Basurde Xiao Long
Se muestran los artículos pertenecientes a Julio de 2005.
Bueno, desde aquel 27 de Septiembre de 2004 cuando empecé a escribir por primera vez en este diario, todos los meses había añadido alguna entrada. Sin embargo y después de 9 meses consecutivos, en Junio he fallado un poco, pero voy a resumir lo sucedido desde mi última inserción.
La última semana en Rock Hill fue como se suponía tranquila a nivel laboral y mas activa a nivel social. Los exámenes finales los tenia preparados desde hacia tiempo, así que solo quedaba repasar un poco y corregir los exámenes, que como son finales se hace de manera mecánica con un aparato llamado scantron y no lleva nada de tiempo. No suspendieron muchos, y los que lo hicieron fue porque me lo pidieron a gritos.
A nivel social, despedidas. En la comida del colegio a los que se jubilaban y a los que dejábamos la High después de un tiempo nos dieron un cuadro bastante bonito, que colgare algún día que tenga casa, si es que se da ese día. Es un cuadro interesante, porque la artista, que vive cerca de Charleston, los firma por detrás con una dedicatoria. Esta es su web http://www.victoriancollection.com/ y este es mi cuadro : “Apple for the teacher” http://www.victoriancollection.com/9.html#b
Aparte de la cena del colegio, desayuno de despedida con la gente del departamento de lengua extranjera en casa de una colega. La verdad es que he sido siempre bastante afortunado con la gente con la que me ha tocado trabajar. En Madrid, y pese a que la informática no es lo mío, tuve un jefe y unos compañeros extraordinarios, que hicieron que tenga muy buenos recuerdos de mi época allí. Y aquí lo mismo. En el departamento había muy buen ambiente, y eso se notaba. Éramos 8, y cada uno aportaba sus peculiaridades: Víctor, de Colombia, un profe de 70 años, fanático de la literatura y “el guardián de las palabras” ;-). Sylvia, de México, con la que vi todas las evoluciones de su embarazo y que tuvo una criatura preciosa en Mayo. Heather, con la que con mucho humor compartimos la clase de ESL (Ingles como segunda lengua, principalmente con alumnos hispanos). Linda y Carolyn, las veteranas del departamento. Me he dado cuenta, y ellas dos confirman mi experiencia, que las personas mas avanzadas en edad que se han dedicado siempre a la enseñanza conservan un espíritu mas joven que cualquier otro profesional de la misma edad. Y eso da gusto. Aparte de las veteranas también teníamos sabia nueva, Kristina, que recién graduada de la Universidad de Winthrop entro en el departamento con un montón de ganas de trabajar, y nos dio mucha vida. Por ultimo Tangy, je, je, que qué decir de ella. Me he reído un montón con esta chica, estaba bastante “colgada”. Su marido es entrenador de baloncesto, le ha salido una buena oportunidad para entrenar en División I, y por ello el año que viene no estará en Rock Hill sino en Charleston. Good luck!. También durante el primer semestre tuve una compañera y mentorada, Renee, con la que me reí un montón. En fin, que no acabaría de mencionar a gente, pero es que te van marcando.
El jueves por la noche tuvimos la graduación de los seniors (lo que en mis tiempos era C.O.U., y ahora no se que será). Con togas y birretes, como sale en las películas. Despedidas, y de ahí me fui con Arch Laymon, otro viejo socio, a celebrar el fin de curso a un bar. Allí estaban los de siempre, tomamos unas pintas, y nos dijimos hasta la vista. Escuela finiquitada.
El viernes era mi último día en Rock Hill. Por la mañana vendí el coche al hombre de Carolina del Norte con el que lo había apalabrado. El lunes me mando unas fotos enseñándome lo bonito que lo había preparado quitándole las pegatinas, poniéndole un faldón, y dándole cera. Estaba precioso. Poco después, me enviaría una foto después de chocar con un ciervo. Sic!, pobre “bala roja”.
Con Clay me dedique a pintar un poco la casa, ya que era condición necesaria para que le devolvieran la fianza. Vino Lillian a recogerme y partimos hacia Norfolk, en Virgina, de donde partía nuestro crucero. Hicimos noche en Durham, y el crucero … os lo cuento en otra entrada.
Lillian y yo vivimos separados por 200 millas, unos 320 kilómetros, y aparte de algún puente suelto por ahí, solo nos vemos los fines de semana. Intensos, eso si. Así que qué mejor despedida de los Estados Unidos, que un crucerito por las Bermudas. Este fue el itinerario de nuestros 8 días y 7 noches…
Sabado 28 de Mayo - Norfolk, Virginia (Salida 5:00 p.m.)
Domingo 29 de Mayo – Navegando
Lunes 30 de Mayo – St. George´s, Bermuda (Llegada a las 9 a.m.)
Martes 31 de Mayo – St. George´s, Bermuda (Salida a las 7:00 a.m.)
Martes 31 de Mayo – Hamilton, Bermuda (Llegada a las 9:00 a.m.)
Miércoles 1 de Junio – Hamilton, Bermuda
Jueves 2 de Junio – Hamilton, Bermuda (Salida 4:00 p.m.)
Viernes 3 de Junio – Navegando
Sabado 4 de Junio – Norfolk, Virginia (8:00 a.m.)
Y bueno, de cuando nos fuimos a cuando escribo esto ha pasado un mes y no tengo los mapas a mano, así que no me acuerdo de los nombres de las playas que visitamos, pero aun así hay cosas interesantes que contar.
Este ha sido mi segundo crucero. El primero fue de una semana por el Caribe, hace un par de años, visitando Puerto Rico, Islas Vírgenes, Republica Dominicana y Bahamas. Si encuentro el itinerario lo pongo en un comentario. Fuimos un grupo mixto de profesores visitantes y fue buenas risas. Antes de tomar ese primer crucero pensaba que eso era una pijeria, que donde estuviera el turismo de aventura que se quitaran los viajes organizados y demás. Sin embargo, mi opinión cambio radicalmente después de esa primera experiencia. Al final si te vas una semana entre aviones, viajes internos si quieres ver cosas, alojamiento y comida te gastas parecido que yendo de crucero, donde todo esta incluido : un camarote con ventana, buffet 24h, y cena de restaurante de cinco tenedores todas las noches. Sin abandonar el turismo de aventura, los cruceros estan muy bien.
Estando en Saint George visitamos la plaza donde todas las tardes se representaba una ceremonia muy curiosa. En tiempos coloniales a los que cometían delitos menores, como borrachines y cotillas, los ponían en una silla y como escarmiento público los zambullían en el agua desde el puerto unas cuantas veces. Así que allí estaban con los vestidos de la época los “delincuentes”, los justicieros y el publico asistente.
De ahí nos fuimos a una cala muy bonita y a la vuelta paramos en un bar donde se invento un combinado de ron que no había probado nunca, pero que estaba muy bueno: Ron Swizzle. De ahí vuelta a Saint George, donde estuvimos visitando las ruinas de una catedral que nunca llego a terminarse y acabamos el día en otra playa, Tobacco Bay.
Las Bermudas fue colonia británica y todavía no me queda muy claro el estatus que tiene. Pero aún conserva muchas pinceladas del imperio como conducir por la izquierda o el críquet. Los ejecutivos van muy graciosos porque van con traje… y pantalones cortos, ya que el calor aprieta bastante.
Nos sacamos un bono de tres días de transporte público, y la isla se recorre muy fácilmente. Transporte público incluye el autobús y los ferries que nos llevaron de un sitio a otro. En Hamilton visitamos la catedral, nos relajamos en Horseshoe Bay, subimos a un faro, y anduvimos por el Royal Naval Dockyard. Ya sabéis, de turisteo. Horseshoe Bay dicen que tiene fama mundial por ser una playa de arena rosa, pero a mi no me parecio espectacularmente rosa o diferente.
Cumplimos con el objetivo programado a la perfeccion: Relax, relax y relax!
Ah, a la vuelta paramos primero en casa de los padres de Lillian ya que durante el crucero… su hermana le habia hecho tia por tercera vez. Ya lo estuvimos celebrando en la cubierta del barco, con cava y puros, pero habia que conocer al bebe de nombre peculiar –Braydon- cuanto antes.
Bueno, después de relajarnos una semanita en el crucero todavía nos quedaba una semana en los Estados Unidos. Sin embargo ya sabíamos que no iba a ser tan excitante como la anterior. En primer lugar, porque a mi me esperaba una “chapada” de campeonato. En Febrero me apunte a un master de dos años, de enseñanza de español como lengua extranjera. El primer cuatrimestre terminaba el 10 de Junio, y de 3 trabajos me quedaban por hacer dos. Así que del domingo al jueves estuve estudiando o bueno, igual mejor en la biblioteca, unas 8 horas diarias. Pero con un día de antelación, termine lo que tenia que hacer.
De todos modos, el plan para esos días era bastante bueno. Iba a la biblioteca por la mañana, Lillian me recogía para comer, vuelta a la biblioteca, y por la noche cena, juntos o acompañados. También un poco de deporte.
Cuando vine aquí hace cuatro años me dieron el certificado de profesor americano valedero por 5 años sin hacer nada, solo por pertenecer al programa. Bueno, con el C.A.P. y la licenciatura. Después del próximo año me caduca y pregunté para renovarlo, y me dijeron que al no estar en el programa y estar de profesor de español siendo informático, necesitaba un montón de créditos universitarios relacionados con el español. De ahí que me haya metido en esta embarcada, no me queda otro remedio.
Bueno, el jueves termine, y lo estuvimos celebrando con unos amigos de Lillian, luego cena en casa de sus padres, y vuelta por el downtown.
El viernes Lillian me llevo a Edisto, el pueblo donde paso su infancia. Un semáforo en todo el pueblo, y la verdad es que… rural rural. La casa donde vivió, muy bonita. De tipo colonial. Su padre es pastor, y esa casa pasa de pastor a pastor, así que le pedimos al que estaba que nos la dejara ver y estuvimos echando un vistazo.
Estuvimos también viendo la iglesia de Edisto que tiene mucha historia. Data de 1710, y eso aquí… es muy muy antiguo. Hay un coro al que se accede por puertas laterales. Bien, ese coro se construyo para que los afro-americanos que quisieran pudieran ir a misa sin tener que mezclarse con los blancos. En el cementerio Lillian me enseñó tres tumbas que estaban apartadas de las demás, y separadas con una valla. Me contó que las tumbas eran de tres mujeres yankees que habían venido al sur a ayudar a los negros. Murieron el 25 de diciembre de mil ochocientos lo que sea, al volcarse la barca en la que iban (misteriosamente?). Como eran yankees y estaban ayudando a los esclavos afro-americanos (gran delito!!!) fueron enterradas aparte.
El sábado lo reserve a hacer visitas por Allendale, el pueblo donde pase mi primer año. Allí visite a Siren, colega que pese a la distancia generacional nos une una gran amistad. Tiene ya mas de cincuenta años pero tiene una filosofía, que es la de viajar cada año a tres países nuevos que no conozca. Enseña en la Universidad y aparte en la High, que es donde le conocí, y comer con el es siempre un placer, porque te explica y te cuenta cosas de un montón de países, política, y se interesa mucho por los proyectos que le cuentas. Un alma libre, que a esas edades es difícil de encontrar.
De ahí fui a visitar a mi excasero, Ronnie Jackson, y su mujer me dijo que estaba en un campo de golf, así que para allá fuimos. Un veterano de Vietnam, del golfo y de las que haya habido en medio. Bastante colgado, pero divertido.
En el camino paramos a saludar a los Cobb, una pareja de Puerto Rico muy simpática que vende melocotones en la carretera, y que nos tenemos bastante cariño. Al marido le gusta un montón hablar de política, y eso de que Puerto Rico sea estado asociado… le sienta como a un Cristo dos pistolas. No le gusta nada ese asunto. Carmen y Roberto, Roberto y Carmen. Vaya parejita! ;-)
Y ya por ultimo, visitamos a Don Silverio, el patriarca de toda la prole mexicana que hay en los alrededores. Un hombre ya entrado en edad, que fue el que luego fue abriendo camino a generaciones posteriores. Con las gallinas por ahí rondando, nos tomamos unas chelas a su salud, y vuelta a Beaufort.
Por la noche estuvimos de juerga con Ramón y Chema por el downtown. También se animo Carl, un amigo de Lillian que vive en Hawaii, y que se había pasado dos meses viajando por el pacífico. Puedes comprar un billete por 30 días (00) or por 45 (,500) que te permite viajes ilimitados por una zona, con la condición de viajar siempre hacia poniente, volviendo directamente a tu lugar de salida hacia oriente. Puedes salir de Los Angeles, hacer una parada en Hawaii, visitar de ahí la polinesia francesa, Samoa, Tonga, Fiji, Nueva Zelanda y acabar enAustralia, por ejemplo. En esa dirección, de Este a Oeste. Si te saltas algún país, no puedes ir de vuelta. Nos estuvo contando sus viajes, cerramos los bares, y Lillian y yo acabamos en su casa escuchándole tocar la guitarra. Un fenómeno.
El domingo volvimos a Edisto, porque la iglesia de Edisto organizaba ese día consultas de dentista gratis para inmigrantes ilegales. Y allí fuimos a acompañar a un colega nuestro. De ahí a la playita, y ultima cena –muy romántica- con Lillian en los Estados Unidos.
Después de meter mis cuatro años en dos maletas, Lillian me llevo al aeropuerto. Fuimos con tiempo y ante la pregunta de cual era mi ultimo deseo en materia culinaria me decante por el Waffle House, que dentro de las franquicias, es lo mas americano que tienes en la cabeza cuando ves a las camareras pasando con la cafetera llenándote la taza.
El viaje fue tranquilo. Volaba de Savannah a Newark, que esta en el estado de Nueva Jersey, pero desde donde se ve la ciudad de Nueva York. Desde Savannah le había escrito una postal a Lillian pero no encontré ningún buzón para enviarla. Como en el trasbordo tenia el tiempo justo la deje con el sello encima de un asiento, confiando en que alguien con menos prisa la echaría a un buzón. Y así fue, con un desfase de una semana entre la fecha en la que yo estuve en ese aeropuerto y la fecha del matasellos, le llego a Lillian la postal. “Tol mundo es güeno!”
En el avión caras conocidas. Me encontré con un profe que esta en Charlotte, con Cruz de Greenville, y con Carmen de Savannah. Llegamos a Barajas, y ahí me estaban esperando mis padres, que volvían de Santa Pola. Abrazos, besos, y rumbo a “Vitoria-Gasteiz, donde se hace la ley, capital artificial de un país singular”. Paramos a comer en un restaurante, y desde entonces hasta ahora ha sido una vorágine de quedar con gente y salir por ahí, que entre otras cosas me ha impedido mantener el blog al día.
Aparte de las visitas a familiares y amigos, voy a destacar un par de fiestas, porque tampoco es cuestión de extenderse.
La primera memorable, el Araba Euskaraz. Las fiestas que a mi más me gustan son durante el día. Ya en la Uni Madalenas en el puerto de Elantxobe, Campdem Town y Portobello los domingos en Londres, y los domingos del rastro de Madrid. Ya había salido un par de noches, pero estas fiestas de día siempre me gustan más. Así que juntamos al cuerpo de elite y por ahí anduvimos tomando sidras y comiendo pollos. Estoy a favor de estas fiestas a favor del euskera porque es una lengua minoritaria que debe ser protegida. Sin embargo, la política lingüística que se sigue en el País Vasco, aunque probablemente no sea políticamente correcto decirlo, me parece una autentica barbaridad. Que te hagan aprender euskera para poder trabajar, que quieres que te diga. Incluso si a mi me dijeran que me dan un año gratis para estudiar Euskera, preferiría aprender árabe, francés, alemán o cualquier otra lengua para poder COMUNICARME con gente distinta. Ese es el objetivo de una lengua, comunicarse. Es muy complicado, porque sí que sin estas políticas tan radicales quizá se podría llegar a perder la lengua, pero sigue pareciéndome que es una putada para bastante gente. En mi caso y desde mi mentalidad pragmática no tengo ninguna intención en aprenderla, porque en tema lingüístico tendría como otras 5 lenguas que me apetecería conocer antes que el euskera, pero la fiesta es una cosa, la política es otra. En fin.
Otra memorable son siempre las fiestas de Judizmendi. La víspera de San Juan, el día de las hogueras, estuvimos cenando en casa de José Mari y Laura, y yo las vi desde el coche, pero no era cuestión de liarla. Con Iñakingo dimos una vuelta para ver como estaban, y nos piramos. El viernes, sin embargo, fuimos a quemar todas las naves. Cenamos en el piso de Rubén, y luego… pues ya sabéis, como cantaba M.C.D. “Al salir de copas cada noche, disfrutando hasta caer, ves las jarras de cerveza, poco a poco desaparecer!!!”. El sábado había quedado con los del pueblo para ir a fiestas de Frías, pero el viernes pasó factura y me tuve que caer de la convocatoria.
Y ya la última para contar fue la finalísima de la ACB. El quinto y definitivo partido entre el Baskonia y el Real Madrid. Unos amigos de mi hermano tenían un par de entradas de sobra así que allí me fui con Alfredo, el hermano de mi cuñada. El estadio a reventar, un ambiente del copón. El Baskonia a remolque durante la primera mitad, empieza a espabilar en el tercer cuarto, y llega a los últimos 50 segundos con una ventaja de ocho puntos. La gente ya cantando campeones campeones hasta que un triple de Albertito Herreros nos dejo con un palmo de narices al perder la final por un punto. Pero bueno, el basket es así.
Por Vitoria muy a gusto. Comiendo un par de días con mi hermano y su cuñada, que ya esta de 7 meses y me van a hacer tío para finales de Agosto o principios de Septiembre. Estamos todos con una ilusión enorme. Visitando a mi abuela, primos, colegas, morosos, drinking-partners, hosteleros y resto de la tropa con la que me rodeo por aquí. En casa mis padres tratándome como a un marques, y mi hermana y su novio también tratándome ahora como a un marques en Madrid, desde donde estoy escribiendo a la espera de que Lillian aterrice en Barajas.
… o mejor dicho, dos bacalaos de ruta. La historia se gestó hace tiempo. Aitor García de Cortázar, que estuvo de visita por Carolina del Sur en Septiembre, me propuso ir a visitar a Chema, un compañero de Galicia. Al final el tema Vigo no salio porque las fechas no encajaban, y decidimos irnos cuatro noches de vacaciones.
El miércoles salimos de Vitoria sobre las 6 de la tarde. Llegamos a casa de mi hermana, nos preparamos un poco y a cenar en una calle por el Teatro Español: tapas y un chuleton a medias regado con un crianza. De ahí nos fuimos por Huertas, para acabar en Chueca, con el primo de Aitor, de Alsasua. Vaya liada en Chueca, eran fiestas con motivo del orgullo. Al final nos quedamos a dormir en casa de su primo en la zona de Bilbao, sin avisar a mi hermana ni nada. Aparecimos a las 11 a.m. por su queli, y ya entonces le llamamos. Hubo un problema de logística.
En fin, el jueves cuando llegamos a casa piscinita, comer, y de ahí salimos hacia Valencia. Nos alojamos en el hotel, cenamos pescado en “El rincón de Roberto” y preguntamos por un sitio donde ir. Nos indicaron la discoteca Las Ánimas, y allí fuimos. No necesitamos ninguno mas, porque las animas que por allí se movían… estaban de miedo. Me dijeron que esa disco la frecuentaba Cañizares, el portero del Valencia, pero igual son leyendas de pasión. Acabo de mirar una pagina web de motos, y en Valencia es el único lugar de marcha que recomienda ;-) http://www.alstare.net/infoglueDeliverLive/ViewPage.action?siteNodeId=244&languageId=1&contentId=-1
El viernes habíamos quedado en Villarreal. Nos levantamos y comimos allí con Manchu, uno de la cuadrilla de Aitor que se ha mudado a Villarreal a entrenar a los juveniles de este equipo. A ver si las cosas le van bien y comienza a forjarse la carrera de técnico, que es lo que le gustaría hacer. Estuvimos por la tarde en la playa, ducha en casa de Manchu y a cenar a Castellón, al “Mesón Navarro”. Castellón debe ser para el invierno, y Benicasim para el verano. Así que allá nos desplazamos. Paramos en un par de chiringuito-discos de la playa, el “Be Cool” y otro, y fuimos a la parte vieja. Pero nos la cerraron pronto, así que acabamos la noche en una bareto gigante al aire libre. El Sal y Sal, o algo asi.
El sábado cumplimos con el estándar cultural. De vuelta a Valencia paramos en Sagunto para ver unas ruinas romanas: un castillo y un anfiteatro. De ahí al hote, y a la playa de la Malvarrosa, donde nos cascamos una buena siesta. Por la tarde quedamos con Manchu y con dos clasicazos, con dos ex-PPVV de la zona, Fran Patillas y David Ranz. Coincidimos en Carolina del Sur en su primer año, que fue el segundo para mí. Y la verdad es que en cuanto a gente y a hacer cosas, fue con mucha diferencia el mejor de los cuatro años. Quedamos en la playa y conocimos a la novia de Ranz, con las dos hijas. A Ranz se le ve feliz y hecho un padrazo. Se dedica a dar cursos, a pintar y a ir de feria en feria vendiendo ungüentos y movidas. Podéis ver sus cuadros en su página web, que esta en mis enlaces. El Patis se apunto a filología y en eso sigue, junto con la música. En Septiembre se pirara a Inglaterra de Erasmus. Dejamos a Ranz, y con “Patis”, su novia y su cuadrilla anduvimos de fiesta por el casco viejo, “El Carmen”. Cerramos los bares, cerramos las discos, y nos cogimos un taxi hasta la playa, aunque al final no entramos en la discotecas.
Fueron 4 noches de trasnochar a saco. El domingo nos levantamos, vimos a Fernando Alonso ganando en Magny Cours y poco a poco fuimos hacia Vitoria. Nuria, una colega de Aitor nos acompaño virtualmente gran parte del camino hablando por el manos libres ;-) A las nueve o así, hora de cenar, pasamos el cartel de Logroño, y blanco y en botella. Nos metimos a la calle del Laurel, y ahí anduvimos de pincho en pincho, de bar en bar. Acabamos la calle, y de vuelta al coche contamos los garitos en los que habíamos estado: 9, ni uno mas, ni uno menos. Que caña como estaba Logroño a las 11 de la noche. Llegamos a casa, y el lunes otra vez a la rueda de visitas y quedadas.
El miércoles 6 fue a recoger a Lillian al aeropuerto. Se suponía que tenia que llegar a las 11:30 de la mañana, en un vuelo Charlotte-Philadelphia-Londres-Madrid, pero ya me aviso que llegaría a las 7:30 p.m., en un vuelo Charlotte-Toronto-Manchester-Madrid. La idea era que llegando a las 11:30 durmiera en casa de mi hermana en Madrid, y a las 10 p.m. partir hacia Algeciras, para “bajarnos al moro”. Llegando a las 7:30 todavía nos daba tiempo… siempre y cuando llegaran las maletas, como no sucedió! El año pasado llego Lillian un día mas tarde, con rollo de problemas con los aviones, y este año le pierden las maletas.
Así que sin maletas, decidimos quedarnos un día más a esperar a que llegaran. En el coche de Fons, que me acompaño a recogerla acercamos a otra yankee de Kansas a su hotel, y nos fuimos a cenar a la zona del Teatro Español donde habíamos quedado con mi hermana y Fernando.
Jueves 7 de Julio – San Fermin.
Nos levantamos, y fuimos a dar una vuelta por Madrid. Estuvimos por mi barrio, Tetuán, donde nos metimos un menú, y un café por la puerta del Sol. Si te pierden la maleta British Airways te reembolsa 50 euros para que compres artículos de primera necesidad, así que fuimos al Corte Ingles… y liquidó los souvenirs de sus sobrinos, que también es una necesidad del viaje ;-)
Llamamos a Barajas, y nos dijeron que una de las maletas estaba pero que la otra no, que llegaba en un vuelo de las 7 de la tarde, y que por mensajería no llegaría antes de las 11, con lo que perderíamos el autobús nocturno a Algeciras. Le pregunte que tal si nos pasábamos a recogerla, y dijo que en ese caso bien. Bien, que fuimos y no venia en ese avión. De vuelta a casa le propuse a Lillian liarse la manta a la cabeza y salir esa noche hacia Marruecos con lo que tenia, y con lo que yo le iba a prestar, que ya llevarían las maletas a casa de mi hermana. Antes de venir ya le dije que se olvidara de llevar una mochila grande, que en una mochila de estas para libros le tenía que caber todo lo que quisiera. Estuvo de acuerdo, así que empaquetamos. Mi idea era coger el autobús de las 10:30 directo a Algeciras, pero ya no había plazas, así que cogimos uno a medianoche a Málaga, y después a Algeciras.
Viernes 8 de Julio.
Cogimos el Ferry, y nos presentamos en Tánger. Me temía una nube de personas intentando enseñarme la ciudad, buscarme un hotel y demás, sin embargo no fue así. Pasamos tranquilamente, nos metimos el primer te en el puerto, y callejeamos un rato por la Medina. Cogimos un taxi colectivo y rumbo a Asilah. Los taxis colectivos funcionan de la siguiente manera: son Mercedes grandes (200 o 300) y hacen un recorrido a pueblos a unos 60 kilómetros del origen. Tú les dices donde quieres ir y cuando se llena el taxi se va. Y el taxi se llena con el conductor, dos pasajeros delante y cuatro atrás. Así que se esta un poco estrecho, pero muy bien.
En Asilah nos tomamos otro te, y cómo no apareció un socio para ayudarnos a buscar hotel. Nos llevo a casa de un amigo suyo, que no era un hotel, y allá nos quedamos. Estuvimos dando una vuelta, cena de tajin y cus-cus, una vuelta por la playa, y a dormir. En medio de la noche el tío de la casa nos despertó mas fumado que el copon para que le diéramos las llaves, y así pudiéramos irnos al día siguiente cuando quisiéramos.
Sábado 9 de Julio
Salimos a dar una vuelta, y Lillian se hizo un tatuaje de henna. El objetivo de ese día era ir a la Playa de las Palomas, a unos 6 kilómetros de Asilah. Los taxis eran “muy caros”, así que a través de un intermediario –como no- negociamos el viaje en un carro tirado por un burro. Je, je, y los tramos de carretera –no camino- el tío iba entre coches mas a gusto que un arbusto.
Si la idea era relajarnos solos… estuvo difícil, ya que el del carro y otro socio se nos acoplaron, y no hubo manera de echar la siesta. Vuelta en carro a Asilah, y de ahí nos cogimos un taxi colectivo a Larache.
En Larache otro extraño sujeto se nos cruzo en el camino. Estábamos buscando hotel y nos ayudo a encontrar uno. En el camino insistió en que nos sacáramos unas fotos con el, en un estudio de fotografía que estaba de camino. Así que ahí nos metimos, y nos sacaron unas fotos. Fuimos al hotel y mientras estábamos cenando una sopa fuera (Harira) apareció este extraño personaje con las fotos reveladas, y quería que volviéramos a sacarnos mas. Pago la comida, pero yo le dije que estábamos "baldados", que otro día.
Domingo 10 de Julio – Cumpleaños de mi hermana.
Ese día madrugamos y nos pegamos una paliza de autobús de 5 horas hasta Fez. Nos perdimos por las estrechas calles de la medina, hasta el punto de tener que coger un taxi para volver al hotel. Y en el taxi de vuelta … estuvimos un buen rato. Por cierto, en una plaza había un encantador de serpientes y anduve jugando con una. Un chaval de unos 12 años nos hizo de guía en la medina, llevándonos incluso a una tenería donde trabajaba su padre. Ahí es donde se curte el cuero. Y yo que no sabia de donde venia el nombre de calle Tenerías en Vitoria!!! Después nos llevo a su casa, desde donde había una vista espectacular, y vimos a un familiar suyo trabajando en un telar, elaborando una alfombra. También nos llevo a una botica llena de frascos con fragancias, hierbas y condimentos varios.
Lunes 11 de julio de 2005
Otra vez amanecimos pronto y nos metimos cuatro horas de autobús hasta Chagüen. El pueblo esta lleno de turistas, pero merece muchísimo la pena. Vimos una boda mora –je, je, Rubén, lo que nos perdimos la ultima vez-, paseamos, y nos hicimos un tatuaje de Henna. El primero para mi, el segundo para Lillian. Un chaval nos llevo a su casa y su hermana nos lo hizo. Al acabar nos quería cobrar 100 dirhams, unos 10 euros a cada uno. Yo le dije que el anterior de Lillian nos había costados 10, y que no íbamos a pagar mas de 20. Dijo que bien, pero a la hora de pagar solo tenia 37, con lo que tuvo que pasar por el aro. El primero de Lillian era de color negro, y la chica nos dijo que tardaría en borrarse 15 días. Bien, esta henna marrón nos empezó a picar, y cuando después de hacerlo le preguntamos cuanto tardaría en quitarse… nos contesto que 2 meses. Upppsss, y Lillian empieza a currar en China en tres semanas!!!
Cenamos al aire libre en uno de los cantones que dan a la plaza, entramos a ver un concierto de percusión, y a dormir.
Martes 12 de Julio
Ese día tocaba retirada del país. Nos levantamos, y dimos una vuelta por las calles de Chauen. Subimos hasta arriba, hasta el muro o la muralla que hay allí, desde donde se divisa una bonita vista. Después cogimos un taxi hasta Tetuán, y de ahí a Ceuta. Tres veces he cruzado esa frontera, y nunca he visto ningún control exhaustivo para detectar hachis, que es a lo que mucha peña se baja a Marruecos. En Ceuta nos cogimos el Ferry hasta Algeciras, y un autobús nocturno que nos dejo a las 6 de la mañana en Madrid.
Marruecos es un país impresionante, bonito, barato, seguro y con gente muy acogedora. Ahora a todos nos da por buscar destinos exóticos y lejanos, pero mi recomendación para alguien al que le apetezca salir unos días de España es que visite a nuestros vecinos, que seguro que viene encantado y se quita bastantes prejuicios sobre nuestros hermanos los moros. Besalamah!
El miércoles 13 aparecimos en Madrid a las 6 de la mañana, vía Algeciras, después de nuestro tour por Marruecos. De la Estación Sur en metro a Plaza de Castilla, y de ahí en autobús hasta San Chinarro, donde vive mi hermana. Nos echamos a dormir un rato, un bañito en la piscina y rumbo a Vitoria-Gasteiz. Allí nos estaban esperando mis padres. Fuimos a casa y cenamos con ellos, con mi hermano, y con mi cuñada Sonia, que esta muy guapa embarazada de Paula, una niña preciosa que nacerá a finales de Agosto o principios de Septiembre.
El jueves fue tranquilo. Cogimos unas bicicletas que el ayuntamiento presta gratis a los ciudadanos y estuvimos dando unas vueltas y visitando a los colegas en sus respectivos curros: a José Mari en la Caja Vital, a Dris en la sidrería del Boulevard y a Natxo en Itzarri. Por la tarde no había ningún plan. Pero en el barrio, los jueves en 8 o 10 bares de la calle Gorbea hay una oferta de un crianza y un pincho por un euro. Desde el Txustarra, bar de mi amigo Iñaki llamamos al otro Iñaki, al poteador por excelencia de la cuadrilla, e hicimos la ronda. De ahí nos subimos Lillian y yo a la Kutxi, la calle que frecuentamos en el casco viejo de potes, y allá estaban Natxo, Imanol, Antxoka, después apareció Rubén, y bueno, ya sabéis como se lían estas cosas.
El plato fuerte del viernes era la cena en la sidrería. Nos juntamos 16, un montón. A ver si no me dejo a ninguno.
1.- Aitor García de Cortazar
2.- Homer
3.- Iñakingo
4.- Rolando
5.- Iriarte
6.- Emilio
7.- Brandon, americano amigo de Emilio de Gamesa
8.- Loredo, caballito.
9.- Mon
10.- Preacherman
11.- José Mari
12.- Laura
13.- Edu
14.- El Negro
15.- Lillian
y 16.- Castrol.
Natxo tenía cena de curro, Vargas estaba pinchando en el Troner, y Driss como trabajaba en la sidrería, se presento mas tarde.
Antes de juntarnos en la sidrería fuimos al Gaztetxe, ya que Rubén iba a cantar unos bertsos, y Lillian quería ver en que consistía eso.
La cena estuvo muy bien. Para el que no haya estado nunca en una sidrería: nos juntamos a comer y de vez en cuando te levantas de la mesa con algún colega (o todos) para ir a las kupelas (barriles) de sidra a llenar los vasos. Barra libre de sidra, así que a medida de que el tiempo pasa… pues os podéis imaginar. Iñaki se marco un detalle de la hostia bailando un aurresku. Además tuvimos la suerte de que en el comedor había otras cenas, y en una de ellas contaban con un txistulari. Iñakingo, te saliste pibe. Eskerrik asko!!! Rubén le siguió con un bertso, y Mon continuó con un irrintzi. El comedor es muy grande, como un frontón. Había una despedida de soltero, y una cena de un grupo de tías de Argentina y Estados Unidos, que sabían danzas vascas. Así que estuvieron bailando por ahí, y muy buen rollo.
De vuelta al centro, nos montamos cuatro detrás en el coche del americano, que conducía Emilio. Al ir a aparcar apareció una pareja de municipales, y ahí anduvo Emilio negociando, sin que el incidente pasara a mayores.
Quemamos el centro, cerramos el Azkena, que es una disco, y vuelta a casa. Vaya imagen de bárbaros se estará llevando Lillian!!! ;-)
Así es, el mejor pueblo del mundo se encuentra ubicado en el valle de Tobalina, en el norte de Burgos, y casualmente es el de mis abuelos.
Después de la cena del viernes, Lillian y yo nos levantamos, y recorrimos los 60 kilómetros desde Vitoria hasta San Martín en el viejo Ibiza. Por la noche hubo sardinada y morcillada. Se hace una hoguera en la plaza, y con las brasas se asan allá mismo. Todo ello regado con vino, que está muy bien para socializar. Allí nos juntamos la vieja cuadrilla de veraneo, y también vinieron colegas desde el cercano pueblo de Frías. Por la noche verbena, y ahí anduvimos bailando, jóvenes y mayores, del bar a la plaza, y de la plaza a la única txozna que había. Muy buenas risas, y muy buen ambiente, padres, abuelos y nietos poteando y bailando juntos.
El domingo amaneció como siempre en estos casos, con algún elemento fuera de contexto. Un banco encima de un muro, alguna silla en algún árbol, o una rueda de tractor metida en la fuente. A los paisanos siempre les ha sorprendido que yo nunca sepa nada de estos extraños sucesos, pero así es siempre: nunca me entero de nada. Si me pidieran que buscara algún culpable… me decantaría por el nieto de Juan, que tiene muy malos pelos, o por el hijo de la lechera ;-)
Santa Misa, que por cierto hacía muchos años que no la pisaba, y de ahí a la plaza, ya que había comida popular. Cada uno se llevaba su plato, sus cubiertos y su vaso, y a servirse de los perolos: patatas con chorizo, costillas y oreja. Intenté que Lillian comiera oreja sin saber lo que era y la probó, pero ahí se plantó.
La verdad es que Lillian alucinaba, viendo a unas 60 o 70 personas comiendo en la plaza de un pueblo. Nos lo pasamos como los enanos. Pasamos la noche en San Martín, y el domingo vuelta a Vitoria-Gasteiz.
El lunes llamamos otra vez a British Airways, porque queríamos que Lillian retrasara su vuelo un par de días ya que le perdieron el equipaje al venir. Pero el tema estaba difícil, ya que los vuelos transatlánticos estaban a tope! Así que no nos quedo otro remedio que tirar para Madrid. Allí fuimos con mi hermana a pasar su última noche en España por la zona de La Latina, y a dormir.
El martes nos despedimos en Barajas, muy tristes los dos. Han sido dos años muy bonitos, preciosos, y ahora vamos a estar dos años cada uno por nuestro lado, ella en Beijing, y yo en Dubai. Esta claro que nos volveremos a ver, ahora no sabemos donde ni cuando. Puede ser en China, puede ser en los Emiratos Árabes, o puede ser en algún punto intermedio, como Tailandia o la India. No fue un adiós sino un hasta luego. Muchísimas gracias Lillian por estos dos años. Eres la #1 stunna! KIZZIZLEE!!! (I love the surprise that you left in my passport!!)
El mismo martes que deje a Lillian en el aeropuerto me volví para Vitoria. Cena con mis padres, mi hermano y mi cuñada, y a dormir.
El miércoles quede con Rubén y con Natxo y nos fuimos a cenar al bar de Hala Bedi - donde trabaja el Negro- con Eli, una chica ecuatoriana que iba a clases de inglés con Natxo, y con Franci, una amiga colombiana de Eli. Volví a casa, acerque a unos tíos que estaban cenando con mis padres en mi casa, y a cenar.
El jueves lo más destacado fue la sesión de cine de culto que me trague con Natxo, con Durana y con Mon. “Fin de curso” se llamaba la película, y que se puede decir: Como Porkys, pero versión española. Je, je, era de unos chavales de instituto que tenían que decidir de viaje de estudios entre Benidorm y Paris. Típica peli para adolescentes o treintañeros inmaduros como nosotros.
El viernes el plan era estar tranquilo para empezar a estudiar el sábado. Sin embargo no se como ni porque me vi a las 6 y media de la mañana volviendo a casa con Iñaki. Como puedo tener tan poca voluntad???
Así que el sábado paso sin pena ni gloria. Ir a correr, ver el tour, visitar a mi abuela, y por la noche me compre unas pipas, me alquilé la peli de “Lobo”, y así pasé el día.
El domingo era la víspera de Santiago que aquí en Vitoria se celebra mucho, y se conoce como el día del blusa. Así que quedamos a las 9 en el bar de siempre, el Gines. Y ahí estuvimos bajando jarras de cerveza y de Kalimotxo hasta que nos subimos a Kutxi. A partir de ahí todo son vagos recuerdos, hasta que con el sol ya alto volvimos a casa. Estuvo guay, porque vi a mogollon de gente que hacia tiempo que no veía.
Noches alegres amaneceres tristes, así que el lunes otra vez paso sin pena ni gloria. Llamadas de algún colega y película. “Los lunes al sol”, bastante buena, pero muy lenta. Javier Bardem un crack.
Hoy voy al pueblo y no volveré hasta el 4 de Agosto, para el chupinazo de fiestas. A ver si puedo estudiar un poco para el master.