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Contraportada:
¨¿Qué puede llegar a ocurrirles a los vecinos de un barrio cualquiera en estos tiempos difíciles? ¿Cómo resisten, en pleno ojo del huracán, parejas y personas solas, padres e hijos, jóvenes y ancianos, los embates de esta crisis? Los besos en el pan cuenta, de manera sutil y conmovedora, cómo transcurren varias vidas: la de una familia que vuelve de vacaciones decidida a que su rutina no cambie, la de un recién divorciado al que se oye sollozar tras un tabique, la de una abuela que pone el árbol de Navidad antes de tiempo para animar a los suyos, la de una mujer que decide reinventarse y volver al campo para vivir de las tierras que alimentaron a sus antepasados… En la peluquería, en el bar, en las oficinas o en el centro de salud, muchos vecinos, protagonistas de esta delicada novela coral, vivirán momentos agridulces de una solidaridad inesperada, de indignación y de rabia, pero también de ternura y tesón. Y aprenderán por qué sus abuelos les enseñaron, cuando eran niños, a besar el pan¨.
¨Esta es la historia de muchas historias, la historia de un barrio de Madrid que se empeña en resistir, en seguir pareciéndose a sí mismo en la pupila del ojo del huracán, esa crisis que amenazó con volverlo todo del revés y aún no lo ha conseguido¨.
-Almudena Grandes-
Sobre la autora:
¨Almudena Grandes (Madrid, 1960) se dio a conocer en 1989 con Las edades de Lulú, XI Premio La Sonrisa Vertical. Desde entonces el aplauso de los lectores y de la crítica no ha dejado de acompañarla. Sus novelas Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón y El corazón helado, junto con los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la han convertido en uno de los nombres más consolidados y de mayor proyección internacional de la literatura española contemporánea. Varias de sus obras han sido llevadas al cine y al teatro, y han merecido, entre otros, el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. Con Inés y la alegría (Premio de la Crítica de Madrid, Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska y Premio Sor Juana Inés de la Cruz) inauguró la serie Episodios de una Guerra Interminable, a la que pertenecen El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita («una catedral narrativa de proporciones colosales», Ángeles López, Qué Leer).¨
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Entretenido. Me lo llevé a Sri Lanka y le di un buen repaso en el tren. Te vas metiendo en las diferentes historias y a medida que se van entrelazando vas enganchándote más, viendo cómo se resuelven algunas de forma positiva, otras no tanto, mientras los héroes anónimos del día a día continúan luchando por seguir adelante.
Cuando compré la moto allá por septiembre de 2013 me pasé por la oficina de recursos humanos en la escuela para preguntar sobre los seguros. Me dijeron que en Indonesia los coches tienen seguro, pero las motos no. Que normalmente en caso de accidente pagaba el vehículo más grande y que entre motos se arreglaban entre ellos. ¡Curioso! Así que cinco añitos he andado por ahí con mi Honda Vario sin seguro, amparado por la ley.
En la matrícula de la moto, aparte del número con la B por delante que indica Yakarta, hay una fecha grabada. En mi caso 9-18, septiembre de 2018. En esa fecha hay que hacer algo, no sé exactamente qué porque como no me pilla no me he preocupado demasiado. Imagino que habrá que llevar la moto a tráfico y te darán otra matrícula válida por otros cinco años.
El caso es que por esa razón pensaba que no tenía que pagar ni hacer nada con la moto hasta septiembre de 2018. Sin embargo ahora al hacer papeles para transferir la moto a otro propietario he aprendido que hay que pagar impuestos todos los años. ¡Y que no los había pagado los últimos 4, uppps! Hablando con una chica de recursos humanos se quedó muy sorprendida por eso y me preguntó: ¨¿pero nunca te ha parado la policía? Esto lo miran mucho¨. Y sí, me ha parado la policía, solo este curso tres veces, pero nunca me han dicho nada de eso.
Así que ahora he tenido que pagar todos los impuestos acumulados, más gastos de procesamiento, más multa. En total 1.375.000 rupias, unos 82 euros. Pero la multa solo es de 200.000 rupias, 12 euros.
El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, eso está claro. Cuando vivía en Dubái, al ir a renovar cada año el carné de conducir tenías que pagar antes los impuestos y multas que tenías, y si no no te lo renovaban. A mi favor debo decir que eso sí, todos los años he ido a la oficina de tráfico en Yakarta a renovar los carnés de conducir (A de coche, C de moto), y al no decirme nadie nada pensaba que todo estaba bajo control.
Así que eso, que parece que aparte de andar 4 años sin seguro con la moto por aquí –lo cual es completamente legal- rulaba sin haber pagado las tasas correspondientes, lo cual sí que lleva asociado multa.
Los estudiantes de la clase de teatro representaban este segundo semestre una adaptación teatral de la novela de Jane Austen, ¨Sense and Sensibility¨, publicada en 1811 y que en español lleva el título de ¨Sensatez y sentimientos¨.
En el cartel, junto al título, aparecía la frase ¨… When reputation is everything, how do you follow your heart?¨ -Cuando la reputación lo es todo, ¿cómo sigues a tu corazón?-
Una nota de la directora explicaba así la elección de esta obra:
¨Jane Austen… at JIS? Why? Why now? (why ever?) I get it… it seems like a strange choice for our students, for our school, but actually, it´s quiet relevant to where we are in 2018 and these kids get it –only too well.
At the cast will tell you, we are only too hyper-aware of how we are being perceived at all times… how many ¨likes¨ we have on our latest post, if we´re wearing the right thing, saying the right thing, dating the right person. It´s so hard to just boldly dare to be who we are because we know everyone has an opinion and that opinion can be shared with the world. Instantly.
Which is not to say that social media is all a bad thing. In fact, if Jane Austen were alive today, she would have been all over Instagram. She would have been snapchatting her way through this play and blogging her experiences at intermission. I would like to imagine that she and I may even have been Facebook friends.
But as in all things, it´s a matter of keeping it all in balance. Will social media please just go away? Not within the foreseeable future. So when the gossip and rumours swirl around us at a dizzying pace and we nearly lose sight of who we are, where do we place our focus? How do we keep ourselves anchored without being so tethered to the spot that we miss out on opportunities, relationships, adventures, fun? Will we be like Elinor, stoic and sensible to a fault, or like Marianne, driven by passion and tossed by the winds of social commentary?
Or is there something in between… and a way to have both? What does it look like to have both Sense and Sensibility?
-Erica Cali-¨
Lo traduzco:
¨Jane Austen… ¿en JIS? ¿Por qué? ¿Por qué ahora? (¿Por qué en cualquier caso?) Lo entiendo… parece una extraña elección para nuestros estudiantes, para nuestra escuela, pero de hecho, es bastante relevante en los tiempos en lo que estamos, en 2018, y nuestros estudiantes lo pillan –demasiado bien-.
Como el elenco de actores te contará, estamos demasiado preocupados en cómo nos ven a cada momento… cuántos ¨me gusta¨ tenemos en nuestras últimas publicaciones, si estamos llevando lo correcto, si decimos lo apropiado, si estamos saliendo con la persona idónea. Es difícil arriesgarnos a ser simplemente quienes somos porque sabemos que todos tienen una opinión y esa opinión puede ser compartida con el mundo. Instantáneamente.
Lo que no quiere decir que las redes sociales sean una cosa mala. De hecho, si Jane Austen estuviera viva hoy, sería una usuaria activa de Instagram. Habría utilizado Snapchat durante la obra y blogueado su experiencia durante el descanso. Me gustaría imaginar que ella y yo incluso seríamos amigas en Facebook.
Pero como en todo, es cuestión de que haya un equilibrio. ¿Desaparecerán las redes sociales? No en un futuro cercano. Entonces cuando los cotilleos y los rumores se extiende a nuestro alrededor a una velocidad en la que casi perdemos la concepción de quienes somos, ¿en qué nos centramos? Como nos mantenemos anclados sin estar tan atados que nos perdemos oportunidades, relaciones, aventuras, diversiones? Será como Elinor, estoica y sensible por demasía, o como Marianne, llevada por la pasión y sacudida por los vientos de los comentarios sociales?
¿O hay algo entre medias… y una manera de tener los dos? ¿Cómo sería tener tanto sensatez como sentimientos?
-Erica Cali-¨
Ya he escrito anteriormente que siempre me quedo sorprendido por la profesionalidad de estas obras de teatro. Tanto por la actuación como por los decorados, la iluminación, el vestuario, todo. Los chavales hacen un trabajo excelente.
Esta obra sin embargo me ha gustado especialmente. El aforo del teatro era bastante pequeño, ya que las gradas estaban montadas sobre el escenario en el que se representaba la obra. Una grada enfrente y dos laterales, calculo que para un aforo no mayor de 150 espectadores.
El escenario lo iban moviendo continuamente los actores que no participaban en la escena, y se daban situaciones muy curiosas. Por ejemplo en un momento dado una pareja va a caballo, y lo representan sentados en los pies de otros dos actores que con las espalda en el suelo y las piernas levantadas los mantienen sobre sus pies. El ruido de los cascos de los caballos lo hacen en resto de actores palmeando el suelo. O en otro momento una pareja está hablando en la cama, y lo hacen de una manera vertical –de pie-, mientras dos actores detrás sostienen las almohadas, y otros dos sostienen las sábanas. En otra escena una gran tormenta está formada por los soplos del resto de actores… una puesta en escena muy divertida y original, que he disfrutado muchísimo.
¡Última fiesta de fin de curso con todos los profesores! Todavía quedan 29 días para concluir el curso académico 2017-28, entonces, ¿por qué tan pronto esta fiesta? La razón es que el próximo martes empieza el Ramadán -15 de mayo-, y por muchas razones era mejor tener esa fiesta antes. En primer lugar por respeto a los que ayunan durante ese mes sagrado, pero también por la logística, porque para la gente involucrada en la organización iba a ser un día muy largo sin comer desde la madrugada.
La fiesta fue en el hotel Kristal y lo pasamos de maravilla. En Yakarta ya me llaman el Mesías… ¨no me quedan meses, me quedan días¨.
Dice así la contraportada:
¨Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, se sentaba durante horas en las estaciones para ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de ferrocarril y que lleva una vida tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, una mujer por la que se siente atraído, empieza a plantearse cuestiones que creía definitivamente zanjadas. Entre otras, un traumático episodio de su juventud: cuando iba a la universidad, el que fue su grupo de amigos desde la adolescencia cortó bruscamente toda relación con él, y la experiencia fue tan dolorosa que Tsukuru incluso acarició la idea del suicidio. Ahora, dieciséis años después, quizá logre averiguar qué sucedió exactamente. Ha llegado la hora de subirse a un tren¨.
Sobre el autor:
¨Haruki Murakami nació en Kioto en 1949. Autor de culto y con grandes ventas, es el escritor japonés de mayor prestigio, tanto en su país como en el exterior. Ha recibido premios como el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Frank O´Connor o el Franz Kafka, y su nombre suena reiteradamente como candidato al Nobel de Literatura¨.
¨¿Cómo hace Murakami para ser al mismo tiempo cinematográfico y literario, inocente y entendido, metafísico y casual? ¿De dónde saca el talento?¨
-Juan Gabriel Vásquez-
De este autor había leído anteriormente ¨De qué hablo cuando hablo de correr¨, ¨1Q84¨ (Libro 3) y ¨After Dark¨. Ninguno de los tres me moló especialmente. Tenía pendiente de leer este título de ¨Los años de peregrinación del chico sin color¨, que fue un regalo de un amigo bastante fan de Murakami.
Me ha parecido mucho mejor que los anteriores, he disfrutado de la lectura. Sin embargo, a medida que iban quedando menos páginas para el final pensaba ¨a ver cómo resuelve Murakami la historia, quedan pocas páginas y muchos hilos por cerrar¨. Y como el torero que hace una buena faena para a la hora de matar pinchar en hueso, me ha parecido que al final de la novela ha tenido que recurrir al descabello y a la puntilla para darle final a la novela. Y esa última sensación es la que se suele quedar, tanto en una corrida como leyendo un libro. Muy bien, pero…
Este año no se ha concedido el Premio Nobel de Literatura por problemas internos en la Academia Sueca que lo concede. Un año más en el que este eterno candidato se queda sin su galardón. Sin un día finalmente se lo conceden me dejará tan indiferente como aquel Nobel de la Paz otorgado a Barack Obama durante su primer año de presidencia.
Ayer sábado me fui de cena con las tres profesoras de chino del departamento. Cena de despedida, porque en exactamente tres semanas, el sábado 9 de junio, a las mismas horas me encontraré en el vuelo de regreso a España. ¡Buena gente Tina, LiFeng y Nova, las echaré de menos!
En España las batidas de jabalí están a la orden del día, y sobre las peleas de perros recientemente Pérez-Reverte ha publicado una novela interesante.
Ahora bien, ¿peleas organizadas entre perros y jabalís? Eso no lo había oído nunca. Sin embargo es algo que por lo visto se celebra en Indonesia, un evento llamado ¨Adu Bagong¨.
Video explicativo (4´13¨)
¨Las cosas no son siempre lo que parecen.
El ciervo no está cruzando la carretera.
La carretera está cruzando el bosque¨.
Hace unos meses, en la calle Jalan Pangeran Antasari del sur de Yakarta, pintaron los pilares de una de las carreteras elevadas. Pasaba con la moto y siempre decía que tenía que parar a echar unas fotos. Hoy lo he hecho.
Aquí podéis ver un álbum de 41 fotillos.
Yakarta sin duda no es una ciudad amigable para corredores. Las aceras escasean –es una de las cosas que te sorprenden al llegar aquí, que no hay aceras- y las que existen están en bastante mal estado. A veces parece que estás entrenando para trail running, con tanto agujero y bache.
Sin embargo tengo la suerte de vivir al lado del campo de golf Pondok Indah. Solía correr por una zona residencial que se llama Bukit Golf, que está dentro de ese campo de golf, pero una noche decidí meterme por los greens a ver cuánto tardaban en echarme. Empecé a correr por la vereda del campo del golf, me crucé con algunos seguratas y nadie me dijo nada. Me anticipaba con el buenas noches, y buenas noches recibía de respuesta. Así que genial, al lado de casa tenía un circuito de unos 4 kilómetros, sin coches y con unas buenas vistas. La entrada a ese campo de golf está más o menos a un kilómetro y medio de donde vivo.
En cinco años aquí he dado cientos de vueltas a ese campo de golf, y nunca –nunca- me he cruzado con ningún otro corredor ni paseante. Nadie parece haberse animado a pasar esas vallas que limitan el campo. No lo he mantenido en secreto, claro, a mis colegas runners y cada vez que salía el tema contaba la existencia de esta opción.
Ya me quedan pocas vueltas a ese circuito así que anoche, cámara en mano, me fui a dar una vuelta para inmortalizar las vistas. En las fotos arriba podéis ver que se pasa cerca de un driving range. Ahí siempre toca esprintar, porque cabe la posibilidad de que te caiga alguna pelota mientras estás corriendo. De hecho, en esa zona se ven muchas pelotas en el camino.
Despidiéndome de algunos rincones de Yakarta con este poema que me encanta.
Una semana más y terminamos el curso escolar 2017-18, cerrando así una etapa de 5 años en Indonesia. Próximo destino Angola, donde empezaré a trabajar en agosto.
A este poema de Kipling le añadiría una línea al respecto:
¨Si puedes dar un golpe de timón cuando la rutina se va instalando en tu vida¨.
Respecto a mis dotes de rapsoda, me aplico lo que Don Antonio Machado atribuía a Juan de Mairena:
«Cuando leía versos –o prosa- no pretendía nunca que se dijese: ¡qué bien lee este hombre!, sino ¡qué bien está lo que este hombre lee!, sin importarle mucho que se añadiese: ¡lástima que no lea mejor!»
¨Si...¨ -Rudyard Kipling (1865-1936)-
Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la pierdan y te culpen a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!
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