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Este video muestra la ruta en moto que hice para ponerme la vacuna de la fiebre amarilla en Yakarta. En agosto empiezo a trabajar en Angola y tener esa vacuna es uno de los requisitos. Ya me la había puesto una vez, en febrero de 2001, pero tenía una validez de 10 años. Esta que me he puesto ahora tiene una validez de por vida.
En teoría los centros donde ponen esta vacuna en Yakarta están en los dos aeropuertos. Sin embargo cuando fui a registrarme on-line con cita previa no podía seleccionar esa opción, y llamando comprobé que no tenían stock.
Aquí encontré información muy útil al respecto.
Finalmente encontré que sí la ponen en otros sitios. Concretamente me la puse el 1 de marzo en este centro:
Jl. Percetekan Negara IVB No. 48
Jakarta Pusat
Estuve en la lista de espera unos 15 días, porque tampoco la tenían, pero después de dos semanas me llamaron para que me pasara. Y ese video que ilustra la entrada es la ruta que hice en moto ese día para ponerme la vacuna.
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No era la primera vez que visitaba el centro. Entre los requisitos de mi nueva escuela está un reconocimiento médico, con pruebas de SIDA, tuberculosis y resto de cosas.
Cuando fui a un hospital cerca de casa –SOS Klinik Cipete- a decirles que quería hacerme un reconocimiento médico, me dijeron en recepción que ellos no hacían la prueba de tuberculosis. Que me fuera a ese laboratorio, In Harmony, y que me la hiciera allá. Con el inconveniente de que está a 20 kilómetros de casa. Y fueron unas cuentas vueltas…
1.- Sábado 17 de febrero – Me hago la prueba de Mantoux para detectar tuberculosis en In Harmony.
2.- Lunes 19 de febrero – Voy a recoger los resultados – La prueba da positiva.
3.- Lunes 19 de febrero – Voy a otro hospital, Pramita, a hacerme una prueba de rayos X para ver si ese positivo de tuberculosis con Mantoux se confirmaba o no. Me hacen tres radiografías, porque las dos primeras dicen que les sale mal (eso no debe ser demasiado bueno para el cuerpo).
4.- Martes 20 de febrero – Vuelvo a Pramita –que también está a 20 km. de casa- a recoger los resultados – Da negativo.
5.- Sábado 24 de febrero – Voy al hospi cerca de casa a hacerme el reconocimiento médico. La doctora dice que la radiografía no se ve muy bien (y eso que me hicieron 3) y me dice que me va a hacer un análisis de sangre –Quantiferon- para detectar tuberculosis. Se sorprende cuando le digo que en recepción me habían dicho que no hacen en ese hospital la prueba de tuberculosis, porque evidentemente sí la hacen. Me dice que hablará con las de recepción. Me hubiera ahorrado 3 paseos en moto, cada uno de 40 kilómetros (20 de ida y 20 de vuelta, desde casa)
Por cierto, en ese reconocimiento médico me sacan otra placa del pecho rutinaria, para otra cosa. Le digo antes al radiólogo que me habían hecho tres el lunes y que tenía la buena conmigo, pero no pareció importarle, dijo que era para otra cosa. Cuando le comenté a la doctora que llevaba 4, no le gustó nada la idea.
6.- Jueves 1 de marzo – La doctora me escribe diciendo que el test Quantiferon es negativo, que no tengo que preocuparme porque no hay tuberculosis.
Así son las cosas. Tanto lo de la fiebre amarilla como lo de tuberculosis en Vitoria lo hubiera hecho rápido. Aquí ha llevado tiempo y kilometrada.
A muchos de vosotros os sonará la ONG ¨Proyecto Harapan¨, que trabaja en la isla indonesia de Sumbawa mejorando las condiciones de vida de la comunidad de Hu´u, especialmente en lo referente a la educación de los niños y mejoras en las condiciones sanitarias. Gracias a vuestro apoyo, cuando corrí la maratón de la Antártida pudimos donar a esa ONG 3.085 €.
Carlos Ferrándiz continua incansablemente con su trabajo, y gracias a sus esfuerzos ha sido merecidamente nominado al galardón ¨Héroe de Indonesia 2018¨.
http://m.metrotvnews.com/play/2018/03/01/838552
Eso en sí es ya un reconocimiento muy importante, pero para poner la guinda al pastel y llevarse el título necesita de nuestros votos. Podéis darle vuestro apoyo aquí:
http://www.kickandy.com/heroes/
Bajáis y buscáis su nombre: ¨Carlos Ferrándiz¨.
Hacéis clic en su foto, donde dice ¨baca profile¨, que quiere decir ¨leer perfil¨.
Bajáis, le dais a ¨vote Heroes¨, e introducís vuestra info:
Nama lengkap: tu nombre
Alamat : dirección
Kota: ciudad
Provinsi: provincia
Nomor hp: número telef
Email =
Y hacéis clic en ¨vote¨.
¡Listo! Ya habréis hecho vuestra buena acción del día.
Si queréis conocer más sobre lo que hace esta ONG, aquí tenéis un documental fantástico de una hora en español:
https://www.youtube.com/watch?v=y4-cFHGI2OY&t=193s
Y esta es su Web:
¡Gracias!
Many of you may be familiar with the NGO ¨Harapan Project¨, that works in the Indonesian island of Sumbawa, improving the lives of the community in Hu´u, specially focusing in education and improvement of health conditions. Thanks to your support, when I run the Antarctic Ice Marathon, we were able to donate 3,225$ to that NGO.
Carlos Ferrándiz continues untiringly his work, and thanks to his efforts he has been nominated for the ¨Hero of Indonesia 2018¨ Award. Well deserved, no doubt!
http://m.metrotvnews.com/play/2018/03/01/838552
That by itself is already a great recognition, but to put the icing on the cake and win the award he needs our votes. You could give him your support here:
http://www.kickandy.com/heroes/
You scroll down and look for his name: ¨Carlos Ferrándiz¨.
You clic on his photo, where it says ¨baca profile¨, that means ¨read profile¨.
You scroll down, and clic on ¨vote Heroes¨. There you introduce your info:
Nama lengkap: your name
Alamat : address
Kota: city
Provinsi: province
Nomor hp: telephone #
And clic on ¨vote¨.
Siap! You have done the good action of the day!
If you want to know more about what this NGO does, here you are a fantastic 1 hour documentary:
https://www.youtube.com/watch?v=y4-cFHGI2OY&t=193s
And this is their Web:
Thanks!
Cada cierto tiempo aparecen nuevas aplicaciones que revolucionan en cierta manera el mundo de la educación. Hace unos años por ejemplo estudiantes y profesores nos volvimos locos con Quizlet, ahora lo que está pegando fuerte es Kahoot. Es una plataforma en la que los profesores preparan preguntas y los estudiantes las responden en clase desde sus ordenadores o teléfonos, compitiendo en el momento con el resto de compañeros. Pueden los estudiantes estar hibernando, que si mencionas la palabra Kahoot vas a salir de su estado de aletargamiento para ponerse a competir como fieras con sus compays.
El padre de uno de mis estudiantes me comentó un día que había escrito un relato en español –él es yankee- que había sido publicado en una revista on-line:
http://margencero.es/almiar/miguel-eduardo-kelly/
Leí la historia y me gustó, así que este fin de semana he preparado una actividad para mis estudiantes de nivel más alto.
En primer lugar, he leído el cuento en alto, editando el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=nudF2ZuzeQA
(lo siento, no es la voz de un rapsoda y sé que las ¨rr¨s me patinan, pero a falta de pan buenas son tortas).
Posteriormente he preparado 38 preguntas en Kahoot:
https://play.kahoot.it/#/?quizId=c2b0f3b8-13ad-4023-a772-164c6d075da2
Y por último, he preparado esta lección para compartir con mis colegas profesores de español:
https://docs.google.com/document/d/1UuYyVI6fYHJJoCQ0f1Ju-ETDOa4XQGcx5vEVuwsTVaU/edit
¡Espero que tanto mis chavales como mis colegas lo disfruten y aprovechen!
En agosto de 2018 empezaré a trabajar en Angola, así que me puse con este libro.
Dice la contraportada:
¨Angola, la guerra innecesaria es un libro valioso por tres razones: interesa al lector desde la primera página; está bien escrito y cuenta un fragmento central de la historia contemporánea cubana. Me refiero a esas guerras africanas tan deseadas por Fidel Castro y rechazadas por la mayor parte de los cubanos, incluido el autor de la obra, un ingeniero cubano al que una noche de 1975 sacaron de su lecho y pocos días después amaneció en Angola como combatiente en una guerra ajena y lejana por designio de un señor que se creía Napoleón y, sin duda, cada vez que pudo se comportó como el corso.
-Carlos Alberto Montaner-¨
En la introducción se resume el libro:
¨Cuando el veinticinco de abril de mil novecientos setenta y cuatro se produce la sublevación militar en Portugal conocida como la Revolución de los Claveles que le dio fin a la dictadura fascista que gobernaba el país desde mil novecientos treinta y tres, quedó abierto el camino para la independencia de las últimas colonias portuguesas en África.
Guinea Bissau y Mozambique obtuvieron sus independencias sin mayores contratiempos pues la lucha contra el colonialismo fue llevada por sendos movimientos de liberación.
En Angola era distinto, pues había tres grupos luchando por tomar el poder una vez alcanzada la independencia. Constantemente enfrentados entre sí cada uno de los dirigentes de esas agrupaciones beligerantes quería ser el jefe del futuro estado.
Agostinho Neto acudió a su amigo Fidel Castro recabando ayuda para lograr que su Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) estuviera afianzado en Luanda el once de noviembre, día cuando se proclamaría la independencia de los colonialistas portugueses y estos abandonarían Angola.
La ayuda brindada por Castro se convirtió en una operación descomunal que involucró a casi medio millón de hombres, durante dieciséis años, desangrando aún más la maltrecha economía cubana.
En este libro se narran los avatares de los integrantes de una batería de seis cañones de 85mm que llegó a Angola con los primeros dos o tres mil hombres. Se narran combates que fueron muchos. Pero lo más importante es la dimensión humana del relato, la interacción de los simples soldados, entre ellos y con los distintos mandos; los sentimientos de esos hombres ante la posibilidad de una muerte inminente o ante la estupidez; cómo fluye la adrenalina haciéndote actuar y responder como un héroe en situaciones de peligro extremo.
La Guerra de Angola es una herida que no cerrará jamás, por el sacrificio de nuestras familias, por el recuerdo de nuestros compañeros, por aquellos que quedaron para siempre en un campo desconocido.
Las vidas que costó esta odisea es uno de los secretos mejor guardados por la tiranía castrista. El siete de diciembre de mil novecientos ochenta y nueve, en un entierro al unísono en todo el país, Cuba daba sepultura a sus muertos, que según el gobierno eran dos mil ochocientos ochenta y nueve. Años después, el escritor Michel Porcheron escribiendo en el periódico Granma sobre el documental Cuba, una odisea africana de la cineasta francesa Jihan El-Tahri dijo: «Dos mil cubanos ofrendaron sus vidas en aquel continente». Sin embargo, en el propio material se plantea que los historiadores estiman los caídos en unos diez mil.
Cada día, cada vez, la cifra se reduce y quizás llegue el momento en que digan, los excelsos defensores del comunismo a ultranza, que solo perecieron unas pocas decenas de combatientes. No importa, no podrán borrar el estigma de una guerra que, por demás de cruel, fue innecesaria.
-Carlos E. Pedre Pentón-¨
Sobre el autor:
¨Carlos E. Pedre Pentón, Sagua la Grande, Las Villas, Cuba, 1945.
Es Ingeniero Mecánico graduado en la Universidad de La Habana. Fue profesor de diversas Instituciones Tecnológicas e ingeniero de empresas de la Industria Azucarera. Ha publicado cuatro libros sobre el Diseño de Máquinas. Actualmente reside en Miami, EUA¨.
El prólogo escrito en Miami el 2 de julio de 2017 por Jorge Hernández Fonseca nos da una clara visión de lo que nos vamos a encontrar:
¨El libro que se presenta a continuación nos adentra en el drama humano de un hombre de familia convertido de la noche a la mañana en soldado. El protagonista es arrastrado a la Guerra de Angola, una contienda ajena, innecesaria que responde a las mismas circunstancias dictatoriales que empujó a otros miles de cubanos a esa conflagración y que ha conducido al empobrecimiento económico, político y social de la sociedad cubana.
El lector encontrará aquí el relato de un hombre en plena campaña. En el texto prevalece la mirada humana sobre el enfoque propio de las guerras y sus secuencias de desplazamientos estratégicos y combates tácticos. Es una inmersión en la psicología y actuación de la típica carne de cañón detrás de la cual siempre hay familia, esposa, hijos pequeños y multitud de sueños postergados.
De las páginas de este libro sobresale el trauma de los horrores de una guerra ajena, impuesta a los cubanos por un líder de mentira cuyo propósito siempre fue satisfacer su vanidad, su ego desmedido y su afán de mando.
La trama se sitúa en la década de los años setenta del siglo pasado cuando las grandes potencias luchaban por imponer su marca en los países que se liberaban del yugo colonial en África. Angola, que se había independizado de Portugal, enfrentaba una lucha interna entre tres facciones rivales que se disputaban el poder. África del Sur, por su parte, buscaba acuñar su influencia política en el área. Los frentes internos contaban con apoyos diversos. Sin embargo, el peso de la guerra fría, muy marcado en la época, influyó decisivamente en aquella disputa. Fidel Castro decide mandar hombres, mientras la antigua Unión Soviética garantiza armas y recursos materiales. Por obra y gracia de las circunstancias, el autor de esta obra fue uno de esos hombres. A la distancia de cuarenta años, curado de sus secuelas traumáticas, Pedre Pentón, decide asomarse de nuevo al pasado.
El testimonio del autor, a pesar de narrar los avatares de una guerra particularmente cruenta, no solo se aleja de narraciones sangrientas sino que contiene pasajes de la descontracción propia del espíritu humano sometido a situaciones extremas, que en las peores circunstancias muestra un rostro optimista a veces, jocoso en otras ocasiones, haciendo abstracción de ese contexto hostil casi siempre, momento en el que el espíritu positivista del hombre aflora de manera nítida para entregarnos un relato más potable, ligero y fluido.
Fue en una reunión de amigos, donde todos recordábamos anécdotas de nuestras ya largas vidas, que el autor comienza a narrar un pasaje vivido por él en la Guerra de Angola y de pronto nos pregunta: «¿No creen ustedes que se podría escribir un libro distinto, sobre esta guerra? ¿¡Alejandro lo hacemos!?». Y así el autor y su amigo y escritor Alejandro Marrero decidieron escribir el drama traumático que nunca había querido recordar en detalle.
Para la nomenclatura cubana la Guerra de Angola representa un gran «mérito» que posibilitó la independencia de Namibia. Sin embargo, para la población de Angola fue una confrontación fraticida y sangrienta, típica de las luchas por el poder, ganada por una de las facciones en pugna, pero, sin consecuencias sociales importantes para la nación. Para la Unión Soviética fue una conquista que afianzó su influencia política y económica en el continente. Para los cubanos que participaron en la misma –y que aportaron más de diez mil muertos- fue una guerra innecesaria¨.
Estos son algunos fragmentos que me han gustado y me han llamado la atención del libro:
¨Al regresar al cuarto mi esposa me preguntó quién era:
-Son los comemierdas del ejército. Quieren jugar esta noche a los soldaditos.
-No hagas ruido, que los niños se despiertan.
Me vestí, di un beso en su ya abultado vientre, con mi tercer hijo, y salí. Maite era el nombre que queríamos ponerle de haber sido niña, lo que significa «amor» en eskerra, pero fue varón y se llama Alejandro. Ni por un instante se me pasó por la mente que pasaría meses sin volverlos a ver¨.
¨El primer error que cometen muchos es decir que lo de Angola fue una ¨guerra civil¨. ¡Ni por asomo! Lo de Angola fue el enfrentamiento de dos potencias, los soviéticos y los sudafricanos.
Quien no conozca Sudáfrica podría pensar que es un país más del continente africano y que solo producen leones y cebras para los zoológicos del mundo. Nada más ajeno a la verdad. Sudáfrica es la primera economía de África (acapara un veinticinco por ciento de todo el PIB africano). Es una economía de mercado emergente con abundantes recursos naturales, con sectores legales, de comunicación, energía y transportes bien desarrollados¨.
¨Sin embargo, la historia la escriben los hombres con omisión o exageración. El historiador sudafricano Richard Allport describe las acciones de ese día como la victoria de un soldado portugués, el sargento Danny Roxo, que venía en el tanque de reconocimiento que yo había visto del lado opuesto del puente, donde dice haber matado once soldados enemigos, entre ellos cuatro cubanos. Este soldado murió poco después al volar en una mina. Para terminar esa historia de súper héroe el señor Allport describe la muerte de Roxo, recostado a un árbol fumándose un cigarrillo en espera de los médicos o de la muerte. Esta llegó primero¨.
¨Yo también le escribía, pero desde luego, la censura militar era muy estricta y más o menos le contaba lo bien que me sentía y cuánto los extrañaba. Las cartas en la guerra son como la luz de las estrellas, que pueden llegar cuando la estrella ya no existe. Ese era el miedo¨.
¨Pero «ya vendrán tiempos mejores» decía Artazar, profesor de un tecnológico habanero; hombre serio y trabajador que en los ratos de ocio relataba cuentos y declamaba poesías. En una ocasión me dijo: «Si después de esto algún hijo de puta del Comité Militar viene a citarme para otra misión le voy a hacer el cuento del ratón tuerto».
No paré hasta que me relató la historia de un perro y un gato que se pusieron en combinación para que el gato se hiciera pasar por muerto y así dejar entrar al velorio a los ratones. Pero un ratón viejo y con un parche en un ojo que se asomó a la puerta del velorio no quiso pasar a lo que el perro lo invitó, pero este le respondió: «Este ojo lo perdí en el velorio del abuelo de ese que está ahí muerto».
-Moraleja –concluyó Artazar- a mí no me engañan más¨.
¨Continuamos la marcha hacia el Sur. Cada vez los encuentros con el enemigo eran menos y había una euforia generalizada. Sentíamos con los huesos que estábamos ganando. Desde luego la pregunta rebotaba del cerebelo al lóbulo frontal: ¿Ganando qué? En la guerra no hay ganadores, todos perdemos. Perdemos los vencedores cuando dejamos de estar en el parto del hijo querido, perdemos la oportunidad de saborear la entrega del título universitario al hermano entrañable o las refrescantes vacaciones pendientes con la familia en las finas arenas de una playa del este de La Habana. Perdemos cuando nuestra salud se resiente y un simple dolor de muela se convierte en la extracción de una bicúspide aún sana, salvable. Y así me sucedió a mí. Un dolor de muela, que se convirtió en una odisea que aún hoy en día, solo de recordarlo, me crispa el vello púbico y siento la retracción magnificada del escroto¨.
¨Chucho y el Pinto empezaron a trastear de nuevo en el motor ahora con mucho más interés pues el lugar no era como para estar tranquilos. Desarmaron el carburador con un destornillador de paleta y una llavecita de extensión. La necesidad hace parir hijos varones, diría mi madre. Cuando armaron el carburador y trataban de arrancar el motor, sonó un disparo¨.
¨Mi plato era una lata de conservas a la que había puesto unos alambres a modo de asa para evitar el calor, aunque casi siempre la comida nos llegaba fría. La lata era entonces el útil más preciado junto con la cuchara, que siempre guardaba en el bolsillo derecho de mi pantalón. Instintivamente, tocaba la cuchara para saber que no la había perdido. Recordaba un refrán muy utilizado por mi madre: «Qué buena es la cuchara, sobre todo a la hora de comer»¨.
¨Esa noche, estuvimos muy atentos en las guardias pues había muchos enemigos dispersos y desesperados, no hubo incidentes salvo la tremenda pendejería de Ortega. Cuando llegó repetía como papagayo el lema de los comunistas: «Los hombres mueren el Partido es inmortal»¨.
¨En los días en que estuve reponiéndome, paseaba por las afueras del hospital y pude sentir la belleza de la naturaleza africana. En febrero las flores crecen estallando en un verdadero maremágnum de colores. Nunca vi un framboyán tan rojo ni unas gardenias con tanto olor. África no solo es minerales y animales salvajes, es también color y olor a yerba; es un mundo maravilloso con una campiña que estremece de tanta belleza¨.
¨No teníamos ideales de grandeza ni veíamos perspectivas razonables para pensar que aquel pueblo llegaría a ser nuestro amigo y apoyo. La vida nos dio la razón. Ni Angola es mejor hoy ni nunca vi en Cuba un saco de frijoles que diga: producto angolano¨.
¨En esos días comencé a sentir molestias en el pecho, al lado de la tetilla derecha, donde me había picado un insecto en uno de los emplazamientos en la marcha hacia Gago Coutinho. No sé qué animal fue, pero en aquellos días me aprieto la picada y sale un gusanito. El susto fue tremendo y el asco mayor aún. Con razón decía Negro Bueno que en este país no ganábamos para sustos. Me desinfecté y le puse un antibiótico, sin embargo, continuó dándome problemas, entonces, sin mencionar nada, volví a ponerme antibióticos y alcohol. Tenía miedo de que a la hora de irnos aquello se complicara, pero todo quedó en eso. Quiero decirles que actualmente, después de más de cuarenta años, tengo una mancha roja en ese lugar¨.
VIDEO AQUÍ (8´20¨)
Los últimos 6 fines de semana he estado un poco pinchado en Yakarta porque me había apuntado a un curso on-line de esa duración para renovar mi certificado de profe en Carolina del Sur, y entre eso y otras historias he andado ocupado. Pero el finde pasado le di carpetazo a ese asunto y el cuerpo pedía escaparse de Yakarta.
El destino elegido esta vez ha sido Pelabuhan Ratu, que está en el sur de la isla de Java, a unos 130 kilómetros de Yakarta. Lo describe así la guía Lonely Planet:
¨Situado al fondo de una enorme bahía en forma de herradura, a unos 90 km al sur de Bogor, es un popular retiro costero para los habitantes de Yakarta. La ciudad es bastante monótona, salvo por su larga playa de arena negra y las vistosas embarcaciones de pesca que llenan la bahía. Mucha gente viene por las playas de surf que hay al oeste.
Cuenta la leyenda que Pelabuhan Ratu (cuya traducción es ¨Puerto de la Reina¨) fue testigo de la creación de Nyai Loro Kidul, la maligna diosa que se lleva a los pescadores y bañistas mar adentro, a su reino acuático. No hay que llevar nada verde a la playa o en el agua (es su color). En el Hotel Indonesia Samudra hay una habitación reservada para los místicos que deseen contactar con la Reina de los Mares del Sur¨.
Salí el sábado por la mañana con la moto (Honda Vario 125cc) y tardé en llegar, por paradas, atascos y yendo al tran-tran casi 6 horas (5h48´ de la puerta de casa a la puerta del hotel). La vuelta fue más rápida. Salí el domingo al amanecer, y entre que era muy temprano y que era domingo se notaba que había mucho menos tráfico. Aun así tarde 4 horas.
La ruta en moto tiene tramos muy buenos, sobre todo los últimos 20-30 kilómetros antes de llegar a Pelabuhan Ratu. Vas por una carretera de montaña de dos carriles que está bien asfaltada, y las subidas, bajadas y curvas son una gozada si no hay mucho tráfico, como me pilló a mí.
Me alojé a unos kilómetros al oeste de Pelabuhan Ratu, en la playa de Citepus. El alojamiento se llama Wisma Pantai Citepus y está en primera línea de playa. Después de pegarme un baño me cogí la moto y fui costeando y parando donde me apetecía. Finalmente llegué a Pantai Karang Hawu -¨pantai¨ en indonesio es ¨playa¨- y también tiene su historia. Dice Lonely Planet:
¨Pantai Karang Hawu, 13 km al oeste de Pelabuhan Ratu, es un altísimo acantilado con cuevas, escollos y piscinas creado por una gran corriente de lava. Según cuenta la leyenda, fue desde las rocas de Karang Hawu que Nyai Loro Kidul saltó al inmenso océano para recobrar su belleza perdida y nunca regresó. Una escalera conduce hasta un pequeño kramat (santuario) en lo alto¨.
La lengua nativa en esta parte del país es bahasa sunda, pero claro, todo el mundo habla bahasa indonesio.
El domingo madrugué para ir a ver el mercado de pescado en Pelabuhan Ratu, y de ahí vuelta a Yakarta, con las pilas cargadas.
Hoy 20 de marzo he tenido la oportunidad de visitar en la prisión en la que están recluidos a Neil y Ferdi, dos profesores de mi colegio. Más adelante escribiré una entrada más detallada explicando su situación y la visita en la cárcel de Cipinang (Yakarta, Indonesia). Pero esta semana me pilla un poco liado y por ahora os dejo solo este enlace:
Está en inglés, pero con el traductor de Google podéis ver de qué va el tema.
Espero que pronto estén en la calle.
Dice la contraportada:
¨Madrid, 1941. Un hombre acusado de cuatro asesinatos se alista en la Legión y luego en la División Azul. Coincidente con la orden policial de captura, un implacable asesino le persigue para matarle. Su rastro desaparece en los helados frentes de Rusia.
Lena, Asturias, 1928. Un niño se escapa de casa para buscar, en una cueva de las cumbres de la cordillera cantábrica, un fabuloso tesoro rastreado durante siglos y que nunca existió. A finales de 1937, ya adulto y terminada la guerra civil en Asturias, es echado del hogar. Nunca regresará, ni volverá a saberse de él.
Dos vidas diferentes, dos destinos perdidos en el misterio que el detective Corazón Rodríguez, en el año 2005, debe encontrar, indagando de nuevo en tiempos desvanecidos.
Detrás de la lluvia es una novela conmovedora, policíaca e histórica a la vez, que el lector no olvidará, no sólo por la fuerza de sus personajes, su maestría narrativa y la seducción de su prosa, sino por su asombroso final y el impresionante trabajo de documentación del autor para acompañar su envidiable memoria¨.
Sobre el autor:
¨Joaquín M. Barrero nace en Asturias ya iniciada la Guerra Civil pero se cría en Madrid, adonde se trasladan sus padres. Analista químico, fue emigrante en Venezuela antes de introducirse en los campos de la fabricación de maquinaria y el comercio internacional, lo que le llevó a viajar por gran parte del mundo. Su primera novela, El tiempo escondido (2005, Ediciones B), fue Premio de los Libreros en la colección Libros con Huella y finalista del Premio Semana Negra de Gijón. Su aparición fue celebrada por la crítica como una innovación en el arte de la narrativa. Su segunda novela, La niebla herida (2007, Ediciones B), tuvo un gran éxito y le consagró como escritor de historias de emoción. Una mañana de marzo (2009, Ediciones B) consolidó su prestigio de novelista singular. Las tres obras citadas, así como Detrás de la lluvia, son thrillers pero tienen como fondo nuestra convulsa historia de la primera mitad del siglo XX y apuntan datos verídicos, algunos desconocidos u olvidados. De todas ellas se han hecho varias y continuadas ediciones¨.
La novela son 588 páginas, con 65 capítulos y un epílogo. Al comienzo de cada uno de ellos suelen aparecer citas, muchas de ellas en latín traducidas también al español, lo que siempre me ha gustado y parecido interesante.
¿La recomiendo? Es interesante, especialmente en mi caso para aprender un poco más sobre el papel que tuvo en la historia la División Azul. Aparecen muchos personajes, la novela se cuenta en tres épocas distintas, y por ello me ha costado un poco hacerme con todos los nombres que aparecen en el libro. Al final se desvela una de las claves que tienen al lector pendiente durante los primeros compases, y creo que fue esa incógnita la que me hizo llegar al final.
Plantilla basada en http://blogtemplates.noipo.org/
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