Se muestran los artículos pertenecientes a Mayo de 2006.
Pues si, la verdad es que yo y los coches... nunca nos hemos llevado muy bien. Soy el Kimmi Raikkonen de los “populares”. Cuando me vine a Dubai fue porque no me salió otra ciudad donde se pudiera prescindir del coche y usar el transporte publico. Pero era uno de mis objetivos, y sera uno de mis objetivos cuando cuando sea busque mi próximo destino: Una ciudad donde no tenga por que tener coche. Como Londres, Madrid o Nueva York, donde con el metro te manejas de miedo y te olvidas de preocupaciones.
Bien, ayer iba de vuelta a casa con un colega y el coche de repente empezó a hacer un ruido del copon, que venia del motor. Así que a un lado de la carretera, y a ver lo que era. Como no di con ello, porque estos motores están tapados, pues a llamar a la grúa. Y bien, fue otra vez toda una puta aventura. Tenia el teléfono del concesionario de SEAT, porque había estado anteriormente. Así que llame allí. Me salió un indio hablando que no era el que conocía, no se enteraba de nada, y me dijo que no había problema, que ya pasaban por allí. Media hora y nada, así que llame otra vez, unas cuantas veces, empezó a marear la perdiz, que si un amigo, que si no se que, no nos entendíamos ni pa’Dios, y por fin a las dos horas, con el ultimo que hable –porque se iban pasando de uno a otro- era con un taxista al que habían llamado, y no dije nada pero pensé “Iros todos a la puta mierda!!!!”. Llame a las paginas amarillas, pedí el numero de una grúa, vino a recogerme y otra faena. Porque me llevo al concesionario de SEAT, en una punta de Dubai –Al Rasidia- pero resulta que se habían mudado hace 20 días a la otra punta –Sheik Zayed Exit 4-, que estará a unos 30 kilómetros. Bueno, así que por fin allí dejamos el coche. Se me jodio antes de las 6, y cruce la puerta de mi casa a las 10 de la noche, directo a la nevera a por una merecida cerveza.
Hoy me he pasado por el taller, y me han dicho que una bujía se ha salido, y que tienen que mirar a ver cual es la solución, y patatín patatan. Me imaginaba que seria eso por el ruido que metía, ya que me paso lo mismo con el BMW en EEUU, pero el motor estaba a la vista y era fácil meterla. Luego con una llave en condiciones la apretaron en un taller, y listo.
En fin, que si no estaba del trafico hasta los cojones, que verdaderamente en Dubai no lo soporto, pues el destino va y me pone taza y media! ;-)
El fin de semana pasado fue el baile de graduación de los chavales. Y a poder ser esto no me lo suelo perder. Hay profesores a los que no les gusta, pero a mí me encanta ver como los alumnos se preparan bien para su ultimo baile juntos, antes de que cada uno tire por su lado. Unos iran a la universidad a Estados Unidos, otros a Canadá, otros a Francia..., vamos, que montar la fiesta de V aniversario para ellos va a ser complicado.
Me pidieron además que me pusiera de camarero en el bar y yo encantado. No se servia alcohol, pero teníamos tres cócteles en la carta: Shirley Temple, San Francisco y Virginpolitan. Para dar un poco mas de realismo al tema me engomine el pelo para atrás, en plan Mario Conde –o igual Chiquito- y me deje una patillas patéticas a lo Gabiente Caligari. Con eso y el traje a muchos alumnos les costo reconocerme al principio, je, je. Cuando llegue habia un par de limusinas, una de ellas Hummer limosina, y por lo visto llegaron a haber hasta 6.
Y bueno, este fin de semana nos hemos ido de camping a zona de nadie. Digo a zona de nadie porque pasaporte en mano cruzamos la frontera para salir de los Emiratos Árabes pero no llegamos al puesto fronterizo de Omán, ya que con los 4x4 nos metimos por el cauce de un rio seco, y por ahí montamos la zona de acampada. Salimos de Dubai, pasamos por el emirato de Sharjah, el de Ajman, y en el de Umm al-Qaiwain –probablemente el más pobre de todos- paramos en una tienda –Barracuda- a comprar las bebidas, ya que en este emirato no necesitas tener licencia para comprar alcohol. Pasamos por el ultimo emirato antes de Omán, Ras al-Khaimah, y de ahí a las montanas. Cruzamos 4 emiratos en unas dos horas, y en el camino se ven mogollón de camellos en el desierto, y un montón de cabras cuando ya estas cerca de las montanas. Nos juntamos unos 20 profes, y fue muy divertido. Dos Jeep Wrangles, 3 SUV-s, y un Porsche Cayenne, que es tambien un 4X4 –y al que se le pincho una rueda al marcharnos, uppps-. Es increíble por donde pueden pasar estos coches, yo no me lo creía. Y bueno, lo típico de las acampadas, una guitarra, buen fuego, unas cervecitas, y buena conversación. Para promocionar los productos del país yo me lleve un porrón, una bota y un botijo, y para la cena, aparte de las salchichas y las hamburguesas, una morcilla!! ;-) Como hacia calor ni nos preocupamos de montar las tiendas, y pasamos la noche al raso, viendo las estrellas. Da gusto salir de la locura que es Dubai por unas horas. A ver si ahora monto en verano una acampada guapa con los colegas, que ya apetece. Esto es todo, Castrol out.
p.d. Escribi esto ayer y lo voy a poner ahora. Entre medias he hablado con Teresa esta manana, la tia que iba en el Porshe y no se le pincharon una.... sino dos ruedas. Uppsss!
Un mes ha pasado desde mi ultima entrada sobre libros y otros tres han caído en este periodo. Intente meterme con un par de títulos de Noah Gordon que me trajo mi madre, “Chaman” y “La doctora Cole”, pero no tuve paciencia. Tampoco me atrajo mucho “Saco de huesos de Stephen King”, así que ni lo empecé. Y bueno, con “El manuscrito carmesí” de Antonio Gala me quedaba dormido en cada pagina.
Anne-Marie, otra de las profesoras de español de la escuela tiene una surtida biblioteca en castellano, así que me suelo poner en sus manos. Conocedora de mis gustos después de 9 meses de trabajo me trajo los siguientes:
-“El caballero del jubo amarillo”, el quinto volumen de Las aventuras del Capitán Alatriste, de Arturo Pérez Reverte: Con este obviamente no podia fallar, ya que los tres anteriores que lei me encantaron. Solo me falta de leer “El Sol de Breda”, a ver si lo consigo un dia de estos. Por cierto, en septiembre se estrenara una película sobre este singular personaje. Me tocara esperar un ano para verla, ya que en Septiembre estaré ya de vuelta en Dubai, como ahora me toca esperar a que su ultima novela “El pintor de batallas” caiga en mis manos. Algún voluntario entre los lectores para enviármela? ;-) Que jeta, pero si cuela cuela : Javier Castro. P.O. Box 32762 Dubai, Emiratos Árabes Unidos. Nada de lo que he leído de el me ha decepcionado: “El maestro de esgrima”, “La tabla de Flandes”, “El club Dumas”, “La piel del tambor”, y “La Reina del Sur”, que intente que todos los colegas de South Carolina leyeran, porque después de nuestras relaciones con los mexicanos de allá lo iban a leer de otra manera. Si a ello añades haber visitado Marruecos, Galicia y México unas cuantas veces, pues ya tienes los escenarios al completo como me paso a mí. Y si ya estabas al tanto de los narcocorridos que te pasaba “la raza”, no te digo más ;-)
-“El amante bilingüe”, de Juan Marse: De Juan Marse me lei en el instituto, y luego otra vez en la universidad “Ultimas tardes con Teresa”, que me encanto. Este libro es bastante raro, el autor se toma unas licencias que alucinas, pero es entretenido por leer algo diferente. Retoma el tema de los emigrantes en Cataluña, como así sucedía en “Ultimas tardes con Teresa”.
- “El Zorro” de Isabel Allende: Este libro estaba en todas las librerías de España cuando me marche en Agosto, pero la verdad es que no me llamaba para nada la atención. De Allende me he leído “La casa de los espíritus” y “La ciudad de las bestias”, y tenia que haberme lanzado a por el, ya que escribe de maravilla, pero no se, después de ver la película pensaba que iba a ir de lo mismo. Este libro es a la vida del Zorro lo que “Diarios de motocicleta” es a la vida de Che Guevara. Te cuenta un poco los comienzos, las experiencias que le llevan a ser quien es. Altamente recomendable, también para de una manera amena aprender un poco del sistema colonial español en aquella epoca.
Bueno, vamos a ver que cae en mis manos ahora. Ya os contare, chao!
Je, je, en la escuela trabaja un electricista indio llamado Biju que es unas risas y colecciona monedas y billetes. Yo siempre que consigo alguna se la paso, y suele pasarse por mi clase de vez en cuando a enseñarme sus ultimas adquisiones. Bien, el otro día apareció con dos billetes, uno de 1000 y otro de 2000 pesos mexicanos. Joder, yo he estado en México ya tres veces y sabia que eso era pasta así que le pregunte a ver quien se los había dado. Me dijo que una de las enfermeras del colegio. Bueno, cuando estuve tomando tequilas en la Plaza Garibaldi del D.F. 10 pesos –lo que me cobraba un mariachi por canción- era un dólar, así que entre en Internet a ver a cuanto estaba el cambio ahora. Y sorpresa, 3000 pesos mexicanos son 1000 dirhams (216 euros o 276 dólares, vamos, 35 mil pesetas de las de antes). Esta gente no gana mucho y Biju en verano quiere volar a la India a visitar a su familia así que le dije: “Biju, man, olvidate de tu colección, lo que tienes que hacer es cambiar este dinero a dirhams y asi menos que tienes que ahorrar para el billete”. El tío no estaba muy convencido pero cuando le dije que si quería le escaneaba los billetes, los imprimíamos en color y los podíamos plastificar para incluirlos en la colección parece que se animo.
Pero a la hora de cambiarlos me dijo que le pusieron problemas, que no se los cambiaban. Así que me puse a rebuscar un poco en Internet y me di cuenta de que esos pesos eran anteriores a 1993. Y antes de esa fecha la situación del peso mexicano era parecida a la de la lira en comparación con la peseta: 10.000 liras eran unas 800 pesetas, y 10.000 pesos eran 120 pesetas. Vamos, que parecía que tenias mucho y no tenias nada. Con lo que el gobierno mexicano decidió quitar tres ceros a su nueva moneda, a la que llamo nuevo peso, pero que se ha vuelto a quedar simplemente en peso. Por lo tanto esos 3000 pesos de Biju equivalen a tres pesos actuales, que no llegan ni a un dólar. Siento haberle creado falsas expectativas, pero bueno, que se le va a hacer. Después de visto, todos listos, y de todo se aprende. Take care!
Este es el ultimo clasicazo que me ha pasado Anne-Marie, una de mis compañeras en la escuela, profesora también de español. El libro es el primero de una serie que escribió Don Benito, “Episodios nacionales”, y narra la historia de la batalla de Trafalgar.
En primer lugar, los que seas por lo menos de mi quinta –del 74- recordareis la cara de este autor, y si no en la foto tenéis un billete de mil. Je, je, nos hacemos viejos. Haciendo memoria puedo recordar tres billetes diferentes de mil. El mas viejo, de José Echegaray, que de vez en cuando me pasaban mis abuelos y mis tios cuando eramos pequenos, fortunon!. Me acuerdo de cuando mis abuelos paternos nos daban uno de estos billetes de mil para repartir entre los tres hermanos, y nos tocaban a 333.3 pesetas por cabeza. Por cierto, no sabia que se había llegado un Nóbel de literatura, compartido con Frederick Mistral en 1904. Aparte de dramaturgo, este tío fue un buen liberal, honrado político, y como los hombres del renacimiento le pegaban a todo, este también era un buen matemático. Después vino el billete de Galdos, y por ultimo, antes de pasar al euro, el que compartían por una cara el cabron de Hernán Cortes con Francisco Pizarro por la otra. Espero que los libros que enseñan historia en España en secundaria ya le hayan puesto en su lugar, porque lo que hizo con el imperio azteca... merece que los mexicanos venga a España y nos partan la madre ;-) Pero bueno, me quito el sombrero ante estos conquistadores porque ya en este siglo XXI parece que no queda lugar para la aventura, todo esta visitado ya, y a cualquier sitio que vayas vas con la seguridad de que la visa o un teléfono te va a sacar de cualquier problema. Pero no era así para estos en el siglo XVI. Bien, he repasado los billetes verdes, pero seguro que os acordáis también del azul de quinientas, con Rosalía de Castro, o el marrón de cien con el viejales de Falla. Que clasicazos. Y yo ahora con el euro todavía sin enterarme, como solo voy a Europa en verano...!
El libro esta escrito en 1873, pero la historia sucede en 1805. Ya ves, de joven no te da por comer pescado, beber vino con las comidas ni leer literatura mas o menos “clásica”, pero bueno, el paladar se enriquece y gracias a eso podemos disfrutar de estos libros, sino de jóvenes pues de un poco mas maduros. Al igual que con las series de Alatriste, la historia la narra un protagonista participe de las aventuras. En este caso el “prota” de los “Episodios Nacionales” es un gaditano llamado Gabriel, que en esta batalla de la alianza franco-española contra los perros ingleses contaba con 14 anos. Vive la batalla en primera persona a bordo del buque insignia español en aquel tiempo, el “Santísima Trinidad”. Y casualmente ayer, después de acabado el libro, salió este articulo en el “Diario el Correo”.
PORTADA
Dos siglos después de un combate naval que cambió el curso de la Historia, el 'Santísima Trinidad' navegará a través del tiempo para reaparecer en Madrid. Dicho así puede parecer una locura, pero no lo es. Un potente grupo empresarial, en colaboración con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital de España, cierra los últimos flecos del proyecto de construir una réplica exacta del mítico navío. Su propósito es convertir el imponente buque en el 'gancho' de un parque temático o complejo cultural dedicado al maquetismo naval y a los descubridores españoles. El centro estará ubicado en un estanque artificial cercano al parque ferial Juan Carlos I.
Los promotores de este ambicioso proyecto quieren que el último astillero de ribera de Bermeo, el de Paco Mendieta, se encargue de la fabulosa empresa, cuyo coste superará los 12 millones de euros. La construcción se prolongará durante tres años y ocupará a decenas de personas. En la última década, la carpintería de ribera de la villa marinera se ha convertido en una auténtica garantía de prestigio para este tipo de reproducciones. Entre otros finos trabajos, el astillero ha realizado las réplicas de un ballenero del siglo XVII y un telescopio del XVIII, y en la actualidad construye el mayor velero clásico de Europa en madera.
Construido en La Habana en 1769, el 'Santísima Trinidad' fue el único buque de guerra del mundo con cuatro puentes. Estaba artillado con 136 cañones y su estampa era intimidadora, con sus nobles maderas de caoba, júcaro y caguairán brillando a los ojos del enemigo. Una eslora de 66,4 metros, una manga de algo más de 16 y un puntal de 18 completan las medidas de esta auténtica fortaleza flotante, que era gobernada por más de un millar de tripulantes.
«Equivale a levantar un edificio de seis pisos de altura», compara Mendieta. La construcción del buque comenzará a finales de este año, una vez que se resuelvan los últimos detalles del contrato entre los promotores y la firma vizcaína. «Esperamos terminarlo para mediados de 2010, aproximadamente», añade Mendieta. «Será el reto más grande que hemos afrontado hasta el momento».
Sin embargo, la dificultad del proyecto, más que por las colosales dimensiones del navío, «que las tiene», viene dada por la forma en que se llevará a cabo la construcción. El buque se realizará por piezas en el astillero de Bermeo, y cada una de ellas será trasladada después por carretera, en transportes especiales, a Madrid.
Una vez allí se procederá a su montaje y alineación. «Es como un gran puzzle, en el que hay que elaborar cada uno de los fragmentos en base a planos detallados de obra y numerarlos exactamente para ensamblarlos después», explica Mendieta. Para llevarlo a cabo, ha desarrollado una intensa labor de documentación histórica.
Carpintería de ribera
Una de las opciones que se barajan en el proyecto es aprovechar el proceso de ensamblaje del buque para que madrileños y visitantes conozcan de cerca los secretos de la carpintería de ribera, a través de visitas programadas un par de días a la semana.
Las cuadernas -el costillaje del buque-, los baos -piezas que unen los costados y sustenta las cubiertas de una embarcación- y la roda -parte gruesa y curva que forma la proa de la nave- se realizarán en roble, mientras que el forro y los materiales interiores serán de caobilla. «La madera se traerá semielaborada, probablemente de Rumanía o Bulgaria», detalla el propietario del astillero bermeano.
La recreación del 'Santísima Trinidad' será absolutamente fidedigna. El barco, tras ser construido en Cuba, fue sujeto a modificaciones posteriores en Ferrol y Cádiz. Su mayor lastre radicaba en que el grosor del forro y de la cubierta era de unos sesenta centímetros; un blindaje inusitado en la época, cuando la mayoría de los navíos presentaba una entablación de unos 20 centímetros. «Fue un mártir de su propia fortaleza. Era muy duro, aunque eso lo hacía complicado para la navegación», destaca Mendieta.
El propietario del astillero bermeano se muestra ilusionado ante un reto con sabor histórico. Y es que Trafalgar fue el último gran combate naval de la era de la vela; también uno de los más sangrientos, en el que la flota combinada de españoles y franceses se vio superada por la mejor preparación, coordinación y eficacia en el empleo de la artillería de los ingleses.
Os lo recomiendo, espero que os guste!
Castrol
p.d. Natxo, ya sé que soy un chapas, como ponías en un comentario, pero es lo que hay! ;-)
Bueno, no queda ya nada para acabar el curso. Acabar esta y dos semanitas más. El 14 de Junio todo el pescado vendido, dos semanitas en Dubai de relax y estudio y el 30 para “el foro”. Y bien, que ha pasado mientras por Dubai que no cuento mucho? Pues esto ha pasado.
Empiezo por hace dos fines de semana. El miércoles (nuestro viernes) se presento bastante activo. Para empezar una fiesta de cumpleaños del hijo de una compañera del colegio, Colleen, de Canadá, que también enseña español. Je, je, desde que llegue al colegio, como a todos, nos toco “sufrir” las evoluciones de Westley, que si se ha caído, que si esta malo, que no me deja dormir... así que ahí estuvimos todos celebrando con su marido y un montón de gente su primer cumpleaños. La fiesta estaba bien y la barbacoa prometía pero me tuve que largar pronto ya que esa noche... era la final de la Champions League. Habíamos reservado mesa en el Seville’s, el bar español. Y ahí nos juntamos toda la diáspora. Je, je, entre los disidentes que animaban al Arsenal estaban dos colegas ingleses a los que había invitado yo, uppsss. Del partido poco puedo decir, porque la verdad es que poco vi. Como digo había un montón de españoles, así que entre pinta por aquí y pinta por allá, saludo por aquí y demás, pues del fútbol ni enterarme. Acabamos la noche en una disco, “Trilogy”. Cosa rara, porque ya a mi edad es difícil pillarme en una de esas, acabar en una disco un hombre de bar como yo, pero estuvo bien, ja, ja. Vaya, no me acordaba. Del Seville’s el guarda de seguridad nos invito a irnos, por un vaso que se rompió mientras lo manipulaba, pero bueno, esos flash-backs y flasazos son otra historia (histeria ;-)
Al día siguiente, como suele ser habitual en estos casos resaca, pero tuve que luchar contra ella ya que tuve que ir al colegio a vigilar un examen del bachillerato internacional. Volví a casa, sieston, y vuelta a la rueda, ya que esa noche tenia cena en casa de otra profesora de francés, con todos los del departamento. Buenas risas con esta gente, porque mis compañeras vienen con los maridos, que están entre los cuarenta y cincuenta y tantos, pero cuando se juntan... como crios. El marido de Brigitte, la organizadora, aparte de un vacilon es un excelente cocinero.
Durante la semana la rutina se vio rota por la visita de dos vitorianos que vinieron a representar a la empresa “Esmaltaciones San Ignacio” en una feria de cosas para el hogar. Ya sabéis como funciona esto. Como me presente yo en Ciudad del Cabo como el amigo de un amigo de una chica de allí, pues entre estos dos venia una chica que su madre era amiga de una amiga de mi tía. Así que e-mail al canto y quedamos un par de tardes para que conocieran “el otro” Dubai. Visitamos el zoco de telas, el del oro, el mercado de pescado, cenamos en un par de restaurantes árabes, y cada uno a su casa y Dios a la de todos. Me lo pase bien con ellos, buenas risas. Están bien estas visitas esporádicas para romper un poco la monotonía. Je, je, además acabe con un montón de sartenes de “San Ignacio”, más cuatro corbatas y el ultimo libro de Reverte que mando mi madre o mi tía con ellos.
Este fin de semana pasado también ha venido cargadito de sucesos. El jueves fue la graduación de los chavales, ya sabéis, las togas, los birretes al aire, lagrimas y demás. En Estados Unidos las cuatro que me trague fueron un autentico rollazo, pero de esta afortunadamente no puedo decir lo mismo. Este es un colegio pequeño, y el trato es más familiar. Con lo que todo lo que decían parecía que te sonaba mas de cerca, y la ceremonia fue muy bonita. Al final hubo una recepción, abrazos, lagrimas de algunos estudiantes –yo llevaba un vaso de agua para mojarme las mejillas de vez en cuando y no parecer insensible-, y como manda la tradición los profes a tomarse unas cervezas (aunque el whiskey que yo aborrezco sigue siendo una opción bastante popular entre docentes), y celebrar que hemos sacado adelante a otra generación. Me pareció extraño que se formaran varios grupos, pero yo me cole en una escapada buena y disfrute de la noche con los más sabios del lugar ;-) Ah, el día anterior a la graduación los alumnos hicieron en el colegio la tradicional “judiada”. Je, je, movieron todas las taquillas de sitio, llenaron el despacho del director de globos, pusieron carteles de “Se vende” fuera del colegio, se hicieron fuertes en el atrium –incluso durmieron allí- interrumpieron las clases de los de primero, segundo y tercero, etc... pero todo de buen rollo y muy gracioso.
Al día siguiente viernes, el equivalente al domingo europeo, otra fiestilla. Esta vez en casa de la madre de un alumno sudafricano, que había invitado a todos sus profesores. Así que una vez mas nos vimos con una cerveza en la mano, pero claro, comportándonos.
Quedan un par de fines de semana para acabar el curso y lamentablemente con este rollo del master me voy a tener que quedar en mi agujero estudiando. Este jueves hay un fieston de despedida para tres leyendas que dejan el colegio y se van a otros países: Tracey a Estados Unidos –ella es inglesa-, Trenton a Yakarta –él es americano-, y Jamey Lee –canadiense-, que todavía no tengo claro si ha pillado curro en ningún sitio. Bien, como despedida han reservado cuatro horas en un bar, todo lo que puedas comer y beber por 1000 duros, pero yo tengo que presentar dos trabajos el 10 de Junio y tengo el agua al cuello, así que –ya me jode- me voy a tener que caer de la convocatoria. Y el 7, pues otra fiesta, la de todos los profes para despedir el curso. A ver si para entonces están los trabajos mas o menos encauzados, pero si no una cerveza... y a casa. Que dura es la vida a veces.
Un poco chapa, pero es que esta weblog la mantengo como diario. La próxima entrada será más interesante ya que me voy a meter con los artículos que leemos cada día en el periódico. Por ejemplo en el de hoy consideraban si ondear banderas de países infieles en la copa del mundo iba contra el Islam o no. Por aquí han dicho que no –gracias a Ala- pero en otros países interpretan el Coran de otra manera, y creen que sí. Así que de noticias sorprendentes que leo día a día en el “Emirates Today” os escribiré otro día. Siento el conazo, agur Ben Hur.
Plantilla basada en http://blogtemplates.noipo.org/
Blog creado con Blogia. Esta web utiliza cookies para adaptarse a tus preferencias y analítica web.
Blogia apoya a la Fundación Josep Carreras.