanas me he descargado desde Amazon.es en mi lector de libros digitales Kindle 4 novelas:

-       ¨Historia de dos ciudades¨ -Charles Dickens-

-       ¨Moby Dick¨ -Herman Melville-

-       ¨Robinson Crusoe¨ –Daniel Defoe-

-       ¨El tango de la Guardia Vieja¨ -Arturo Pérez-Reverte-

 

Los tres primeros gratis, el último me ha costado 13.81 dólares.

 

Después de descargármelos me he hecho estas preguntas: ¨¿Por qué no he tenido que pagar nada por los tres primeros? ¿No tienen derechos de autor?¨

 

La respuesta está muy bien explicada en este enlace.

 

Dice que internacionalmente por regla general –que puede cambiar en algunos países- la protección de derecho de autor dura hasta que el autor fallece más los 50 años posteriores.

Charles Dickens falleció en 1870.

Herman Melville en 1891.

Daniel Defoe en 1731.

 

Ha pasado más de un siglo desde que murió el último de estos tres autores y de ahí que podamos leer sus libros gratis en Kindle. En Amazon.es al buscar el libro encontré esta nota: ¨este libro ha sido convertido a formato digital por una comunidad de voluntarios.¨

 

Si una comunidad de voluntarios hiciera lo mismo con ¨El tango de la Guardia Vieja¨ estaría violando las leyes de copyright, por encontrarse el autor en vida.

 

¿Cuál es el objetivo de los derechos de autor? ¨Recompensar económicamente a los autores por el acto creativo, incentivándolos así para seguir creando obras.¨. Me parece muy justo y con placer pago los $ 13.81 que me ha costado la última novela de Reverte esperando que vengan más.

 

Una de las fotografías más famosas de la historia es la que le sacó Korda a Che Guevara durante un funeral. A partir de esa instantánea otros artistas la modificaron y crearon ese rostro que aparece en infinidad de camisetas y merchandising del Che. Korda nunca exigió derechos de autor por esa fotografía. En palabras textuales del fotógrafo:

 

¨Como defensor de los ideales por los que el Che Guevara murió, no me opongo a la reproducción de la imagen para la difusión de su memoria y de la causa de la justicia social en el mundo.¨

 

Solo una vez reclamó sus derechos y fue para evitar que la imagen fuese usada en un anuncio de vodka, por no querer que se comercializase con la imagen de Che.

 

Volviendo al libro que he terminado, ¨Historia de dos ciudades¨. Me apetecía leer algo sobre la Revolución francesa y este es uno de los clásicos que trata este tema. Las dos ciudades a las que se refiere el título son Londres y París. La novela empieza unos años antes de la toma de la Bastilla y termina unos años después. El contexto histórico es fascinante y el libro termina con una gran demostración de amor y valentía.

 

Es un libro que recomiendo para los que estén interesados en este tema.

 

Leyendo la novela me vino a la cabeza algo que escribió Reverte hace tiempo, de si los políticos debieran opositar o demostrar de alguna manera unos conocimientos mínimos de cultura general.

 

Si voy a una zona rural, a un pueblo de 100 habitantes, no le voy a pedir al alcalde pedáneo que sepa de la Revolución francesa, porque no es lo que se requiere de él. Tiene unos problemas muy específicos que solucionar en su pueblo, como que se establezcan turnos de riego en época de sequía, que se recojan las basuras, cuidar el monte y los caminos y organizar las fiestas. Es buena gente, eficiente, los del pueblo le han votado y lo aprecian porque soluciona los problemas y les representa bien ante el alcalde del municipio. Lo hace bien, y si sabe de la Revolución francesa, del Holocausto nazi o de la Caída del muro de Berlín genial, y si no no pasa nada.

 

El problema viene cuando en instituciones como el ayuntamiento de una ciudad grande o en un parlamento (vasco, europeo o las Cortes) personas que tienen atribuida la misión de expresar la voluntad del pueblo y gestionar recursos no tienen ni puta idea de cultura general. Han llegado hasta donde han llegado a través de favores, contactos y amiguismos. Personas sin un mínimo de cultura general que desafortunadamente se han colado en la capa más alta de la pirámide política y toman decisiones muy importantes para el futuro del país. Para esta élite política, ¿no sería necesario exigir unos conocimientos mínimos en su campo, como lo hacemos con un dentista, mecánico o carnicero?

 

Es un debate que está ahí. ¿Deben los políticos probar unos conocimientos mínimos a través de un examen? Los que están en contra dicen que una persona puede ser un buen gestor habiendo fracasado en el sistema educativo convencional. De lo cual no me cabe la menor duda. Pero hay que encontrar una manera de quitarse de en medio a estos chupones que ni son buenos gestores, ni tienen un mínimo de cultura, y que solo han llegado a la élite política por apoyar a la persona indicada en el momento favorable. Por subirse al carro adecuado.

 

Un examen sin avisar en las Cortes sobre cultura general no haría daño a nadie, y seguro que nos divertiríamos. Recordemos: estoy hablando de la élite política, senadores y diputados que se levanta un pastón al año... y durante el resto de sus vidas.

 

Del tema de la guillotina, que lo tengo fresco, ya hablaré otro día. Pero igual hay que desempolvarla :-)

Termino con las primeras frases de la novela, ambientada a finales del siglo XVIII:

 

«Es el mejor de los tiempos, es el peor de los tiempos. Es la edad de la sabiduría, y también de la locura. Es la época de la fe, y también de la incredulidad, la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Lo tenemos todo, pero no somos dueños de nada, caminamos derechito al cielo pero tomamos el camino a otro lado. En fin, esta época es tan parecida a todas las épocas, que nada de lo que aquí voy a contar debería, en realidad, sorprendernos. Nada. Ni el perdón, ni la venganza, ni la muerte, ni la resurrección».

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